Capítulo ciento sesenta y cuatro
Turismo
—Me hace falta cabello para disimular mis defectos— Dije para mí al terminar de lavarme la cara. Al salir del baño, me quedé estático un rato pensado que podría haber y que no.
Como no sabía que podía realmente, tomé mi laptop y el pequeño dispositivo MIDI para suplementar el piano, aunque solo eran dos octavas, pero que servía mejor que el teclado o mouse de la laptop.
Subí al segundo piso, yendo hacia el balcón, me coloqué mis auriculares y empecé a crear, últimamente había creado un sonido propio, así que estaba emocionado por mi música una vez más.
Pese a mi brusco cambio de ambiente y algo de estrés, una habilidad que adquirí por obligación propia era trabajar así no tuviese inspiración.
En general, para artistas, es algo que debería ser regla, eso te da la experiencia y maneras de proyectar lo que realmente quieres en el momento que si llega la inspiración.
De todos modos, el género al que volvería solo era trap melódico mezclado con mi tipo de sonido tranquilo, pese a conocer la fórmula a la perfección, por juntar mis cosas favoritas, siempre salía algo bueno.
En plena creación de una secuencia melódica, sentí como alguien me tocó el hombro, sobresaltandome un poco, pero por suerte, sin romper nada.
Me quité los auriculares volteando a la vez. —Ya está el desayuno— Tuve que elevar mucho mi cabeza, ya que era el hermano de Tzuyu. Cerré la laptop, desconectando todo y dejándolo a un lado de la cama de Tzuyu, yendo a comer después.
Cuando me asomé por las escaleras, todos asomaron en mi dirección.
El papá me señaló que me acercara.
Luego me señaló la silla al lado de Tzuyu.
Me senté allí obedeciendo. — ¿Aunque estés aquí tienes trabajo? — Me preguntó el antes mencionado. —Me desperté demasiado temprano… No sabía que más hacer— Respondí sonriendo.
—Si no sigo trabajando no podría haber tenido un álbum con setenta millones de ventas— Sonreí a tono de broma.
—Yo tengo una consola, está algo escondida en la sala, pero puedes jugar al videojuego de disparos que sueles jugar, está instalado— Tomó mi atención su hermano ahora.
—Si no puedo dormir entonces me pondré a jugar— Le respondí.
—Con ese corte de cabello pareces toda una estrella china en vez de coreana— Ahora era su mamá. —Pensé que no les gustaba la cultura china— Opiné, sabiendo un poco del transfondo autoritario Chino.
—Aquí nos gustan muchos los ídolos de kpop y China— Respondió ella.
El desayuno siguió con su familia adulandome cada que podían, y aunque no revisé a mi lado, podía intuir que Tzuyu no estaba muy feliz igual que ellos.
Luego de almorzar, me avisaron que saldríamos todos de paseo, más que nada, a enseñarme a mi lugares de su ciudad.
— ¿Estás seguro de que así no te van a reconocer? — Preguntó Tzuyu al verme vestido casi como pescador chino.
Me miré, notando que nada estaba mal. —Creo que está bien, si te toman fotos o reconocen, pensarán que sólo soy un amigo de la infancia o algo, he visto a algunos viejos vestidos así— Miré mis nuevas adquisiciones, alias, zapatos de pescador.
Ella solo me empezó a juzgar como bien sabía. —Ey, era esto o vestirme de mujer otra vez— Coloqué mis manos en mis caderas.
—Habría preferido lo segundo— Se levantó y salió de la habitación.
Aunque realmente era gracioso el como encajaba tan bien con esa apariencia.
Aunque realmente solo parecía una mezcla entre ropas viejas y algunas nuevas.
Al fin y al cabo, si me quedaban bien los diseños raros de las marcas italianas y francesas, todo me quedaría bien.
—Necesito tomarme una foto, voy a usar esto en un videoclip— No podía con esas necesidad, cosa que hice.
…
— ¿Dónde es que vamos? — Pregunté al hermano de Tzuyu. —Al primer palacio de la ciudad, es de los primeros del país— Respondió él.
— ¿Al que fuimos cuando éramos pequeños? — Preguntó ahora Tzuyu a su hermano. A lo que afirmó.
Paramos en un estacionamiento cercano. Empezamos a caminar por una zona de comercios, siendo exactamente la representación gráfica de lo que era un barrio chino en mi mente.
—Siempre había querido ver esto— Dije dándome la vuelta en una intercepción. — ¿Qué cosa? — Preguntó Tzuyu ahora. —Algun barrio como este— Dejé de mirar a todo y pasé a verla a ella. —De pequeño me gustaban mucho las películas asiáticas, siempre veía barrios como este, y solo me quedaba soñar en algún día verlos, Corea es muy occidental para notarlo allí— Revelé.
Minutos después, llegamos efectivamente al palacio y museo, siendo y teniendo obras de arte por montones.
—Tengo un pequeño problema— Dije al ver las descripciones de los objetos. — ¿Cuál? — Se acercó su papá ahora.
—Creo que esto es dialecto que nunca aprendí, o se me olvidó leer chino— Dije intentando comprender las cosas raras que tenía allí delante.
—Es solo chino normal, puedes leer en inglés detrás— Tzuyu señaló la otra parte, que efectivamente tenía inglés.
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