Capítulo único
Detestaba que le dieran órdenes, sobre todo cuando era gente que nunca había tenido el atrevimiento de levantar la cabeza más de cinco minutos para admirar la belleza de un anochecer o de un amanecer aunque fuera desde las profundidades del mar donde tan seguro supuestamente estaba. La puesta de sol y sus tonos anaranjados eran tan hermosos como los amaneceres y los tonos rosados que pintaban el cielo con cuidado y ternura. Las nubes, que hacían pequeñas sombras en el ambiente, generaban un efecto hermoso, brillante y deseaba con tantas fuerzas tocar las nubes y las estrellas que muchos lo llamaban loco.
Aquella mañana se escapó del arrecife y nadó hacia la superficie, importándole poco lo que pudieran pensar o si alguien lo seguiría para darle el regaño de su vida por desobedecer las reglas o las bromas de sus padres. Al poco de empezar a emerger y cerca de rozar la superficie escuchó una voz a su lado, una gelatinosa figura temblorosa de tonos azulados y verdosos lo miraba fijamente con miedo y le suplicaba que no se suicidara. Reaccionó con cierto grado de extrañeza ante aquellas palabras, pero lejos de empujarlo con la cola violentamente e ignorarlo, en su lugar tan solo le susurró que no había peligro y que siempre que no los sacaran del agua, no les pasaría nada a ninguno de los dos.
- Soy Tweek...- susurró repentinamente la medusa evitando acercarse mucho por precaución y también por su propia salud y desconfianza de todo ser viviente en el mar, después de todo, siendo un tiburón no podía confiarse mucho, aunque había escuchado que los tiburones no comían medusas... ¿verdad?
- Stanley...- susurró.- Solo Stan...- susurró de vuelta sacando la cabeza del agua lentamente y admirando la belleza de los tonos rosados pintando el cielo, sonrió un poco.
Poco después su nuevo acompañante también sacó la cabeza, pero su expresión de asombró más todavía, aparentemente era la primera vez que veía un cielo tan hermoso, un cielo que no era nocturno, pero tampoco era diurno, un estado liminar del cielo en el que la magia era el principal elemento: un entorno mágico y lleno de superstición por los marineros, igual que los anochecer.
- Y esa cosa redonda que sale del mar, ¿Qué es?
- Sol.
- ¿Y las cosas brillantes de allí arriba?
- Estrellas.
Claramente, al no conocer lo que sucedía o como era el mundo de la superficie, sus preguntas adorables resultaban cuanto menos entretenidas. Stanley conocía las cosas, las palabras, los objetos que veía a través de los cánticos de los marineros cuando salían del puerto o a través de los niños que jugaban con pequeños botes de madera. Los niños eran de confianza, eran inofensivos, vulnerables, te enseñaban cosas y encima los adultos no les creían cuando decían que había un pez humano en el agua, los niños eran lo mejor de la superficie.
- ¿Y esa cosa que flota sobre la superficie que se acerca a nosotros?- preguntó girándose a espaldas del azabache.
- ¿Esa cosa q. . .?- se giró y sus ojos se hicieron grandes como platos.- ¡Barco!- agarró su muñeca y tiró de él para sumergirse tan rápido como le fuera posible.
Ambos se sumergieron varios metros, la medusa empezó a temblar y esto provocó que una corriente muy fuerte recorriera el cuerpo del tiburón que de inmediato lo soltó y soltó un quejido tomando su palma y mirando fijamente a la medusa.
- Joder, mis padres no mentían cuando decían que las medusas hacían daño... Agh...- susurró entre dientes.
- A-Ah, Lo siento, lo siento, lo siento. ¡No puedo evitarlo! ¡Perdóname! ¡Me asusté!
- D-Déjalo...- susurró entre dientes.- No te acerques a esas cosas, ¿Okay, Tweek?- este asintió con la cabeza.
- ¿Qué hay?
- Humanos. Los humanos son malos. Nos sacan del agua y nos matan.
