A lo largo de los años, Min Seung había cosechado los frutos que desde infante consiguió gracias a las réplicas que su padre le dio, la diversión y el ocio era para Seung una pérdida de tiempo, la haraganía solo era un pecado más, por ello siendo ahora el reconocido Comandante Min Seung del ejercito militar de Corea del sur, no padecería el resto de sus años viendo como su apellido iba en descenso, quería compartir el éxito y cosechar más con su primogénito Min Yoongi.

La avaricia y los deseos de Min Seung, lo llevaron a escribir el nombre de su hijo en las fuerzas militares del ejército de bajo rango, aún con la poca edad con la que contaba Yoongi, había sido aceptado sin objeción alguna, mejor dicho, las especulaciones sobre el rendimiento del adolescente eran sin lugar a duda las mejores, se decía que el hijo de Min Seung solo llegaría para destacar entre los otros.

Cuando la carta de aceptación del ejercito llegó a manos de Min Seung, había sido un mal momento para celebrar el logro, pues justo aquel día también había recibido la nota del cochero de la familia Park, su gran amigo y acompañante de sus logros, le había dado la triste noticia del fallecimiento de los padres de su tan adorada Minying, claro que Seung guardó la noticia y para calmar la nostalgia en la familia Park, organizó a las tres semanas una pequeña reunión donde alardearía de aquella noticia.

—Por favor Min Yoongi, ese no es un atuendo adecuado para esta celebración, ve con tu cuidadora y pídele que te ayude a elegir un buen atuendo, ¿no entiendes que hoy es un día especial y tengo una sorpresa para ti?

—Lo siento comandante Min — Yoongi dejó una reverencia y con delicadeza se dio la vuelta sobre sus talones para regresar a su habitación.

La peculiar sorpresa de la que hablaba su padre no le causaba intriga o alguna emoción, pues conocía el rostro y la expresión fraterna de aquel, aquella era la misma cuando el hombre le enseñó a cargar un arma, pero Yoongi comprendía aquello, fue su mismo padre quien día a día le recordó la importancia y el pesó de su linaje, claro que tenía que tomar sus pasos y dar lo mejor de sí e incluso un poco más para no defraudar a su padre. Por esta razón Yoongi tenía casi prohibido llamarle a su padre de forma fraterna y amorosa, pues la orden era ser llamado por aquel título, la petición era algo estricta, sin embargo, Yoongi había aprendido rápido a acatar las órdenes del comandante.

Cerca del mediodía, el sol podía cubrir la piel de porcelana de los brazos de Yoongi, aquel permanecía sentado en una de las sillas de madera que adornaban el enorme jardín, un par de mechones cubrieron su frente, si bien el aburrimiento comenzaba a sonsacar su postura, Yoongi recordó sus modales y permaneció recto, los invitados llegarían pronto, así que no podía dejar ver una desfachatez de esa manera a causa de su inminente aburrimiento.

—Yoongi, mira quien viene ahí, es Minying, un caballero debería ayudarle, ¿no lo crees? — Seung pronunció levantándose de la silla principal para recibir a los invitados.

—Si señor — detrás de su padre, Yoongi caminó, desde que vio a los invitados llegar, sus ojos solo pudieron buscar entre a las personas, a Jimin, pues desde el incidente del bosque, ya no le había visto.

Claro que Yoongi ayudó, el comportamiento caballeroso que le inculcó su padre fue reflejado de inmediato al ayudar a Jimin con una cesta de flores que llevaba en sus brazos, por supuesto que Jimin aceptó la ayuda sin rechistar, solo mostrándole una sonrisa amigable a aquel. Pero aquella conducta fue desaprobada por Min Seung.

—Yoongi, ayuda a Minying — el padre ordenó atrayendo la atención de los presentes.

—Comandante Seung deje a su hijo, nuestra Minying no necesita de la ayuda del jovencito — el padre de Jimin pronunció con una sonrisa y tomando en un abrazo cordial a su buen amigo.

—Ante la debilidad de la señorita siempre habrá un caballero, y que mejor que sea mi hijo, ¿no lo cree general Park?

—Minying se sentiría honrada por supuesto — la mencionada solo pudo agachar la cabeza demostrando su sumisión y porte ante la pequeña discusión —, pero antes por favor dinos ¿a qué se debe la reunión, Min?

