
38. 𝑬𝒍 𝒄𝒊𝒓𝒄𝒐 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒂 𝒅𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒐
📅 VIERNES 3 DE MARZO DE 2023
📅 UN MES DESPUÉS
📍 GRAN PREMIO DE BAHREIN
De nuevo esa sensación. La que da el riesgo y la velocidad. El querer tener el control. El sentir en todo tu cuerpo como dominas a la bestia. Me bajo del monoplaza satisfecho por los resultados. Primero en los libres. Este año voy a darlo todo. Tengo dos razones más por las que luchar. Y las dos me esperan en el garaje.
Recibo las felicitaciones de mis mecánicos. Estoy muy orgulloso de su trabajo y de su esfuerzo para ayudarme a conseguir todo lo que quiero lograr esta temporada. Christian Horner, mi jefe de equipo, me hace un gesto de cabeza alzando sus pulgares con satisfacción. Me quito las protecciones y me deshago de la parte superior del mono caminando hacia ella. Mi pelirroja me sonríe aún con sus cascos protectores en la mano. Tenerla aquí, en Red Bull, llevando una de las sudaderas del equipo es un puto sueño. En cuanto estoy delante de Darcy, mis labios buscan los suyos y la beso recibiendo su gustosa boca. Desearía perderme en sus besos hasta que me doliera los labios, pero, no estamos solos y no es cuestión de dar el espectáculo, aunque últimamente, me da exactamente igual.
Al separarnos, ella me abraza dejando reposar su cabeza en mi hombro.
- ¿Todo bien, Darcy? –le pregunto deslizando mi mano hasta posarla en su vientre. Desde que ella empezó a moverse, no hay momento que mi mano no esté ahí, es su barriga, deseando que mi pequeña me de una patada, como hace en este momento. Puedo sentirla. Algo leve, pero se mueve.
- Tu hija ha decidido sumarse a la fiesta y no para de moverse –me dice ella entre carcajadas. Sus manos están aferradas a mi cintura y puedo sentir los latidos de su corazón a través de la tela de mi camiseta.
- A mi niña le gusta lo que hace su padre -Darcy levanta sus ojos y nuestras miradas se cruzan. La suya es calmada, tranquila, mirándome de esa forma que ella tiene que nubla mis sentidos y todo mi corazón.
- Eso no lo dudes. Va a ser tu mayor fan, ya lo verás.
Vuelvo a rozar sus labios y me separo de ella para ir a por una botella de agua. Estoy muerto de sed y también de hambre. Cojo uno de los envases de la nevera y cuando me giro para volver al lado de mi novia, mi jefe está charlando con ella animadamente. Me gusta verla así, tan animada. Darcy se lleva bien con todos los de Red Bull.
- Le estoy diciendo a Darcy que presiento que tu pequeña nos va a dar suerte –me dice él con una gran sonrisa para después, darme una palmada en la espalda.
- Si, pero no os acostumbréis mucho que a Australia no voy a poder ir –deslizo mi brazo por su cintura y ella se apoya en mi pecho.
- Lo que puedas venir, por nosotros perfecto –Christian se acerca a Darcy y le da un cariñoso beso en la mejilla- feliz cumpleaños, Darcy, espero que disfrutes de tu día.
- Gracias, Chris.
Mi jefe vuelve a palmear mi espalda y se aleja de nosotros para comprobar los datos de los entrenamientos. Deslizo mi mano buscando la de Darcy y después de beberme la botella entera de agua, tiro de ella para irnos de aquí hacia mi habitación del Home Trailer.
- Así que Chris, a mi no me deja llamarlo así –le digo a Darcy de manera burlona.
- Ya, pero es que resulta que yo soy la novia de su campeón y además estoy embarazada de tu hija. Me tienen todos entre algodones. Si hasta Lewis Hamilton me ha preguntado como lo llevo –mi pelirroja se ríe contagiándome a mi de esa risa.
- Va a ser la princesa del paddock. Primero de su padre, y después del resto.
Agarro a Darcy del brazo para guiarla hacia nuestro tráiler. Llegamos en breves minutos a mi habitación y en cuanto entramos, me dejo caer en el sofá completamente agotado. Mi pelirroja se sienta a mi lado con algo de dificultad.
- ¿Estás cansada? -busco su mano entrelazando mis dedos con los suyos. Acaricio estos muy suavemente mientras un lento suspiro sale de su garganta. Darcy se lleva la mano libre al vientre y la dejo ahí moviéndola de arriba a abajo.
- Un poco. El viaje, el calor, los nervios de verte montado en tu monoplaza de nuevo...pero, las dos estamos bien -me asegura confirmándomelo con una sonrisa.
