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I'm not afraid!


Fue maravilloso volver a tenerlos cerca, escucharles hablar y presenciar las sonrisas de todos. Estuvimos mucho tiempo sentados en círculo y hablando sobre lo que había ocurrido en este corto tiempo que no los vi, me contaron cómo fueron a la cocina e intentaron hacer de comer. Gracias a YiXing que tenía conocimientos en el tema, pudieron salvarse el cuello de una posible tortura. No supieron contarme qué ocurrió con KyungSoo y ChanYeol ya que no los vieron ni una vez en el tiempo que estuvieron arriba así que una vez más me tuve que conformar con quedarme en la duda.

JiSung insistió mucho en saber por qué ya no estaba con ellos, así que, aunque quizás sería él el único que me entendería a la perfección, le di la respuesta que buscaba. Le conté todo, incluso los favores que podía recibir y que por ello me encontraba ahí. JiSung no dejó de verme con preocupación, así como no soltó mi mano ni un sólo momento, aferrándose a ella como si así pudiera impedir que me fuera nuevamente.

Era dulce, el corazón se me estrujaba cada vez que sentía su mano apretar la mía o ver esos lindos ojos aguarse y abrazarme con fuerza. Incluso cuando los demás me dejaron algo de espacio y ahora hablaba con Jimin a través del agujero, lo tenía a mi lado.

— Al parecer se quedó dormido —dijo Jimin viendo a JiSung desde el otro lado, éste estaba aferrado a mi cuerpo en un abrazo y su cabeza descansaba en mi pecho. Miré hacia abajo y efectivamente lo estaba.

— Le dije que se acostara en la cama pero insistió en quedarse.

— Teme despertar y no verte de nuevo con él —apreté mis labios y cerré mis ojos dándole un beso en su cabeza—. Le has cogido demasiado cariño al chico, ¿verdad?

— Lo quiero tanto como un hermano pequeño —sonreí acariciando su brazo—. Si le llegara a pasar algo...

— Hey, no le va a... pasar nada —resoplé y guardé silencio. Aquellas palabras sólo fueron dichas para calmarme, pero lo cierto es que no había nada de seguridad en ellas. JiSung podría estar ahora aquí conmigo y mañana vendido como esclavo—. ¿Cómo estás tú, JungKook?

— JiYong me empieza a dar escalofríos. Hoy me ha hecho escuchar una serie de reglas.

— ¿Reglas? ¿Qué clase de reglas?

— Algo como que... puedo pedir lo que quiera pero luego debo pagar y... cosas así de extrañas —Jimin guardó silencio, parecía meditar mis palabras—. Estoy aquí porque le dije que quería ver a mis amigos.

— JungKook —hice un pequeño sonido para hacerle saber que lo escuchaba—. Quizás no deberías de pedirle nada.

— Si no lo hago no puedo veros.

— Pero...

— Está bien, hyung, no pasará nada. No será peor de lo que ya vivimos.

— Supongo —le sonreí apoyando mi barbilla en la cabeza de JiSung y él me devolvió la sonrisa al verme—. Tengo ganas de tenerte aquí de nuevo. De abrazarte y besarte —la comisura de mis labios se elevaron aún más.

— Yo también.

— Anda ve a dormir —dijo apartando su rostro del campo de visión que tenía por ese agujero.

— ¿Me echas? 

— Sí, lo hago porque me da rabia verte ahí y no aquí. Tener este maldito agujero y no poder ni siquiera meter el brazo para abrazarte —suspiró y volvió a mirar por el agujero—. Ve, no seas cruel conmigo, y tampoco con Jisung, mira el pobre como está dormido, debe de tener frío.

— Está bien —negué todavía sonriendo e introduje la mitad de mi mano por el agujero esperando sentir el tacto de sus dedos. Satisfecho con ese gesto de despedida, me levanté con JiSung en brazos y antes de ir a la cama le di las buenas noches, recibiendo las suyas también. Me acosté en una de las camas y dormí todas las horas con JiSung en mis brazos.



[...]

Sentí un desagradable vacío en mi cuerpo, como si me hubiesen arrebatado algo cálido que estaba aferrado a mi cuerpo. Necesitaba volver a sentir ese calor. Moví mis manos por el colchón con la esperanza de encontrarlo pero tras mucha insistencia terminé por abrir mis ojos y buscarlo con la mirada. A lo lejos, pegado en la pared de enfrente lo encontré, estaba sentado con sus piernas cruzadas y riendo mientras yo sólo veía su delgada espalda.

Aunque yo ya no tuviera a Jimin como antes, agradecí que al menos él sí lo tuviera, que continuara sacándole risas que ahora a mí se me hacían imposibles de hacer, que le diera esa fuerza y confianza que siempre hubo necesitado.

