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3.24

Remus extendió el pergamino con las notas sobre el suelo.

—Comprobemos. Digan "sí" si tienen la mandrágora en la boca y no la han movido ni mordido desde el último examen.

Enero estaba por terminar. No tuvieron tanto tiempo para seguir trabajando en el mapa cuando las clases se retomaron, pero tal y como dijo Remus, fue una buena oportunidad para intentar completar su proceso con la hoja de mandrágora. Incluso Slughorn podría sospechar si continuaban robándole tantas hojas del armario del laboratorio.

—Lily.

—Sí.

—James.

—Ajá.

—Sirius.

—Hoja en la boca —Sirius sacó la lengua sin moverla, truco que había aprendido después de los primeros tres meses intentando mantenerla en la boca.

—Regulus.

—Sigue en su sitio.

—Severus.

—Ahí está.

—¿Pandora?

—Oh, déjame...sí, ahí está —Una risita—. Es que a veces se me olvida.

—Peter.

—Sí- digo, ¡sí! Ahí sigue...

—Todas las hojas están entonces —Remus terminó de agregar el último símbolo junto a sus nombres y calculó el tiempo—. Quedan sólo cuatro días. Si la tienen durante cuatro días más, pasaremos al siguiente paso.

Sirius y James chocaron los cinco de inmediato, mantuvieron sus manos juntas y comenzaron a balancearse, quejarse y lloriquear juntos.

—¡Podremos tomar jugo sin sabor a mandrágora, James!

—Oh, Merlín, Merlín, Merlín, deja que completemos estos cuatro días, necesito recordar a qué sabe mi saliva cuando no tengo mandrágora en la boca...

—Yo creo que olvidé lo que es no tener la hoja en la boca y todo me sabrá raro cuando no la tenga —murmuró Sirius—. ¿Tú crees que eso pueda pasar, Sev?

Severus asintió con aire distraído.

—Supongo que sí porque todo el tiempo se mezcla con la saliva...

—Yo he empezado a tragar mucho menos para intentar no sentirla —Peter se encogió un poco—. Fue una mala idea.

—¿Por qué pensaste que sería buena idea? —preguntó Regulus.

Peter señaló a James y Sirius.

—Me dijeron que lo probara y les dijera qué tal.

—Peter —Lily sonó resignada—, no tienes que hacer todo lo que te dicen otras personas...

—Mucho menos esos dos —agregó Severus.

—Imagina —Lily empezó a gesticular con las manos— que James y Sirius se tiran por un puente...

—¿Nos podemos tirar por un puente? —James detuvo su plática con Sirius, lo soltó y puso toda su atención en ella.

—¿De cuál puente estaríamos hablando? —añadió Sirius, arqueando las cejas.

Lily suspiró y sacudió la cabeza. Regulus comenzó a reprender a su hermano mayor, insistiéndole en que recordara lo de las fiestas de Yule y que no había ningún puente cerca, además del que servía de entrada al colegio.

Probablemente tampoco fue buena idea recordarles su existencia, pero Regulus se dio cuenta un segundo más tarde y los dos Black se sumergieron en una discusión en francés que sólo James podía seguir un poco porque era el que más había escuchado a Sirius refunfuñar en el idioma.

—Está diciéndole "tonto" en cuatro formas diferentes —Fue la "traducción" de James, que sonrió muy orgulloso de sí mismo.

Cuando terminó su hora de almuerzo, recogieron los platos, utensilios y vasos y los colocaron sobre la mesa donde los elfos les pedían dejarlos. Al instante desaparecían porque ya sabían que había un grupo pequeño que solía comer en ese salón abandonado.

Estaban hablando sobre las clases que les tocaban, Pandora contestaba a algunas preguntas de Remus sobre sus materias avanzadas, Peter murmuraba sobre la tarea para Estudios Muggles y Lily ya había agarrado el brazo de Severus cuando James se les acercó con una sonrisa, se metió en medio y pasó un brazo sobre los hombros de Lily y el otro sobre los de Severus.

Ella frunció el ceño de inmediato.

—Esa sonrisa...

James amplió la sonrisa.

—No —Lily sacudió la cabeza.

—No he dicho-

—No —Severus también negó.

Él resopló.

—Sólo quiero que me respondan algunas cosas sobre cultura muggle...sobre el televisor más que nada.

—Los televisores son muy costosos y la familia de Lily cree que te corrompen el cerebro —recordó Severus.

—No, mi mamá ya reconoció que pueden tener funciones educativas, sólo que es muy adictivo-

—No puede ser peor que lo que fuman ella y tu papá, Lily.

—Ella dice que...

James asintió un par de veces, manteniendo los ojos entrecerrados mientras la conversación se llenaba de términos muggles. Incluso le hizo un gesto a Peter para que se acercara a escuchar y anotase algunos en un pergamino.

Si no podían entender la tarea de esa clase, pensaba deslumbrar a su profesora con los conocimientos muggles que se adquirían cuando no te juntabas sólo con sangrepuras.

