"El dolor, el miedo, los recuerdos, las sombras bajo la puertas, las siluetas oscuras contorneándose por las paredes tras una tenue luz, el sentirse enjaulado, la soledad... Todo aquello es lo que teníamos, lo que convivía con nosotros día tras día. Aunque tuviera horas para describirlo jamás llegaría a dar una clara y exacta definición por lo que pasamos y sentimos. Despertar en mitad de gritos desgarradores, ver tu piel maltratada al punto de verse más morada que un tono natural, olvidar lo que es calor corporal, ser usado como mercancía y no como persona, es algo que en la vida imaginarías experimentar. En este mundo ocurren desgracias en cada esquina; están ahí aunque no las veamos, personas sufren diariamente mientras otras se divierten y cenan una deliciosa comida caliente en sus hogares. Es inhóspito.

Pero aún habiendo vivido el horror en persona, pude sacar momentos y conocer personas maravillosas. Ellos son como mi familia, y a pesar de que no todos estemos juntos, allí donde cada uno esté... estará aquí, en mi corazón; en nuestros corazones, en nuestras mentes. Imborrables.

La maldad, a pesar de ser abstracta, puede adquirir forma y rostro, y esos mismos rostros que nunca podremos borrar de nuestros recuerdos, son los que deben pegar por nuestro daño. Uno tras otro, muertos o vivos, pagarán. Sólo así... podremos sentirnos completamente sanados.

Kim JongDae, Byun BaekHyun, Im NaYeon, Kim JiWon, Nakamoto Yuta, Zhang YiXing, Chittaphon Leechaiyapornkul, Park Jisung, Do KyungSoo, Jeon JungKook..., cientos de nombres más que desconozco pero que vivieron lo mismo, y yo, fuimos víctimas de vivir con el horror encarnado. Algunos pudieron sobrevivir, otros continúan desparecidos y muchos... murieron, pero si de algo estoy seguro es que hoy, desde la primera persona que tuvo que vivir su infierno hasta la última, está aquí, conmigo.

Hoy, 1 de febrero de 2018, estoy aquí para representar a todos ellos"

Aquel día, no sólo llovió en el exterior del lugar de conferencias, sino que también lo hizo en el interior. El discurso llegó a quebrar el corazón de millones de personas, siendo transmitido incluso internacionalmente. Le había costado meses poder llegar a esa tarima y que el mundo entero comprendiera que la situación que vivieron ocurría en cada país, en cada calle, esquina, en cada oscuro lugar del mundo, pero lo consiguió. Aunque fue difícil.

Pero quizás no tanto cuando meses antes, aún sin haber tenido tiempo de recomponerse, tuvo que asistir al funeral de la persona que hasta día de hoy, aún ama y recuerda. Lo recuerdo perfectamente, a pesar de mi edad temprana fue algo que me marcó de por vida. Cada rostro, nombre, palabra; aún siendo difícil de creer, ocurrió tal cual. Lloré junto a él cuando los padres de JungKook se acercaron a nosotros y se abrazaron. A pesar de ser complicado y tener las lágrimas en su contra, no perdió ni un sólo segundo en hacerles saber cuánto recordaba y amaba JungKook a sus padres. Como también tuvo palabras para su amigo TaeHyung, que se deshizo en los brazos de otro chico llamado HoSeok, o el hombre de estatura baja que se presentó como YoonGi, antiguo profesor de música. Todas aquellas personas que sólo las vi una vez en mi vida, llegaron a quedarse guardadas en mis recuerdos, y aunque me pareció raro años atrás, ahora puedo asegurar que tenía un motivo. Llegué a sentir todo el dolor a través de su mano.

Tardó años y años para contarme todo, como si leyera el libro más largo del mundo. Aquella organización mafiosa, y la cual era bastante grande y con mucho poder, había sido desmantelada y traicionada por un simple guardia cuyo nombre era Kim HeeChul. La policía había seguido su pista por muchos años; con cada fallo cometido más cerca estaban de usarlo como vía para llegar a Choi SiWon. Cuando ese día llegó, HeeChul hizo una trato con la policía; daría toda la información que le pidieran si a cambio le restaban años de cárcel. Y así fue. El mismo día que JungKook murió, el 13 de octubre de 2017, la policía asaltó el escondrijo y éste ardió en llamas para ocultar cada documento o prueba que, inútilmente, dio resultado. Muchos murieron allí, otros escaparon, y los que estaban en ese momento fuera del lugar, murieron en un tiroteo en mitad de una carretera, incluyendo a Choi SiWon.

