5.41
No hay que explicar por qué cuatro adolescentes que no tuvieron ninguna novia hasta ese momento y que no se enteraban o sólo ponían mala cara cuando a una de sus compañeras les gustaba alguien no eran los mejores para averiguar cómo conseguir el interés de una joven bruja.
James llevaba un minuto entero escondido detrás de un estante de la librería porque Lily se había recogido el cabello ese día y él estaba murmurando sobre lo bonita que se veía mientras Severus lo miraba como si considerase que era patético y Sirius como si no entendiese qué lo alteraba de la imagen de Lily con un moño desordenado que se notaba hecho con prisa. Regulus sólo los ignoraba y revisaba un estante en busca del libro que necesitaba para Aritmancia.
—Déjame preguntarle a uno de los chicos —le dijo Lily a su madre y empezó a mover la cabeza en busca de alguien que le ayudase. Notó a James a pesar de estar "escondido" y agitó una mano hacia él—. James, necesitamos una explicación sangrepura...
James casi trastabilló para acercarse a ella y responder las dudas de la señora Evans. Sirius lo siguió por si acaso se le trababa demasiado la lengua.
Severus sacudió la cabeza y siguió buscando sus libros.
—¿Y si cambiamos? —le preguntó a Regulus en voz baja—. Vigila tú a Potter.
—¿Quieres vigilar a mi hermano? —Regulus arqueó las cejas y le dio una mirada de incredulidad.
—No puede ser tan terrible...
—Los cuadros me dijeron que fue culpa de Sirius que DeFleur dejase el colegio.
Severus emitió un sonidito de desagrado. Al menos James no había hecho que nadie abandonase Hogwarts con sus tonterías. Todavía.
—Remus tiene más probabilidades de ser correspondido —señaló—, es un problema menos.
—Es un problema más —Regulus sonó indignado—. ¿Y si se hacen pareja y después terminan? ¿Y has visto el nivel emocional que tiene Sirius? ¿Recuerdas a la pareja de chicas Slytherin de sexto que se pelearon en medio de la Sala Común e hicieron que su problema de pareja fuese un problema de todo Slytherin? Podrían ser ellos perfectamente.
Los dos suspiraron casi al mismo tiempo y observaron a Sirius darle un codazo a James para que dejase de balbucear y terminase su explicación porque Lily sonrió y se le olvidó lo que estaba diciendo.
—Está más tonto que de costumbre —murmuró Severus, angustiado.
—En algún momento se le va a pasar, ¿no? —Regulus frunció el ceño—. Eso se pasa, ¿cierto?
—Creo que...¿depende?
Remus se les acercó con la colección de libros que estuvo buscando y preguntó qué veían con tanta atención.
—Un idiota enamorado.
—Un Gryffindor siendo Gryffindor.
—Ah, James —Remus entendió y lo observó también, pero con una sonrisita en lugar de las expresiones ceñudas de los Slytherin—. Se le nota bastante, ¿no?
Como su reunión de "emergencia" fue durante la luna llena, Remus no había estado presente, pero no hizo falta explicarle demasiado después de los primeros minutos viendo a James dar vueltas alrededor de Lily intentando convencerla de que comiesen algo después de las compras de los materiales.
—¿Dónde está Pettigrew? —cuestionó Regulus tras un momento como si hubiese recordado algo.
Remus señaló la entrada de la librería. Peter estaba hablando con el mayor de los Crouch. Regulus frunció el ceño y dejó a Remus con Severus para acercarse al Slytherin.
Crouch sonrió nada más verlo acercarse y le dio esa palmadita molesta en la cabeza. Regulus sólo fingió que no lo notaba y miró de reojo a Peter.
—No quiere que lo vean comprando un libro para Ava —susurró Peter.
El Slytherin resopló.
—Traidor.
Prácticamente echó a Peter después de tener el libro. Lo metió en su maletín sin dejar que Regulus curioseara al respecto y volvió a sonreírle.
—Te tengo una gran noticia, iba a esperar a llegar a Hogwarts para hacer una bienvenida real pero-
—¿Por fin me vas a llevar a una reunión? —interrumpió Regulus, que no tenía ganas de presenciar su actitud teatral, sólo quería saber esto y volver con su grupo.
