Capítulo diecinueve.
Vergüenza
Cuando por fin terminó el juego me dejé caer en el medio por un buen, buen, pero muy buen rato. Tanto que tres chicas me taparon el foco que tenía encima pensando que había muerto o estaba inconciente, aunque no las culpo una vez más, por experiencias pasadas es entendible.
Cuando mi cuerpo se sentía más ligero, me sequé, aunque viendo lo empapado que estaba, simplemente me cambié de camiseta.
Me sentía muy en confianza, así que me puse a practicar una canción que aún no había publicado ni vendido, aunque probablemente sería de Astro más que mía, era demasiado pop.
Y con referirme a practicar me refería a solo poner la pista ya que no tenía voz grabada, y cantar lo que era una letra promocional.
No vi en que momento, pero era el foco de atención, y era obvio el porqué.
SinB y YeonJun se levantaron y me dieron unos consejos sobre la coreografía promocional, que era básicamente free style a duras penas.
Cuando ya estaba además de cansando, aburrido, me senté con las chicas un rato.
— ¿Realmente no eres gay? — Volvió a preguntar SinB. — ¿Por qué tanta duda? — Simplemente le respondí con otra pregunta. —Es que… nunca he tenido un amigo gay… y como eres de América, allá es muy común… ¿No? — Dijo un tanto esperanzada. —Lo siento por cortar tú ilusión, pero más o menos no soy gay, ni me he puesto a pensarlo seriamente, pero podrías decir que soy bisexual o algo así— Le dije colocando una mano en su hombro. —Ah, y no soy de Estados Unidos, soy de TP, dos cosas muy diferentes— aclaré después.
Luego de una ronda de preguntas sobre mis idiomas y experiencias antes de Corea, llegó lo que casi nunca me preguntan, mi voz.
—Bien, mi voz tiene diez años de entrenamiento detrás, y uso la técnica del belcanto para hacer las barbaridades a las que llego— Simplemente respondí.
Otra ronda más llegó cuando mencioné lo del belcanto, y luego de una explicación corta sobre sus raíces y como es, entendieron, y el una demostración pequeña, Ópera 2 de no recuerdo quién pero que era ruso me sirvió.
El ejercicio consistió en mostrarles que podía llegar a notas súper agudas sin forzar mi garganta haciendo brotar venas, usando mayormente el diafragma para generar la voz. Al hacer eso llamé la atención de todo mundo, ya que el volumen se me pasó y fué mucho.
Por suerte los otros cuatro se nos unieron, formando prácticamente una rueda con todos los presentes, ya que los otros se unieron.
Estuvimos hablando un largo rato de cosas banales y no mucho más, luego volvimos al edificio y ya que la mayoría hizo lo suyo además del juego grupal, se congestionó el baño, al menos el nuestro.
Pero al terminar, solo tomé mi celular y empecé a ver comentarios del capítulo anterior, pero me llevé una sorpresa estaba siendo emitido un capítulo nuevo.
Fuí rápidamente a la sala y encendí el TV viendo cómo estábamos bailando Fantastic Baby todos juntos a través de un espejo. Pero como si hacer el ridículo en televisión nacional no fuera suficiente, el vidrio era un espejo polarizado, de esas que usan los policías en las salas interrogatorias, ese mismo, y nuestros supervisores eran TWICE, JYP, BTS y Bang So Hyuk, dueño de BigHit, y hay que sumar a los pocos integrantes de EXO presentes.
El programa siguió y siguió por un rato mostrando lo que eran los momentos más graciosos y mejores, y por desgracia era el protagonista.
Pero no me podía quejar, en el contrato se enfatizó en letra pequeña que podrían grabarnos en las instalaciones sin avisarnos.
Tenia ganas de llorar, figurativas de la vergüenza, solo podía reír, aunque sí que era gracioso.
Justo en un momento colocaron como bailaba Signal y la reacción de Tzuyu, eso fué lo suficiente para que apagara el TV y me fuera a dormir.
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