—0—

Tres días.

Remus hizo una marca en el pergamino y casi rogó porque pudiesen completarlo esta vez. Aunque al principio no le encantaba la idea, verles insistir con el tema durante tantos meses, sin importar la cantidad de veces que fracasaban, había hecho que deseara que les saliese bien, ignorando las razones por las que iniciaron el proceso.

La biblioteca estaba tan tranquila como de costumbre. Como ya se encontraba en luna menguante, llegando a la luna nueva, sus oídos no estaban en el momento más agudo. Sólo percibía algunos pasos, murmullos y el sonido de las páginas del libro que estaba pasando.

Las voces que hablaban en voz baja cerca eran las de Lily y Severus. Sobre todo la de ella. Discutían acerca de otra tarea de Aritmancia.

Cuando salieron del corredor en medio de dos estanterías, Severus le pasó un libro a Lily, recogió sus pertenencias y avisó que se tenía que ir primero.

—No te vas a copiar de mi tarea —advirtió Lily.

—Haz la primera mitad solamente —Severus le contestó sin darle mucha importancia mientras se alejaba—, yo haré la segunda mitad en la noche y lo intercambiamos y revisamos.

—Bien...

Lily frunció un poco el ceño y se quedó viendo el lugar por el que Severus se fue. Cuando ya no estaba en la biblioteca, le preguntó a Remus sin verlo:

—¿Qué crees que esté escondiendo, Rem?

Remus dio un salto en su asiento porque no se esperaba esto. Bajó el libro que sostenía y titubeó.

—¿Está...escondiendo algo?

—¿Tal vez soy sólo yo? —Lily regresó a la mesa por fin con una expresión muy extraña—. No, estoy segura de que algo pasa...

—¿Severus no te ha contado todo siempre? —Remus intentó hablarle con suavidad.

—Hasta este verano lo hacía —Lily apoyó los codos en la mesa y puso el rostro entre sus palmas.

Remus regresó la mirada a su libro, vacilante. No esperaba que Lily acomodara la barbilla sobre las palmas y lo mirara con atención.

—Rem, ¿quién es tu mejor amigo? ¿James? ¿Sirius?

Él titubeó, recordando a los dos chicos entrando a la Casa de los Gritos al final de la luna llena. Sirius llevando pañuelos para que pudiese limpiarse un poco la sangre, lo justo para ser capaz de regresar al colegio. James hablándole de la comida que le consiguieron para el desayuno.

—Yo...

Sirius sujétandole el brazo para ayudarlo a bajar hasta el invernadero el día en que retomaba las clases después de la luna llena.

James diciéndole que tomaron notas en una clase que se perdió para que estuviese al día, pero que ni siquiera él entendía su letra porque la profesora habló demasiado rápido y no les estaba dando tiempo de escribir.

Sirius llevándole chocolate...

Remus estaba seguro de que la cara se le estaba poniendo roja bajo la mirada de Lily.

—Creo que son...diferentes amigos —murmuró.

Ella emitió un sonidito afirmativo y comenzó a ver hacia la ventana.

—James a veces parece un niño, más pequeño que Regulus, pero supongo que siempre escucha cuando le pides ayuda. Y Sirius es como...un huracán intentando ayudarte, ¿no?

—Como un perro con mucha energía —Remus no pudo evitar soltar una risita.

Lily también lo hizo y asintió.

—Son buenos como amigos.

—Sí —Remus respondió sin dudar.

Volvió a centrarse en el libro, pero no tardó mucho antes de carraspear, cerrarlo y ponerlo sobre la mesa. Esto hizo que Lily lo viese de nuevo.

—Oye, Lily, yo...¿te puedo preguntar algo raro?

Ella asintió.

—Pues...te dije que James y Sirius me parecen...diferentes tipos de amigos.

Un sonidito afirmativo. Remus tomó una profunda bocanada de aire.

—Y...y es verdad, es sólo que a veces...a veces...—Él titubeó—. Tú siempre has estado bastante cerca de Severus, te he visto abrazándolo y le agarras el brazo y la mano y lo arrastras contigo y eso...eso...quizás...no digo que esté mal ni nada, no me parece mal, ustedes son así, es más como...¿no ha habido un momento...en que...te acercas mucho y como que...como que te pone nerviosa?

—¿Nerviosa en qué sentido? —preguntó Lily, entrecerrando los ojos.

—Es como...como que se siente diferente de cuando James hace eso de ponerte el brazo alrededor, ¿sabes? Como...cuando James lo hace está bien, es James siendo James, es normal, está todo bien, pero...¿tal vez...se sienta diferente...?

—¿Como...que cuando James lo hace no pasa nada y cuando Sirius lo hace parece que te vas a morir porque te pasa algo en el pecho? ¿Hablas de eso?

Remus comenzó a asentir repetidas veces.

—¡Eso! ¿Te ha pasado eso?