Me senté al filo viendo en silencio la imagen tan dulce pero a la vez tan oscura que tenía ante mis ojos, no sabía si sonreír o echarme a llorar y las ganas de necesitar hacer algo volvieron a invadir mi mente, mi cuerpo se golpeó así mismo y contuvo ese impulso de gritar y volverse loco como en mis primeros días. A veces, cuando este sentimiento volvía, era incontrolable sentir una fuerte rabia de romper todos estos muros que nos apresaban, pero cuando cerraba los ojos y tranquilizaba a la fiera en mi interior, recordaba que no podía hacer nada.

— Odio sentirme impotente —susurré para mí mismo, pero YiXing, a quien no había notado sentado detrás mío, posó su mano en hombro y llamó mi atención, haciéndome girar la cabeza para mostrarme una de esas sonrisas tranquilizadoras que ya echaba de menos. Extendió sus brazos y acepté ese abrazo que tanto necesitaba.

— Las cosas... cambiar. No preocupes —dijo y sonreí al ver su gran mejora en el idioma.

— Eso espero, hyung.

— ¡Hyung! —giré de vuelta mi cuerpo cuando ese hyung fue dirigido a mí. JiSung caminó rápido hacia nosotros y me abrazó por el cuello, depositando un beso en mi mejilla— Jimin hyung ha dicho que si no vas ahora mismo a hablar con él, no volverá a darte eso que tanto te gusta —mis ojos se abrieron en demasía y mis mejillas obtuvieron un rubor bastante notable—. ¿Qué es eso que tanto te gusta? —preguntó JiSung abultando sus labios y pensando qué podría ser.

— ¡Nada JiSung, deja de pensar, sólo está bromeando! —el chico ladeó su cabeza y se encogió de hombros— Como siempre... bromeando. Bueno, iré a ver qué quiere —algo nervioso y sin saber qué decir ante un niño de diez años, me levanté dejando a los dos en la cama y yendo hasta el agujero.

Para cuando quise doblar mis piernas para sentarme, un fuerte ruido estalló en el pasillo. Terminé cayendo hacia atrás por el susto y me levanté rápido con la voz de Jimin de fondo preguntando o preguntándonos qué ocurría. Realmente no estaba muy pendiente de lo que él estaba diciendo, mis piernas ya habían abandonado esa zona y corrido hasta JiSung y YiXing.

— ¡Estate quieto, maldita sea! —gritó Kris antes de escucharse otro golpe— ¡Te moleré a palos si no te detienes! —y otro golpe más.

— ¡Las llaves!

— ¡Las tienes tú, inútil!

La cerradura se abrió y entraron HeeChul y Kris con una persona amordaza y la cabeza oculta. Ambos parecían sufrir en controlar a ese individuo que no dejaba de patalear y moverse como una serpiente luchando por ser liberada. HeeChul sacó la tela de su cabeza y golpeó a éste en la misma, pero el chico no pareció inmutarse en absoluto, es más, continuó con su lucha contra esos dos guardias. Kris lo empujó hasta el fondo de la habitación y le apropió varios golpes que hizo encoger al chico en el lugar. Cuando pareció que la bestia se amansó, Kris le dio la espalda para volver con su compañero, entonces el joven volvió a arremeter contra él y golpeó la espalda del alto con su propia cabeza. Kris gimió de dolor y gruñó antes de sacar un arma bajo sus ropas y apuntar a la cabeza del contrario con ella.

— Kris, baja el arma —le dijo HeeChul.

— Cabronazo... Vuelve a tocarme y te vuelo los sesos.

I'm not afraid!* —gritó como si se desgarrara la garganta con cada palabra formulada. Los chicos y yo nos amontonamos en una esquina y observamos todo con el miedo en el cuerpo.

— Vámonos —insistió HeeChul para que su compañero se tranquilizara y así pudieran marcharse.

Al final Kris decidió bajar el arma ante la furiosa mirada del chico, sus ojos eran chispas conteniendo una enorme explosión dentro de su cuerpo, incluso temí que ese arma apuntando a su persona no lo hubiese detenido y habría seguido adelante.

Los guardias salieron dando un portazo y dejando al chico atado con nosotros. Todos lo miramos temerosos de acercarnos o no, incluso él nos dio una rápida mirada de reojo, pero continuó ahí, en el mismo lugar que había sido amenazado con una pistola y no más que parpadeando.

— Esto... —me atreví a pronunciar y el chico giró su cabeza en nuestra dirección. Cuando gritó aquello pude entenderlo perfectamente, de seguro hablaba en inglés por lo que sería un poco más fácil que con el resto— A-are you ok? I'm JungKook...

— ¡Me importa una mierda quien seas! —dijo y me dejó completamente perplejo— Pienso salir de aquí —comenzó a murmurar cosas mientras se agachaba e intentaba pasar sus brazos bajo sus pies entre gemidos de dolor.

