Cinco
- 1.75 -dijo el enfermero- y 55 kilos -
- Ya eres más alta que Rosé rata -dijo Jisoo, quien fue la encargada de llevarla a monitorear esa vez- podemos burlamos de ella cuando volvamos -
- Crece bien, cuando mucho crecerá 3 centímetros más y tiene un peso relativamente bueno -dijo el enfermero anotando sus datos en una hoja- ¿cuantos años tienes? -
- 17 -respondió con seriedad-
- Ok... Eso es todo por hoy, las veo en 6 meses -dijo el hombre dándose la vuelta para irse-
- Vamos Lisa -dijo Jisoo saliendo del lugar con ella siguiéndole- hay una vacante para el puesto que querías -sonrió cómplice recibiendo una sonrisa de vuelta- tienes una oportunidad mocosa, no la desaproveches -
- No lo haré Unnie, te lo prometo -
(...)
- La pequeña Lisa ya creció -se burló Mingyu- dime enana ¿que harás ahora? -
- Primero, te voy a golpear -dijo dándole una patada en un costado sin demasiada fuerza- Segundo, voy a trabajar y Tercero, que te importa -
- Tu chiquilla me golpeó -acusó Mingyu con Rosé quien se paro a su lado- pega duro -
- Claro que pega duro, tu le enseñaste -respondió Rosé lanzando un arma hacia Lisa quien la atrapó en el aire- Nos vamos -avisó antes de darse la vuelta sabiendo que Lisa le seguiría-
- Adiós -respondió despidiéndose de uno de sus "maestros" entre comillas-
Caminando tras su Unnie Rosé saludo a las personas que pasaban, era bastante sociable cuando se trataba de las personas en la "casa" la cual más bien era un complejo bastante grande donde se reunía la mafia a la que ella pertenecía, era la más joven del lugar y también una de las mejores.
Lili antes de dejarla le había dicho que la necesitaba, pero estaba entrando en un duelo, les estaba tomando cariño a la gente de los Kim.
- Hey -Saludo Momo, una japonesa que formaba parte de un trío con otras dos llamadas Mina y Sana, también japonesas y unas maestras en la tortura, extorsión y secuestro, área en la que se desempeñaban- ¿Tan temprano vas a romper cabezas? -pregunto dejando una palmadita en su hombro-
- Mamá dice que hay trabajo y yo solo sigo ordenes -respondió, se alzó de hombros despidiéndose cuando pasaron de largo en busca de Jisoo-
- Esa perra de Jisoo se escondió -bufo Rosé- La jefesita nos pidió exclusivamente a nosotras ir por los Han -
- La familia del ex guardaespaldas -asintió sabiendo de que hablaba, el maldito de Han había hecho una cicatriz en la mejilla a su jefa y ella iba dispuesta a vengarse sacándole los ojos- Creo que Unnie estaba en el aserradero -
- ¡Hola mi amor! ¡Hola rata! -saludo Jisoo quien llego desde la espalda con dos bates, uno de metal y su clásico de madera lleno de clavos, el cual tenía una mancha permanente en la punta marrón oscuro, sangre- ¡Vamos a jugar! -
- Hacia mucho que no te veía tan entusiasmada, al menos no desde que Lisa te mando al piso como un costal -se burló entrando al almacén de armas, tomó un rifle de francotirador, una pistola Glock 17 y una Kimber Warrior, eligiendo finalmente una Carabina SIG SG 552- Agarra una Escopeta Benelli M4 Super 90 Modificada y el lanzacohetes ARWEN 37-
- ¡Y un bate! -Dijo Jisoo lanzando uno en su dirección- aunque no creo que sirva mucho —Murmuró tomando varias armas también—
- Traes tu ropa blindada -reviso Rosé tomando una de sus pistolas y dando un disparo sin titubear a una distancia no tan cercana, ante el disparo Lisa se curvo un poco por el dolor más no cambió el gesto- Si -dándose la vuelta disparo a Jisoo quien sí siseo de dolor- Si -pasándole el arma a Lisa ya que sabía que Jisoo no era capaz de tocarle un pelo siquiera jugando recibió un disparo que dolió más no traspasó- asegurado -
Suspirando Jisoo la siguió con una sonrisa.
- También me disparo cuando nos conocimos, de hecho lo hizo tres veces y me mandó a urgencias -dijo Jisoo de manera enamoradiza, Lisa sonrió como pocas veces lo hacía y camino tras ellas, dispuesta a hacer su trabajo a como diera lugar-
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