Tweek tembló con miedo y negó con la cabeza y diciendo que no quería morir. Stanley le dijo que podía evitarlos alejándose de los barcos y de los anzuelos, diciendo que podía evitarlos fácilmente alejándose de las cosas en forma de gancho, el cual lo simuló con su dedo, para que el joven rubio entendiera que no debía acercarse a mercaderes, forajidos, navegantes, traficantes y pescadores.
- Ah, y a veces los humanos pueden meterse en las profundidades más profundas del océano. Cuando veas uno, debes huir.
- D-De acuerdo, Stan.
- Por cierto.. ¿Tú no eres de esta zona, verdad?- Tweek negó con la cabeza.
- Llegué aquí por las corrientes de agua caliente. Me emancipé de mi familia y aquí se está bien y parece bastante seguro.
- ¿No eres muy joven?
- No. Tengo veinticinco.
Stanley se lo quedó mirando fijamente de arriba a abajo.
- ¿Y tú?- sonrió un poco al ver su escepticismo.
- Diecinueve.- susurró.
A lo largo de los días que le siguieron aquí, la fascinación que ambos sentían por ver el hermoso y llamativo rosa y naranja del amanecer y el anochecer los hacía volver a verse prácticamente todos los días. Tweek se convirtió en la excusa que Stanley usaba para salir del arrecife a verse con su amigo. Ambos sacaban la cabeza del agua y admiraban las luces del amanecer, como las estrellas desaparecían y como el firmamento brillaba. De vez en cuando, ambos habían hecho el atrevimiento de inspeccionar y aprender sobre la superficie, jamás se acercaron al tentador puerto en el que muchas veces los barcos atracaban y los humanos se bajaban o subían, pero sí les parecía apasionante ver a lo lejos, entre las rocas, como los humanos vivían, ajenos a que estaban siendo observados. Cuando sentían que podrían meterse en peligro, o podrían verlos, ambos se sumergían, generalmente cuando la playa empezaba a llenarse de gente y cuando esas personas sacaban aquellas enormes cosas con las que flotaban en el agua como si fueran barcos de colorines.
- Stanley. ¿De dónde vienes?- giró los ojos hacia su madre y su hermana, estaban por irse a cazar cuando él regresaba.
- Dar una vuelta...- respondió.- Comí fuera del arrecife, no te preocupes.
Desapareció de allí colándose en su pequeño rincón de cueva y coral. Suspiró con alivio y se recostó sobre las rocas boca abajo cruzado de brazos. Sus aletas y cola se movían suavemente, en poco más de dos o tres minutos se encontraba sumido en un aburrimiento absurdo, así que decidió volver a salir del arrecife aunque fuera por el simple placer de nadar cerca de la superficie.
Acababa de despedirse de Tweek, lo más probable es que él estuviera durmiendo por algún lado o simplemente haciendo sus cosas de... medusa... No estaba muy seguro de cómo las medusas se entretenían. Nadó hacia la superficie, viendo el reflejo del agua en movimiento y las corrientes que mecían poco a poco las olas que iban hacia la orilla. Se movió entre las rocas y sacó la cabeza peinando sus cabellos hacia atrás con una mano. Le pareció ver a Tweek entre las olas, pero no podía ser. Y menos en la dirección en la que estaba yendo.
Decidió seguirlo solo por si acaso, para salvarlo en caso de que algo malo le pasara. Aunque resultaría peligroso al tratarse de una zona entre barcos, pero viendo que los humanos estaban consumiendo como locos, el ruido de los altavoces que hacía temblar el barco y las sinuosas figuras femeninas en paños menores moviéndose con posturas y sonidos exagerados sobre los cuerpos masculinos.
Oh, no, se había equivocado. Eran dos figuras femeninas...
