Capítulo veintiuno.
Libertad
Al acabar el día, luego del fan sing, se nos repartió en casa un formulario pequeño.
Se resumía tal que, si teníamos alguna talento el cual pudiéramos usar en el próximo episodio, daban una lista predeterminada, aunque podías escribir algún otro que no estuviese, en mi caso, free style estaba, asumiendo que es del tema rap, no baile, preparé mi garganta y cerebro pero diez años, no mi cuerpo, ese apenas y si hace lo que hace.
Ya que había marcado aquella casilla, decidí practicar un poco ni rap, más específicamente estructuración y en lenguas distintas, para eso tomé el elevador hacia el último piso, abrí la puerta de la azotea y allí coloqué mi celular con alguna de las tantísimas pistas que tenía producidas ya, menos problema, y solo dejé que mi mente crease algunas estructuras con cierto flow y así fuí variando, al menos logré pensar en algunas temáticas.
Sin darme cuenta, entre rima y rima, palabra por palabra y entonación por entonación ya había pasado la media noche y el frío me estaba empezando a afectar gravemente ya, por lo que ya tocaba bajar y dormir, aunque tantísimo frío no era soportable al menos para dormir saludablemente.
Tomé una ducha caliente rápido y posterior si que dormí.
Al día siguiente lo único que recordaba es que tenía que seguir respirando. Increíblemente estaba cansado y mentalmente agotado. ¿De qué? Quizá de vivir ya, quizá de sentirme diferente a los demás, hay momentos donde soy el número uno en todo y otros donde no tengo ni un par de ojos encima de mi, o al menos así lo sentía yo.
Es un tanto egocéntrico y mal agradecido, pero si salí de mi etapa de anonimato, quería tener muchísima atención al menos.
Fuera de las personas de a pie, quería tener más la atención de aquellos que desde la primera presentación me han mirado hacia abajo. Qué algún día ellos miren hacia arriba cuando mi presencia esté allí.
Aunque quizá eso no esté pasando porque aún no ha explotado mi talento. Aún.
Y hoy probablemente sería una de las fases que tenía pensadas.
Tomamos el autobús hacia el estudio y fué muy de costumbre, calibrar cámaras, maquillajes, pruebas de audios, celebridades siendo jueces entrando, lo normal.
Pese al gran flechaso que tengo hacia alguien, es a quien menos he mirado, y supongo que esa persona también es la que menos a mí.
El rodaje empezó, siendo un en vivo y directo, sin cabida a errores.
Uno tras otro paso haciendo presentaciones de todo tipo, desde flexibilidad extrema, antes de mí un par de presentaciones de free style, y para bajar la vara, el anterior a mí fue un malabarista, que aunque no es poco, es algo que yo sé hacer también, principalmente por ejercicios de percusión.
Al ser mi turno, el presentador me llamó y alegremente y con un agujero en el estómago pasé.
— ¿Eres gran fan de TWICE, no? — Dijo señalando a las chicas junto a su líder y letrista. —Desde que estoy aquí me gustan mucho — Le dije al productor, luego dije mi mirada en las nueve e hice una pequeña reverencia.
— ¿Así que Tzuyu es de tus favoritas no? — Dije insinuando. No pude responder con palabras, me sonrojé, cosa que me pasa una vez por milenio, reí y asentí con los ojos cerrados. —Aunque también admiro mucho a Jihyo sumbaenim y me encanta su voz— Dije intentando desviar atención de esa situación incomoda para mí. —Oh, estás rojo como un tomate— dijo el presentador dándome dos palmadas en la cabeza. —Pese a ser el prácticamente mejor vocalista de los participantes y puede que también de algunos allá sentados— Señaló al público de ídolos. —Elegiste hacer una sesión de free style, y ya que estamos, pensamos que está base te gustaría— Justo dijo eso y sonó la melodía de Thomas El Tren.
Primera reacción, morir de la risa, ni siquiera yo habría pensado que saldrían con esa. pero por lo menos y para comodidad el ritmo era un remix en versión trap, así que empecé a improvisar en inglés sobre eso, sobre mi talento vocal y ser de lo único importante en mi, luego pasando a hacer algunas bromas con los nombres de mis amigos del programa, de un momento a otro cambié a mí idioma nativo dejando una sorpresa en más de uno, y siendo un rap un tanto más crudo y con lógica debido al amplio diccionario mental que tenía hasta la fecha, por último pero no menos importante, pasé al coreano haciendo juegos de palabras que tienen nivel de niño de alrededor de once años, pero que terminaron siendo graciosos, además terminé dedicándole una frase a Jihyo, era en tono de superación. Ya que todos sabemos su historia detrás de cada aspecto de ella.
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