El lago
Después de aquella noche tan extraña, los días fueron diferentes. Era como si un presagio de malos momentos, hubiera dado inicio ahí.
Primero, Liam me invitó a desayunar los días siguientes, pero yo buscaba la manera de negarme, decirle no, sin ser grosera. Los almuerzos, solía llevarlo a mi habitación, no quería tener contacto con nadie y eso me ayudó avanzar con mis tareas, es más, logré obtener mejores notas y hasta excentar una materia.
Seguía recibiendo las notas o cartas. Comenzaba a sospechar más de Liam, últimamente lo había visto diferente y un poco más poético. Pero mi faceta de Sherlock, sigue en pie.
Ed seguía con su barbie, presumía su gran amor cada que podían, sobre todo cuando yo estoy cerca. Se habían unido a una campaña llamada "salvemos el planeta", la verdad es que solo lo hacía para poder fastidiarme. Ella se entero que yo me uniría a ese proyecto. Sin embargo, el distanciamiento de todos hizo que me perdiera la inscripción y no pude agregarme.
¡Me fastidia Nataly!
Con Thomas, bueno, lo había evitado. El me enviaba mensajes para vernos, pero solía decirle que tenía mucha tarea. Ahora él se veía como siempre, cargando pilas de libros hacia su habitación, con esos horrendos anteojos y sus chalecos grises de rombo. Pasaba más tiempo con aquella chica, creo que quizá ella tenía razón, yo solo le traía cosas malas. Ahora el era nerd, como siempre había sido. Quizá todo había regresado a la normalidad, una normalidad muy dolorosa para mi.
A Tom, no podía decirle mis motivos de evitarlo porque era explicarle todo lo que había pasado esa noche y eso era casi imposible. Si le decía, tenía que explicarle que lo bese, ¡ay Dios! Lo bese. ¿Por qué lo hice? ¿Por qué lo bese? Dios, no puede creer que Tom haya sido mi primer beso después de tantos años.
Que difícil es tener 18, pero más difícil aún es darme cuenta que comienzo a extrañar a Tom, extraño sus estúpidas investigaciones y pláticas de computadora. Extraño salir y que algo trágico pase o simplemente extraño verlo sonreír y que sus ojos se hagan pequeños atravez de esos horrendos anteojos.
Vaya, nunca pensé que podría extrañar a Tom. Creo que se ha convertido en un buen amigo, ocupó el lugar que Ed dejo, con la diferencia, que no estoy enamorada de él.
-¡ Abby!- escuche un grito y al girarme era Tom. Sonreí enormemente sin pensarlo, fue algo tan natural.
- ¡hola!-dije y arrugue los labios para dejar de sonreírle.
- ¿que pasa contigo? ¿Estas evitandome? - pregunto con cara triste.
Si, pensé.
-no ¿por que piensas eso?
- ya no almorzamos o salimos, es decir, fingimos. ¿Ya no quieres ayudarme? - pero si eso estoy haciendo, me dije en la cabeza.
-¡claro que si socio!- golpee su brazo -Pero eh tenido demasiada tarea. Creo que había descuidado mi educación, así que..
-esta bien, se que estas ocupada. No hay nada más importante que eso y me disculpo por ser un tonto y cuestionarte- soy una mala persona mintiendole a él, Thomás, un chico inocente, metido en mi telaraña de mentiras.
Aggh, que drama.
- ¿estas lista? - grito Ly y luego saludo a Tom
- iremos al lago, es una fiesta organizada por los de octavo y bueno, Ly me pidió acompañarla- ¿por qué le explicaba?
-si, claro. Diviértanse-esboso media sonrisa y luego se fue.
Pude suspirar tranquilamente y a la vez, sentí un pequeño vacío en el estomago.
- no voy a preguntarte nada- dijo Ly - esta noche es para divertirnos.
Me abrazo y nos fuimos caminando hasta el lago. Los de octavo solían hacer esto como una tradición. Hacían una enorme fogata en donde todos bailaban, bebían (como siempre) y al final realizaban una danza tonta, para dar la bienvenida al invierno. Yo le llamo excusa para embriagarse.
Llegamos y casi media universidad estaba ahí, Ly me hizo brindar y fue lo único que estaba dispuesta a beber esa noche. Bailamos un rato, la noche comenzaba aparecer, yo me la estaba pasando bien, por fin había olvidado un poco de drama. Baile alocada, así como siempre eh sido, Ly y yo inventabamos pasos, no importa si alguien podía burlarse.
Me sentía libre, despejada de tantas cosas, la música era mi terapia favorita.
- ¡preciosa!- dijo Nelson y abrazo por la espalda a Ly.
- ¡hola!- saludo ella sorprendida - pensé que no vendrías.
- bueno, no podía dejar a mi hermosa novia sola-eso se oía romántico, pensé.
