Capítulo ciento setenta y siete
A la par
- ¿Estás bien? - Le pregunté, luego de que mi dolor bajara. -Si, si, ¿Y tú? - Preguntó aún sobándose la cabeza. -Creo que aún puedo tener hijos- Me miré en la zona de impacto. -Asi si que no fué grave- La miré ahora.
- ¿Deberíamos bajar ya? - Preguntó, ya que el crepúsculo estaba pasando a ser oscuridad.
Asentí, dejando que ella bajara de primera por nuestras posiciones incómodas.
Luego de yo bajar también, empezamos a tomar el camino de vuelta.
-Creo que hoy fué un buen día para ambos- Solté, tomando su mano para terminar el camino con nuestras manos cruzadas. Me miró, notando como sonrió ante esa acción.
En ese específico momento, con un morado cielo aún, recordé lo que era estar enamorado y lo que era tener esperanzas.
Sentía que podía soportar lo que estaba por destruirme, mi propio nombre.
Un rato de caminar, nos metimos al auto, tomando marcha nuevamente como antes.
- ¿Vamos al pueblo de aquí cerca? - Preguntó, parando en una intercepción. -Me la pasé mucho allá cuando era pequeña- Agregó, haciéndome asentir.
Pese a todo, no sabía tanto de ella, al contrario, prácticamente ella me conocía hasta la médula, es un poco difícil poner la balanza en equidad, pero nunca estaría de más darme un poco de ventaja.
En el camino, nos detuvo un policía de caminos, a lo que nos miramos nerviosos.
-Eres Tzuyu de TWICE, ¿No? - Preguntó, aliviandome yo.
Respondió, a lo que el guardia se tomó una foto con ella, ya que, era fan del grupo.
-Y tú acompañante es... - Sentí que me señaló, ya que tenía puesto el sombrero de paja para aparentar.
Si conocía a Tzuyu, me conocía a mi tambien, y ya que no me iba a dejar ir, solo volteé en dirección a él y Tzuyu, alzando un poco la vista y el sombrero, dejándolo atónito.
-Entiendo- Dijo tragando saliva.
Sentí como se alejó, pero luego lo sentí de mi lado de la ventanilla. - ¿Podría tomarme una foto contigo también? - Preguntó.
Miré a Tzuyu, sabiendo que si lo hacía, tenía pruebas de nuestra relación.
-Mira- Dijo, haciéndome voltear dónde él. Solo vi como en su celular tenía todo mi contenido lanzado en incluso las canciones fuera de mi portafolio musical.
Volví a mirar a Tzuyu, a lo que asintió.
-Tengo una idea- Dije, abriendo la puerta. -Creo que ya sabes lo que está pasando- Dije, alejándome un poco del vehículo. El guardia asintió.
Era muy obvio, más cuando estaba hablando en perfecto mandarín, en Taiwán, específicamente, Tainan y aún más específicamente, en un auto con Tzuyu.
-Voy a pedirte que a cambio de una foto, no digas nada de ambos aquí- Pedí, ya que tenía otra opción.
-Nunca los delataría, siempre quise que fueran pareja incluso, es entretenido verlos nerviosos a ambos viéndose- Río, además de quitarme una tonelada de encima.
Me quité el sombrero de paja, tomándome una foto con él, despidiéndome y entrando al auto.
- ¿Qué dijo? - Preguntó ella igual de preocupada que yo antes. -Es fan de nuestro «shipp» - La alivié con esas palabras también. -Además, tomé la foto de forma que solo se veía el paisaje de detrás, nada del auto- Detalle, poniendo mi mano en la palanca de cambios otra vez.
Poniéndonos en marcha, pero recordándonos lo delicado de nuestra situación.
Al llegar al pueblo, estacionó en un lugar cercano al centro, colocándome mi disfraz entero, básicamente, el sombrero y tapabocas.
Nos bajamos, llevando ella la delantera mientras que yo la iba siguiendo.
Poco a poco fué introduciendome al pueblo, más historias de ella de pequeña con su familia ahí.
Por suerte, el lugar era más tranquilo que Tainan, así que nos relajamos un poco, estábamos algo lejos de Seúl, así que poco podrían esperarnos juntos allí, además de pocas personas en general.
Pasamos por una tienda pequeña, dónde tenía un señor viejo con cara de sabio hablandolé a los niños, nos vimos un momento, y luego nos sentamos a escuchar lo que estaba diciendo.
Básicamente, estaba narrando la historia de su fallecida esposa y como era prácticamente un ángel a sus fieles palabras.
Era increíble como con solo palabras, transmitía sentimientos, podías decir perfectamente lo que sentía, incluso sin verle el rostro.
- ¡Abuelo! - Se escuchó como una chica le gritó, haciéndolo ver hacia esa dirección, posterior, levantándose.
-Que lindo cómo cuenta todo ese señor- Dije, mirando a Tzuyu, queriéndome ver esa posición varias décadas después.
Quería hablar de Tzuyu de una forma igual, aunque actualmente nos tengamos que ocultar.
Nos levantamos, entrando a la tienda, comprando algunas cosas para comer mientras caminabamos o de regreso.
- ¡También los tienen aquí! - Exclamé. - ¿Esto? - Tomó lo mismo que tenía yo en la mano. -De pequeño compraba muchos en mi país- Tomé el anillo de la pajilla con ácido saborizado dentro.
-Cuando era pequeño, tenía quizá nueve años, le regalé un anillo del mismo color a la chica que me gustaba- Miré justo como era el mismo modelo y color.
Inmerso en mis recuerdos de la infancia, escuché como con fuerza rompió un anillo del amarre que tenía.
-Entonces tengamos ambos unos iguales, mientras alguno lo tenga puesto, aunque no estemos juntos, significará que aún sentimos algo- Señaló nuestros dedos, poniéndose uno ella.
Sonreí, quité el anillo que tenía y me lo coloqué en el mismo dedo que ella.
-Que esto simbólice nuestros sentimientos verdaderos- Sonreí diciendo eso.
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