12. 𝑺𝒐𝒚 𝒅𝒆𝒎𝒂𝒔𝒊𝒂𝒅𝒐 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒂
📅 LUNES 22 DE NOVIEMBRE DE 2021
🕰️ Tres meses después
Quiero llorar. Y mucho. No puedo apartar mi mirada de la puta televisión. No sé cuántas veces habré visto imágenes de Max alzando su trofeo que le acredita como campeón de la temporada 2021 de Fórmula Uno. Lo ha celebrado con ganas, con rabia, orgulloso de su logro. Se me escapa una lágrima de la mejilla y me la quito mordiendo mis labios, porque sé que como llore, no voy a parar.
Tres meses sin verlo. Tres meses en los que me prometí no buscarlo en internet y en los que he fallado a mi palabra. No tiene redes sociales, y las pocas fotos que tiene son de las que sube su escudería. Lo veo algo más delgado. Serio y frío como es él. Si dijera que no lo echo de menos, mentiría. Porque lo hago. Y sí, me he arrepentido miles de veces de no estar a su lado. Pero, mi orgullo sigue siento aún más fuerte.
Miro por la ventana de la sala de fisioterapia. Mi turno ya terminó por hoy caminaré de regreso a casa, aunque el cielo amenaza lluvia. Estos meses han pasado demasiado lentos. Aunque apenas le he prestado atención a cada hora o minuto del día. He intentado estar ocupada y no pensar en Max. Pero mis buenos llantos cuando me acostaba por la noche no me los ha quitado nadie.
En cuanto volví a casa, mi familia se volcó conmigo. Les tuve que contar todo de nuevo y la indignación de mis padres crecía a cada palabra que salía por mi boca. Tuvieron que sujetar a mi madre porque estaba dispuesta a ir a casa de Kyle y pegarle. Y sinceramente, ya me importa bien poco mi ex y no me interpuse en el camino de mi madre.
Recojo mis cosas dispuesta a regresar a casa. Otro día más de melancolía. De preguntarme que hará o dejará de hacer Max. Si me echará de menos igual que yo a él. Si me querrá. Porque yo si que lo quiero, y más ahora que no lo tengo. Siento una presencia en la puerta hace que mi corazón empiece a latir a velocidades vertiginosas. Después de tantos meses y ahora aparece para desestabilizarme de nuevo.
- Darcy.
La figura masculina avanza hasta a mí y yo solo quiero huir, porque lo que menos necesito ahora es enfrentarme a él, a mi pasado.
- Kyle, ¿Qué haces aquí? –le preguntó sin aminorar mis pasos intentando salir de la sala sin querer siquiera que me roce.
- Venía a hablar contigo –está tan nervioso que no lo puede ocultar por más que cruce sus brazos en mi dirección.
- No tenemos nada de qué hablar, y lo sabes –le aseguró con un movimiento de cabeza.
Paso a su lado intentando mantener mi dignidad, cuando una de sus manos se posa en mi brazo y me agarra con suavidad. Y descubro que su toque no me afecta. Que no siento nada por él y me importa una buena mierda lo que le pase o le deje de pasar. Solo quiero que me suelte y desaparezca de mi vista.
- Por favor, Darcy, necesito un favor, y tú eres la única que puede ayudarme.
Levanto mis ojos dispuesta a decirle cuatro cosas, cuando lo que veo en el rostro de mi ex novio me hace callarme y sorprenderme como jamás imaginé. Kyle está llorando. Sus ojos están brillantes y sus lágrimas están a punto de derramarse por sus mejillas. Su mirada triste y su serio semblante, me hacen relajar mi postura. Cojo aire con fuerza para dejarlo salir lentamente y poder seguir hablando con calma.
- No creo que estés en disposición de pedirme nada, Kyle.
- Lo sé, créeme que lo sé. Pero no estaría aquí si no fuera importante, Darcy. Por favor, te necesito. Sé que me odias. Sé que me porté contigo de la forma más ruin del mundo. Que no te merecías nada. Pero tú eres la única persona en la que confío en este mundo. Eres mi única esperanza, Darcy. Y te juro por dios que no te molestaría si no lo fueras.
Ruedo mis ojos y ésta vez soy yo la que cruzo mis brazos justo encima de mi pecho. Mis dedos repiquetean en mi codo y chasqueó mi lengua fastidiada.
- Dime de que se trata –le digo ante su sorpresa. Creo que ninguno de los dos esperaba esta reacción por mi parte.
- Primero me gustaría explicarte... -le hago un gesto con mi mano para que se calle y Kyle agacha su cabeza.
