5.43
Severus Snape-Prince fue secuestrado de nuevo a finales de octubre. Estaba regresando de una clase de Runas Antiguas con el crup pegado a sus talones, anotando algo en su libro de pociones, cuando unas manos salieron de un pasadizo junto a una estatua y lo metieron en este.
De repente había un lumos frente a su cara, un James Potter y un Sirius Black que hablaban demasiado rápido para que pudiese entenderlos.
—¿Le volvieron a robar a Slughorn? —Severus intentó adivinar.
Sacudidas de cabezas y más palabras que se atropellaban entre sí.
—¿Rompieron algo de McGonagall otra vez?
Más sacudidas y cada vez sonaban más desesperados.
—¿Mataron al pollo de fuego de Dumbledore? ¿Molestaron a uno de los animales de Hagrid? —Él hizo una pausa y observó las expresiones de ambos antes de soltar un:—. ¿Lily?
Los dos se detuvieron de inmediato. James lloriqueó y Sirius le agarró los brazos a Severus.
—Ya no lo aguanto. No puedo. Snivellus, no puedo. Hechízalo. Haz algo. Supliquemos a Evans si hace falta...
—¿Qué pasó? —Severus frunció el ceño.
—Uno de sexto le estaba preguntando si quería salir con él en el medio del patio —masculló James, recargándose en Sirius con los ojos cerrados, como si acabase de anunciar una tragedia y necesitase apoyo moral.
Severus resopló.
—Y ella dijo que no, imagino.
—Se quedó mirándolo con una cara de "¿y tú quién eres?" mientras sus amigas soltaban risitas detrás de ella —aclaró Sirius.
—Y luego dijo que no —asumió Severus.
—Y luego dijo que no —le confirmó Sirius, asintiendo.
Severus rodó los ojos y abrió la puerta del pasadizo para regresar al pasillo. Bezoar ladró de inmediato y se sentó, moviendo la cola bífida contra el suelo, feliz de haberlo encontrado.
—Yo no me preocuparía porque Lil le diga que sí a uno de esos chicos que de repente se le acercan —Severus sonaba como si se preguntase por qué le hicieron perder valiosos minutos de descanso entre clases—. La mayoría ni siquiera tiene el sentido común de acercarse lentamente, sólo ven a una chica Gryffindor alta de cabello rojo, deciden que la pueden invitar y caminan hacia ella. Es un acercamiento muy bruto.
—Es algo muy valiente invitarla a salir de la nada —murmuró James de mala gana, dejando el pasadizo detrás de él.
—Es algo muy estúpido —rectificó Severus—, y si no estuvieses ocupado intentando decidir cómo llamarle al color de su cabello, verías que ella no saldría con alguien que no conoce bien...
—¡Es que su cabello no es rojo-rojo! —soltó James, haciendo que Sirius, que estaba cerrando el pasadizo detrás de ambos, dejase escapar un sonido frustrado de alguien cansado de escuchar esto—. Es un tono más como-
—...mucho menos en estos momentos —siguió Severus como si no hubiese oído la intervención, haciéndole un gesto al crup para que caminase junto a él—, que las cosas están un poco tensas para cualquiera que no sea sangrepura. Al menos en tu caso, ella sabe que no eres un imbécil que de repente dirá algo como que tienes más magia que ella.
—¿Eso es bueno? —James parecía muy confundido.
—Es lo mínimo —Severus volvió a rodar los ojos—. No significa que crea que tienes la menor oportunidad.
James repitió ese lloriqueo y lo de recargarse en Sirius, lo que hizo que los dos caminasen balanceándose de forma rara por el pasillo detrás de Severus y el crup.
—¿Hay algo que pueda hacer para tener más oportunidad y dejar de quejarse encima de mí? —Sirius se oía harto—. Piensa en algo, Snivellus-
—No sé, pulgoso...
—¡Yo no tengo pulgas!
Severus se detuvo en la puerta del salón de su siguiente clase y se dio cuenta de que a Slytherin le tocaba con Hufflepuff. Ya estaban por comenzar.
