"— Arriba, abajo —susurro la mujer a su oído—

Lisa se sentía algo mal en ese instante, la zona sucia como Lili le gustaba llamarle, era asquerosa.

Pero ahí estaba ella, con una mujer en su regazo que le enseñaba como tener sexo, era una prostituta del lugar.

La mujer solo se movía y le decía algunas cosas al oído, nada interesante la verdad, no le gustaba y su voz le desagradaba, era molesta.

Lili le había dado un vaso con burbujas extrañas y aunque pudo haberse negado, Lisa lo tomó todo, posiblemente era estúpida.

O sólo era la formación que le habían inculcado.

Obedecer, obedecer, obedecer, matar y volver a matar.

Lisa podía pensar en la vez que había sido nombrada la Bestia de los Kim y como se había ganado el apodo de los a base de demostración a otras mafias.

La sangre le repugnaba un poco si era sincera, era salada, algo tibia y cuando se secaba la dejaba pegajosa.

La mujer sobre ella se retorcio después de un rato, Lisa sentía un cosquillas en su vientre y luego como si estuviera orinando, placentero a nivel bajo.

— Tu cara no me dice nada —bufo la mujer sobre ella— Lili dijo que podías ser insensible, pero no creí que tanto —

— Solo bajate antes de que te mate —respondió Lisa en un suspiro, en ese instante estaba molesta— me repugna solo verte —

— Que grosera eres —se quejo la otra, haciendo caso omiso a las palabras de Lisa se quedó quieta—

El empujón llegó rápido y seguido de eso, Lisa apuntaba con un arma a su cabeza, la miraba de la otra denotaba burla y altanería.

— No serias capaz de matarme —se burló— sólo eres una niñita que vive en la solapa de Lili —dijo antes de que una de sus piernas sufriera un disparo que la hiciera gritar, su otra pierna sufrió el mismo destino—

— No te mataré con un disparo si sigues siendo fastidiosa —Negó Lisa, su mirada parecía oscurecer mientras veía a la mujer en en suelo— Te llevaría a una sala, cortandote los dedos, las piernas, te arrancaría las uñas antes de eso y te haría tragarlas, no tendrías una lengua para ser tan habladora siquiera —advirtió poniéndose los pantalones— y cállate, me estas haciendo enojar —"

Abriendo los ojos en medio de la noche, Lisa observo el cuerpo de Jennie a su lado, dormía pacíficamente sin mirar que tenía a su lado a una asesina.

Como un bebé, no parecía ser consciente del peligro que Lisa representaba.

— Perdóname —Murmuró Lisa pegandose al cuerpo de Jennie—

Levantándose de la cama, la pelinegra se cambió entre penumbras sin mirar a Jennie que parecía haber despertado un poco.

— ¿A donde vas? —preguntó Jennie—

— Solo iré al baño —respondió Lisa, acercándose a dejar un beso en la frente de Jennie, con una sonrisa, la vistió con suavidad y la arropo—

Pará ese momento Jennie ya se había sentado en la cama y miraba desconcertada todo.

— ¿Qué haces? —preguntó Jennie de nuevo al ver a Lisa mover su cama—

Bajo la cama un túnel que parecía un pasadizo estaba escondido, Lisa la abrazo con suavidad y bajo con ella, debido al tamaño del túnel, varios tanques de oxígeno se encontraban acomodados alrededor.

— Ahora vas a correr —Dijo Lisa poniendo a Jennie en el suelo— no mires atrás, yo iré al baño —