- Ahora no. Me interesa más saber qué coño quieres de mi –mi exnovio resopla para después levantar su cabeza con evidentes lágrimas en su cara. Joder, si es que me está dando hasta pena de verlo así.
- Necesito que seas mi madrina de boda.
🕰️ MÁS TARDE
Otra en mi lugar le habría dado una patada a Kyle o lo hubiera mandado a la mierda. No se merece nada de mí, ni que lo esté escuchando. Y menos ser su madrina de boda. Pero, el anhelo en su mirada, la forma tan triste en cómo me lo ha pedido, me ha ablandado el corazón y he decidido escucharlo. Hubo un tiempo que antes de ser pareja, éramos muy buenos amigos. Y sí, soy una sensiblera, o quizás la culpa es de Max por tenerme así, hecha un desastre sentimentalmente hablando.
Así que, aquí estamos, en uno de los pubs cercanos al centro de salud, él bebiendo un Cosmopolitan y yo una cerveza negra.
- Increíble que me escondieras que eras gay, Kyle –le digo haciendo un aspaviento con mi mano- tantos años juntos...jamás te lo voy a perdonar.
- Lo sé, Darcy. Ni yo mismo me lo perdono. Pero, no fue algo que planeé. Me enamoré. Hasta las trancas. Y eso es algo que por más que quiera, no pude evitar. ¿Alguna vez has sentido que tu corazón solo pertenecía a una persona? ¿Qué sin esa persona te cuesta respirar y que la echas de menos a cada puto minuto de tu vida?
Me muerdo el labio pensativa y sé que todas esas respuestas, solo tienen un nombre. Max. Siento un temblor por todo mi cuerpo y unas ganas terribles de llorar. Intento no hacerlo, pero, llevo ya dos cervezas y media en mi cuerpo y es inevitable pensar en él.
- Ei, Darcy, ¿Por qué lloras? ¿no será por mí?
- ¡No, idiota! –le doy una palmada en el pecho a Kyle y llevo mis dos manos a la cara para quitarme las lágrimas- sé perfectamente cómo te sientes, pero eso no quita que eres un capullo. Debiste hablar conmigo joder. Si no te hubiera pillado a estas horas estaríamos casados...
Un escalofrío recorre mi cuerpo pensando en eso. Los dos. Casados. En esa casita. Y sin haber conocido a Max. Ni sus besos, ni sus caricias. Joder. Voy a llorar otra vez. Soy patética.
- O divorciados... -apunta él alzando una de sus cejas.
- Sí, eso también –le doy una débil sonrisa a Kyle y me bebo el resto de mi cerveza. El camarero, amigo de mi ex, nos trae un par de chupitos de aguardiente que pruebo solo un poco por no mezclar.
- Siempre fuiste mi mejor amiga, Darcy, y creo que mezclamos amistad con amor.
- Ahí estoy de acuerdo –asiento bebiendo otro sorbo de chupito. En la tele vuelve a emitir, otra vez, el resumen de la carrera del fin de semana. Puto Max Verstappen que me persigues donde quiera que voy.
- ¿Y bien? ¿quieres ser mi madrina?
- No sé, Kyle. Me parece todo un poco...ramdom...¿por qué no se lo dices a tu madre? –su cara es un poema en cuanto la menciono. Sé que detrás de toda ésta extraña petición, hay algo más y estoy esperando que me lo cuente.
- Mi madre no me habla, Darcy. Desde que anulamos la boda no quiere ni verme, y mucho menos a Jack. Se avergüenza de mi.
Me quedo mirando a Kyle bastante impresionada, pues no esperaba que su madre lo tratara así. Aunque bueno, ella siempre ha sido más de aparentar. Lo que le jodía que yo trabajará en el centro de salud en vez de en un puto hospital privado.
Durante unos buenos segundos pienso en su propuesta y en lo que todo esto conlleva. No soy una persona rencorosa, aunque él se merece que no le hable más en la vida. Me engañó. Me ocultó cosas. Pero, gracias a eso conocí a Max, y aunque tampoco ha salido bien, los días que estuvimos juntos es algo que no voy a olvidar en la vida. Y si, que seguiré llorando unos cuantos años más.
Le hago una señal al camarero para que nos sirva otra ronda de chupitos. En cuanto lo hace, alzo el mío haciéndole un gesto a mi ex para que haga lo mismo.
- Pues nada, que vivan los novios.
