1° Mi secreto
Por Qui.
Como empezar con esta historia que me atormenta, tal vez por el principio o con la actualidad...
Hace un tiempo que me enamore de mi jefe, Cheng... le admiro desde la distancia, nunca me he atrevido a decirle nada por miedo.
Miedo de que me rechace, que se ría de mi o aún peor me odie por tener este sentimiento por él.
Desde el primer momento en que le vi me pareció un hombre imponente y atractivo, llamó mucho mi atención.
Sin darme cuenta me fui enamorando poco a poco de él, siempre me mantenía en la distancia, mirándole de reojo, cuidando de no ser descubierto, ni por él ni por nadie.
Pero hubo un día que fui más allá; aún recuerdo como fue...
Flashbak.
Esto paso hace un año, fue algo que yo no planee, yo no había coincidido nunca de guardia con Cheng ya que de una forma u otra me las arreglaba para no coincidir con él y hacer algo que no debía.
Ese día mi hermanastro y amigo de la infancia Tatzuki*, con el que casualmente me reencontre en la organización meses después de conseguir entrar, se puso enfermo y me llamó.
> Tatzuki - tosiendo - hola hermano e pillado una muy gorda - tosienedo más - me vas a tener que cubrir.
¬ Qui - soltando un suspiro - ¿hoy te tocaba guardia verdad?
> Tatzuki - tosiendo - si y encima con el jefe...
Al principio me iba a negar, pero realmente se le oía muy mal y no dejaba de toser, me dio pena su estado.
> Tatzuki - carraspeando - a demás me debes una muy gorda - me recordó - venga... hermano.
¬ Qui - refunfuñando - está bien, pero con esto quedamos a la par.
Colge el teléfono algo enfadado, me duche y me arregle, fui sin ganas donde se supone que me debía reunir con el jefe.
Como sospeche a Cheng no le gusto el cambio de persona, no dijo nada pero su mirada y su rostro me lo decía claramente.
Cuando intentaba mantener una conversación con él solo me contestaba con gruñidos y monosílabos, su tono de voz me evidenció que estaba en desacuerdo con la situación.
Entonces ocurrió algo que estabamos esperando, los tipos que vigilabamos salieron de su escondrijo y nosotros los perseguimos.
Se metieron por un callejón que yo sabía que no tenía salida, yo me gire hacia él para sonreír de lado, porque creí que ya les teníamos acorralados, pero él se puso más tenso que antes.
De repente empezaron a salir más tipos de las ventanas de las casas de alrededor y bajaron por las escaleras de incendios.
Íbamos a tener una buena palea, al principio parecía que nosotros dos podríamos con ellos, pero de repente uno de ellos cogió una barra de hierro del suelo me asestó un fuerte golpe en el abdomen, que hizo que me doblarse en el sitio y me costase mucho respirar.
Desde mi posición vi como Cheng le asestó una potente patada que le mando contra la parez y él solo acabo con los que quedaban en pie mientras yo me limitaba a intentar coger aire.
Fue grandioso verle pelear así, ahora entiendo lo que la gente dice de él, es un extraordinario luchador.
Cuando la pelea acabó, me ayudo a ponerme derecho y me ayudo a llegar a su coche.
Cheng - serio - has sido un estúpido... - sin mirarme - tienes que estar más atento, idiota...
Qui - arrepentido - si señor.
Cheng - subiendo el tono - no voy a estar siempre para ayudarte.
Qui - bajando la cabeza - si señor.
Cheng - más serio - tsk, idiota...
Empezó a conducir más rápido gruñendo incoherencias que yo no entendía, eso me hacían permanecer en silencio sin mirarle.
Giro en una calle por una zona que yo no conocía y paro delante de una gran casa, en la que nunca había estado.
Cheng - saliendo del coche - sígueme.
Lo dijo tan rápido, que no me dio tiempo a reaccionar, cuando quise darme cuenta me estaba esperado en la gran puerta de entrada con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
Fui algo indeciso donde él con miedo de lo que pudiese pasar a continuación, entramos en completo silencio, yo no me atrevía ni a mirar el sitio en el que me encontraba.
Cheng - serio - siéntate ahí.
Señalando el carisimo sofa que había en la sala, me dio apuro sentarme por si lo manchaba o algo así, pero me daba más miedo negarme.
