Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo ciento veintitrés.


Trauma

Mi recuperación fué lenta y muy gradual, algunas visitas de algunos amigos cercanos y no mucho más mientras seguía en el hospital, me dieron el alta cumplido el mes, pudiendo ser casi autosuficiente, el "casi" lo cubrió mi manager quién pasó de ser mi taxi personal a chef personal.

Al segundo día de haber sido dado de alta, empezaron lo que denomino como problemas, los grupos enteros de idols visitandome.

Siendo los primeros, ASTRO. Y aunque aún tenía mucho dolor estando parado, a ellos no les importó y empezaron a cantar y bailar mientras yo estaba con un gorro de cumpleaños que simbolizaba mi recuperación.

Ese fué el primer día, aunque dejaron un destrozo, lo limpiaron antes de irse.

El segundo fueron TXT, y como empezaba a ser costumbre, Yeonjun a cada rato se disculpaba y Soobin le decía que estaba bien.

El problema llegó cuando el tercero eran Gfriend.

Todo iba muy bien hasta que empecé a detallar aquellas cosas de las que por pensar de manera diferente no vi, y no solo tenía la atención de una, eran dos.

Una vez que note aquello, empecé a sentirme realmente presionado, quizá sin razón alguna, quizá era hasta tonto, ya que me había subido a escenarios de sesenta mil personas que iban únicamente por verme, un par de ojos me estaban oprimiendo ahora.

— ¿Te operaste la nariz? — Preguntó YuJu, incluso pasando su dedo por la forma de mi nariz. — ¿No es muy obvio? — Pregunté retóricamente. — ¿Realmente lo hiciste? — Fué la pregunta de la mayoría, tal parecía que no se notaba mucho.

—Hay veces que salía mal en algunas fotos— Sonreí recordando ese problema persistente. —Tu sonrisa también está diferente— Analizó SinB. Yo sólo alcé mis hombros dando a entender mucho sin palabras de por medio.

—Voy a extrañar la antigua forma de tus labios… — Dijo sin entrar mucho al tema, o al menos, al horario en el que estábamos.

— ¿Por qué no te quedaste en tu anterior casa? — Nos sacó orbitantemente de tema EunHa. —Supongo que no podía quedarme todo el tiempo en un lugar donde no tenía espacio siquiera para colgar todos esos discos… — Me Volteé y señalé todos los discos de platino y oro que había ganado. —Bueno, creo que tampoco me va a alcanzar el espacio aquí pronto— Añadí luego de recordar cómo mi nuevo álbum por desgracia se vendía como pan caliente.

Un rato más de bromas y hablar, se fueron, dejándome en paz por una noche más.

El día siguiente fué muchísimo más tranquilo, tanto que incluso me puse manos a obra con todos los trabajos que tenía pendientes.

En algún momento de todas las horas que ya llevaba en el estudio escuchando y haciendo más música, mi teléfono sonó, aunque por suerte solo era un mensaje.

— ¿Podrías abrirme? Estoy delante de tu puerta, pero no abres— Y ahí fué cuando sentí escalofríos, era nada más y nada menos que Jihyo.

Fué corriendo y abrí la puerta, al hacer esto redescubrí que estaba en recuperación, ya que me empezó a doler hasta mi alma.

— ¿Estás bie?— Me ayudó y me pude apoyar en ella. —Olvidalo, no estás bien aún— Me acompañó hasta el sofá.

—Vine ahora ya que no hay tanta gente fuera y supuse que ya podría visitarte— Explicó ella. —Ultimamente he estado muy ocupado con todo mundo visitandome, pero agradezco que solo vinieras tu, es más difícil controlar un grupo de idols que solo a ti— Sonreí. — ¿Estás bien? — Volvió a preguntar. —Solo es un poco de dolor… — Sonreí falsamente. —No me refiero a eso, me refiero a tu mente— Aclaró, dejándome con un sentimiento de vacío que espontáneamente nació.

—Te mentiría y sabes que soy bueno mintiendo… — Bajé mi cabeza. —Pero aunque no estoy tan bien como quisiera… estoy mucho mejor que antes— Me asinceré.

— ¿Entonces por qué de ru ultimo álbum? — Siguió. —Lo arruiné… ¿No? — Pregunté en respuesta, aunque ya sabía lo que vendría después. — ¿A qué te refieres? — Preguntó desconcertada. —Nada… nada— Intenté cerrar el tema.

