Fin de semana, días a la semana donde los estudiantes regresaba a sus hogares, y podían pasar tiempo con su familia, aunque para la hija y madre Yaoyorozu las cosas siempre eran diferentes

¡Y no vayas a ocasionar problemas! -gritó desde la ventana a Momo la cual viéndola con una pequeña sonrisa solo asintió-

Momo: ¡Tranquila Mamá, la Mamá de Kyouka nos cuidará, nos vemos mañana! -gritó también hacia la ventana para su madre la cual asintiendo solo entró-

Con una sudadera fresca, una mochila algo grande llena de frituras y películas de terror, y sus zapatos destapados Momo trató de acomodar su vestimenta al clima cálido pero con corrientes de aire de aquella noche

Vivía en un barrio tranquilo, por ello su madre no tuvo problema en dejarla ir sola, además, Kyouka vivía a unas cuantas calles

Momo llevaba un paso acelerado, iba algo tarde y Mina no dejaba de llamarle, como siempre tenía hambre y no quería esperar más por las frituras

Se reía de sus propias ideas, hasta que se iba acercando a la casa de Kyouka, la veía a lo lejos, veía la luz de la habitación de la chica encendida con pequeños destellos de luces saliendo de ella, estaban jugando y Momo no quería perdérselo más tiempo así que emocionada comenzó a correr

Momo pasaba rápidamente por las casas, hasta que se topó con una que tenía la puerta abierta, y como cualquier joven, curiosa y chismosa, vio un poco hacia adentro, no le prestaría mucha atención, no era algo que ocuparía detener su camino, pero al momento de ver, se sorprendió un poco al verlo ahí parado, pero más se preocupó por la situación en la que estaba el chico

¡¿Dónde está tu padre?! -fue el grito que se escuchó-

Momo se asomó ligeramente, viendo como aquel hombre le gritaba al chico mientras otro trataba de detenerlo, quería golpearlo

Ya déjalo, solo es un niño, él no tiene nada que ver en esto...

¡No me digas que lo deje!, ¡Tú padre me debe mucho dinero, y ahora me entero que ya no existe!, ¡¿Dime que hicieron con mi dinero?!, ¡Dime! -gritaba molesto, entre lágrimas- ¡Yo sé que tú sabes dónde está tu padre, dímelo ya!

Izuku: Y-Yo no lo sé señor, enserio lo siento p-pero no eh sabido nada de él desde hace 2 años, enserio lo siento -decía apenado, preocupado y asustado-

Con la mirada gacha, no tenía el coraje para ver aquel hombre a los ojos

¡¿cómo que no lo sabes?!, ¡Yo tengo un hijo al cual quiero enviar a la universidad, él está muy entusiasmado por seguir con sus estudios y dime con qué cara podré decirle que no podré pagar sus estudios!, ¡¿Dime qué clase de padre espera a que su hijo fracase?!

Y su acompañante trató de volver a detenerlo, lo logró, pero en el apogeo llegó a empujar a Izuku el cual cayó sentando en el suelo

Momo viendo esto rápidamente trató de entrar, pero solo sintió como una mano la detuvo, Viendo hacia atrás solo vio a Kyouka la cual negaba con su cabeza acompañada de Mina la cual también miraba la situación

Momo: Tengo que ayudarlo -susurró-

Kyouka: Estos cuartos son de mi madre y ella ya llamó a la policía, ellos sabrán qué hacer, ¿solo esperemos si? -preguntó preocupada mientras Momo apretando los dientes asentía-

Veía a Izuku, su rostro asustado, sus ojos temblando al igual que sus labios, trataba de mantenerse tranquilo ante la situación

Izuku: S-Señor, Yo, Yo le prometo que le pagaré hasta el último centavo, enserio se lo prometo solo deme tiempo -decía este levantándose rápidamente del suelo mientras sacudía lo sucio de su pantalón-

Tartamudeando, con su voz un poco cortada y asustado, no podía hacer nada para tratar de calmar al señor

