20. 𝒀𝒐 𝒕𝒂𝒎𝒃𝒊é𝒏 𝒑𝒊𝒆𝒏𝒔𝒐 𝒆𝒏 𝒕𝒊
📅 SÁBADO 7 DE MAYO DE 2022
⏲️ CASI UN MES DESPUÉS
📍 GRAN PREMIO DE MIAMI
Siempre que podemos, algunos de los pilotos nos juntamos para jugar algún partidillo de fútbol, algo que se me da muy bien. Es algo que me gusta y de lo que disfruto jugando. Pero hoy se me está dando de puta pena. Estoy más pendiente de la pelirroja que de otra cosa. Allí está ella, tumbada en su hamaca hablando y riéndose con Valeria, la jefa de Ingenieros de Motor de Carlos. Y seguro que están hablando de mi, y poniéndome a parir, como si lo viera.
Hemos terminado el partido que hemos echado y me voy a la barra a tomarme algo. Ella está ahí con Charlie. Riéndose. Hablando. Como si yo no existiera. Cualquiera que los vea, pensaría que están liados por como se comportan el uno con el otro. Odio que Charlie si pueda estar cerca suya y yo no. Son amigos, pero, yo tendría que ser quien estuviera a su lado y la hiciera reír. No el puto monegasco.
- Lecler, Darcy -les saludo para que se den cuenta de que estoy aquí. Ella se gira y su mirada se cruza con la mía haciendo que casi deje de respirar. Joder, es que Darcy me afecta demasiado. Me quita la puta capacidad de razonar.
- ¡Qué hay Maximiliano! -Charlie se pone a mi lado. Bajo mis ojos y me fijo que están los dos cogidos de la mano. Chasqueo mi lengua con desagrado sobre todo con el monegasco. Se supone que es mi amigo y sabe todo lo que me pasó con Darcy, y aún así, parece que le gusta provocarme y aprovechar para darme por culo.
- No me llames así Lord Perceval, sabes que odio mi nombre completo -le contestó en un tono más duro del que suelo con él. Pero es que verlos de la manita me está tocando los cojones.
- Pues háblalo con tus padres entonces, ¡a mi que coño me dices!
Me quito las gafas de sol y las dejo a un lado en la barra. Me permito mirar a Darcy y puedo ver lo nerviosa que está mientras me mira. Coge su bebida de la barra y se la bebe de un trago. Le suelta la mano a Charlie y se pone las gafas de sol.
- Me voy chicos –nos dice ella hablándole más bien a Charlie, porque a mi ni se digna en mirarme.
- Luego nos vemos, Darcy -le contesta Charlie guiñándome un ojo.
En cuanto ella camina hacia una de las hamacas para coger sus cosas, encaro a Charlie el cual me mira de manera burlona. Confirmo: me está dando por culo el muy cabrón.
- ¿A qué estás celoso, Mad Max?
- Eres gilipollas, Charlie, y en tu casa no lo saben -le replico apretando mi mandíbula.
- El gilipollas eres tú. Un mes lleváis tratándoos de manera educada, como si nunca hubierais estado follando por las esquinas. Vais a acabar mal, y lo sabes –me advierte él con uno de sus dedos.
- ¡Vete a la mierda!
- Vete tú vaya que me pierda.
Charlie me guiña un ojo y acabo dejándolo solo en la barra. Camino hacia dentro del hotel con un solo objetivo, buscar a Darcy e intentar aclarar las cosas de una vez por todas. Quiera o no, hoy hablamos y lo solucionamos todo. Veo a la pelirroja caminar por el pasillo del hotel y la sigo caminando aún más rápido que ella.
- Espera Darcy –le llamo la atención alzando mi voz. Ella se queda estática en el pasillo, Me acerco cogiendo el aire que me falta después de la carrera que me he dado para llegar hasta ella.
- ¿Qué quieres? –me pregunta con algo de nerviosismo en su voz. Me rehuye la mirada y apenas es capaz de mantenérmela.
- ¿Estás con, Leclerc?
Darcy abre sus ojos muy sorprendida y puedo ver como la furia y la rabia se apoderan de ella. Si, lo sé, no debería habérselo preguntado, pero es que ahora mismo ardo de celos de pensar que estén juntos.
- ¡Y a ti que coño te importa! –me contesta muy enfadada. Se da la vuelta para irse y yo intento detenerla.
- Joder, no te vayas –mi mano la voltea hasta tenerla delante de mi. Nuestras miradas se cruzan y juro por dios que esos ojos me tienen rendido a sus pies.
- No, déjame –me dice no muy convencida.
- No podría aunque quisiera.
