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Capítulo ciento uno.

Primer encuentro



— ¿Te gusta mucho TWICE no? — Preguntó EunWoo poniendo una mano en mi hombro mientras SanHa estaba cantando su parte dentro del cubículo insonorizado. Volteé y lo miré alzando mi cabeza. — ¿A qué viene la pregunta? — Respondí yo. —Dahyun me regaló esto— Sacó de su bolsillo un boleto o algo parecido.

— ¿Qué es? — Volví a preguntar. Me lo puso encima del tablero, leí de reojo y parecía ser una entrada. —Le conté que tenía que mi productor y amigo cercano era fan de TWICE, así que unos contactos después, este es un pequeño regalo— Respondió haciendo que mi atención de SanHa se desvaneciera.

—Si fueras homosexual te besaría en este momento— Jugué con él. —Conmigo si que puedes— Alzó la mano MoonBin desde detrás en el sofá de espera. —Tu aún no me has dado nada— Le respondí. —Tambien soy amigo de Dahyun, quizá si te consiga algo… — Sonrió malévolamente.

Mientras tanto SanHa ya estaba más que enojado por mi déficit de atención hacia su persona y el trabajo.

Rápidamente escuché su secuencia y vagamente le dije que estaba bien, aunque no lo estaba del todo, para mí suerte el Melodine existe y nos bendice a los productores.

Luego se metió EunWoo y seguimos con el trabajo como de costumbre, me metí la entrada en un bolsillo muy cuidadosamente.

Al irse ellos por haber cumplido con sus grabaciones empezó el trabajo pesado, mezclar editar y masterizar todo, cosa que por la cantidad absurda de cosas y voces me costó además de salud mental, mucho tiempo.

Destensé mi cuerpo en pro de relajarme, coloqué mi cabeza apoyada en la silla, mirando al techo por un momento.

Deslicé mi mano por mi bolsillo, sacando el papel en este, luego lo alcé, lo abrí y empecé a leer.

La fecha era el día siguiente, después del mediodía cerca del centro.

Le empecé a dar gracias al de arriba por haber hecho todo el trabajo pasado ese mismo día, ya que muchas veces lo dejo para el día siguiente, así que tenía el día libre y podría efectivamente asistir.

Me levanté, llamé por teléfono a EunWoo, dando el agradecimiento que se perdió por culpa de MoonBin.

Oficialmente mi día de trabajo había terminado, tomé la gabardina que estaba mezclada con la silla, me la coloqué y empecé a dirigirme a la salida, despidiéndome de la recepcionista y la señora de limpieza.

Seguí mi ruta común, unas dos cuadras hasta la parada de autobuses, ya que el frío era mucho por las fechas y entrada del otoño, mis orejas y probablemente nariz también estaban sumamente coloradas, desventajas de ser decentemente blanco.

Además del súbito frío por cambio de temperatura de la compañía al aire libre, empezaba a tener problemas para mantener mis ojos abiertos por el, mismo frío.

Por lo que cada que venía un autobús preguntaba a quien tuviera a un lado si era 308, cosa que repetí cinco veces hasta hallar el correcto y subirme.

Me subí, sentándome en los últimos puestos, ya que eran los únicos libres, y por suerte mi viaje era largo, casi punta a punta de la ciudad, así que podría incluso dormir y no tendría problemas, más de una vez lo hice y aún me faltaba recorrido ya despierto.

Para pasar más rápido el tiempo, me coloqué auriculares y empecé a escuchar musica, o en su defecto, componer lo más básico que pudiera en ese largo rato de trayecto.

Personas iban y venían, cruces del autobús y yo solo me enfocaba en disfrutar la música como pudiera en ese trayecto que pese a haber pasado más de diez canciones aún no había terminado.

Unos minutos más y por fin ya estaba al lado de mi casa, lo malo de haber sido aceptado en Fantagio y no en JYP Entertainment es que una me quedaba al otro lado de la ciudad y la otra a unos cómodos diez minutos caminando.

Pero solo podía soñar con algún día siquiera poder entrar allí, lo visité, pero no me dejaron pasar de la entrada, como es obvio.

Abrí el par de puertas de madera viejas, las cerré al pasar y luego de unos pasos, coloqué el código en la puerta y entre a mi hogar.

Fuí directo a mi habitación, ya que la sala carece de cosas divertidas o entretenidas para hacer, paso más tiempo en mi cuarto y estudio personal, por lo que ambos se llevan gran parte de mis entradas económicas.

Abrí el clóset y empecé a ver qué de todo podría ponerme para el día próximo… habían conjuntos un tanto raros, cierta ropa regalada por EunWoo y que por cuestiones de ser de tallas grandes si que me quedaba, porque ni de broma estaba en su mismo peso, aunque unos kilos cerca quizá estaba ya.

Saqué la ropa cara y empecé pensar que conjunto podría quedar bien para un fansing… era demasiado pensar para ir solo como un fan…

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