- Me alegro. Me tienes preocupado por si esto es mucho para ti.
- No tienes porqué. Ya te dije que en la medida de lo posible, estaría contigo. Además, es mi cumpleaños, tenía que pasarlo a tu lado.
Beso sus labios y me pongo en pie decidiendo que ya es el momento de darle su regalo. Estoy algo nervioso porque creo que no se va a esperar para nada lo que voy a hacer. Mi mochila descansa a los pies de la cama, así que la abro y revuelvo en ella hasta que encuentro lo que quiero. Un sobre grande de color beige que sostengo entre mis manos hasta que vuelvo a su lado.
- Feliz 25 cumpleaños, preciosa –beso su mejilla antes de darle el sobre. Ella lo mira algo desconcertada y vuelve sus ojos de nuevo hacia mi.
- ¿Qué esto, Max?
- Tú solo ábrelo -le pido bastante nervioso. Nunca he hecho algo así, y ella se merece ser la primera, bueno, ella es la única que se lo merece.
Darcy se muerde el labio superior y procede a abrir el sobre. Contengo mi aliento pendiente de cada uno de sus movimientos. La veo coger los folios que hay dentro y como la expresión de su rostro va cambiando de la sorpresa, a la confusión y luego, al llanto. Deja a un lado las hojas impresas y me mira aún con sus ojos anegados en lágrimas.
- Max...pero...¿Qué es esto? –me acerco a ella para sentarme a su lado en el sofá. Cojo sus manos entre las mías dándole una cálida sonrisa.
- ¿No lo quieres?
- Pero, ¿esto es de verdad?
- Lo es, mi amor –le sonrío de nuevo y ella abre su boca algo sorprendida.
- Me acabas de regalar la isla de Hakam, nuestra isla.
- Eso he hecho mi vida. Esa isla significa mucho para nosotros y no quiero que nadie más esté allí.
- Has comprado una isla. Estás muy loco, Max -Darcy mueve su cabeza de un lado a otro. Una risa nerviosa sale de su garganta, acompañada de una amplia sonrisa.
- Lo estoy, pero por ti –mis labios la rozan unos segundos y ella se deja besar por mi respondiendo a cada roce de mi lengua.
- Te ha debido costar mucho dinero, Max -me dice sintiéndose algo azorada. Me llevo sus manos a mi corazón para que pueda sentir que la culpa de que lata tan deprisa, es de ella.
- Dinero que tenía y que estaba muerto de risa en el banco -Darcy respira hondo y deja salir el aire muy lentamente.
- Gracias, Max. Es el puto mejor regalo de cumpleaños de toda mi vida.
Las manos de Darcy van hacia mi cuello y vuelve a besarme de una manera más ansiosa. Nuestros labios batallan con nuestras lenguas y eso hace que todo mi cuerpo se muestre receptivo a ella y a sus ardientes besos.
- Le puedes cambiar el nombre a la isla si quieres –le digo a Darcy tomando el borde de su camiseta para quitársela. Llevo mis manos a la parte de atrás de su espalda y desabrocho su sujetador dejando al aire sus pechos, los cuales, están más grandes a causa del embarazo.
- Oh, eso ya lo había pensado, tengo el nombre perfecto.
📅 MÁS TARDE
- Y luego soy yo el derrochador –Charlie rueda sus ojos mientras alza su copa en mi dirección y en la de Carlos- desde luego que vosotros dos habéis puesto el listón muy alto de cosas románticas.
- ¿Qué te digo, Leclerc? Ella se merece la luna, pero, como no puedo bajársela.... –le digo al monegasco mirando en la dirección de mi novia, la cual me sonríe de vuelta.
- Le regalas una puta isla. Por cierto, ¿Cómo se llama vuestro nuevo nidito de amor?
- La isla de Max –le contesta Darcy al monegasco. Charlie nos mira sorprendido mordiendo sus labios aguantándose la risa, pero, acaba haciéndolo estallando en carcajadas.
- ¡Dios que original! Me muero por ver el nombre en los mapas -acabo dándole un codazo a mi amigo. Él me lo devuelve y acabamos los dos liándonos a pellizcos y pequeños golpes.
- Diría que he echado esto de menos, pero no es así –dice Carlos mirándonos con cara de hastío.
- Tú calla, señor casado –le dice Charlie señalándolo con uno de sus dedos- y dime si quieres un par de bailarinas para tu despedida de soltero.
- ¡Ni de coña! –dice Valeria en su dirección. Su rostro muestra algo de desagrado siendo Charlie el objeto de esa cara de asco- a mi hombre no se le restriega nadie que no sea yo.
- Eres un puto rollo desde que estás casada –le contesta Charlie rodando sus ojos.