Miró a los dos Gryffindor que lo venían siguiendo y alzó las cejas.
—¿Dónde es su clase?
Eso les recordó a ambos que tenían una clase. Y que era al otro lado del castillo.
—¡Piensa en algo! —pidió Sirius mientras corrían por el pasillo para llegar a tiempo.
Severus no iba a pasarse su clase de Transformaciones de un tema del que tendrían examen pronto pensando en los problemas románticos de Gryffindors, así que cuando salió del aula y se encontró a James, Sirius y ahora también Remus, sólo suspiró resignado.
—¿Pensaste en algo? —preguntó Sirius, casi más ansioso que el mismo James.
El crup se había quedado dormido echado junto a la entrada del salón, por lo que Severus se agachó y lo sacudió un poco para despertarlo mientras respondía.
—No lo sé, el interés de alguien puede ser difícil de conseguir. Y se puede manipular, supongo, pero si empiezan a jugar juegos mentales con Lil, voy a probar maldiciones nuevas en ustedes...
—¿Por qué no sólo le preguntan qué le gusta? —sugirió Remus, apoyándose un poco de lado en el bastón mientras recuperaba el aire. Seguramente porque Sirius y James lo hicieron ir muy rápido desde el otro lado del castillo para llegar justo cuando él estuviese dejando el salón.
Los tres lo observaron con diferentes grados de confusión.
—¿Acercarme y decirle "oye, Jo, ¿qué tipos de chicos te gustan? Dame una descripción específica y detallada de físico, personalidad y habilidades, por favor"? ¿Algo así? —James arrugó el entrecejo.
Remus suspiró y sacudió la cabeza. Sirius también hizo una pregunta tonta y él y James comenzaron a hablar de cómo hacer la pregunta sin que Lily los mirase mal.
—Pues no se la hagas sólo a ella —Severus se encogió de hombros.
Ahora fue a él a quien los tres miraron con confusión.
Era claro que lidiar con las emociones no era una de las virtudes merodeadoras.
—0—
Al día siguiente se celebraba el Halloween/Samhain, por lo que las clases terminaron antes y el castillo se cubrió de decoraciones que parecían sacadas de una tienda muggle. Había calabazas falsas que eran linternas en los pasillos y guirnaldas colgando de los techos y Severus escuchó a unos Slytherin discutir sobre la "mugglificación" del castillo por culpa de Dumbledore y su amor por lo muggle cuando dejaba la Sala Común con Regulus y dos crups caminando detrás de ellos.
—¿Qué se supone que es mugglificación? —murmuró Severus de mala gana.
—Lo están usando como introducir elementos muggles a la fuerza —La voz de Regulus permanecía tranquila—, algo similar.
—Dumbledore no es sangrepura, ¿qué más podrían esperar? —Severus señaló unas linternas de calabazas—. Esas son muy normales en el Londres muggle. A Lil le encantan.
—Bueno...—Regulus bajó el volumen de su voz hasta callarse por completo durante unos momentos—. Creo que ni Sirius ni yo podemos decir que amamos la cultura mágica sangrepura, ¿pero por qué usa calabazas falsas muggles y no calabazas mágicas? Siempre se cultivaban en el invernadero para que fuesen reales, se hechizaban y después se podían limpiar y comer, ¿no? Incluso las vimos en otros años.
Severus le dio una mirada de "no me des un sermón sangrepura" y Regulus frunció el ceño y juntó las manos tras la espalda. Cada vez que caminaba así parecía un señor sangrepura de cincuenta años.
—Las familias sangrepuras tienen sus árboles genealógicos muy presentes y casi todas las familias tienen al menos un familiar que fue perseguido, encarcelado, torturado o quemado por muggles. Y luego las cazas se supone que terminaron pero cada tanto había noticias...Dumbledore debió haber presenciado al menos un caso así a principios de siglo.
—No es como si alguien como mi papá fuese a cazarlos, Regulus —Severus rodó los ojos—. De hecho, creo que te tienen más miedo a ti del que tú les puedas tener.
—¿No te dio varios golpes por tener magia precisamente?