—Bueno, será mejor que pasen a tomar asiento, la noticia es excelsa — después de unas palmadas en sus espaldas, la mesa que decoraba el jardín se llenó con los rostros refinados y serios de cada cual.

La mesa se dividió pronto de forma jerárquica, a uno de los extremos se sentó el comandante Min, a la izquierda del comandante su esposa tomó lugar; A lado derecho del comandante tomó asiento su buen amigo Park, seguido por su esposa que acompañó a la mujer de Min Seung, el par de hombres tenían dos copas a su disposición una con agua pura y la otra con vino tinto, las mujeres de aquellos solo tenían una copa con agua cristalina. Finalmente, Minying tomó asiento al lado del señor Park y a lado de esta, Jimin quien a su vez tenía enfrente a Yoongi.

El aburrimiento que había poseído el cuerpo del pequeño Min había desaparecido a la llegada de Jimin, de pronto los rayos del sol se reflejaban en la canasta de flores que Jimin había llevado haciendo lucir un escenario magnifico con un dulce aroma a margaritas.

—Bueno creo que la hora llegó — cuando el banquete había terminado, el padre de Yoongi se levantó de su silla y con la copa en mano llamó la atención de cada presente —, no tiene sentido hacerles esperar más por la sorpresa que he preparado para mi hijo, por favor Yoongi, ven aquí.

El menor miró momentáneamente a Jimin quien le observaba curioso, se levantó y fue justo al lado de su padre, aquel le sujetó el hombro en un gesto de orgullo muy típico de aquel.

—Quiero comentarles que mi hijo por fin seguirá mis pasos, el apellido Min volverá a cosechar éxito — Min Seung miró a su hijo por unos instantes y después sonrió al ver los rostros expectantes de sus invitados —. Mi hijo, Min Yoongi ha sido aceptado en la fuerza militar, se enlistará mañana por la mañana, ustedes han sido invitados para despedir a mi hijo.

Cuando la noticia fue revelada, los aplausos tomaron lugar, la madre de Yoongi se sentía orgullosa, la sonrisa había sido enorme al escuchar cómo el sonido de las palmadas estruendosas eran solo para su hijo.

—Felicidades Yoongi, esperemos que logres lo que tu padre logró a tu edad — Park Hyun mencionó levantando su copa y chocándola con la de su amigo.

—Dalo por echo Park Hyun, mi hijo no puede decepcionar, ya verás que cuando regrese estará convertido en un hombre respetable y quizás busque un buen matrimonio con Minying.

Una vez que Yoongi sintió la mano de su padre levantarse de su hombro, caminó lejos del sitio, la celebración había dado un giro de atención a los logros de Min Seung, ni si quiera notaron que Yoongi y Jimin habían escapado adentrándose al bosque.

—No sabía que ibas a irte — Jimin mencionó con la mirada clavada en sus pies, aquel tronco en medio del bosque fue una vez más un sitio para estar juntos — ¿podrías llevarte esto contigo?

—¿Me das dos margaritas? — Yoongi preguntó tomando el par de flores blancas que aquel le extendía — ¿Por qué?

—La señorita Kimi, la que fue mi cuidadora me ha dicho que las flores tienen un lenguaje y que las mujeres se sirven de ellas para comunicar mensajes durante el cortejo. Pero no le entendí, creo que las margaritas emitían el mensaje de la amistad duradera. No sé por cuanto tiempo dejaremos de vernos, pero si ves una margarita sabrás que nuestra amistad estará siempre vigente.

—Jimin, ese no es el significado de la margarita... — los brazos de Jimin rodearon la cintura de Yoongi, fundiéndose así en un abrazo doloso lleno de despedida y de incertidumbre por no saber cuándo podrían volver a verse.

Aquella noche después de despedirse de Jimin con un beso en la mejilla, Yoongi guardó las flores en medio de un libro, de ese modo preservaría la dulce margarita blanca, aquella que comunicaba la más pura e inocente seducción a la persona amada.   

⊱௲⊰

Todos los créditos y agradecimientos a 命⋆𝒟𝒜𝒢𝒢𝐸𝑅, que sin él no tendríamos una imagen más nítida de lo que nuestra imaginación nos da

Recuerden que todos los viernes estaré actualizando esta historia ♡