
Capitulo IV
Verano de 1949.
En la casa se respiraba una gran tension.
La señora Isabel había mandado a llamar a los abogados por que necesitaba actualizar su testamento.
Todos sus hijos se encontraban en el corral de la casa esto gracias a la gran calor qué se sentía.
Namjoon el hijo mayor se sentía decepcionado por que su madre ponía en su testamento a Yoongi como otro beneficiario de su fortuna.
Los demás hijos solo veían de un lado a otro la pelea que se estaba formando.
—Doña Isabel escucheme, agradesco pero no quiero su dinero, por favor no me tomé en cuenta— pidió con desesperación Yoongi, se sentía un aprovechado con toda esta situación.
—Madre no haga caso de lo que dice Yoongi, yo estoy de acuerdo con lo que esta decidiendo — agrego Jimin, Yoongi quien se encontraba dando la espalda a Jimin, volteo hacia el y con una mirada de enojo suspiro.
—¿Te estas escuchando acaso Jimeno? Como puedes decir eso, Min no es un Park no merece nada de lo que mi padre dejo y lo que mi madre trabajó.
—¡Exacto! —exclamo Yoongi.
—Ya esta decidido, no voy a cambiar de parecer solo por que me lo estas pidiendo Namjoon, tu más que nadie sabe por que estoy tomando esta decisión, Yoongi es como otro hijo más para mi, quien crees que ha llevado las riendas de esta casa y de los negocios los últimos 9 años. No vengas a querer meter tu cucharota en este momento —dijo con severidad Isabel, todos los presentes guardaron silencio.
Por que era cierto, Namjoon muy pocas veces visitaba a su madre por el pretexto de que su vida era muy ocupada pues vivia en la capital y ocupaba un puesto en el gobierno.
Cuando se leyo por completo el testamento todos estuvieron de acuerdo con lo que su madre había establecido, claramente a excepción de Namjoon.
Después de cenar, Isabel la hija mayor de la señora Isabel le pidió a su madre qué se fuera a pasar unos días a su casa y ella acepto, sabiendo que podría dejar a Jimin y Yoongi solos para que pudieran disfrutar sin temor a nada.
Cuando todos se marcharon, Yoongi se dirigió a su habitación rabioso, Jimin lo noto y tenia miedo de ir, pero su miedo fue desvaneciendo al recordar que tenia que darle las pastillas del corazón a Yoongi.
Se dirigió a la habitación del mayor y estando ahí, Yoongi pidió que cerrase la puerta.
—Yooni toma tus pastillas y descansa, mañana podremos hablar calmados sobre el asunto— yoongi tomo sus pastillas para después ponerse su pijama.
—Te prohibo qué vuelvas a meter tus narices en mis asuntos —Jimin flaqueo en su lugar, empezó a sentirse humillado por lo que Yoongi había dicho.
—¿Perdón?
—Lo que escuchaste, no quiero que por ningun motivo te metas en mis asuntos. Te prohibo, ¿Me escuchaste?
—No, tu no eres nadie para prohibirme algo —Yoongi quien se encontraba sentado en el baúl de la cama se paró y se dirigió hacia un Jimin con semblante de valentía.
—Claro que soy alguien, aunque no tengamos un papel que diga que eres mi esposo, te considero mi esposo. Me perteneces y yo te pertenezco— Jimin lo miro con ternura era difícil enojarse con el después de lo que ese hombre había dicho. —¿No comprendes qué a estas alturas claramente eres mi esposo? Me importa una mierda si no eres mujer y no me permiten casarme contigo eres mi esposo y si eres mi esposo tienes que hacer lo que te estoy diciendo, ¿comprendes?
Jimin lo tomo de las mejillas y beso los delgados labios de Yoongi.
—¡Oh mi Yooni! Es lo más hermoso que me has dicho cariño, claro que eres mi esposo y como mi esposo debes aceptar lo que mamá te esta dejando, te lo mereces Yooni —Está vez Yoongi beso los labios de Jimin los mordió con delicadeza y después comento.
—No cariño, no me siento cómodo con todo eso, suficiente tengo con todo lo que me ha dado hasta ahora, me dio empleo, me dejo vivir en su casa, me dio un coche, hay muchas cosas que hizo por mi, ya es suficiente.
—Claro que no, si tu no aceptas lo que mamá te esta dejando te juro que te dejo y me busco una mujer para casarme —Yoongi carcajeo por lo qué dijo, tomo a jimin entre sus brazos y lo hecho a la cama, empezó a besar su cuerpo y poco a poco se deshizo de la ropa de ambos.
—Me importa una mierda si te casas. Cada noche entrare en la cama qué compartas con tu esposa, te quitare la ropa, me comeré ese culo qué tanto me encanta y te meteré mi verga hasta embarazarte, ¿me entendiste maldita zorra?
—Si Yoongi, yo me dejaría embarazarme toda la maldita vida si pudiera, quiero que me folles como solo tu sabes hacerlo, quiero que me folles y todos me vean gemir tu nombre cuando metes tu verga en mi culo.
Para Yoongi era música todas esas palabras del rubio, amaba todas las suciedades qué los dos se decían. Le encantaba lo extrovertido qué era Jimin en el sexo, le prendía todo de aquel hombre.
—Antes de follarte quiero que me la chupes, si no lo haces como a mi me gusta resiviras un castigo por tu error zorrita.
—Te dejare seca esa verga que tanto me prende.
Jimin chupaba con desesperacion el pene de Yoongi, el sabor agrio del presemen le exitaba y le ayudaba a continuar succionando de la verga de Min.
Yoongi sentia que estaba a nada de correrse asi que con rapidez aparto a Jimin, lo dejo bocabajo en la cama, golpeo con la palma de su mano esas nalgas lechosas, las abrio con una de sus dos manos, ese hoyo rosadito se contraia con cada nalgada que daba, metio su lengua lo mas que pudo. Escupia con desesperacion y se fundio en el.
Lo follo hasta que sus ganas se acabaron.
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