Severus le frunció el ceño. Regulus decidió no seguir por ese lado.
—Haya un riesgo real o no, como lo quieras ver —siguió Regulus en voz baja—, Sirius me dijo que tuviste que pedirle a Malfoy que te enseñara una tradición mágica de Samhain. Estando en un colegio de magia.
—Porque me crió un muggle.
—Porque no enseñan tradiciones mágicas en un colegio de magia —replicó Regulus— y eso es...es un poco absurdo. Te están privando de algo que tu madre sí conocía y seguramente celebró. Y sin consultarte.
—¿Preferirías que enseñen todo lo sangrepura y parezcamos un montón de Walburgas y Oriones?
Regulus arrugó la nariz de inmediato por el disgusto.
—No hay que ser tan extremistas. Nadie quiere más Walburgas ni Oriones. Sólo digo que podrían al menos preguntar si deseas aprender de esas cosas, no decidir quitarte algo que...que es tu derecho y tu herencia cultural.
Cuando llegaron al comedor, Grindelwald estaba de pie sobre una mesa diciéndole al director que no fuese un aburrido que sólo ponía decoraciones inmóviles mientras encantaba algunas calabazas para que se burlaran de la gente e intentaran asustarles.
Severus lo abarcó con un gesto.
—¿Contento?
Regulus exhaló.
—Las hace muy groseras.
Severus comenzó a burlarse repitiendo esa frase de "nada lo complace" mientras buscaba al resto entre la gente que esperaba el festín de Halloween.
—Pulgoso, tu hermanito anda haciendo pucheros porque Dumbledore puso calabazas falsas —avisó nada más sentarse entre Sirius y Lily.
Para el festín cambiaron la disposición de las mesas y agregaron unas más pequeñas, por lo que no importaba qué sitios ocupasen.
Regulus se sentó frente a Sirius y frunció el ceño.
—No estoy-
—¿No te gustan? —Sirius pareció sorprendido—. ¡Pero si son geniales! Jo nos está contando que funcionan con pilas. Prongs y yo nos vamos a robar una para desarmarla y ver dónde están las dichosas pilas. Estábamos pensando...
El festín compensaba tanto cualquier problema con la decoración que incluso el sangrepura más criticón tuvo que callarse. Todo era temático y las porciones eran del doble de lo usual.
James guardó un montón de dulces en una cesta, la encogió y se la metió en el bolsillo. Y Sirius hizo algo muy similar con dos calabazas linternas muggles.
Después del festín, James caminaba adelante del grupo y Sirius había metido la cabeza (sólo Merlín sabía cómo) dentro de una calabaza encantada y estaba fingiendo asustar a Peter y Remus. Peter sí simulaba terror escondiéndose detrás de Remus, pero el otro sólo sacudía la cabeza viendo a Sirius tonteando con una sonrisita.
Llegaron a un aula abandonada y James depositó su suministro de dulces robados con temática de Halloween sobre una mesa que arrastró hasta el centro. Sirius dejaba las calabazas linternas por ahí mientras hablaba.
—Moony todavía está cansado por la luna llena, así que prongs y yo vamos a darles un Samhain aburrido sangrepura y nos vamos a portar como niños buenos...
Lily les dio una mirada incrédula, por lo que James soltó una risita y empezó a juguetear con sus lentes.
—Encontramos unos amuletos para bromas que queremos probar —aclaró.
—Eso sí suena creíble —reconoció ella, rodando los ojos.
El gran plan consistía en tirarse sobre una manta en el suelo, comer dulces de Halloween y utilizar pergamino y pluma para intentar crear amuletos. Regulus sí estaba haciendo amuletos propios del Samhain sangrepura e incluso parecía feliz de corregir los que intentaban hacer Lily y Severus, mientras que James, Sirius y Peter intentaban descifrar las instrucciones de un libro que claramente había salido de la Sección Prohibida para crear amuletos para sus bromas. De vez en cuando Sirius jalaba a Remus para que los ayudase a entender una indicación y luego Lily lo jalaba hacia el otro lado para pedirle ayuda con algo del amuleto.
