2.9
Durante el mes de septiembre, podían comer sin problemas en el jardín. Ya que el grupo había crecido desde el año pasado, juntaron dos bancas y tendieron una manta en el medio para convertir el espacio en algo cercano a un sitio de picnic.
—...y el Prefecto nos estaba diciendo que desde entonces, la persona que enseña Defensa contra las Artes Oscuras cambia cada año y por eso este año es una profesora distinta a la del año pasado —terminó de explicar James.
—¿Todo porque no le dieron el puesto a un tipo que vino hace un montón de tiempo? —Lily parecía confundida.
James sólo se encogió de hombros.
—Eso dicen.
—Qué tipo tan raro si embrujó el puesto sólo porque no se lo dieron, ni siquiera sabía que eso se podía hacer...
Después de que terminaron de comer, se pasaron un rato allí hablando hasta que tuvieron que dirigirse a sus salones. Regulus debía ir al invernadero y Sirius lo iba a acompañar hasta un punto más cerca de la salida del castillo, y como Gryffindor y Slytherin de segundo año tenían clases diferentes, Severus tomó el mismo pasillo que los dos Black porque era por donde podía llegar más rápido a su aula.
Los hermanos conversaron durante todo el camino sobre Quidditch. Parecía que Regulus quería jugar y Sirius estaba indeciso, pero le contaba que James se iba a presentar a las pruebas.
Severus sólo seguía sus pasos y los utilizaba como guía para poder caminar leyendo sin riesgo de tropezar.
Se separaron de Regulus en el corredor que daba a la salida desde la que podría llegar al invernadero y los dos giraron en la esquina. Quedaba un pasillo para el aula al que iba Severus y Sirius tenía que dar un breve rodeo para llegar a las escaleras e ir a su clase a tiempo.
—Oye, Sirius...
Sirius, que caminaba adelante, empezó a ir más lento y se dio la vuelta para verlo. Siguió moviéndose de reversa sin problemas.
—¿Me prestas dinero?
Esto hizo que se detuviese durante unos segundos.
—Claro.
Severus asintió y volvió a su libro, pero tuvo la ligera impresión de que era más para evitarlo que por el contenido.
—¿Qué necesitas? —preguntó Sirius—. ¿Te faltaron útiles para el colegio?
—No, arreglé eso con Dumbledore y el Jefe de Slytherin.
—Ah —Sirius hizo otra pausa—. ¿Cuánto necesitas?
—Unos...¿cinco galeones? Pero también puede ser en sickles, eso no...
—Está bien. ¿Para cuándo?
—¿...hoy? Sólo si se puede-
—Seguro. Te los llevo a la hora de la cena.
—No me los des frente al resto-
—No lo haré.
Severus inhaló profundo.
—Te los voy a pagar poco a poco, no podré pagarlo todo de una vez, pero el Jefe de Slytherin me está ayudando a reunir dinero para tener para mis útiles del próximo año haciendo unas tareas de Slytherins y sacaré de ahí para pagarte todo lo que-
—No te estoy cobrando nada —aclaró Sirius con una sonrisita.
—Te pienso pagar —Severus frunció el ceño.
—Está bien. Hazlo cuando puedas.
Severus asintió y apretó el paso con una expresión entre frustrada e incómoda. Sirius vio que estaban cerca del salón donde tocaba la clase de Slytherin y extendió un brazo para frenar al otro.
—¿Qué...? —Severus vaciló al verlo de reojo.
Sirius intentó reunir tanta delicadeza como cuando hablaba con Regulus sobre lo que les pasaba en casa.
—Si necesitas algo...y no lo digo por el dinero, Sev. Si necesitas algo, eso, ya sabes. Lily no es la única amiga que tienes.
Notó que Severus tragaba en seco y desviaba la mirada hacia sus pies.
—James me dijo en el verano que no estoy solo y no tengo que actuar como si estuviese solo. Me gustó mucho que me dijera eso. Tú tampoco...
Sirius quería ponerle las manos en los hombros para decírselo de la forma en que James se lo dijo a él, intentando darle esa sensación de consuelo y tranquilidad que tuvo él en ese momento, pero Severus le apartó las manos con cuidado y lo rodeó para entrar al salón, murmurando que llegarían tarde a las clases.
Cuando Sirius ya estaba por empezar a correr hacia su salón, escuchó un débil quejido y notó que Severus había entrado y luego regresado a la puerta del aula.
—Pero gracias —masculló como si le costase mucho decir esa palabra.
Después regresó corriendo adentro.
Sirius tuvo que apresurarse para llegar a su clase de historia. Se sentó junto a James y prestó poca atención en general, sólo moviendo la pluma para dejar algunas palabras en el ensayo que sabía que terminaría durante la noche con prisas y pidiéndole ayuda a Remus.
Le estaba prestando mucha atención a James mientras pensaba en el verano y esto hizo que James lo mirase de reojo después de un rato.
—Sirius, no te me declares o algo así, por favor.
Sirius agarró el pergamino y se lo tiró a la cara.