Se sumergió para evitar ver aquellas cosas o que aquellos humanos lo vieran. Definitivamente Tweek estaba nadando por allí, alrededor de los barcos, con cierta curiosidad. Stan lo siguió, hasta que el joven rubio sacó la cabeza delante de la parte trasera de unos de los barcos que estaban flotando a merced de la marina sinuosa y las olas tranquilas que agitaban suavemente los barcos, pero por suerte todos estaban anclados para no alejarse los unos de los otros. Podía ver los anclajes y desconfiaba de ellos. La medusa se apoyó sobre la parte trasera del barco con los brazos cruzados, Stanley entró en pánico al ver a varios humanos salir a la cubierta.
- Tweek...- llamó en bajo.- ¿Qué estás haciendo aquí?
- ¿Stan...?- susurró en bajo abriendo los ojos con sorpresa.
- ¿Stan?- Tweek movió la cabeza hacia el barco.
- Dije ¿Qué tal estás...?- corrigió rápidamente sonriendo relajado.
Con los tentáculos lo empujaba ligeramente, sin llegar a darle pinchazos, simplemente lo empujaba con ellos. Pero Stanley estaba totalmente congelado.
Tweek estaba hablando con humanos...
- Bueno, las cosas van bien. De vez en cuando me peleo con mis padres y me reprochan por cosas que yo no hice... Pero por lo demás, todo bien...- se encogió de hombros el humano acercándose hasta la vista del azabache.
Un humano pelinegro, moreno, ojos verdes. Tenía una sonrisa entre sus labios, se había sentado en el borde del barco, con las piernas en el agua.
- ¿Y tú?- preguntó.
- Bueno, ya puedes imaginar que no tengo tantas preocupaciones ni peleas familiares habiéndome emancipado y librado de todos los problemas. Los humanos sois raros... ¿Por qué tardáis tanto en dejar a vuestras familias?
- Los humanos no lo tenemos tan fácil como vosotros. Tenemos un sistema económico que nos impide irnos de casa por los altos precios.
- Aún no entiendo el por qué de esa tontería...
- Yo menos.- se encogió de hombros y sonrió un poco.- Debe molar mucho ser un pez...
- Bueno, la única preocupación principal que tenemos es comer, que no sepan que existimos y nos cacen... Y reproducirnos. Poco más la verdad. Y yo no es que tenga mucho interés, la verdad... No somos muchas medusas en el mundo y no es que alguien pueda tener interés... Después de todo...
- No empieces con esas Tweek.
- Me alejé de todos los de mi especie por eso, tal vez...- sonrió de lado.- No tenía interés.
- ...- rodó los ojos.- Adoro que me hagas caso, Tweek.
Tweek se rio entre dientes.
Stanley seguía allí, Tweek lo empujó una última vez con el tentáculo antes de que alguien gritara: "tiburón" y cundiera el pánico en los tres barcos. Craig miró a Tweek y sacó las piernas del agua para cruzarse y mirar alrededor.
- Craig... Espera... Tranquilo...- lo agarró del brazo cuando este procedió a levantarse y con las olas y el movimiento de los barcos / lancha ocasionado por el pánico, el azabache acabó cayendo en los brazos del rubio.- ¡Craig...! ¿Estás bien?- asintió.- Será mejor que me vaya...
Lo dejó cerca de la parte trasera de la lancha para que pudiera subir. Este se agarró al borde.
- Pensaba que las medusas picabais...- Tweek sonrió un poco avergonzado.
- Aún estoy trabajando en eso... Tuviste suerte esta vez...- sonrió incómodo y avergonzado.
- ¡Craig! ¡Tiburón!- exclamaron saliendo a la cubierta trasera del barco.
Cuando el azabache se giró hacia el rubio asustado, este ya se había sumergido, agarrando al azabache del brazo y ambos se sumergieron rápidamente para desaparecer entre las profundidades y que los humanos o se calmaran, o se fueran.
- ¿No se supone que estabas con tu familia?
- ¿Y yo no te dije que no te acercaras a los humanos?- le recriminó.
- Stan, por Dios. No todos los humanos nos cazan... Pensaba que lo que tú dijiste era que los humanos eran unos sádicos que lo único que querían eran abrirnos en canal.