¡¿y tú que vas a poder hacer?, si solo eres un niño!, con lo que ganas y a penas te alcanza para vivir en esta miseria, ¡Tu padre se fugó con todo mi dinero me dejó abandonado a mi, a sus trabajadores e incluso a su familia!, ¡¿ahora dime cómo le responderé yo a mi muchacho!? -preguntaba volviendo a recordar a su hijo-

Izuku lo veía, no podía hacer nada para calmarlo, el señor era un mar de lágrimas y su acompañante también lloraba de la misma manera

Izuku: Yo, Yo no sé cómo solucionar esto, pero le prometer, le prometo que nunca volveré a ser feliz -dijo, con un rostro serio mientras ambos volteaban a verlo- recordaré su rostro, recordaré su dolor, y me aseguraré de recordarlo por el resto de mi vida...

Y todos se quedaron en silencio viendo como Izuku se ponía de rodillas en el suelo y hacía una reverencia

Izuku: nunca seré feliz ni por un momento, me aseguraré de ello, lo lamento mucho, mucho, muchisimo -seguía repitiendo en aquella reverencia-y le prometo que me aseguraré de que su dolor me atormente por el resto de mi vida, yo enserio, lo siento, pero, no se donde está mi padre, e-el solo se fue -fue lo único que pudo decir-

Con un pequeño sollozo, sus únicos pantalones y camisa limpia manchados por el polvo del patio en el que hizo la reverencia

¡Jodete, Espero que te jodas tú y tu padre! -gritó molesto pero su acompañante sin poder aguantar más, solo se lo llevó-

Vámonos, el niño no sabe nada, no tiene caso seguir aquí...

Fue lo único que dijo para comenzar a salir junto al hombre que nunca pudo dejar de llorar, ignoraron a las chicas por completo comenzado a seguir su camino

Izuku levantó la vista para ver cómo los hombres se perdían en la oscuridad de los callejones, con su mirada en blanco, y recomponiéndose de su reverencia

Su pierna tembló ligeramente mientras se levantaba, y dando un gran respiro, recompuso su postura, y rascando ligeramente el puente de su nariz dio un pequeño suspiro dejando salir todo el aire que tomó

Por alguna razón, la noche que era tan calurosa comenzó a sentirla fría, sus ojos comenzaron a temblar, sus labios comenzaron a temblar, pero antes de cualquier cosa, una voz lo sacó de sus pensamientos

Mika: ¡Joven Midoriya, ¿Se encuentra bien?! -preguntó esta preocupada-

Mika Jirou madre de Kyouka Jirou encargada de una pequeña sección de apartamentos divididos en todo el vecindario, había visto desde su ventana como unos hombres comenzaban a gritarle a uno de sus inquilinos

Mika: trate de llamar a la policía, pero no me respondieron, así que corrí hacia acá lo más rápido que pude pero vi que esos hombres se fueron, ¿Le hicieron daño? -preguntó mientras Izuku con una pequeña sonrisa solo negaba-

Izuku: N-No se preocupe señora, solo eran antiguos empleados de mi padre, pensaron que estaba conmigo pero como no lo encontraron se descontrolaron un poco, pero ya se fueron -dijo con una pequeña sonrisa mientras Mika solo asentía-

Mika: está bien, cualquier cosa sabes que tienes mi número porfavor para este tipo de situaciones llámame lo más pronto posible, ¿si? -preguntó e Izuku asintió-

Izuku: si, gracias señora -dijo con una pequeña sonrisa y Mika solo nego-

Mika: eres mi inquilino favorito, debo cuidarte bien -dijo esta con una pequeña sonrisa para que Izuku comenzara a reír-

Y ambos al escuchar unas pisadas solo voltearon a ver, un poco preocupados pero luego se relajaron al ver cómo eran las 3 chicas

Izuku: Yaomomo...-susurró viendo a Momo la cual con una pequeña sonrisa lo saludaba-

Momo: Midoriya, ¿estás bien? -preguntó preocupada, una pequeña sonrisa tranquila y caminando hacia el-

Izuku: si, ya sabes, problemas normales -dijo volteando hacia otro lado y Momo solo rio-

Momo: si estos son tus problemas normales no quiero imaginar los complicados -dijo para comenzar a reír al igual que Izuku-

Y todas vieron ligeramente sorprendidas, como aquella cara que Izuku tenía, ese rostro de shock, el rostro de miedo y tristeza pasaba a un rostro tranquilo, feliz y más ameno

Izuku no era de muchos amigos, Momo era extremadamente introvertida, y por alguna razón, congeniaban de tal manera que logró mejorar el ánimo del chico

[...]