Nakamoto Yuta, quien fue nombrado en el discurso, lo encontraron calcinado dentro de una habitación, pero el chico tailandés y el cual le llamamos Ten, pudo sobrevivir gracias a que lo sacaron rápido del edificio. No hubo señales de YiXing hasta cinco años después, donde la policía china lo encontraron a él y a muchos más en un prostíbulo bajo el mandato de una mafia. Para JiSung, el chico que acabó en una depresión aún más severa al enterarse de la muerte de JungKook, tuvo más suerte al ser encontrado, siendo un año después de todo lo ocurrido. Había sido vendido a una pequeña organización que se encargaba de comerciar con niños y pudieron dar con ella gracias a que él mismo consiguió escapar y pedir ayuda. Otro nombre, y el cual nunca pude ponerle rostro, dejó otro vacío en su corazón; su nombre era Do KyungSoo y aunque luchó y removió cielo y tierra para encontrarlo, nunca lo consiguió, pero tenía confianza en alguien, Park ChanYeol, un hombre que a veces se comunicaba con él. Me aseguró que si alguna vez KyungSoo volvería a aparecer, sería gracias a ese hombre alto. Y quise creerle.

A pesar de sentir a veces que no estaba solo, por dentro sabía que me equivocaba, lo estaba y continuaba arrastrando su dolor un año más. No quería decírmelo, pero tampoco era necesario para hacerme saber que algo no iba bien, que su tono pálido de piel, ojeras y quejidos no eran por nada. Me preocupaba, cada mañana despertaba llamándole para cerciorarme de que todo estaba bien. Le había exigido miles de veces que fuera al hospital, pero aunque fue en varias ocasiones, parecía ir simplemente para quitar las preocupaciones de los demás, no la suya propia.

— Jimin —parpadeé varias veces y di un paso extendiéndole las flores— Hola, JungKookie —comenzó a decir y me mantuve en silencio—, Jimin y yo hemos venido a hacerte una visita —se arrodilló frente a la lápida y lo imité, buscando su mano para sostenerlo—. Ayer fue su cumpleaños y venimos a contarte cómo lo pasamos, ¿verdad? —me sonrió y asentí.

— Ya tengo 15 años, soy toda una mujercita —reí y continué—. Lo celebramos en un parque precioso, había desde sándwiches hechos por mi madre hasta una enorme tarta por papá. En un principio no confié mucho en sus habilidades ya que a veces se le queman algunas comidas, pero me sorprendió que supiera tan bien —dejé algunos segundos de silencio antes de continuar—. Ojalá... pudieras haberla probado —desvié mis ojos hasta mi padre y se encontraba mirándome fijamente y llorando. Lo abracé y él hizo lo mismo.

Aunque nunca había conocido a JungKook en persona, prácticamente sentía que había vivido una vida con él y mi padre. Papá me hablaba tanto de él que la mayor parte de sus horas despierto era como vivir en sus historias. Me hablaba de él, de su personalidad, su aspecto; aunque pude verlo en fotos, de los gestos tan tiernos que tenía, de lo valiente que siempre fue, las tantas historias vividas en aquella cárcel, pero sobretodo, hablaba de los sentimientos que se tuvieron.

Prácticamente conocía a Jeon JungKook y hasta lo quería sin haber cruzado una mirada. Él era como un padre que jamás llegué a conocer, uno que sólo tenía cuatro años más que yo cuando murió, pero que gracias a todo lo que mi padre me contaba, podía imaginar el gran padre que podría haber sido. Mi padre jamás superó su muerte, era tan evidente como su cuerpo lo indicaba, y creo que fue incluso peor al saber que no murió por la herida de bala, sino por un infarto. De no haber tenido ninguna enfermedad, JungKook ahora estaría vivo, habría sido atendido por el mismo helicóptero de la policía que encontró a Jimin en mitad de la carretera y ahora no estaría arrodillado ante una tumba.

¿Cómo se podía vivir con algo así?, siempre me lo preguntaba pero también tenía la respuesta ante mí. Mi padre estaba completamente destrozado, vivía por mí y eso era un hecho.

— Cariño, tu móvil —musitó y nos separamos. Ambos nos limpiamos nuestras lágrimas y luego saqué mi móvil del bolsillo—. ¿Es mamá?

— No, es JiSung —dije y alzó sus cejas—. M-me ha invitado a tomar un helado.