- Eso es lo que quieren.
- No. No es lo que todos quieren. Craig es un encanto.
Stan arrugó su expresión en shock puro, entrecerrando los ojos y encarnando las cejas. Tweek rodó los ojos por su expresión.
- Le conocí por accidente, él es submarinista; pero no nos caza, él fotografía el fondo marino y por la noche fotografía la superficie y el firmamentos unidos. Lo que él hace es hermoso...- Stanley retrocedió un poco.
- Ese humano te ha lavado el cerebro...
- ¿Qué tonterías estás diciendo, Stan?- preguntó.- No me ha hecho nada. Él estaba fotografiando el fondo y recogiendo conchas huecas, pero se quedó atrapado entre el coral y empezó a ahogarse, y solo lo ayudé... Lo saqué del agua y me fui... Él fue el que volvió a buscarme, pero vino solo, y estuvimos hablando en una cueva submarina y me prometió que no me haría nada...
Stanley permaneció en silencio.
- Ten cuidado...- susurró en bajo.
- Tranquilo, es inofensivo...- movió la mano con tranquilidad para quitarle importancia.
Stanley se aseguró de que Tweek estuviera a salvo a partir de ese día. Cuando el rubio iba a las lanchas humanas y se encontraba con el azabache, Stanley siempre observaba con cuidado desde la distancia o desde el agua, siempre asegurándose de no causar un problema entre los humanos al tratarse de un tiburón. No tenía ningún problema nunca, siempre estaban hablando, sonriéndose mutuamente, mirándose... Empalagosaaaaaamente... Y luego Tweek decía que no estaba interesando en la apareación; diablos, ¿Cómo le podía resultar atractivo ese tipo que lo único que tenía eran aquellos profundos ojos, aquel cuerpo, aquella sonrisa, aquellas cosas puntiagudas debajo de su labio, en su barbilla? ... Vale tal vez sí tenía excusa para pasar tiempo con él. Pero eso no quitaba que le resultara terriblemente aburrido tener que estar allí vigilando sin hacer nada y solo mirando como dos tontos acaramelados se decían cosas y nunca hacían nada que resultara más divertido. Aunque la pregunta sería cómo...
No, no era una pregunta que le quitara el sueño.
No fue hasta que no conoció a los amigos del humano que la cosa no se puso interesante.
- ¡Kyle! ¡Kenny! ¡Hola!- Tweek aparentemente había sido hablado de ellos y viceversa, parecía conocerles a través de las charlas que tenía con Craig.
- Es bueno conocernos por fin, Tweek; no me fiaba de las palabras de Craig.
- Es que eres un escéptico que no se creé nada extraño que le digan hasta que no lo ve por sí mismo.
- Evidentemente... Nadie se fiaría de que las medusas humanas existen...- rodó los ojos el pelirrojo mientras se acuclillaba delante del rubio de cabellos desordenados.- ¿Puedo tocarlos o pican?
- I-Intentaré que no.
- Tarado. No invadas su privacidad. Solo Craig tiene derecho.- se carcajeó el rubio humano.- ¿Qué sabes tú si no son múltiples penes?
- Déjate de obscenidades, Kenny. Las medusas son asexuales.- rodó los ojos.
- Me acabo de enterar de eso...- confesó Tweek sonriendo de lado, estaba bromeando.- En realidad no lo somos.
- ¿Ah, no?
Aquella pregunta había sonado más a un: "Cuéntame todo" que no simplemente a un: "¿Ah, en serio?". El rubio humano era el que estaba más lejano al agua. Como los otros dos, solo un bañador con temática de desierto con tonos naranjas y marrones cubría su cuerpo. Un amuleto colgado del cuello con una joya con forma de óvalo que mezclaba los colores azul cobalto y morado eléctrico. En el caso del pelirrojo, la prenda que cubría su cuerpo tenía tonalidades frutales, una sandía, tonos verdes y rojos. Él no tenía ninguna joya colgando del cuello.