—¿Quién se te va a declarar, Potter?
—Me estabas mirando y mirando y yo me quedé como "¿a este qué le pasa...?"
Cuando Sirius amenazó con volver a "golpearlo" con el pergamino, James se empezó a reír.
Los dos terminaron expulsados del salón porque sólo estaban jugando en lugar de preparar el ensayo. Una vez afuera, James le pasó un brazo sobre los hombros y le preguntó si quería asaltar la cocina.
—Además tengo algo que mostrarte y sé que te va a encantar...
Sirius se dejó llevar por James, pero no pudo evitar quedársele mirando de nuevo mientras pensaba. James sólo lo ignoró después de eso.
James hacía que ser buen amigo se viese muy fácil.
Pero Sirius creía que era bastante complicado. Como si James tuviese todo lo que se necesitaba para ser un buen amigo...y él no.
—0—
James le había dicho que le mostraría después de la hora de la cena, así que Sirius pasó por la Torre de Gryffindor, sacó lo que necesitaba de su bolsa de dinero y fue a encontrarse con el resto. Iban a cenar en una de las torres del castillo porque Regulus andaba curioseando en el tiempo que tenía entre clases y descubrió que tenía una bonita vista. Les prometió que les gustaría.
Cuando Sirius llegó a la torre, ya tenían una manta en el suelo y la comida colocada en los platos y él se dio cuenta de que su hermano tenía razón: ver el patio y el lago de noche desde ahí era bastante agradable.
Sirius notó que Remus observaba el cielo desde una posición en la que la luz de la luna creciente no lo alcanzaba, manteniéndose fuera de la conversación del resto. Todavía faltaban algunos días y ese ligero cambio en el ritmo de respiración de Remus ya estaba comenzando.
—¿Te gusta el snap explosivo, Remus? —Sirius rodeó el área de la manta para acercarse y preguntar esto.
Eso hizo que Remus apartase la vista de la luna y asintiese.
—¿Y eres bueno jugando...?
—Siempre le he ganado a mi papá.
Sirius convenció a Peter de que fuese por las cartas que tenían en la torre y las trajese para jugar un rato después de comer. Todavía no le enseñaban cómo funcionaba esto a Lily y Severus, por lo que Sirius se sentó en el medio y se dio la tarea de ser un instructor de snap explosivo. Básicamente lo que debía hacer era intentar que ese par no se lastimase cuando las cartas explotaban.
En cuanto Lily y Remus comenzaron a jugar por su cuenta bajo la mirada curiosa de Peter y la confundida de Severus, Sirius se cambió de lugar para sentarse junto a Regulus, que estaba terminando su cena porque seguía el protocolo Black de las comidas lentas y los movimientos elegantes innecesarios y tediosos.
—¿Cómo te está yendo en las clases? —le preguntó.
Regulus sonrió de esa manera en que lo hacía cada vez que sentía que Sirius se estaba preocupando por él. Era el mismo gesto exacto desde que empezó a caminar y veía a Sirius perseguirlo por la casa cuidando que no se cayese.
—Bien. Una parte del temario es lo que ya vimos en casa y nuestra madre lo estuvo reforzando el último año porque dijo que quería que me fuese bien —Esto significaba sesiones en una silla incómoda recitando respuestas frente a una Walburga Black con una regla de madera pesada en la mano—. Mis compañeros de cuarto no hablan mucho conmigo, pero no se han portado mal tampoco. Parecen emocionados por algo de Slytherins mayores, creo que se llamaba..."Caballeros de Walpurgis" o algo parecido a eso...
Sirius continuó escuchando y haciendo preguntas ocasionales. Una vocecita en su cabeza, bastante similar a la de su madre, no paraba de decir:
Ser buen amigo.
Ser buen hermano mayor.
Buen amigo.
Buen hermano.
Ser bueno.
Ser buen amigo.
Ser buen hermano mayor...
Cuando empezaron a recoger para marcharse de la torre, Sirius aprovechó la distracción del resto para dejar los galeones en el bolsillo de Severus. Le dio una palmadita en el hombro y le dijo que le avisara si necesitaba más. Después corrió a ayudar a Remus a cargar el maletín que no le dio tiempo de dejar en la torre para que no estuviese llevando algo con varios libros tan cerca de la luna llena.
Para el momento en que estuvieron en la Sala Común de Gryffindor cerca del toque de queda, James bajó las escaleras saltando con una sonrisa y algo en la mano. Le echó un brazo alrededor de los hombros.
—¿Qué es eso...?
—Ya vas a ver, es una reliquia familiar...
—He visto montones de "reliquias familiares" Black y son aburridas y algunas ni siquiera son legales...
—La familia Potter obviamente no tiene las mismas reliquias que la familia Black, sólo espera...
Con el brazo de James alrededor de los hombros mientras lo llevaba hacia las escaleras para ir a un sitio en que nadie se les fuese a acercar y mostrarle la capa, esa vocecita en su cabeza que exigía y exigía...se calló.
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