Ya no aguanto más. Dos meses viéndola todos los días sin poder probar sus labios. Sin abrazarla y sin besarla que es lo que más deseo en el mundo. La agarro de la cintura y la atraigo hacia mi tomando su boca. Darcy ni siquiera se resiste. Deja que la bese y probar de nuevo esos labios es recordar todos aquellos besos que nos dimos y de los que me volví tan adicto.
La alzo de las caderas y ella enlaza sus piernas en mi cintura. Camino con ella sin dejar de besarla deseoso de que estemos juntos donde sea. Porque yo ya no puedo aguantarme más mis ganas por la pelirroja. Empujo una puerta que hay detrás de nosotros y esta se abre con facilidad. Estamos en una especie de ropero. El sitio perfecto para estar a solas. Cierro de un empujón y pongo a Darcy encima de un mueble. La beso esta vez con más urgencia. Ansioso de toda ella.
- No puedes imaginar cuanto te deseo, Darcy. Me estás volviendo loco.
Mis manos le quitan el vestido dejándolo a un lado. Sigo besándola porque no quiero abandonar su boca. Mis dedos tiran de los finos tirantes de su bikini dejando sus pechos al descubierto. Los miro relamiendo mis labios y bajo mi cabeza para tomarlos con mi boca. Los acaricio con mi lengua lamiéndolos y succionando sus pezones. Primero uno y luego el otro. Darcy lleva sus manos a mi pelo y me da un ligero tirón haciendo que mi pene se endurezca aún más todavía.
- Oh, Max –mi nombre en sus labios sigue siendo una fantasía. Lo que tantas veces desee escuchar durante estos meses.
- Joder, lo que he echado de menos tus gemidos -le digo abandonando su boca.
Le aparto la braguita de su bikini y empiezo a bajarme los pantalones sacando mi pene el cual está deseando estar con ella. Me posiciono en su entrada sintiendo que voy a estallar en cuanto esté dentro de ella, pero, la mano de Darcy agarra la mía antes de que lo haga.
- ¿Qué haces? -le preguntó bastante desconcertado, pues no me esperaba que fuera a pararme ahora que por fin vamos a poder estar juntos.
- ¿Tienes preservativos?
- Yo...aquí no. Creí que seguías tomando anticonceptivos -le aseguro muy convencido.
- Y los sigo tomando, pero hay otras cosas que se llaman ETS y vete tú a saber donde la has estado metiendo estos meses...
- Darcy, joder –me llevo las manos al pelo maldiciendo mi mala suerte, y si, maldiciendo la hora en la que me acosté con Tess para olvidarla a ella.
- ¿Vas a decirme que después de mi no has estado con nadie? Porque si es así, yo misma me quito la braga del bikini.
Bajo mi cabeza porque no soy capaz de mentirle y decirle que no. No puedo hacerlo. Jamás le mentiría a Darcy. Un gruñido de fastidio sale de mi garganta. Ella me empuja con su mano y empieza a vestirse. No quiero que se vaya otra vez. Quiero estar con ella. Ahora que he logrado acercarme a mi pelirroja después de tantos meses, no podemos volver a dar un paso atrás.
- Podemos ir a mi habitación Darcy, allí si tengo preservativos -le pido, o más bien, le ruego de lo desesperado que estoy por ella. Darcy se baja del mueble y me aparta con una de sus manos
- Sigo siendo la misma idiota contigo, Max –me dice antes de abrir la puerta y salir.
Me quedo mirando estático por donde ella se ha marchado, maldiciendo de nuevo mi mala suerte. Me duele el cuerpo por no estar con ella. Y más me duele el corazón por no tenerla. Me acabo sentando en el mueble pensando en todo lo que quería decirle y no le he dicho. En que no puedo creer que después de todo lo que hemos vivido, estemos así, como si fuéramos dos extraños que tanto compartieron.
No sé cuanto tiempo pasa pero decido que esto no se puede quedar así. Salgo del ropero y camino decidido a su habitación. Tengo que hablar con ella. Esto no puede ni quiero que se quede así. Subo en el ascensor y le doy a la quinta planta que es donde ella está. Aprieto mis labios nervioso. No sé porqué coño las cosas no me pueden ir bien con Darcy.
En cuanto llego a la planta, salgo del ascensor con un solo propósito. Ella. Voy hacia la puerta de su habitación y llamo con mis nudillos. Segundo después, Darcy me abre y lo que veo me parte el corazón. Tiene los ojos rojos de haber llorado y sus mejillas están muy sonrosadas a causa de ello. Aprovecho su desconcierto y me cuelo en su habitación ante su estupor.
- ¡Lárgate, Max! –me dice ella gritándome.