Estuvo un rato con nosotras, luego se llevó a Ly para que bailarán. Yo me quedé sola, sentada en aquellas piedras, con mi enorme suéter porque el frío comenzaba aparecer y la brisa del lago se sentía más fuerte. Gire a ver hacia dónde Ly y pude notar como si ellos estuvieran discutiendo.
Lo supe porque ella movía las manos y la cabeza como loca (conozco sus gestos) seguramente algo tonto había pasado. Pero decidí ir a verla.
La encontré llorando, sentada en una pequeña piedra. Tenía las manos en el rostro.
- ¿que pasó Ly? - pregunté angustiada y me coloque de rodillas frente a ella.
- no lo se-respondió y me abrazo - estábamos hablando y de pronto el dijo que si me gustaba estarme exhibiendo frente a otros chicos y me grito.
La abrace y no podía creer lo que me estaba diciendo, hace un momento yo había pensado que era romántico lo que había dicho, pero ahora veo que no.
- oye Ly, no deberías permitir eso. Nelson no tiene porque levantarte la voz y menos decir que eres una chica exhibiciónista- le susurre.
- ¡quizá yo tuve la culpa!-dijo de pronto, haciendo que me sorprendiera.
- ¿de que hablas? Tu no tuviste la culpa de nada
-si, quizá si yo hubiese venido con él, esto no hubiera pasado. Además Nelson no es así, es la primera vez, seguramente tuvo un mal día o algo así.
-¿que? - pregunté o mejor dichó grite - Ly no puedes decir eso. No debes permitir que el te trate así, tu no...
- ¡dije que tuvo un mal día! - respondió molesta. Se levantó y se fue, dejándome consternada por el momento.
Nadie debe gritarte o decirte esas cosas, aunque haya tenido un mal día, nadie tiene porque desquitarse contigo, pensé. Pero decidí dejarla tranquila, ella también debía tranquilizarse.
Regrese a la fogata pero antes de llegar, Liam me interceptó y me llevó hasta un pequeño puente que daba a casi la mitad del lago. Sentía un poco de miedo, la oscuridad es uno de mis mayores miedos.
- ¿que pasa? - pregunté nerviosa y con ganas de irme ya.
- By, se que quizá lo que voy a decirte suene precipitado pero no pienso esperar más. By ¿te gustaría ser mi novia? - me quedé sin palabras ante aquella pregunta.
¿Su novia? ¿Ser novia de liam?
- ¿¡Que¡?- pregunté consternada
- mi novia, ¿Te gustaría salir conmigo?- pregunto nuevamente.
- Liam yo tengo novio-pensé en Tom rápidamente. Ficticio o no, era mi novio y otra vez estaba salvándose, sin estar presente.
- ¡se que no es tu novio! ¿pretendes seguir con esa mentira? - cuestionó con cara de decepción - piénsalo By, te estaré esperando mañana en la cafetería.
- ¡no tengo nada que pensar Liam! Tengo novio y no quiero ser tu novia-dije y me puse seria. No quería que el dudará.
Además, Liam no me interesaba, si aceptaba estar con él solo por lastima o cualquier otro motivo, era lastimarlo al final y yo no podía hacer eso.
- ¿por qué? ¿Qué tiene el estúpido nerd? - preguntó enojado
- en primera no es nerd y en segunda, no tienes porqué levantar la voz. Liam, tu puedes conseguir a la chica que quieras.
- yo te quiero a ti By, ¿ es tan difícil de cómprender? - no respondí. Me sentía identificada con él.
Yo podía hacerme novia de Liam, quererlo a él sin tanto drama y en su lugar, mi corazón le pertenecía a un chico estúpido de nombre Ed.
- lo siento-fue lo único que dije y me di la vuelta para ver el lago.
Segundos después escuché a Liam irse. Suspiré, me sentía mal por él, por su declaración rechazada, pero tampoco podía aceptarlo sólo para hacerlo feliz, al final del día terminaría siendo trágico para ambos.
Me gire para regresar al campus, pero una rubia tonta, de nombre Nataly, me detuvo.
- ¡¡así es como siempre debes estar, sola!!- sus palabras llevaban enojo y su rostro dibuja una sonrisa malévola.
- Nataly hoy no tengo ánimos de discutír contigo- pase a su lado y me jalo.
-¡ tu no te vas hasta que yo lo ordene!
-¡tu no eres mi madre para decirme que hacer!-respondí molesta y quite su huesuda mano de mi brazo.
- ¿por qué eh? ¿Por qué no dejas a Edgar en paz?
- preguntar eso esta demás. No entiendes que el te prefirió por encima de mi, que soy su amiga de años-le recordé y me dolía el corazón escucharme.
- resulta que Edgar no te aleja del todo. Siempre está mencionando tu nombre en alguna actividad que realizamos, en alguna comida a la que vamos o simplemente por cualquier tontería - me sorprendí ante aquella confesión.
¿Ed pensaba en mi? ¡Oh Dios! Mi corazón está palpitando otra vez en modo vivo. Pero debía tranquilizarme, no sabía que clase de juego era este. Con ella nunca se sabe.