Vió su celular después de escuchar lo que dije. —Lo siento por irme tan rápido, pero ya conoces estos horarios… Sana dijo que vendrá en la noche, vean algunas serios o películas, ha estado muy ansiosa por venir— Se levantó, y antes de que yo la siguiera, me paró, quizá por la anterior de dolor que tuvo.

Abrió la puerta y se fué sin más.

Al menos era confortante saber que alguien en específico se preocupaba por algo que no era mi salud física.

Volví a meterme en mi estudio tal cual había hecho hasta recibir otro mensaje, casi igual con diferencia que ahora era una japonesa la que esperaba en frente de mi puerta.

—Hola— Dije al abrir la puerta y verla parada delante. Mientras esperaba una respuesta, ella de tiró encima de mi abrazándome, aparentando tanto que me empezó a realmente doler. — ¡Sana, me duele! — Exclamé, haciendo que ella se desplegara de inmediato. Se disculpó, me dió una bolsa de quizá dulces y entramos.

—Te ves mucho mejor ahora— Dijo mientras yo apenas ponía aquella bolsa en la mesa. —Los primeros días parecía un viejo golpeado, por suerte me curo rápido— Abrí la bolsa viendo que efectivamente eran dulces, pero eran exclusivamente mis favoritos.

—Gracias por los dulces— Sonreí genuinamente esta vez. — ¿Tienes algo que hacer mañana? — Preguntó mientras me di un mordisco al dulce. —No tengo nada planeado de aquí a un mes, así que no, ¿Por qué? — La miré dudoso. —Quería ver si podía dormir aquí, ya que es de noche y eso… — Miré a los ventanales y efectivamente, era de noche ya. — ¿No crees que es demasiado? — Pregunté yo. — ¿Por qué? — Cuestionó inocentemente ella. —No somos nada… además de que somos muy famosos para dormir en un mismo apartamento— Enumeré razones.

—Está bien… Jihyo, Nayeon y Chaeyoung muchas no han dormido en casa— Se excusó. —Si tú estás bien con eso, entonces no queda de otra, por suerte tengo dos cuartos más y este cómodo sofá, tienes de donde elegir— Expliqué.

Una plática sobre mi salud, operaciones y no mucho mas, ella fué la primera en proponer ver algunas películas, y eso hicimos.

Hice algunas palomitas de maíz y al apagar las luces teníamos un cine a disposición.

Lentamente ella empezaba a acortar las distancias, al punto de incluso recostarse en mi hombro. Aunque ya para mí era mucho, tampoco iba a decirle que no. Fuera nuestra amistad, ella es Sana de TWICE y yo solo era un chico que era fan de cada una.

Sin saber cuándo, me deje resbalar encima de ella, estando su cabeza en mi hombro y yo un poco apoyado en ella.

Quizá la opción de una película de anime romántica no había sido tan buen idea después de todo.

En medio de aquel largometraje surgió el amor… y esa esa fué la chispa que hizo que Sana entrelazara sus mano con la mía.

Unos minutos después sentí como se movió, al voltearme a comprobar si se había dormido, sentí como su otra mano se colocó en mi mejilla y se acercó terminando de unirnos en un beso.

Siendo el principio la única parte donde me resistí.

Poco a poco el beso fué alargandose, elevando el ambiente.

Más cuando ella empezó a tocar algunas partes de mi, poco a poco, gradualmente fué bajando y muy díficil de llegar a donde quiso no fué, mi ropa era muy ancha por comodidad.

En el momento que sentí que era demasiado, principalmente por mí mareo y su toque, me intenté separar de verdad. Pero al ver ella que quería oponer resistencia, me empujó, cayendo en el mueble y estando aún más a su merced.

Si mi debilidad física no era suficiente, aparentemente ella tenía mucha más fuerza que yo en mi estado actual. Me quitó la camisa de un momento a otro, pasando una mano por mí cuello y por el otro lado besándolo.

Aunque quisiera, no iba a poder safarme, me estaba gustando mucho aunque se sintiera mal.

—Sana… —Susurré, haciendo que ella bajara la otra mano hacia mi pantalón. —No… — Intenté detenerla al menos con palabras. Dejó de besar mi cuello y se acercó a mi oreja derecha. —Dejame… solo está noche— Susurró, quebrandome por completo.

Poco a poco ella fué intercalando ropas, quitando una prenda de mi y una de ella. Lentamente sentí como iba procediendo a hacer todo lo que quería.

Mientras ella estaba realmente gozando de mi cuerpo… yo sólo podía sentir nada, vacío, sentía como si mi alma y emociones me hubieran abandonado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro