Capítulo ciento cincuenta
Autorías
—Dónde era que estabas… — Me pregunté buscando las acreditaciones del álbum nuevo de TWICE.
Cosa que nunca era exacta ni fácil de encontrar.
Pero luego de un rato encontré todo, desde productores, hasta escritores, y como podía sentir la habilidad que tenía yo para simplificar el trabajo de más de cien personas y cientos de miles de dólares en solo yo, una pizza y una noche.
Al fin y al cabo era un álbum de estudio, sería raro si lo hiciera todo yo como de costumbre.
«I Can't Stop Me;»
"Producción: Melanie Fontana, Michael Schuzl y Chou Tzuyu"
"Letra: J.Y. Park, Kim Dahyun, Chou Tzuyu"
— ¿Ah? — Releí.
Efectivamente, Tzuyu estuvo presente junto a dos de los productores de pop más grandes y escribió parte de la canción.
Y no solo eso, la canción siguiente también era igual, producidas y escritas en parte por ella, aunque viendo la letra, entendía un poco el porqué.
Hasta yo desde fuera podría considerarme el diablo y cielo a la vez.
"Bring It Back" era enteramente escrita por ella, aunque no producida, y viendo cómo era estructurada, podía ver qué no, era difícil de hacer para ella.
Por contraparte, "Handle It" tenía solo un nombre figurando en sus acreditaciones, el de ella.
Y la letra, era algo que incluso a mi me costaría escribir.
Habia perdido el sentido de muchas cosas, una de ellas, era el miedo de que incluso Tzuyu me devorase como productora.
Sin contar su drástico cambio en técnica vocal.
¿Qué sentía ella?
¿Qué sentía yo ahora?
Pareciera que aunque yo quiera odiarla, ella solo quiera ser más como yo.
Se siente como si quisiera copiar la receta de mi éxito.
¿Qué nos dividía ahora?
Ambos hacemos música, ambos cantamos, ambos bailamos, ambos actuamos.
Muy juntos pero en otros caminos…
Me despegué de la computadora, ansiando aire fresco y relajarme un poco, así que como tenía la pequeña costumbre ya, subí a la azotea, que estaba muy decorada en comparación a otras.
Aunque el frío nunca dejaba de ser inclemente, menos en una altura tan grande, parecía ser nada.
Había perdido el sentido…
El sentido de diferenciar el punto en el que la lluvia empezó a sentirse como nieve.
Por lo menos… pese a todos los traumas… todos los miedos… todos los quiebres, podía seguir escuchando el sonido de mis pianos.
Empecé a mirar mis manos.
¿En qué me había convertido?
¿Remanentes de mi mismo o alguien nuevo?
Siempre mantuve en mi mente que nunca dejaría que la fama me cambiase.
Reí un poco.
Al fin y al cabo, perdí mis frenos hacía mucho tiempo.
Y aunque tenía una pared hecha de almohadas, se convirtió en una de concreto.
Me levanté, caminando un poco, dejé mi cuerpo caer en la nieve, que amortiguó mi peso.
Empecé a distinguir algunas formas dentro del cielo nublado enteramente.
Pese a que no tenían sentidos, tenían algo en común conmigo; mis pensamientos.
¿Por qué Tzuyu estaba así?
Tan tierna y linda…
Tan profesional a la vez.
Me hacía sentir como un tonto comparando ambas vidas desde aquella desgracia para mí de día.
Mirando el cielo desde un rascacielos, podía sentirme a mil kilómetros de la nada misma.
Cómo si en cualquier momento, cualquier pestañeo viajara un segundo de velocidad luz y llegara a la misma luna.
Cerré mis ojos ansiando ese destino.
Aunque solo sentí como algo grande y ligero cayó encima de mi.
Abrí los ojos, aunque encontrándome en el mismo lugar, está vez estaba allí Jisoo de Blackpink.
— ¿Qué haces aquí? — Preguntó, temblando del frío. —Quería ver cuánto podría tardar en morir congelado— Solté de broma.