—Así es, después de mover mucho mis influencias como un favor personal-
—¿Barty te estuvo fastidiando todo el verano para que lo dejes ir?
Él suspiró.
—Fue insoportable.
Regulus casi se rió. Asintió y estaba por volver con el resto cuando Caspar le hizo un gesto para que se detuviese y apuntó hacia el interior de la librería.
A Severus.
—Trae a tu amigo. Será un agradecimiento por el favor personal de dejarte ir a la reunión siendo tan pequeño.
Regulus frunció el ceño.
—A tu madre le gustaría que tengas amigos sangrepuras...—recordó Caspar Crouch en voz baja, utilizando un tono que pretendía ser inocente y desinteresado.
Después le dio otra palmadita en la cabeza y lo dejó ahí parado en la entrada de la librería.
Regulus exhaló, regresó con el grupo y se preparó mentalmente.
—Severus-
—No.
Él se quejó.
—No he dicho-
—Tienes tono de que vas a pedir algo —Severus ni siquiera lo miró, ya que por fin se estaban formando, parecía comprobar cuánta gente tenían por delante para pagar.
—Yo no-
—Sí, sí lo tenías —comentó Sirius, que estaba un poco más allá.
—¿Cuál es mi tono de que voy a pedir algo? —Regulus frunció el ceño.
—Más suave de lo normal —señaló su hermano.
—Más lento y bajo —agregó Severus.
—También hace algo raro con las vocales, ¿verdad?
—Creo que es algo con la vocalización y por eso suena así...
—Tiene sentido, cuando éramos pequeños...
Regulus vio a Sirius y Severus hablar de su aparente tono de "pedir algo" hasta que llegaron a la caja. James y Lily eran quienes organizaban cómo iban a pasar los útiles y el dinero para pagar.
—¿Te falta algo, Sev? —preguntó James mientras comprobaba el caldero de Remus.
—No, estoy bien —respondió Severus en tono un poco seco.
—¿Puedes con los gastos?
—Sí. Sólo pásalo...
Después de tener todos los útiles, se metieron a un restaurante pequeño del Callejón Diagón. James tiró su saco de monedas en el medio de la mesa y avisó que el señor Potter pagaba. Sin haberlo consultado con él probablemente.
Regulus intentó distraerse con la plática de su hermano mientras comía y no pensar demasiado en lo que Crouch le dijo.
—0—
Durante el resto de las vacaciones hizo varios intentos de acercarse a Severus para explicarle lo de la reunión. Decidió que sería mejor a solas para que James no estuviese preguntando y Sirius no empeorase todo estando de acuerdo con Severus sobre su "tono de pedir algo".
Remus y Peter también se quedaron seguido en el cuarto de James, por lo que hablar durante la noche no solía ser una opción. Incluso si sólo eran James y "los tres que no tenían familia así que invadían su casa" (así les dijo él una vez en broma), James y Sirius eran los más conversadores y normalmente estarían también con alguno de ellos.
Cuando pasaban por el laboratorio del señor Potter con James para robarse alguna poción para hacerle una broma a Sirius tampoco era un buen momento. Ni cuando estaban moviendo cosas de aquí para allá con Sirius para ayudar a la señora Potter.
Deshierbando y echando a los gnomos del patio resultaba un momento menos apropiado. Regulus estaba seguro de que sólo Sirius podía llevar una conversación mientras forcejeaba con un gnomo entre los brazos y era mordido en la mano sin perder coherencia.
Hubo tardes en que James decidió que llevaría a los dos Black a dar un paseo por la zona delimitada alrededor de la casa, que era más bien parecida a un pequeño bosque, y Severus se quedaba usando el escritorio de James. Se veía como si estuviese intentando resolver algo.
Luego de que esto pasó un par de veces, cuando Severus intentó quedarse para trabajar en el pergamino lleno de tachones, Sirius le agarró un brazo, James el otro y juntos lo arrastraron fuera de la casa hasta que estuvo rodeado de árboles.
Durante las comidas era impensable. Siempre comían con Euphemia y Fleamont intentaba recordar salir del laboratorio a tiempo para sentarse también en la mesa. Si no tenían historias divertidas sobre pruebas de pociones para el cabello que dejaron calvo a un mago o hicieron que el cabello le llegase a los tobillos, entonces tenían anécdotas de duelos de la bruja. Y a Regulus le gustaba mucho oír cualquiera de esas historias.