— Pu-puedo ayudarte —dije dando algunos pasos, pero su voz me detuvo y continuó con su objetivo. Suspiró cuando consiguió tener ahora sus manos al frente y comenzó a palpar esos sitios donde hubo sido golpeado.

— Tú —dijo en mi dirección—, ayúdame a quitar estas cuerdas —dudé por un instante, no porque me negara a ayudarlo, sino por su forma de hablar tan despectiva que tenía— ¡Vamos, tengo que salir de aquí! —alcé una ceja y sin decir nada fui hasta él y desaté sus muñecas. Él me apartó de un empujón y fue hasta la puerta haciendo lo que parecía un reconocimiento.

— Es inútil —le dije pero me ignoró. Ignorándolo yo también, fui con el resto a sentarnos en las camas y a observar como ese chico, inútilmente, ideaba cómo salir.

— ¡JungKook! —gritó Jimin por el agujero.

— Shit! ¡¿Qué es eso?! —el chico buscó en todas direcciones de donde vino aquella voz que no sonó en esta misma habitación hasta que encontró el agujero en la pared. Me levanté apresurado y corrí hasta allí.

— Jimin hy-...

— Apártate —me interrumpió con un nuevo empujón y se agachó a la altura del agujero viendo a Jimin ahí—. ¿Quién eres tú y qué es esto? —Jimin pareció no reaccionar muy bien ante ese gesto y tono de voz y ambos comenzaron un diálogo que ni tenía lógica, ni llevaba a ningún sitio, por lo que decidí intervenir.

— ¡Oye, basta ya! ¡Dejad la estupidez! —empujé al chico que se quedó mirándome bastante sorprendido, pero aquella sorpresa no duró más de unos segundos, haciendo cambiar su semblante y levantándome por el cuello de la camiseta hasta ponerme contra la pared.

— ¡No vuelvas a empujarme!

— ¡Eh, ni se te ocurra tocarlo! ¡¿Me oyes?! ¡Maldito niñato! —gritaba Jimin al otro lado.

— Suéltale, p-por favor... —la voz de JiSung interrumpió a todos. El pequeño tiraba con precaución el extremo de la camiseta raída del chico y lo miraba con una expresión de súplica— Por favor —repitió.

— Nosotros no somos tus enemigos —musité y devolvió su vista a mí—. Estamos aquí por el mismo motivo que tú —la frente del chico dejó de arrugarse y aflojó el agarre en mi prenda.

— ¿Por qué estoy aquí? —preguntó sin despegarse pero soltándome.

— Te diré todo lo que quieras saber, al menos todo lo que sé, pero deja de ser tan violento —suspiró y salió de mi espacio personal.

— Mi nombre es JiSung —rompió el silencio el pequeño con una sonrisa ahora en sus labios—, ellos son YiXing, Ten, Yuta y él...

— JungKook —dijo dando unos leves golpecitos en la cabeza de JiSung—, ya me enteré antes. Mi nombre es Bobby.

— ¿Bobby? ¿Tienes nombre de perro? —preguntó JiSung con un tono bastante inocente y tierno, lo que provocó una leve sonrisa en el rostro de Bobby.

— No es mi verdadero nombre, pero llamadme así —se notaba que aún no confiaba en nosotros, pero no tenía más remedio si quería sacarme esa información.

Lo que más me sorprendió es que en ningún momento había derramada una sola lágrima, todo el rato se había mantenido recto y fuerte ante la situación, incluso llegó a impresionarme, pero por otra parte sentía tristeza, parecía ahogarse en su propio temor sin mostrar una pizca de emoción, quizás como autodefensa.

Después de tranquilizar a Jimin ante la situación y de hablar con Bobby sobre todo lo que conocía aquí dentro, la puerta volvió a abrirse alarmando a un Bobby que rápidamente corrió hasta ésta y fue noqueado cayendo al suelo. Kris sacudió su puño por el dolor y me llamó para que saliera.

Mi tiempo había terminado.

— Volveré —susurré en dirección a JiSung quien veía irme con la tristeza pintada en el rostro. Antes de ir hasta Kris, Jisung agarró mi mano con fuerza y me sonrió soltando mi mano con lentitud. No necesité escuchar sus palabras y él no necesitó escuchar las mías, no cuando incluso unas miradas decían más que cualquier palabra.

Tras despedirnos, caminé hasta Kris y vi a Bobby en el suelo mirarme fijamente, observando con detenimiento como Kris no ataba mis manos y ningún saco cubría mis ojos, en cambio, sus manos eran más que suficiente. Noté la desconfianza en sus ojos, así como la curiosidad desbordar de su cuerpo, pero no pudo hacer más que mirar como salía de aquella habitación y era separado del resto.

Al salir noté un cambio de manos sobre mis ojos y sentí ese reconocido perfume invadir mis fosas nasales muy de cerca.

— Es hora de pagar deudas.




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I'm not afraid* : significa "no tengo miedo" en inglés. 

Bobby (Kim JiWon) - iKON

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