El aburrimiento en el que Stan estaba sumido fue arrancado de raíz inmediatamente y puede que también la poca heterosexualidad que tenía, pero ese es un tema aparte. Lo que importa mencionar es que aquel día, escuchar la conversación y mirar a aquellos humanos resultó ser un entretenimiento bastante considerable aquella vez. Internamente deseaba y quería que aquellos dos humanos se quedaran un poco más o al menos que visitaran la cala algún día más.
No era para verlos, era porque se aburría de las conversaciones empalagosas del humano y Tweek. En los humanos no tenía ningún interés.
...
Por supuesto que no...
...
- Algún día tendría que presentaros a un amigo...- susurró Tweek sonriendo un poco.
"¡¡¡PRESENTE!!!" Stanley se dio una bofetada a sí mismo por pensar aquella tontería.
- ¿Otra medusa?
- Más bien... tiburón...
Los tres reaccionaron al mismo tiempo y de la misma manera: abriendo los ojos con sorpresa; les sorprendió que tuviera contacto o que fuera amigo de un tiburón, no parecía ser muy común para los humanos pensar en ese tipo de relaciones. Tweek tendría que explicarles más cosas de las profundidades y de las relaciones que podían llegar a tejerse.
- Dale. Quiero ver si los dientes son tan afilados como los de verdad.
Kenny y Craig miraron a Kyle con una cara de póker exagerada. Este los miró mal por las críticas silenciosas.
- Voy por él.
Tweek sumergió la cabeza y no es que se dirigiera hacia donde el azabache solía dormir o hacia donde la familia del azabache vivía, sino que fue directamente hacia dónde este se escondía.
- Me parece genial que seas un cotilla, pero podrías dejar de parecer un acosador deseando comerse a esos humanos por las patas.- El pelinegro lo miró avergonzado.- No dejas de mover las aletas como si estuvieras enamorado.
- ¡T-Tweek!- desvió los ojos.
- ¡GAAAAAAAAASP!- se llevó las manos a la boca demostrando y exagerando la sorpresa.- No me digas...- susurró.
- ¡No!- exclamó completamente rojo de vergüenza.
- ¿Quién de los dos?- sonrió ampliamente.- ¿No será Craig?- entrecerró los ojos, seguía bromeando, parecía divertirse con eso, pero a Stan no le estaba haciendo ninguna gracia, la verdad.
- ¡N-No es nadie!- se cruzó de brazos.
Tweek soltó una carcajada entre dientes.
- Bueno, bueno... Ya que estabas escuchando... ¿Qué me dices? ¿Quieres estar cerca de esos dos hermosos. . .?
- ¡Tweek!- exclamó.
El rubio estridente soltó una carcajada.
- Y-Ya.- le puso la mano en la boca para que dejara de reírse a carcajadas.- Vamos. Pero como me hagan daño, te juro que me hago una bufanda con tus tentáculos...
Tweek alzó una ceja lentamente. Pero no comentó nada, con la sonrisa maliciosa fue suficiente. Ambos se acercaron al barco y cuando el azabache sacó la cabeza el pelirrojo se le tiró, prácticamente, encima para tomar sus mejillas y mirar sus afilados dientes.
- ¡Pero Kyle!- el rubio oro se acercó para hacer retroceder al pelirrojo, este aún en sus brazos se movió como pez para soltarse.
- No pude evitarlo.- susurró cuando el rubio oro lo soltó.
El azabache mantuvo la distancia del barco.
- Él es Stanley...
- Solo Stan...- desvió los ojos.
- Kyle.
- Kenny.
- Craig.
Asintió con la cabeza.
Irónicamente, aun cuando quería mantener distancia y no acercarse tanto como Tweek hacía, tal vez llegó a comprender cómo se sentía Tweek. La sensibilidad, la forma en la que ellos hablaban, la calma que transmitían, no podía evitar sentirse tranquilo... Especialmente al lado del pelirrojo, no sabía cómo pero había conseguido de alguna forma mirar sus afilados dientes, observar las aletas de cerca e incluso nadar los dos juntos cerca de la superficie para que el pelirrojo regresara a tomar aire.