En casa sólo Sirius y él se sentaban a comer a la mesa la mayor parte del tiempo. Su madre los acompañó cuando intentaba enseñarles "buenos modales", pero pareció demasiado resignada con Sirius, y su padre no consideraba que comer con sus hijos fuese lo bastante importante como para dejar su oficina.
Algo le decía que a Severus no le encantaría esa conversación, así que tampoco pensó en decírselo cuando fueron a visitar a Lily, porque ya era suficiente con Petunia gritando sobre las ranas de chocolate que empezaron a saltar sobre ella y Sirius jalándolo para que huyesen de ella junto a los demás mientras Lily y su madre trataban de calmarla en vano.
Tampoco tenía sentido hacerlo durante la visita post-luna llena a la casa de Remus. Tenían que asegurarse de que él estaba bien (tanto como se podía con su condición) y su padre les estaba hablando de unos espectros que encontró atorados en un castillo porque pensaron que llegaron a Hogwarts y querían quedarse a vivir allí. Era una historia muy interesante y Regulus fue uno de los que más le hizo preguntas sobre los espectros y su forma medio sólida y similar a un zombie.
De vuelta a la casa Potter, cuando Fleamont les pedía ir por algunos ingredientes al invernadero, seguía sin ser una buena ocasión, aunque tuvieron dos tardes solos de esa manera. El invernadero era un espacio sagrado y a Severus no le gustaba hablar mientras recogía ingredientes para pociones, él lo había notado por la cara que ponía si James o Sirius los acompañaban e intentaban mantener una conversación.
Y durante las mañanas, cuando James y Sirius seguían dormidos, sería peor. Regulus era el primero en despertarse, pero apenas después de unos días, Severus comenzó a dormir tanto que era el último de los cuatro en levantarse. No le iba a perdonar despertarlo para eso.
Se dijo constantemente que encontraría un momento y un lugar. Que siempre existiría alguno, que sólo era cuestión de hallarlo.
Y así llegó al día en que tomarían el tren a Hogwarts.
James y Sirius lideraban el grupo. Peter se había quedado la noche anterior con ellos y los seguía de cerca por el andén. Lily y Remus todavía no llegaban.
Severus se sentó en uno de los bancos mientras esperaban. Desde ahí podía ver a James y Sirius hablar y a Peter dar vueltas alrededor de ellos, atento a cada palabra pero con las intervenciones mínimas.
Regulus no quería que llegasen al colegio sin haber hablado porque sabía que Crouch podía dar por hecho que ya estaba decidido y soltar alguna tontería frente a Severus, así que se dijo que no podía seguir buscando momentos perfectos y fue a sentarse al lado del otro Slytherin.
—Está bien, ¿qué es? —Severus no lo miró—. ¿Qué llevas intentando pedir todo el verano?
Regulus estaba seguro de haber disimulado mucho más desde el día en la librería y no pudo evitar encogerse un poco.
—¿Puedes fingir ser tan distraído como Sirius al menos?
Tras un momento, Severus giró la cabeza.
—Oh, wow, mini Black, ¿qué pasa? No es como si llevases dos meses siguiéndome al invernadero del señor Potter, nada de eso, no he notado nada, soy Gryffindor, mira...
—Tampoco tanto —Regulus sacudió la cabeza.
—Nada lo complace...—Severus volvió a ver hacia adelante porque por alguna razón James estaba persiguiendo a Sirius mientras él se carcajeaba y Peter tenía cara de estar en pánico.
Regulus carraspeó y se tomó unos segundos para elegir las palabras.
—Crouch...
Severus hizo un sonido de desagrado de inmediato. No le agradaba mucho Crouch. Ninguno de los dos en realidad, pero menos Caspar.
—...nos invitó a una reunión de su club —siguió Regulus, fingiendo no haber escuchado el sonidito.
—¿Nos? —repitió Severus.
Él asintió.
—¿A su club de sangrepuras?
Otro asentimiento.
—¿De repente me volví sangrepura? —Severus se enderezó—. ¿Por qué nadie me avisó? Podría haber ido a reclamar algunos galeones a la bóveda Prince.