Un rato había pasado, sentados en una banca a las afueras de una tienda cerrada por la hora, Momo abría su mochila y comenzó a sacar papitas, Kyouka tomó unas, Mina tomó dos e Izuku al igual que Momo también tomaron unas

Izuku con una pequeña sonriss solo veía a Momo la cual reía por los chistes de sus amigas mientras comía de sus frituras

A pesar de que era imposible olvidar el tema, o el problema de hace rato, la verdad, hablaban de cualquier cosa, las ocurrencias de mina eran graciosa, las historias de Kyouka eran ocurrentes, los berrinches de Momo eran hilarantes

"Mirio: ¡Entonces Midoriya, ¿verdad o reto?! -preguntaba este emocionado mientras entre risas Izuku solo asentía-

Izuku: verdad -dijo ganándose un chasqueo de lengua de Tamaki-

Tamaki: deberían comenzar a escoger retos, pero a ver, ¿es cierto que Nejire y tú son novios? -preguntó este confundido-

A Mirio también le intrigaba la pregunta, y Nejire volteó a ver hacia otro lado con un gran sonrojo mientras Izuku comenzó a reír solo asentía con una sonrisa nerviosa y también un sonrojo

Mirio y Tamaki solo reían viendo lo que una simple preguntaba había logrado avergonzar a su compañera de juego"

Comían de lo más tranquilos, Kyouka tenía una pequeña bocina en la cual reproducían música mientras Mina cantaba a todo pulmón, ambas chicas reían e Izuku solo daba pequeñas risas, no se sentía tranquilo para reír como siempre

Mina: saben, esto es aburrido, ¿Qué hacemos?, Tenemos toda una noche para disfrutar, ¿a ti que se te ocurre Momo? -preguntó, a la chica la cual un poco confundida volteó a ver a Izuku-

Momo: ¿Tú trabajas mañana Midoriya? -preguntó para que Izuku negara- ¡entonces tengo una gran idea!

Mina: ¿estás pensando lo mismo que yo ? -preguntó con una mirada pícara para que Momo asintiera-

Mina/Momo: ¡Vamos al club/jugar bádminton! -dijo cada una dejando en silencio a la otra-

Kyouka comenzó a reír, Izuku el cual solo comenzó a negar con la cabeza mientras comenzaba a reír de igual manera, una risa tranquila, cómoda de escuchar, Momo al verlo reír tan sincero no pudo evitar sonrojarse y de la misma manera comenzó a reír

La noche seguía pasando, todas con ropas deportivas e Izuku con su camisa arremangada y en calcetines para no arruinar sus zapatos se colocaba al lado de Kyouka la cual iba a ser su equipo

En una pequeña cancha local, Momo agradeció que había dejado equipo de entreno en la casa de Jirou así que pasaron por el, Izuku no estaba muy convencido de ir a jugar con un puñado de niñas como él les llamaba, pero la verdad, era mejor plan que quedarse solo, porque al final de cuentas ni siquiera podría dormir esa noche

Pero, no podía mentir, se estaba divirtiendo, Momo era la experta de ahí, pero Kyouka no se quedaba tan atrás y lograba regresar uno que otro remate, Izuku solo traba de golpearle y aunque lo hacía de pésima manera lo lograba rematar, muchas se quedaban afuera, pero uno que otra era punto

Izuku: ¡Y ahí va otro!, ¿Qué pasó prometedora atleta, no puedes pararme? -decía este con burla-

Ohhh -remataron Kyouka y Mina molestando a Momo-

Kyouka regresó un remató y Momo no esperó para nada y golpeándolo con fuerza hizo que el gallo cayera rápidamente al suelo dándole un punto a la chica y a Mina