- Vosotros dos tenéis algo extraño...- Kyle estaba durmiendo, el resto estaba presente, Kenny fue el que habló, se lo decía a Stanley.
Stanley desvió los ojos y se cruzó de brazos sobre la plataforma, Tweek estaba igual que él. Craig estaba en el agua al lado del rubio estridente, el rubio oro estaba en la plataforma, nunca se metía en el agua.
- No hay nada extraño entre Kyle y yo.
- No dije quién.
- Es el único que no está presente.
- Igual no dije quien.- sonrió pícaro.
Stan tuvo la tentación de agarrarlo del brazo y tirarlo al agua en ese instante, pero no lo hizo.
- Aun así es realmente claro.- mencionó Tweek.- Te brillan los ojos cuando venimos hasta el barco.
- Tweek, no lo empeores.- se quejó el azabache de ojos azules mirándolo mal.
- ¿Ves? Tengo razón.- sonrió Kenny autosuficiente.
Stan no contuvo sus ganas y tiró de su brazo para arrojarlo al agua por encima de su cabeza.
- ¡Stan!- exclamó el azabache acudiendo rápidamente.- ¡No sabe nadar, estúpido!- recogió al rubio y lo acercó a la plataforma, este poco tardó en correr como un desesperado por volver a subirse al barco, aquella vez cubierto por una toalla con la que rápidamente se cubrió, tosiendo el agua ya que no estaba ser arrojado tan bruscamente al agua.- ¿¡Por qué te crees que nunca entra en el agua!?
- ¿¡Y yo que voy a saber!?- exclamó el azabache de ojos azules en respuesta.
- Craig, no importa, estoy bien...- estaba hecho un burrito con la toalla y temblando un poco al ser de noche por la brisa marina nocturna y por la humedad del ambiente.
- ¿Por qué tu colgante está brillando?- preguntó Tweek mientras los dos azabaches discutían como críos.
Kenneth palideció y se abrigó más fuerte con la toalla, cubriendo su torso.
- No está brillando, es que refleja la luna.- no tardó en responder sonriendo de lado.- Por eso brilla de vez en cuando...- susurró.
- Ouh...- sonrió un poco.
Tweek les acabó picando a ambos para que detuvieran la discusión de niños pequeños, lo gracioso de eso, es que luego se pasó como veinte minutos pidiéndole disculpas a Craig porque no sabía que a los humanos les afectaba tanto las picaduras de medusa. De hecho necesitaron vinagre y pomadas para que la inflamación de la pierna se calmara. Pero para que el dolor se calmara, tuvieron que dormir la pierna con hielo, mucho hielo.
Craig acarició los cabellos del rubio estridente, quien se había subido al borde de la plataforma, con parte de los tentáculos en el agua y el resto del cuerpo tumbado hacia dentro del barco para tomar la mano del moreno en todo momento y seguir disculpándose.
Stan estaba todavía cruzado de brazos sobre la plataforma, pero con una cara llena de preocupación por cómo la hinchazón de la pierna y el enrojecimiento de la misma no tenía ni punto de comparación con cómo le había afectado a él. Que apenas le había hecho nada por su tosca y gruesa piel. Kenneth se había encargado de todo, de buscar la pomada, de buscar el hielo, de buscar el vinagre y de curar la herida, especialmente de esa parte, porque Tweek no dejaba de disculparse y Stanley no parecía tener mayor molestia por la picadura, pero tampoco podría subir al barco a ayudarlo.
Cuando el azabache se recuperó y el ardor se calmó, el rubio estridente suspiró pesado y aliviado al mismo tiempo y decidió que lo mejor sería que se fueran. Craig asintió y fue a descansar. El rubio oro estaba recogiendo lo que había usado, quedándose a solas con Stanley.