Me doy la vuelta llevándome las manos a la cabeza. Porque a mi también me duele su ausencia y estoy que no vivo desde que la he vuelto a ver. Putos meses de mierda. Sabiendo que está en Ferrari, tan lejos y a la vez tan cerca.
- ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ti, Darcy? ¿porqué? te cuelas en mis putos sueños. No me dejas vivir. Siempre ahí. Siempre siendo eso que me falta.
Voy hacia ella sintiendo que todo el cuerpo me arde. Por su causa. Porque no estoy con ella y yo ya no puedo más. Se echa hacia atrás y acaba apoyada en la pared alzando su barbilla de manera algo altiva. Aunque su labio superior le tiembla ligeramente.
- No es culpa mía que no quieras avanzar -me contesta cruzando sus brazos- me lo dejaste muy claro la última vez, ¿o quieres que te lo recuerde? Todo o nada dijiste, Max.
- Eres un puto dolor en los cojones Darcy Evans. Esos cojones que tanto me duelen cada vez que te veo en el circuito.
- Bueno, querido, no será para tanto. Seguro que has encontrado a alguien que te baje la inflamación.
Pongo mis brazos en la pared a ambos lados de su cabeza. No puedo dejar de mirarla. De sentir que la necesito más de lo que pensaba. Ambos nos miramos y recuerdos de todo lo que vivimos vienen a mi mente anhelando de nuevo sentirla entre mis brazos.
- Hubo un tiempo en el que no podíamos quitarnos las manos de encima Darcy -le recuerdo mirando sus labios, esos que tantas veces besé y que no paré de hacerlo hasta que los tenía hinchados.
- Por favor déjame, Max –me dice medio suplicando. Sus ojos están hinchados y sé que quiere llorar- entre nosotros dos ya no hay nada.
- Te equivocas, Darcy Evans, sigues siendo mi todo
Le doy una última mirada y quito las manos de la pared. Aunque me duela, aunque tenga el alma rota, si no quiere estar conmigo, no la voy a obligar. Lo he intentado, juro que lo he intentado. Pero está claro que lo nuestro terminó el día que salimos de aquella isla. Me giro antes de abrir la puerta intentando esconder el dolor tan grande que siento ahora mismo. La miro sintiendo que debería hacer algo más peor que no puedo.
- No olvides que no fui yo quien no quiso arreglar esto. Estaba dispuesto a no pasar página y quedarme siempre en la tuya, pero tú ya has cerrado nuestra historia.
Salgo de su habitación sin mirar atrás, consciente ya de una vez de que lo que había entre nosotros está muerto y enterrado. Camino por el pasillo deseando perderme bien lejos hasta que sea la carrera. Y ganar. Y olvidarme del mundo. Diviso a Charles que viene hacia mi sonriendo, como siempre. Intento ignorarlo pero él me agarra del brazo, y aunque intento soltarme, él no me deja.
- ¿Qué pasa, Max? -me pregunta con evidente preocupación en su rostro. Dejo que de mi boca salga un fastidiado suspiro intentando que Charles me deje en paz, pero, nos conocemos desde que prácticamente empezamos a andar y a él no puedo esconderle nada.
- Que se acabó -le respondo sintiendo como todo el cuerpo me tiembla al pronunciar estas tres putas palabras- ya no hay más un Darcy y Max. Ella me lo ha dejado bien claro y yo paso de arrastrarme más.
- ¿Más? Si ni siquiera lo has hecho, idiota -Charlie me golpea en el hombro y aunque me molesta, paso de lo que me diga- sois los dos imbéciles. Unos putos orgullosos. Tanto tú como ella. Me va a oír.
Charlie me suelta el brazo y hace ademán de irse, pero esta vez soy yo el que lo agarro deteniéndolo y a la vez, negando con mi cabeza.
- Déjalo, Charlie -le pido, bueno, más bien, le ruego- lo nuestro estaba abocado al fracaso desde el primer momento que nos conocimos. Yo ya lo he asumido. Cuanto antes me olvide de ella, mejor.
Suelto a Charlie y mis pasos me dirigen hacia el ascensor. Tengo ganas de gritar, de romper cosas, o bien, de dormirme hasta que sea domingo por la noche y no tenga que verla más.
- Max -me llama Charlie mientras yo le doy al botón del ascensor. Ladeo mi cabeza para ver como mi amigo tiene sus brazos cruzados mirándome- ¿le dijiste que la querías?
*** Seguro que estáis pensando que si alguna vez se acabará el drama entre estos dos. La respuesta: AÚN NO. Gracias por leerme, votar y comentar esta historia que cada capítulo que pasa, me gusta más y más. Miles de besos para todos ***
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro