El cortejo del día sábado ya estaba finalizando, Yoongi besó la mejilla de Jimin y juntos miraron como de costumbre el atardecer que en aquella ocasión se les ofrecía.

—Ya casi es hora de volver, mi cochero debe de estar llegando por nosotros — con una suave caricia dejada por el pulgar de Yoongi en el dorso de la mano ajena, le miró con timidez —. Será mejor que lleves contigo el par de conejos que cacé para ti, muéstraselos a tu padre y dile que estas practicando tu puntería, seguro se pondrá contento.

—Gracias Yoongi — Jimin tomó de las orejas el par de animales muertos, si bien se sentía adolecido por la muerte de los animales, recordaba que debía fingir y guardar el secreto que ambos compartían, pues su amor debía permanecer como un sentimiento escondido.

La tarde culminó para Yoongi una vez que el carruaje se detuvo frente a la casa del menor, con una mirada cómplice le dijo a Jimin cuan enamorado permanecía de aquel mirar tierno, el menor solo mostró una sonrisa en una pequeña mueca, al bajar del carruaje, se encontró con la figura estoica de su padre, la seriedad recayó en los hombros de Jimin cuando el hombre se acercó y dio un mirar corto en los animales muertos que sostenía su hijo.

—Aguarde un poco señor Kim Namjoon, quiero hablar un momento con el joven Min Yoongi — el hombre pronunció —, veo que hoy cosecharon los frutos de semanas de práctica, ¿no es así Jimin?

—Así es general Park Hyun — Jimin levantó el par de conejos en alto para mostrarlos a su padre como un inminente logro — estuve practicando mis tiros con el arma de Min Yoongi.

—Sigue juntándote con Min, llegarás lejos, por ahora, déjame solo con el joven, quiero hablar un instante con él, tú llévale los conejos a la cocinera para que los cocine mañana en el desayuno — Jimin asintió sumiso ante la orden de su padre, mientras caminaba, observó como Min Yoongi bajó del carruaje para hablar con su padre.

—¿En qué puedo ayudarle General Park Hyun? Estoy a sus órdenes — Min pronunció manteniendo una postura recta y con las manos detrás de su espalda, empuñándolas para escuchar lo que el hombre le tenía que decir.

—Tu padre me ha enviado una carta con tu cochero hace un par de días, quiere que sea mañana el anuncio de tu compromiso con mi hija Minying, él creé que un joven de 23 años debe ya formar un sólido matrimonio — el hombre pronunció con seriedad en sus palabras —, solo quiero hacerte un pequeño recordatorio de ello, hemos invitado a la familia del teniente Lee Kiwook y claro que también la familia del subteniente Yoonghoon. Mañana tendremos un festín. Espero que llegues temprano para poder escoltar a mi hija al salón donde tendremos la cena.

La noticia resultaba confusa en los oídos de Min Yoongi, sin embargo, aquella sensación de su poco entendimiento, no fue lo suficiente para que Min deformara su rostro, asintió con levedad y dejó escapar un suspiro.

—Bueno, si me lo permite, ya debo de irme, necesito descansar y hablar con mi padre, no queremos que mañana llegue tarde, ¿verdad?

Al subir de nuevo al carruaje, Min colocó su mano sobre la boca intentando callar su rabia y sus deseos de gritar por la frustración sentida en su corazón, su padre ya había tomado una decisión que no podía ser frustrada por algún intento del joven. Al llegar a casa, miró a su padre postrado en uno de los sillones de descanso del salón principal, aquel contemplaba sus reconocimientos y sus medallas ganadas por honorabilidad y valentía.

—El general Park Hyun, me ha dicho que mañana es la fiesta del anuncio de mi compromiso, padre, ¿por qué ha tomado una decisión de ese peso?

—En esta casa no soy tu padre, soy el comandante Min Seung, a quien debes respeto y honorabilidad — el hombre se levantó de su asiento y caminó directo al joven que le miraba con decepción —. Deberías prepararte, mañana es tu compromiso con una bella dama, no debes de olvidar tu caballerosidad ni tus modales, ¿piensas dejar en ridículo a tu familia? Un hombre es exitoso hasta que conforma un matrimonio, deberías estar agradecido de que te conseguí a la mejor candidata.

—Pero comandante Min...

—¿En el ejército no te enseñaron a acatar las órdenes que tus mayores te dan? ¡Ahora lárgate! — Min Seung salió con furia del salón, dejando a un Min Yoongi paralizado por el ímpetu en las palabras de su padre.

Aquella noche, Yoongi no pudo dormir, en su piel estaba tatuado el aroma de Jimin, en sus manos solo encajaba la mano de aquel a quien guiaba con ternura por el amplio sendero del bosque, su brazo solo podía escoltar a su pequeño Jimin. Si bien el padre de Min Yoongi deseaba que su hijo se relacionara con el linaje del general Park, ¿por qué estaba tan mal relacionarse con el hijo primogénito de aquel? ¿Por qué por ser un varón no merecía mantenerse a su lado? Yoongi intentó comprender en cada minuto que aquella noche lo acompañó, pero nada podía cambiar, y si nada podía cambiarse entonces el tampoco cambiaría las citas de cortejo con Jimin.

Dentro de la casa de la familia Park, todo transcurrió desde temprano, miles de flores bellas adornaban la casa entera, los pasillos, las puertas y las escaleras tenían un hermoso olor, tan dulce y hermoso que cualquiera podría caer enamorado ante aquel. Jimin se sentía emocionado, pues aquel día iba a celebrarse un delicioso festín que tendría como invitado al joven caballero que endulzaba todos sus días, sin saber el motivo de la reunión, solo pudo mantenerse al margen para ser de ayuda en lo que pudiera necesitarse, pero aquello no ocurrió, solo se plantó en la puerta para recibir a sus invitados, la familias del teniente y el subteniente fueron las primeras en llegar al hogar de los Park, Jimin agradeció por su asistencia y después les mostró el camino al salón donde el banquete tendría lugar.

—Jimin cariño, por favor sube a la habitación de Minying y ayuda a que esté lista pronto, su prometido no tarda en llegar — Jimin obedeció a su madre sin objeción, sin embargo, la duda y la curiosidad le martillaron la cabeza, ¿en qué momento su hermana había conseguido un prometido? No iban a fiestas recientemente, a menos que fuese aquel joven de una familia adinerada, aunque, Jimin no creyó que fuera factible aquella opción, solo pudo reprimir su instinto curioso.

—Minying, ¿necesitas algo? Mi madre quiere que bajes ya, dice que pronto llegará tu prometido — Jimin dio un par de toquecitos a la puerta de madera y después abultó sus labios mientras miraba el techo y un mechón travieso que había adornado su frente.

—Gracias, pero estoy bien, ya le pedí a la señora Kimi que me traiga un té para calmar mis nervios.

Al tener dicha respuesta, Jimin bajó y se dirigió al salón del festín, en la mesa ya se encontraba la familia Min, Jimin no pudo ocultar su emoción al ver la seriedad de aquel, ante los ojos de Park aquel joven denotaba una belleza varonil tan excelsa que no podía reprimir los latidos de su corazón, incluso al tomar asiento frente al joven soltó un suspiro.

—La señorita Minying, me ha dicho que la perdonen por su retraso, pero que en unos minutos estará aquí con nosotros — Jimin pronunció mirando a todos los invitados.

Solo un par de minutos transcurrieron cuando la señora Kimi entró con pasos firmes al salón, se acercó a Min Yoongi y le susurró un par de palabras al oído con discreción.

—Si me disculpan — Min se levantó de su sitio para salir acompañado por la mujer. Por su lado Jimin se quedó expectante ante el acto de aquel, miró como la espalda recta de aquel desaparecía.

—Creo que ha llegado el buen momento — Min Seung pronunció al ver que su hijo había salido del salón.

Al minuto, Yoongi regresó, su brazo servía de apoyo para la joven que de forma refinada sonreía cubriendo un poco su rostro con el abanico de plumas, el vestido sin duda era hermoso y elegante, la emoción en la joven se desbordaba, pero en el caso de Min la seriedad reinaba en su rostro, cierta molestia se reflejaba en sus ojos. Jimin ensordeció en aquel momento, miró a Yoongi escoltando a la joven como solía hacerlo de forma caballerosa con él, después aquel le ayudó a la joven a tomar asiento a su lado.

—Como todos saben, este festín se debe al anuncio en sociedad del matrimonio de mi honorable hijo Min Yoongi, mi querido Park Hyun ha cedido la mano de su adorable hija para que viva en unión y armonía con Yoongi, la unión entre nuestras familias es ya un hecho. Por la unión de nuestra familia — Min Seung levantó una copa en alto, invitando a hacer un brindis a los asistentes, pero Jimin permanecía sumergido en un shock profundo sin reparo, no había escuchado palabra alguna, solo imitó a todos, levantó su copa y mantuvo una sonrisa en sus labios, no obstante, sus ojos se llenaron de un molesto líquido que no tardó en salir, un par de lágrimas se escapó de sus ojos, claro que con rapidez Jimin limpió aquellas y bebió de la copa.

Después de todo, su padre tenía razón, Yoongi no querría decepcionar a su honorable padre, esa era la razón por la que todos los asistentes felicitaban a la joven pareja. 

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Como siempre, todos los créditos del dibujo a mi artista 命 𝒟𝒜𝒢𝒢𝐸𝑅.

Esta precioso, no puedo con el dibujito de esta noche. Lo amo, deben de amarlo también.