No duraron mucho de esa manera y pronto los amuletos que eran para bromas se mezclaban con los otros y estaban haciendo al menos uno de cada tipo mientras hablaban.
—Hagamos preguntas extrañas porque si se quedan en silencio, me voy a morir de aburrimiento y me llevaré a prongs y a wormtail conmigo al Más Allá —dijo Sirius mientras batallaba porque un trazo significase "hielo" y no otra cosa que pudiese destruir su trampa de hielo.
—¿A moony no? —preguntó Lily sin quitarle los ojos de encima al perfecto amuleto que Regulus estaba terminando.
—Claro que no me llevaría a moony al Más Allá —Sirius sonó indignado por la sugerencia.
—Yo también te quiero —murmuró James.
Sirius sacudió una mano en el aire hasta darle una palmadita y se quejó cuando notó que entre tanto movimiento había dañado el amuleto. Lo rompió y agarró más pergamino.
—Sirius —Regulus le tendió un amuleto de Samhain de la buena suerte.
—¿Para mí?
—Sí.
—Aw, eres-
—Si lo rompes te maldigo —Regulus interrumpió cualquier comentario fraternal tierno con una advertencia burlona.
—Mi hermanito —Sirius agitó el amuleto frente al rostro de James, presumiéndolo como si no acabase de ser amenazado—. Si alguien aquí pudiese ser tu hermano, ¿a quién querrías de hermano, prongs?
—Severus...
Sirius acababa de guardar el amuleto de Regulus y recoger pluma y pergamino para seguir, pero los arrojó ambos al suelo de forma dramática al escuchar eso.
—¡Traición!
—No, no, escucha- —James comenzó a sacudir las manos y el amuleto que intentaba hacer mientras se reía—. Tengo mis razones-
—¡Me estás traicionando!
—¡Claro que no! Es que tú y yo seguiríamos siendo amigos en cualquier situación, pero Severus y yo podríamos no haber sido amigos en otro caso- es como- así al menos me aseguro de que no desaparezca, ¿no? ¿No tiene sentido?
—Sí lo tiene —Lily asintió, soltando una risita—. Sirius, sólo está diciendo que es más fácil para él hacerse amigo tuyo que de Sev.
Sirius detuvo sus quejas y miró a James de reojo.
—¿En serio?
James asintió con una expresión muy solemne.
—Yo sabía que me querías —Sirius le pasó un brazo alrededor de los hombros, sonriendo, y los amuletos de ambos casi quedaron aplastados entre tanto movimiento. James sólo se reía—. ¿Tú a quién prefieres aquí, Snivellus? —Él se dirigió a Severus manteniendo el brazo alrededor de James en una especie de "mi mejor amigo, no el tuyo, sólo te lo recuerdo".
Severus abrió la boca y Sirius le dijo que Lily no contaba porque era demasiado obvio.
Él sólo suspiró y siguió intentando copiar los trazos de Regulus para un amuleto.
—Ninguno, creo. A mí todos ustedes me caen mal, pero como no conozco a nadie más...
Sirius le tiró la pluma.
—¡Te dije que había que devolverlo! —le recordó a James, dándole una sacudida.
Severus tenía esa sonrisa burlona mientras seguía con su amuleto y Lily le dio un golpe sin fuerza en el brazo, pero como ella también se estaba riendo, no sirvió de mucho.
—Sev los quiere mucho —aseguró ella.
—Iugh —soltó Severus sin verlos.
—Lo que pasa es que si Sev admite que quiere a alguien se desintegra, es una condición mágica muy complicada —excusó ella, intentando verse seria a pesar del arranque de risa—. Pero yo estoy segura de que sus favoritos son los dos Black.
Sirius decidió entonces cambiarse de lado para sentarse en medio de Severus y Regulus y se inclinó hacia Regulus, ahora con actitud de "mi hermano, no el tuyo".
—Bueno, probemos algo diferente entonces —Desde su nueva posición, Sirius intercambió una mirada con James y fingió pensarlo—. Snivellus, ¿quién es la persona más atractiva aquí? No digas Lily para escapar de la pregunta.