Cheng - soltando un suspiro - veamos que te han echo - de brazos cruzados - quítate la camiseta.
Le mire sorprendido al principio pero entendí su petición, me la quite y desvíe la mirada avergonzado.
Él se acerco, para ver el daño que me habían echo, soltó un gran suspiro, se levanto muy serio.
Cheng - mirándome - no te muevas voy por el botiquín.
Obseve de reojo como se iba a buscar el objeto en cuestión, volvió al de un rato y se volvió a sentar a mi lado.
Yo cerré los ojos y desvíe la mirada algo sonrojado, porque iba a ser tocado por el hombre que me vuelve loco.
Cheng - soltando una risita - no voy a hacerte daño, solo es un ungüento para el moratón.
Yo no dije nada solo apreté más los ojos, rezando para que no se diese cuenta del sonrojo que cargaba.
Sentí algo frío sobre el costado, seguido de sus manos que lo esparcian con cuidado en mi abdomen, note como sus manos se paseaban por la zona con cuidado en alguna parte y fuerte en otra...
Su tacto me estaba agrandando tanto... que casi suelto un gemido, menos mal que pude controlarme, el masaje terminó aún que a mi me hubiese gustado que durase más ¿en que demonios pienso?
Cheng - limpiandose las manos con un paño - te pondré unas vendas en la zona - serio - levanta los brazos.
Lo hice sin mirarle, con suma delicadeza me coloco las vendas en mi abdomen, tuve que morderme el labio inferior para conseguir controlarme esta vez, hasta que por fin acabó su tarea.
Cheng - suspirando - tomate esto te ayudará a que se cure.
Tuve que mirarle por fin, menos mal que había podido controlar mi sonrojo, cogí la pastilla que me daba y la tomé con el agua que me dio.
Cheng - levantándose - es tarde quedate a dormir aquí.
Me iba a negar pero la mirada que me echo me hizo desechar esa opción, me puse la camiseta y me eche en el sofá.
Él se fue a ducharse y casi sin darme cuenta me quedé dormido en el sitio.
De repente me desperté algo desorientado, tenía una manta que me cubría por completo, me incorpore como pude y vi la hora que era ¡ya era de madrugada!
Me gire para ver donde estaba y le vi, estaba profundamente dormido en el sillón al lado del sofá.
¿Se había quedado toda la noche ahí para vigilarme?
Mi corazón iba a cien por hora, me levante intentando no hacer mucho ruido y me acerque a él con cuidado.
Esta era mi oportunidad para observarle de cerca sus pobladas cejas, sus largas pestañas y sus labios... esos que tanto deseaba probar...
Me cerciore de que aún estaba dormido, me acerque lentamente a su boca, le deposite un suave beso en estos y me marche corriendo de ahí sin mirar atrás.
Cuando estuve fuera del edificio me apoye en una pared y me toque los labios algo sonrojado rememorando esa dulce sensación.
De vuelta al presente.
Desde ese día he intentado no acercarme mucho a él, ni estar a solas en el mismo sitio que él.
Por dos motivos para no delatarme por quedarme mirando esos deliciosos labios y para empezar a olvidarme de él, porque seguro que él odio lo que hice.
Él nunca menciono lo que pasó esa noche, así que sigo pensando que realmente no se entero de nada.
Sigo rememorando esa sensación de sus labios, eran más suaves de lo que me había imaginado, a veces de lejos me quedo mirandolos con deseo como un tonto.
Como ahora que tras recordar este suceso no he podido evitar mirar con deseo esos labios...
De repente noto un fuerte golpe en mi espalda, al girarme veo a mi hermano detrás mío.
Tatzuki - sonriendome - vamos hermano que la reunión a terminado - dándome un codazo - vamos a tomar unos tragos.
Yo suelto un suspiro que no sabía que tenía retenido, le sigo para tomar esos tragos y desconectar de este sentimiento que ese hombre me provoca.
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*Es el tercer matón que siempre va con este par.
Los que habéis leído mis otras historias sobre 19 days ya sabéis quién es, los que no os invito a leerlas, una se titula: 19 days, tipos de amor y la otra 19 days ¿que me está pasando?
En esta historia usaré los mismos nombres para los padres de los chicos.
En las llamadas telefónicas:
> el que llama.
¬ con quien habla.
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