Terminando de acuchillar al último hombre en el lugar Lisa, camino tras los hombres de Wang.

— Por cumplir con tu parte, te otorgaremos la libertad —dijo el tal Jackson— no te queda nada aquí y tampoco te queremos con nosotros, así que largo —

Asintiendo Lisa hizo una reverencia y vio a los hombres salir dejándola sola.

La cantidad de cuerpos alrededor era asquerosa, el piso parecía una capa de  sangre y cada que daba un paso el sonido chicloso inundaba sus oídos.

Camino en dirección hacia donde estaba su habitación antes, ahí solo tenía algo de ropa y armas, bajo la sabana de la cama tenía una foto de Jennie.

La podía ver ahí plácidamente dormida, era un foto relativamente nueva, pero ya no quería nada de ella, así que la tiro al suelo.

Le dolía el cuerpo, tenía un balazo en la pierna y otro en el brazo, su cara tenía varios cortes grandes que le daban un aspecto tétrico. Ya no tenía nada, solo su miserable vida que no serviría para un futuro.

Ni siquiera se molesto en cambiarse de ropa, dejó sus armas ahí y procedió a cojear a la salida del lugar en busca del cuerpo de Jennie que encontró poco después.

— ¿A donde llevas eso? —preguntó la voz de Jackson?—

— Quiero darle sepultura a mi jefa —dijo simplemente saliendo de ahí—

No le apuntaron ni la amenazaron, simplemente dejaron que se fuera, bufando debido al dolor Lisa paro momentáneamente. No podría ir sola a un prado o un lugar cerca del mar.

— ¿Puedes llevarme a un prado? —le preguntó a Jackson, chasqueando la lengua el hombre asintió dejándola entrar al auto—

El camino era incómodo y largo, demasiado lento, Lisa nos siquiera podía levantar la vista.

— Siempre tuve curiosidad —Jackson volvió a hablar— ¿Por qué te nombraron la bestia? —

— Cuando era más joven, mate al guardia que cuidaba de Kim Jennie, la hija del líder y mi jefa —respondió señalando en cuerpo que llevaba con ella— el la había golpeado y le hizo la fea cicatriz en el rostro que tiene, como un traicionero fue cazado y luego me ordenaron a mi matarlo, tenía menos de 20 años, no recuerdo bien mi edad —

— ¿Sólo por eso? —

— Después de ser nombrada como la guardia personal de la señorita Kim, me nombraron la bestia a causa de las muertes grotescas de las que fue participe, morder, arrancar, matar, acuchillar, explotar, secuestrar, torturar, cuando los aliados de Kim me vieron fueron ellos quienes reforzaron y le dieron renombre a mi apodo, “La bestia de los Kim" —dijo parpadeando con lentitud, el dolor se volvía más agudo con el paso del tiempo— pensé que Lili se lo había comentado —

— Lili solo dijo que eras una infiltrada y por lo que vi, si lo eras —dijo alzándose de hombros— ella dijo que toda tu vida te preparo para ir allí y matarlos —

— Lo hizo, a base de tortura, manipulación y chantajes —asintió— a los 11 años si no me equivoco yo estaba en la masacre de la rama secundaria y terminé donde los Kim, ahí Rosé, la mujer que me disparo y Jisoo, la mujer que casi me mata a golpes me entrenaron para ser la mejor —

— Mmm, ¿y que planeas hacer ahora? —

— Quiero darle sepultura a Jennie —

(...)
Terminando de hacer el hoyo donde depositaria a Jennie, Lisa suspiro sintiendo sus manos temblar.

La había lavado, limpiado y ya la tenía lista apara enterrarla, el cuerpo de su jefa se había puesto algo duro debido a al tiempo trascurrido, así que tuvo que romper sus articulaciones.

— Espero que no te moleste —murmuro Lisa— no tengo tu ropa de lujo aquí y tampoco todas las cosas caras que te gustaban —dijo sorbiendo su nariz— pero no te iba dejar tirada junto a todos ellos —

Quejándose debido al dolor Lisa, apretó la venda que Wang le había puesto en el auto, la curó medianamente antes de dejarla donde ella quería.

Cargando con mucho esfuerzo el cuerpo de Jennie, Lisa la deposito suavemente en el hoyo antes de comenzar a cubrirla con tierra.

— Wang dijo que aquí nadie te molestaría, aunque supongo que cuando algo te encuentre ya serás solo huesos u abono para las plantas —dijo sin dejar de sorber su nariz, las lágrimas le tenían la vista algo nublada y se encontraba congestionada debido a lo mismo— no me gusta la idea de ponerte una cruz, solo te pondré una flores, creo que son bonitas así como tu, estoy segura de que puedes ayudarlas a crecer mejor —

Tragando saliva Lisa acomodo las flores con las manos temblorosas.

— Quién sabe, quizás en un futuro cercano ambas hagamos de este lugar un hermoso cementerio —