- ¡Tú calla que sube el pan! yo estaré casada, pero tú estás solo esta noche por gilipollas -le recrimina Valeria a Charlie consiguiendo que él la fulmine con la mirada.
Durante unos buenos minutos el monegasco discute con los novios sobre posibles destinos de vacaciones. Llevo mi brazo hacia los hombros de Darcy y la atraigo hacia mi cuerpo. Ella tiene sus manos en su vientre y se lo acaricia despacio con el rostro algo cansado.
- ¿Estás bien, cariño?
- Algo cansada. Y tu hija no deja de moverse -pongo mi mano encima de su barriga y si, mi bebé no para de agitarse, haciendo que Darcy se queje en repetidas ocasiones.
- ¿Qué te pasa, Dars? –le pregunta Charlie viendo como mi novia se lleva la mano a la espalda.
- La niña que no para de moverse. Creo que uno de sus pies está en mi espalda, y me está matando.
- ¿Puedo? –le pregunta Charles poniéndose en pie.
Mi amigo me mira y le doy permiso para que lo haga. Se acerca hasta donde estamos nosotros sentándose al otro lado de Darcy. Pone una de sus manos en su vientre y la mueve muy despacio de arriba a abajo. Retiro la mía para dejar que él la toque pareciéndome este momento bastante tierno.
- Hola, bebé. Soy el tito Charlie. Te prometo que si te estás quietecita y dejas a tu madre un ratito descansar, tu primera cama será un Ferrari .-el monegasco me guiña un ojo y yo ruedo los míos porque, sé que lo haría. No. Lo hará.
- Oh, dios, Charlie, sigue prometiéndole cosas, está cambiando de postura -le pide Darcy con cierto alivio en su rostro.
- Cariño, pondré toda mis propiedades a tu nombre si te portas bien -alzo una de mis cejas mirando a Charlie. Me guiña uno de sus ojos consiguiendo que yo ruede los míos. Acerco mi boca a la barriga de mi hija, hablándole muy bajito.
- Bebé, tú quieta, que el padrino Charlie es muy rico, y por ahora, eres su única heredera.
📅 MÁS TARDE
Darcy y yo estamos dando un paseo tranquilamente antes de volver al hotel. Aquí la noche ha refrescado bastante y la llevo abrazada bien pegada a mi cuerpo.
- Si te cuento una cosa, ¿me prometes que no te vas a enfadar? –le digo a mi novia.
- Si incluye chicas desnudas, me voy a enfadar –me dice ella sacándome la lengua- bah, dime.
- Hubo un tiempo que pensé que entre Charlie y tú había algo, y estaba muy...celoso -le confieso recordando aquellos días en los que la incertidumbre de no saber si estaban juntos me mataba.
- ¿Por qué lo pensaste? –me pregunta ella medio riéndose.
- Estabais todo el día juntos y tenías una complicidad con él que me recordaba a la que teníamos tú y yo antes de que... antes de que todo se jodiera.
Darcy para sus pasos y se deshace de mi abrazo. Se pone delante de mi deslizando sus brazos por mi cintura. Aprieta sus labios y coge aire para soltarlo después muy lentamente.
- Nunca he pensado en Charlie de esa manera, Max. Ni siquiera cuando nos acostamos. Nuestra amistad, la de Charlie y la mía, era lo suficientemente fuerte como para que no nos afectara lo que hicimos. Jamás, óyeme, jamás, se me pasó por la cabeza tener algo más serio con él.
- ¿Y a él? –Darcy suelta una pequeña carcajada. Se pone de puntillas y besa mi nariz.
- A él menos, Max. Si más bien me hizo el favor él a mi que yo a él.
- ¿A qué te refieres? –le preguntó algo confundido, y aunque me duele hablar del tío que se acostó con ella, es algo que debemos hacer para pasar página del todo.
- Que desde que estuve contigo no me había acostado con nadie más. Y bueno...tenía que olvidarte de alguna manera y Charlie estaba allí. Solo fue una prueba para ver si ya no te quería.
- ¿Y cómo salió la prueba?
Darcy rueda sus ojos y se separa de mi señalando su barriga. Ahí donde está mi bebé. Mi preciosa niña con esta preciosa mujer.
- ¿Tú que crees, idiota?
*** Estos capítulos me parecen super- tiernos, la verdad. No sé que os parecerá a vosotros. Me temo que a esta historia ya le quedan pocos capítulos, así que, estad atentos a las pistas que voy dejando para la siguiente historia que tal y como sabéis, será la historia de Charles (estoy deseando publicarla).
Muchas gracias por seguir leyéndome. Os adoro a todos ***
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