Severus giró el rostro lentamente y le dio una mirada muy seria.
—Debería tocarle a alguien más —siseó.
Sirius se rió y miró alrededor.
—Wormtail, ¿a quién besarías que esté aquí?
La cara de Peter, que había estado en silencio revisando el libro de los amuletos, comenzó a ponerse muy roja. Él miró alrededor y balbuceó.
—¿James?
Hubo silencio durante un momento.
—Lo sabía —soltó Sirius—. De verdad- lo sabía.
—Sí, yo también lo sabía —Remus asintió.
James sólo tenía la boca abierta y una expresión rara.
—¿Tú a quién besarías? —le preguntó Regulus a su hermano, poniendo más atención en el amuleto en su mano que en la sacudida que le dio Sirius cuando lo escuchó.
—A prongs —No había duda en la voz de Sirius, sólo se reía.
James abrió todavía más la boca. Ni un sonido salía.
—Remus también —comentó Regulus. A él sí lo vio de reojo—. ¿No?
Remus se lo pensó.
—¿Creo? En un caso en que sea necesario. Como amigos. No digo que-
—Yo no sé si eso sea muy amistoso —murmuró James, todavía confundido.
—Es porque no te criaron hippies —comentó Lily, que estaba aguantando la risa.
—¿A ti te parece amistoso besar a alguien? —James la observó con genuino horror, a un Severus que le dijo que no lo estuviese viendo así y de nuevo a ella.
Lily soltó una carcajada.
—No digo que yo lo haría, sino que entiendo que hay gente que sí besa a sus amigos...y está bien mientras la otra persona diga que sí, ¿no?
Como James siguió mirando a la nada con una expresión extraña, Lily empezó a sacudir las manos.
—Yo estoy segura de que tú podrías besar a padfoot, no seas exagerado.
—Pues- poder se puede-
—¡James! —Sirius le arrojó un beso y se echó a reír.
—¿Puedo cambiar mi respuesta y tener a moony? —preguntó James.
—No —Sirius contestó de inmediato con una gran sonrisa.
Mientras James se quejaba, Sirius se inclinó hacia adelante para ver a Lily sentada junto a Severus.
—¿A ti quién te parece el más guapo aquí, Jo?
James dejó de quejarse de inmediato cuando la vio adoptar una expresión pensativa.
—Snivellus no cuenta —aclaró Sirius—, y si era la respuesta, necesitamos tener una charla sobre-
Regulus le dio un codazo para que se callara y le dijo que la dejara responder.
—Objetivamente hablando...—Lily habló despacio—. Sirius es el más guapo.
Sirius se enderezó y empezó a carraspear cuando James lo miró fijamente en silencio.
—Bueno, pero- ¿el segundo? ¿Quién es el segundo que te parece más guapo?
Lily arrugó el entrecejo.
—Remus.
—¿El tercero es...James? —La voz de Sirius comenzó a hacerse más aguda ya que James no le quitaba los ojos de encima—. ¿Peter? Recuerda que Snivellus no cuenta.
—Supongo que Regulus —Lily se encogió de hombros. Miró hacia Severus—. ¿No estás de acuerdo, Sev?
—Por físico supongo que sí —Él le respondió de mala gana—. Por personalidad pondría a Remus y a mini Black antes que al pulgoso. Tal vez a Potter también antes que al pulgoso, ¿no?
Lily ladeó la cabeza.
—No creo que la personalidad de Sirius esté tan mal...aunque sí, Rem es más agradable...
Sirius se cubrió el rostro con las manos para ahogar un sonido frustrado. Luego golpeó el suelo frente a él.
—¡Ya respondió mucho! No es justo. Oye, Reg, tú no has contestado, ¿y si...?
—Yo no estoy jugando, sólo oigo.
—¡Wormtail! Entonces tú dime...
Por mucho que Sirius intentó desviar la atención a otras personas y diferentes preguntas, James se pasó las primeras dos semanas de noviembre hablando en murmullos de cómo tenía más probabilidades de besar a Sirius que de conseguir una cita con Lily.
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