Capítulo 4: Noche de sorpresas II
Afuera hacía mucho frío y ya estaba oscuro, fueron varias horas las que estuvieron los dos adentro pero se sintió como si fuera menos porque ambos estaban pasándola muy bien.
-Uff que frío!-
Dice Allison mientras se frota las manos, ella estaba vestida con unos jeans, tenis y una blusa blanca que le quedaba perfecta, Douglas también andaba en jeans y tenis, y traía una camiseta debajo de su abrigo-
-Ciertamente hace frío-
Agrega él mientras se quita su abrigo.
-Qué haces?-
-Tu qué crees? Estoy evitando que pulgarcita muera congelada.
-Muy gracioso-
-Ten, póntelo-
-Está bien, gracias-
-No hay de que preciosa-
Las mejillas de Allison se sonrojaron al escuchar eso.
-Nunca me habías dicho un cumplido como ese-
-Eso es porque no suelo hacerlo, soy frío porque la vida ha sido dura para mí, pero tú eres diferente, lo sé, contigo puedo ser yo-
-Wow! Me sorprende tu sinceridad-
-Tomaré eso como un cumplido, vamos, tengo algo para ti-
Él se empieza a reír de la nada.
-Qué te pasa? Te volviste loco?-
-Loco ya estoy pero me estoy riendo de lo grande que te queda mi abrigo a pesar de que yo tampoco soy alto-
-Aquí viene el bufón-
-Sorry, es parte de quien soy-
-Lo sé, me gusta que seas tú mismo-
-Lo soy porque contigo siento que puedo serlo-
Gracias, supongo-
-Bueno, vamos-
La agarra desprevenida y la carga en sus brazos.
-Qué haces?-
-Llevándote, creo que así es más rápido, a menos que te moleste-
-No me molesta mucho-
-Ja! Orgullosa-
-Tontito-
Dice eso y sonríe, entonces él la lleva por un camino entre árboles.
-A dónde vamos?-
-Ya verás-
Luego de unos diez minutos de camino, llegan a un sitio que está completamente despejado de árboles y se pueden ver bien las estrellas y la luna.
-En serio? Como es que un lugar tan bello como este existe, y como es que lo conoces?-
-Es un lugar al que suelo venir desde hace algún tiempo atrás, aquí encuentro paz y me pongo a reflexionar sobre las cosas, este lugar tiene un significado profundo para mí y quería compartirlo contigo-
-Estoy sin palabras, de verdad-
-No tienes que decir nada-
Douglas se sienta y le hace una seña para que ella se siente a su lado.
-Solo te pido que estés un rato aquí conmigo-
Ella se sienta a su lado. Pasan varios minutos recostados, mirándose uno al otro pero sin decir nada-
-Parece que al final ella tenía razón-
Dice Douglas rompiendo el silencio y a la vez una lágrima empieza a correr por su mejilla.
-Quién tenía razón?-
Pregunta Allison confundida.
-Disculpa, pensé en voz alta, no es nada-
Dice mientras se seca las lágrimas que habían empezado a salir de sus ojos.
-Es solo que, no quiero hablar de eso ok?-
-Esta bien, nos podemos ir si quieres-
-Me gustaría quedarme otro rato así, mirándote, es que eres tan bella, lástima que estés tan rota.
-Si, digo lo mismo, parece que ambos hemos sido maltratados por la vida, pero aquí estamos ahora-
-Tienes razón, creo q ya podemos irnos-
-Oye, y gracias por el cumplido-
-No tienes nada que agradecer-
Le dice y sonríe. Caminaron de regreso al restaurante, ninguno de los dos dijo ni una sola palabra, estaban rojos como tomates, empezaban a darse cuenta del nivel de atracción que sentían el uno por el otro, el cual crecía por minutos. Al llegar al restaurante
-Espera, llamaré un taxi-
-Está bien, una pregunta, anotaste el número de la recepcionista?-
-Por qué, estás celosa?-
-Para nada, ya quisieras-
Douglas llamó el taxi, que los llevó hasta casa de Allison.
-Bueno, gracias por todo hoy-
-De nada, debería agradecerte yo a ti-
-Ok-
Se abrazan y Douglas le dice al oído.
-Me muero por besar tus labios-
Dice y le intenta dar un beso pero ella voltea la cara, él no dice nada, solo agacha la cabeza y se marcha, en ese momento Allison se sentía mal, el miedo le había ganado y había rechazado al chico que le causaba cosas que ni ella misma sabía cómo describir. De camino a casa, Douglas, decepcionado y apenado, la daba por perdida, de momento escucha su teléfono sonar, era un mensaje de ella: " lo bueno tarda y se hace esperar jjj, hablamos mañana, cuídate, besos". El sonrió.
-Enana orgullosa-
Murmuró y siguió su camino a casa. En los días siguientes estuvieron chateando, ya que no podían verse porque Douglas estaba muy liado entre los estudios y las guardias. La última vez que hablaron fue un martes, y Allison lo invitó a pasarse el sábado en su casa, faltaban unos días, pero Douglas estaba ansioso al igual que ella, llevaban casi 3 semanas sin verse, él estaba en su habitación acostado, y solo pensaba.
-Maldito tiempo, por qué no pasas más rápido?-
Él no lo sabía, pero ella estaba igual. No sabían que una linda historia acababa de comenzar para los dos.
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