Regulus sabía que esto no iba bien. Y no creía que Lily y Remus tardasen demasiado. Severus seguramente estaría tan pegado a Lily como siempre y ella también podría hacer preguntas.
—Bien —decidió ser honesto—, te voy a contar, y si tú le cuentas a Sirius o a alguien más, te voy a maldecir cada vez que te vea por la Sala Común.
—Petición con amenaza incluida...
Regulus volvió a ignorarlo. Estaba jugando con sus propios dedos. Apretando un poco demás quizás.
—El año pasado, nuestra madre nos escribió cartas a Sirius y a mí para decirnos que teníamos que presentarnos en la casa de Londres para ir a algunos eventos sangrepuras...
—Recuerdo que vi a Sirius quemar la suya con una vela del comedor —murmuró Severus—, no creo que la haya leído.
—Yo sí la leí —Regulus continuó en voz cada vez más baja—, y había una parte que parecía una amenaza, algo sobre...cómo los buenos hijos cumplían con sus deberes si no querían dejar de ser considerados parte de la familia o ser obligados a hacerlo. Por eso fui durante las vacaciones. Y estando allá...
Él se tomó un momento. Los eventos aburridos no eran tan importantes. Nada de lo que escribió en sus cartas a Sirius lo era.
—Ella me dijo que los sangrepuras necesitan formar conexiones con sangrepuras de su edad para cumplir con ciertos deberes más adelante...y esa conversación terminó llevando a que si Sirius no lo hace, lo tendré que hacer yo, y si yo tampoco lo hago...ella nos va a sacar de Hogwarts porque nos están "malinfluenciando", luego verá si educarnos en casa o mandarnos a Beauxbatons con una rama de la familia que está allá, y no dejará que tengamos contacto con James o su familia.
La última parte la había explicado un poco rápido, muy diferente a su forma de hablar tranquila y lenta usual, pero estaba seguro de que Severus había entendido porque volvió a girar el rostro y tenía una expresión horrorizada.
—Necesitas lanzarle una maldición apenas cumplas diecisiete —Fue el único comentario que pudo hacer al respecto—. No, antes. Lo puedo hacer yo y así es unos meses antes. O decirle a Pandora. Ella ya puede usar magia fuera de Hogwarts.
Regulus soltó una risita incrédula porque era lo que menos se esperaba después de hablar de las amenazas de su madre. Y probablemente lo que más necesitaba.
—Así que...
La expresión de Severus volvió a ser seria y frunció un poco el ceño.
—Creo que te iría mejor yendo solo, son un montón de sangrepuras.
—Crouch ha sido muy insistente con querer invitarte como si creyera que te va a convencer de aceptar todos sus pedidos de pociones —Regulus hizo una pausa y añadió:— y porque son un montón de sangrepuras preferiría saber que hay una persona en esa sala que tiene un poco de sentido común. Me...sentiría más tranquilo. Sé que sé desenvolverme en ambientes así, pero no he tenido que hacerlo porque ellos...—Y abarcó con un gesto a James y Sirius riéndose de algo que dijo un avergonzado Peter.
Era bastante obvio: a ellos no les importaba si no era un perfecto sangrepura. Incluso si no podía soltar por completo esa rigidez, podía respirar tranquilo.
En un ambiente desconocido lleno de sangrepuras mayores, ni siquiera tendría eso.
Lily y Remus llegaron casi al mismo tiempo desde diferentes direcciones. Ella saludó en su dirección y Severus se levantó del banco.
Regulus temió que eso era todo, pero lo vio dejar caer los hombros y meterse las manos a los bolsillos del pantalón en vez de marcharse de inmediato.
—¿Cuándo es la reunión?
Regulus exhaló.
—Gracias...
—Sirius no aceptará que les hagan eso y será peor y es capaz de arrastrarnos al resto también. Sólo por eso voy —La voz de Severus era dura—. Pero si Crouch intenta abrazarme o darme palmaditas como hace contigo, lo maldigo. Díselo.
Regulus sonrió divertido y asintió.
—Nada de contacto físico. Yo le aviso. O no. Tampoco estaría mal que lo maldigas un poco...
Severus le dio una mirada que le hizo entender que también lo haría responsable si había sangrepuras poniéndole una mano encima y luego sí que fue con su mejor amiga.
Regulus nunca había estado tan aliviado de tener a otro Slytherin cerca.
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