— Oh, Dios... —palmeó su frente y luego lo oí reír— ¿Has visto que casanova nos salió nuestro pequeño JiSung? —dijo en dirección a la lápida y no pude evitar sonrojarme.

— Sólo es un amigo, papá...

— Ya, ya —negó y se levantó—. Vamos, te llevaré.

— No te preocupes, puedo decirle a mamá que me lleve.

— ¿Acaso ella no iba a salir a cenar hoy?

— Sí, pero...

— Cariño —posó sus manos en mis hombros—, yo te llevo.

— Pero... —giré mi cabeza hasta donde yacía JungKook.

— Créeme, él estaría muy emocionado de saber que te traes algo entre manos con JiSung.

— ¡Papá! —me quejé aumentando el rubor en mis mejillas— No tenemos que irnos ya —dejé a un lado la vergüenza y me puse de puntillas para besar su mejilla—. Quédate un poco más, estaré dando una vuelta por allí —él asintió y se volvió en dirección a su amado.

Fui caminando lentamente de espaldas, viendo por un año más la dolorosa imagen de mi padre marchitarse. Me pregunté por cuánto tiempo más tendría que seguir sufriendo, cuánto más que soportar, pero mi respuesta no tardó demasiado en llegar.

Un 23 de noviembre de 2029, mi padre murió después de fingir luchar contra una enfermedad que había soportado y cargado incluso cuando estaba encerrado en sus pesadillas. Siempre me pregunté si él lo sabía, si era consciente y se había dejado morir lentamente, pero tampoco me importó demasiado. Aunque había perdido a mi padre otra vez y esta vez para siempre, no pude sentir realmente tristeza. Claro que me dolió haberlo perdido, pero su sufrimiento llegaba a ser incluso mío, no deseaba su eterno dolor sólo por estar a mi lado. Por eso, ahora que ha dejado de sufrir, puedo sonreír cuando pienso que por fin está donde siempre quiso estar. Junto a JungKook.

— Y entonces ella, sabiendo lo torpe que es, tropezó y cayó en mis brazos —lo miré de reojo—. Y nos besamos.

— Mi padre jamás creería eso —dije golpeando su hombre y haciéndole perder el equilibrio.

— Pero mi hermano mayor sí —JiSung imitó mi gesto y fui yo ahora quien perdió el equilibrio.

— Idiota —dije sacándole la lengua y poniéndome de pie.

— ¿Quieres que vayamos a dar una vuelta por aquel parque que tanto te gusta? —sonreí y asentí.

— Es una buena idea.

— Jimin hyung... JungKook hyung... —dijo inclinándose ante las dos tumbas— Vendremos a visitaros otro día. Cuidaré bien de Jimin Jr.

— ¡No me digas así!

— ¿Por qué no? Es lindo —rodé los ojos y comencé a caminar— ¡Hey, espera!

Cuando Jisung llegó hasta mí, ambos permanecimos en silencio mientras caminábamos, giré mi cabeza por última vez hasta el lugar donde reposaban mis dos personas favoritas y las cuales amaba. Sonreí al sentir que podía verlos allí, de pie, con sus manos cogidas y sonriéndonos mientras se despedían de nosotros.

No estaban hechos para permanecer separados, no después de entregar sus vidas al otro.

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Se acabó ._. </3 Y no sé qué decir... Me he quedado un poco tocada xDDDD.

Pff. Bueno, a ver, antes que nada, no sé si habré dejado todo claro, así que si alguien tiene una duda o preguntas que hacer, puede hacerlas con total libertad. 

Al final el "hijo" de Jimin resultó ser una hija xD y además se llamaba como él <3. Con respecto a la enfermedad de Jimin, era una que ya llevaba con él incluso al estar encerrado en el agujero ese. Hay muchas enfermedades que no se captan incluso haciendo chequeos, y la de Jimin, era una de ellas. Y digamos que, claramente, era una enfermedad por contagio. A NamJoon no lo menciono porque es como que Jimin no le cuenta sobre él, pero no preocupeixon que ya os digo yo que a él le tocó prisión xD. Ah, y SeHun, que tampoco lo menciono, se va a quedar así, ya que sí se menciona en la historia de KyungSoo (la cual ya está publicada, se llama "0dB"). ChanYeol y KyungSoo, igual.

También quiero daros las gracias, las muchísisisisisisimas gracias por haber leído la historia, por haber soportado el enorme hiatus que tuvo hace unos meses y porque le habéis dado la oportunidad. Gracias por vuestros votos y por los tantos comentarios, los aprecio muuucho :'''')

¡Os quieeeeeero! <333