- ¿Dónde conseguiste la piedra esa?
- Tienda de regalos...- se encogió de hombros.- La robé.- bromeó sonriendo.
- No eres muy buena influencia.
- Soy una muy buena influencia, simplemente soy de calle.
- ¿Eh?
- Que me he criado en la calle.
- Oh.
Kenneth rodó los ojos.
- Pensaba que entenderías la referencia. ¿Acaso los peces no usáis sarcasmo?
- No tenemos ese tipo de sarcasmo...- respondió rodando los ojos.- Y debo decir algo...- Kenneth giró los ojos hacia él.- Sí sabes nadar...
Kenneth se lo quedó mirando fijamente.
- ¿Qué quieres decir?- alzó una ceja.
- No te hagas el tonto...- sonrió pícaro.
Kenneth entrecerró los ojos.
- Creo que no nos estamos entendiendo.
- Creo que eres tú el que finge no entenderlo.
Kenneth hizo silencio.
- Tal vez es la falta de sueño...- bostezó desviando la mirada.
- ...- Stanley no habló, al menos no de inmediato.- Entonces te dejo dormir.
Asintió con la cabeza en respuesta y ambos se despidieron.
No era que Stanley sospechara del rubio oro por alguna razón. Tenía una corazonada y aunque era cierto que no solían ser acertadas, aquella vez tenía que ser verdadera sí o sí. La próxima vez que se reuniría con los chicos en el barco para ver las estrellas nocturnas dado a que el humano azabache era un apasionado exagerado de aquellas cosas; él decidió emerger un poco antes de la superficie. Salió del arrecife de forma silenciosa y su nado avanzó lento hacia las rocas en las que el barco se enganchaba para no perderse. Fue al momento de emerger que alguien saltó al agua en aquel hermoso atardecer. El azabache se mostró verdaderamente extrañado por esto y se sumergió para saber quién fue.
Y la sonrisa de satisfacción que apareció en su rostro, junto con la mirada en shock y horrorizada del contrario fue lo que le hizo el día, definitivamente.
- Ni se te ocurra contarle eso a nadie.
Y los labios de Stanley quedaron sellados simplemente al estar de acuerdo con su propia mente respecto a que tener agarrado de las pelotas al mentiroso infiltrado de Kenneth era verdaderamente divertido... Sea como fuere, aquella noche, Stan estuvo súper exageradamente pegado al pelirrojo, nada más que buscando mimitos en la cabeza y Craig y Tweek estuvieron más empalagosos de costumbre porque Tweek no dejaba de disculparse y Craig no dejaba de decirle "te quiero" por cada disculpa que el rubio estridente hacía.
Kenneth estaba de candelabro aquella noche.
Y las muchas otras noches que le seguirán después de esa...
FIN
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Quién no haya entendido lo de Kenny.
Kenny SÍ sabe nadar, pero nunca se mete en el agua porque podría perder el colgante. Y si pierde el colgante y se mete en el agua, se transforma en tritón.
Sé que la wea de Kenny tritón tiene potencial suficiente para alargar la historia como 4000 palabras más, pero decidí no extender más la historia y dejarla así.
Espero que a nadie le moleste que últimamente mis fanfics sean algo cutres XDDD
Prometo que estoy preparando cosas grandes y potentes ewe
...
¿Por qué Tweek medusa y Stan tiburón?
Pues sinceramente, se me hacía tierno imaginar a Tweek como una medusa <3
Y Stanley... pues... no sé, la típica idea de los tritones está supera sobrevalorada, así que escogí un tiburón uwu
Me hubiera gustado dibujar la portada a mí, la verdad, pero tal y como estoy, con historias pendientes y un especial para las 200 historias en camino... Preferí dejarlo a parte y usar alguna imagen bonita Creek que encontrase por ahí uwu
Aquí las opiniones y las dudas que hayan podido quedar -------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo one-short
Bye~
By Silvia Line / Ecchisforlife
[4158 Palabras]
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