Momo: Te recuerdo que el que me entrevista eres tú y la que juega soy yo -dijo mientras movía su lacio cabello volteando a cabeza con una sonrisa triunfal-

Y todos comenzaron a reír, Izuku derrotado solo cayó al suelo cansado por todo lo que había corrido y golpeado, Momo sonriendo solo se acercó a él y dejándose caer se sentó a su lado

Kyouka: Momo, ¿Dónde dejaste la mochila?, iremos por agua -dijo comenzando a caminar junto a Mina-

Momo: ¡En los casilleros, nos traen un poco a nosotros porfavor! -dijo mientras ambas chicas asentían comenzando a caminar-

Izuku: Tu y tus amigas sí que son unidas no, incluso te llaman por tu nombre -dijo recostando su cabeza entre sus brazos cruzados mientras Momo de igual manera volteando a verlo asentía-

Momo: las conozco desde primaria, así que si, llevo mucho tiempo conociéndolas -dijo con una ligera sonrisa contagiándole esa misma a Izuku-

Ambos cesaron sus risas y se quedaron en silencio por un momento, la noche volvió a ser calurosa, el cielo era estrellado, y con pequeños brinquitos se acercó más al chico

Izuku volteó a verla, estaba muy cerca, y este con una pequeña sonrisa recibió esa cercanía mientras Momo volteaba a ver hacia enfrente

Momo: ¿Cómo te sientes?

Izuku: me eh sentido mejor, la verdad, me da mucha vergüenza que hayas visto todo lo que pasó allá -dijo riendo ligeramente pero Momo solo negó-

Momo; Traté de apoyarte, pero Kyouka me detuvo antes de hacer el problema más grande, pero si esos tipos te hubieran echo algo, ¡Créeme que los hubiera golpeado con todas mis fuerzas! -dijo esta extendiendo el puño al aire mientras Izuku comenzaba a reír-

Izuku: ¿Tú serías mi guardaespaldas entonces? -preguntó y Momo con seguridad asintió- gracias...

Momo: ¿Porque?

Izuku: Por existir -fue lo único que dijo-

Momo no pudo evitar su sonrojo, pero con una tierna sonrisa volteó a ver al chico, e hizo que Izuku la viera

Momo: Midoriya, ¿Qué tan bueno eres manteniendo secretos? -preguntó e Izuku un poco confundido asintió-

Izuku: Soy bueno no hablando -dijo entre pequeñas risas para que Momo asintiera-

Momo: es que, prometiste que nunca volverías a ser feliz, pero, pero eso no está bien -dijo, la sonrisa de Izuku se desvaneció ligeramente- y aunque las promesas no pueden romperse te tengo un trato, cuando estemos solos, tú y yo, cuando nadie nos vea, puedes ser feliz conmigo, yo no le diré a nadie, porque te soy honesta, verte feliz, me pone a mi también feliz -dijo con una gran sonrisa, Izuku dio un pequeño respiro, sus ojos temblaron, pero sin perder la compostura solo asintió pero Momo le dio un zape-

Izuku: ¡au!, ¿Qué pasó ahora? -preguntó este riéndose-

Momo: ¡Te dije que es malo aguantarte las lágrimas!

Izuku: Lo siento -dijo con una pequeña sonrisa pero Momo solo negó-

Momo: entonces, ¿Qué dices?, ¿Prometemos mantener el secreto? -dijo, e Izuku solo asintió-

Se quedó en silencio por un momento, no recordaba ningún momento de su vida feliz o tranquilo desde que pasó todo el problema de su familia, pero por alguna razón, Momo lo hacía sentirse seguro, lo hacía sentirse feliz y tranquilo

Izuku: Mantengamos el secreto...

Dijo, y ambos juntaron sus meñiques haciendo la promesa, Momo dio una gran sonrisa, y aunque se quedó en silencio, nunca la quitó, aún sintiendo como el chico se recostaba en su hombro

Izuku: Gracias...

Momo solo apretó el agarre de su meñique, ya que a pesar de que fue para hacer una promesa, estos nunca se soltaron

-siete-