🕰️ DE MADRUGADA
Kyle llamó a su novio fontanero dándole la buena noticia de que yo había accedido a ser su madrina. Se casan este domingo en los juzgados. Una boda íntima con muy poca gente. Yo, la madre del fontanero y sus hermanas. A veces creo que soy tonta o demasiado buena. Porque a quien le cuentes que voy a ser la madrina del tío que me puso los cuernos, es para fliparlo. En cuanto mis hermanos se enteren, me van a matar.
Acabo de llegar a casa después de haberlo celebrado en el pub con Kyle y el fontanero, bueno, Jack. Creo que he bebido más de la cuenta porque todo me da vueltas. A tientas, llego a la cama y me dejo caer. Me quito los zapatos y me echo el edredón por encima intentando controlar el mareo.
Ni de desmaquillarme tengo ganas. Aunque mañana parezca un puto oso panda.
La vibración de mi móvil en el bolsillo me hace sacarlo y reírme. Kyle me ha mandado una foto de nosotros tres en uno de los baños mientras hacíamos el tonto delante del espejo. Deslizo la foto, y sin querer, me tropiezo con imágenes de este verano. Imágenes de Max y de mí, inundan la pantalla haciéndome llorar otra vez.
No quiero llorar más. Ni sufrir. Ni odiarme por cómo acabó todo. Y mucho menos tener esta sensación de que pude haber hecho o dicho algo más.
Decido mandarle un mensaje. Estoy borracha y no tengo nadie que me detenga de hacerlo. Desbloqueo su contacto, porque si, lo bloqueé para que no me llamara ni me enviara ningún mensaje. En cuanto lo hago, siento ya las primeras lágrimas en mis mejillas.
Entro en la aplicación de mensajes instantáneos y le mando un mensaje con todo el dolor de mi corazón. Después de hacerlo, tiro el móvil a un lado y me tapo de nuevo con el edredón.
Mañana será otro día.
📅 MARTES 23 DE NOVIEMBRE DE 2021
🕰️ POR LA MAÑANA
- ¿Qué has hecho qué? –mi hermano Jon me mira con incredulidad y yo me llevo las manos a las sienes presa del más horrible dolor de cabeza.
- Voy a ser la madrina de Kyle.
- ¡Tú eres tonta! Definitivamente, te dejaste la cabeza en Las Maldivas.
- No sólo la cabeza, Jon, también mi puto corazón.
Le pego un sorbo a mi café sin siquiera mirar a mi hermano. Él chasquea su lengua pero acaba cogiendo mi mano.
- Eres demasiado buena hermana.
- Lo sé, pero, después de hablar con él, no le puedo guardar ningún rencor, Jon. Sé perdonar, aunque no olvide.
- ¿Igual que a tu piloto? –mi hermano me da una irónica sonrisa y yo lo fulmino con la mirada.
- ¡Vete a la mierda!
Me levanto de la silla y mi hermano me agarra de la mano para que vuelva a sentarme. A regañadientes, lo hago..
- No estás bien, Dars –me dice él con el gesto preocupado.
- Él también me llamaba así –le digo reprimiendo un sollozo.
- Sinceramente, él fue bastante egoísta pidiéndote lo que te pidió. Y más sin casi conoceros. Pero, si te digo la verdad, nada te retiene aquí hermana.
- ¿Cómo que nada? Estáis papá, mamá y vosotros –le digo alzando una de mis cejas bastante sorprendida.
- Papá y mamá están más tiempo en el campo que casa, Rickon está en Londres haciendo su vida, Robb va a ser padre muy pronto y yo, estoy más de viaje que en casa. ¿Cuándo coño vas a mirar más por ti?
Las palabras de mi hermano hacen mella en mí e incluso me hacen pensar en que tal vez, tenga razón.
- Tienes un trabajo en el que no vas a progresar en la vida, Darcy. Deberías tener otras aspiraciones.
- Lo sé, Jon –le admito apesadumbrada y si, dándole la razón porque es algo que yo muchas veces he pensado pero, que no he sido capaz de admitir.
Agarro la mano de mi hermano acariciándola despacio. Mi móvil vibra encima de la mesa. Cuando voy a cogerlo, me llevo las manos a la cabeza y me muerdo el labio acordándome de lo que hice anoche.
- ¡Ay no, joder! ¡Qué he hecho! ¡Qué he hecho!
Cojo el móvil y lo desbloqueo metiéndome en el chat de Max. Ahí está el mensaje que le envíe.
Con sus dos tik azules.
Estoy jodida. Muy jodida.
*** Calma. Paciencia. Que cada uno tendrá su propio drama antes de volver a encontrarse de nuevo. ¿El cuando? Ya lo iremos viendo. Muchos besos y gracias por leer esta historia ***
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