Aunque ella no se lo tomó así. — ¡¿Qué?! — Preguntó alterada. —Era broma, era broma— Me levanté súbitamente, aunque por ese mismo impulso resbalé por posicionar mal mi mano y caí de nuevo, aunque más fuerte, ya que había compactado la nieve.
— ¡Ay! — Exclamé sobando mi cabeza, zona más afectada.
Sentí como una mano más empezó a pasearse por mi corto cabello.
Dando en los puntos exactos para darme una especie de orgasmo en mi sistema nervioso. Cuando destensé mis manos y prácticamente estaba por quedarme dormido allí mismo, ella quitó su mano y regresé en mi, pero sin dolor.
Volteé a verla y ella aún seguía muriéndose de frío.
Me levanté de una forma más controlada, tomé la manta que me envolvía y se la enrolle de una vez, pasando por encima de su cabeza debido a nuestras diferencias de estatura.
Aunque muy bonito y funcional, también la acerqué demasiado y casi terminamos por darnos un abrazo, instantáneamente me separé, pero por lo menos ella tomó la manta y no se cayó.
—Se veía mejor en mi mente— Me defendí. Ella solo me veía un poco sorprendida.
—Se vió muy bien desde aquí— Soltó sin más. — ¿Qué haces tú aquí? — Pregunté. — Quería un poco de aire fresco, ya sabes cómo han estado nuestros días— Dijo, dándose media vuelta en dirección a unas sillas. La seguí por consiguiente.
—Si… incluso para mí estos días han sido demasiado pesados— Dije una vez nos sentamos ambos.
— ¿Cómo es que aguantas tan bien este frío sin temblar? — Preguntó viéndome raro.
Reí por un segundo. —Podrías acreditarlo por haber vivido en una ciudad muy caliente, quizá también me acostumbré al frío en este tiempo aquí— Ambos miramos al edificio más cercano desde allí.
—Desde aquí puedo entender… — Dijo, sin terminar su oración.
Dos segundos sin respuesta después, me volteé a verla, notando como su mirada estaba fija en mi.
— ¿Entender qué cosa? — Pregunté, un poco intimidado por su mirada.
En general, las chicas muy lindas suelen intimidarme mucho, pese a que conozca que sean tiernas y todo lo demás.
—Entiendo el porqué todas las chicas que están cerca de ti se enamoran perdidamente— Explicó, relajando sus párpados, dándome una mirada ya no tanto intimidante, si no, más cálida.
Volví a reír por un segundo.
—Si ese fuera el caso… no sufriría como lo hago por amor— Le dije casi que negando aquella confesión.
—Puedo darte una lista extensa de todas las celebridades que ya cayeron por ti, aunque no les prestes atención nunca después de interactuar con ellas— Propuso.
—Adivino, Yuju, SinB, Sana, Chayeoung de DIA, Yeri y Joy— Cerré las candidatas.
—Fallaste un poco, prácticamente le gustas a todo Gfriend, a media fila de actrices populares, a casi todo Red Velvet, Itzy, incluso a las de Mamamoo, todas las chicas de (G)I-Dle, no solo Miyeon— Dijo un montón de grupos y nombres.
— ¿Cómo puedo creerte? — Rechisté. —Tú mismo eres una máquina para no darte cuenta de a quién le gustas— Me señaló.
Me señalé a mi mismo.
—Si, tú— Me regañó. —Eres tan tonto que ni siquiera te diste cuenta de que le gustabas a Nayeon— Reveló.
— ¡¿Qué?! — Exclamé. —Eres demasiado obvio para las cosas que te convienen— Dijo casi con rabia. — ¿Estamos hablando de la misma Nayeon? — Pregunté aún atónito.
—La misma Nayeon que te ayudó con Tzuyu— Empezó a revelar lo que sabía.
—Al menos acertaste con Sana, pero fallaste con Mina— Una vez más, abrí los ojos que el frío me estaba cerrando.
—Si sientes que estoy molesta, es que lo estoy, porque incluso a Jennie y Lisa les gustas, eres el perfecto modelo del tipo ideal de cualquier mujer asiática hoy día, en todo sentido y aún así lo desaprovechas— Prácticamente sentía como mi mamá me estaba regañando, una vez más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro