Catorze
Observando a Jennie brincar sobre su verga erecta, Lisa soltó un jadeo apretando las caderas ajenas antes de voltear a su jefa clavandola en el colchón imponiendo un ritmo fiero.
- ¡No! -grito Jennie cuando no encontró de que sostenerse, se sentía tan abierta a causa de Lisa, la sensación placentera y dolorosa permanecía haciendo gritar de excitación- ¡m-mierda! -
- Sin malas palabras -regaño Lisa mirándola a los ojos, sintiendo una ola de placer arrasadora Jennie se curvo en dirección a Lisa arañando sus brazos cuando el orgasmo llegó, la sobre estimulación aún seguía ahí mientras Lisa se movía dentro y fuera sin descanso.
Parecía estar descargando un desquite en el usado cuerpo de Jennie quien aún mantenía los ojos abiertos y la boca con un hilo fino de saliva mientras jadeaba.
Su cuerpo se movía con fervor y el esfuerzo en su abdomen marcaba sus abdominales, los tatuajes en su muslo, espalda y parte de su costado resaltaban dándole un imagen caliente a Jennie.
No podía dejar ir a esa mujer.
(...)
- ¿Por qué te cortaste el cabello? -preguntó la rubia observando a su hermana con seriedad fingida-
Estaba feliz de verla incluso si se había quedado sin muchas cosas por su culpa.
Por ejemplo, sin madre o familia directa aparte.
- Mi jefa me sugirió hacerlo, aparte, resultaba molesto si tenía que matar a alguien a golpes -Murmuró, pero no recordaba si le había dicho dejarlo crecer o cortarlo, la final solo lo hizo-
- Te ves bien, queda con tu aura salvaje -asintió sonriendo de vuelta, sus sandalias de sandía resaltando aún si estaban en una aparente reunión importante- Wang no tarda en llegar, no te alteres si dice cosas raras, él no está bien llegado -le resto importancia.
Justo cuando terminó de hablar la puerta se abrió mostrando a un hombre imponente de traje y varios guardias con el, contándoles mentalmente la pelinegra calculo sus posibilidades de escapar.
- Hola -saludo la rubia y le ofreció asiento a Wang- estamos aquí para negociar sobre la invasión a territorio de los Kim -dijo con total tranquilidad, Lisa permanecía parada observando a Lili charlar-
Relamiendose los labios Lisa calculo si podría matar a los 8 hombres de Wang, si se atrevía posiblemente tendría que salir de ahí con alguna extremidad rota.
- Veo que su hermana está de lado de los Kim -se burlo el tal Jackson Wang, tenía una lengua filosa pero se veía bien-
- No estamos hablando de ella, sólo estamos negociando términos de trabajo -Dijo Lili, una sonrisa adorable sobresaliendo de su rostro, sus ojos permanecían tan inexpresivos como siempre, la mirada que Lili tenía era incluso más aterradora de lo que era Lisa en su totalidad- no te debes preocupar por eso Wang -
Murmuró Lili suspirando cuando las armas la apuntaron, Lisa todavía estaba inmóvil, pensó seriamente si hacer su siguiente movimiento, después Lisa estaría en mayor peligro.
- Ya tengo las cosas resueltas -sonrió disparando un dardo a Lisa-
Ahora con las armas bajas las cartas podían seguir discutiendo en la mesa.
Después de todo se tenía que ver realista ¿no?
Pranpriya Manoban era prácticamente una copia de su hermana, detalles por aquí y por allá.
Quizá su diferencia más notable era que Pranpriya mostraba todo lo que era y Lili se ocultaba tras su apariencia inmaculada y adorable.
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