Lily se llevó una mano al rostro y tomó una respiración profunda. Las partes de su cara que seguían visibles para Remus adquirieron un tono rojizo cercano al de su cabello.

—Eso...me empezó a pasar en el verano —Ella bufó—. Cuando...regresé del viaje, yo...agarré la mano de Sev para decirle algo y me dio un- eso, eso del pecho, y me quedé muy confundida mientras él fruncía el ceño y me preguntaba por qué ponía cara de tonta.

—Oh —Remus se apoyó en el borde de la mesa y se inclinó hacia adelante—. ¿Pero crees que sea porque...tiene que ver con el tipo de amigo que es para ti o...o crees que...?

—Creo que me...confundí pensando que me gustaba Severus —Lily al fin bajó la mano y soltó una larga exhalación—. Ay, de verdad había pensado en hablarlo contigo en algún momento, pero se me está pasando, entonces me dije que no hacía falta...

Remus no le contestó. Su cabeza seguía atorada en la parte de "gustar".

—¿Crees que...tenga que ser una señal de que te gusta sí o sí? —La voz de Remus tembló un poco—. Digo, podría ser...podría ser otra cosa, ¿no? Como un...malentendido o algo así...¿tal vez? Ya que dices que te confundiste...

—Bueno...—Lily pareció pensarlo bien—. Yo...yo pensé en eso también, ¿sabes? Es que es...Severus y eso sería raro, sé que para él ha sido rarísimo desde que se dio cuenta, lo pone tan incómodo que no quiere oírlo y hace como que no pasa nada. Y lo seguí pensando y es como...sólo...creo que es normal, ¿entiendes? Me refiero a que...a ver, sí, Sev es...Sev y sé que no parece agradable —Ella soltó una risita—, pero él...hace la mitad de la tarea de Aritmancia y la comparte conmigo, ¿ves? Y...y cuando nos caímos de los trineos, fue a ayudarme a mí antes que a cualquiera de ustedes y me deja arrastrarlo a donde sea y en vacaciones me ayuda a recogerme el cabello para entrar al lago y me habla de las figuras en las nubes y es...es normal, yo creo que es normal que de repente mi cabeza dijera "tal vez te gusta este chico que te trata así" pero eso no significa que...¿sí me estoy dando a entender o...?

Remus asintió lentamente.

—Que pensaste que te podía gustar precisamente porque es tu mejor amigo, ¿algo así?

Ella asintió, luego negó y terminó haciendo un gesto raro que estaba en el punto intermedio entre ambos.

—Sí, es...creo que es normal. Creo que a cualquiera le puede pasar eso y después se le quita como se me está quitando a mí. Es que...sería tan raro todo, pero al final pues...tu mejor amigo es tu mejor amigo porque es algo así como...tu persona favorita, ¿no? Entonces tampoco es como que...hablo de que va a tener muchas cosas que te gustan porque por algo es tu amigo. Y...eso es todo.

—¿Por eso hablas de una confusión?

—Puede ser —Ella se encogió de hombros—. Yo creo que algo así me pasó, sí. Y si a ti te pasa algo así con Sirius, pues...tendría sentido, ¿no crees? Sirius, que no deja que vayamos con James a verte en la mañana después de la luna llena porque insiste en que tiene que ir él, Sirius, que insistió tanto con lo de la animagia para poder acompañarte...bueno, es normal que sientas que te gusta, ¿no te parece?

—Pero se me va a pasar —insistió Remus.

Ella vaciló y se encogió de hombros.

—¿Tal vez?

—¿Cuánto tardaste tú en que se te empezara a "pasar"?

Lily sacó algunas cuentas mentales.

—¿Unos...seis o siete meses?

Remus comenzó a asentir despacio mientras se repetía "seis o siete meses".

—Entonces sólo...tengo que esperar, ¿no?

Necesitaba que Lily le dijese que sí.

Necesitaba decirse que pasaría si se quedaba callado y esperaba.

Remus podía ser paciente. Podía no hablar de ese vuelco en el corazón y podía no preocuparse por quedarse mirando a Sirius durante demasiado tiempo si sabía que esto se iría y podrían seguir siendo amigos como si nada hubiese pasado.

Pero si creía que no se iría...

—¿Verdad? —La voz de Remus volvió a temblar un poco cuando buscó confirmación.

Lily se quedó viéndolo durante unos segundos, analizando su rostro. Después asintió un par de veces.

—Sí, sí, sólo...espera y veremos qué tal te va.

Sonaba como si se hubiese dado cuenta de algo e intentase consolarlo tras una mala noticia.

Remus decidió ignorar eso y quedarse con el "sí, pasará".

Un detrás de escenas de sentimientos:

Lily: creo que me gusta mi mejor amigo.

Severus: nah, sólo te apendejaste por el cariño, a mí me pasó antes contigo.

Lily: tiene sentido.

Remus: creo que también me gusta uno de mis amigos.

Lily después de verlo fijamente: lo tuyo es otra cosa. Homosexualidad, creo.

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