- Nataly no entiendo para qué dices todo esto. ¿Que ganas? No se supone que lo que quieres es alejarnos.
- ¡Por supuesto que es lo que deseo! ¡Quisiera que desapareciera! ¡Que te murieras!- grito
- eso es algo muy fuerte. Sabes, te dejaré sola. Loca- me di la vuelta y Nataly volvió a jalarme.
- solo hay una manera-dijo y me llevo hasta la orilla de aquel puente.
Me tomo de sorpresa y ambas caímos al lago. Sentí como si estuviera cayendo sobre piedras por lo frío del agua. Mi cuerpo se sentía golpeado y tenía miedo, estaba muy oscuro, no sabía qué hacer, solo movía las manos.
Logre salir a flote y comencé a toser. A lo lejos escuché como Nataly movía las manos, gritaba. Ella no estaba nadando, ella se estaba... ¡Ahogando!
¡Por dios, Nataly se ahogaba!
Comencé a nadar hacia ella, no importa como fuera y que ella tenía la culpa, era una vida y debía ayudarla. Mi parte humana no permitiría que se ahogara.
Comencé a nadar lo más rápido que pude, cuando estaba cerca, ella no dejaba de manotear y no me permitía sostenerla y ayudarla. Nataly, escuché a lo lejos, era la voz de Ed y seguido de eso un sonido de alguien entrando al agua.
En esa pequeña fracción de segundos que pasaron, Nataly agarro mi cabeza y comenzó a hundirme con fuerza. No se si lo hacía para salvarse u otro motivo perverso, con ella ya no se sabe.
Cómo pude salí a tomar aire, pero segundos después mi cabeza estaba siendo hundida otra vez y en mi segunda lucha por salir, recibí una patada. Esto hizo que perdiera el conocimiento.
Después de aquello no recuerdo mucho, solo que mi cuerpo se sentía muy débil, y agua lastimaba mis fosas nasales, pero no podía reaccionar. ¿Estaba muriendo? ¿Así se sentía esto?
"Abby, Abby" una voz susurraba tan cerca de mí "ven, Abby". Buscaba el rostro de la voz, pero no podía encontrarlo, me sentía mal, una opresión en el pecho no me dejaba respirar y mi corazón se agitaba demasiado.
- ¡¡Abby!!- escuche el grito de Tom y en ese momento comencé a toser.
Tosia y me dolía el pecho, era como si me raspara. También me ardía la nariz, demasiado. Por fin abrí los ojos, habían varias personas a mi alrededor, pero el único rostro conocido era Tom.
-¿te sientes bien? - preguntó y yo asentí.
Mi cuerpo temblaba, el frío era extremo. Me dolía todo, creía que iba a desmayarme.
Tom se quito la chamarra y la puso sobre mi. Una voz desconocida le pedía a las personas que se alejaran, que me dieran espacio. Poco a poco fueron haciendo caso y me dejaron el segundo escenario.
Era Nataly llorando - como siempre-y abrazando a Ed. El me veía con ojos furiosos y la abrazaba con fuerza.
- te llevare a tu habitación, debes cambiarte-me susurro Tom y luego me cargo.
Me sentía muy débil, agradecía que Tom me cargará, porque no iba a poder dar un solo paso. Me sentía agotada, como si hubiera corrido un maratón.
- ¡como pudiste! - grito de pronto Ed y detuvo del brazo a Tom - ¡quiero que dejes en paz a Nataly! Las cosas pasadas creía que eran casi normales, pero esto, intentar matarla, eso no tiene disculpa.
No tenía ganas de discutir y tampoco estaba en condiciones. Quería decirle muchas cosas, pero decidí recostarme en el pecho de Tom y hacer caso omiso.
- deja de molestarla-respondió con una voz grave, Tom.
- ¿molestarla? ¿Estas viendo la situación? - cuestionó Ed.
- si y por lo que yo veo, Abby estuvo a punto de ahogarse por salvar a tu novia. Sin embargo vienes y quieres culparla...
- no importa-susurre y abrace más el pecho de Tom - no discutas, lo que Ed diga o piense, ya no me importa.
Tom me observó sorprendida, en mi interior yo también sentía eso, pero era la verdad, no me importaba lo que Ed dijera. En ese momento me sentía débil, mal y triste, porque el prefiero salvarla a ella, a Nataly, sin que yo valiera algo.
Tom asintió. Siguió caminando, llevándome entre sus brazos y dejando a todos aquellos con dudas en la cabeza, pero sobre todo a Ed.
Mientras Tom me llevaba hasta mi habitación, podía escuchar su corazón palpitar, sentía su agradable aroma rodearme y sus cálidos brazos a mi alrededor. La verdad es que eso era Tom, calidez, ternura, inocencia mezclada con un poco de rudeza, pero esta última, solamente cuando era algo que en verdad le dolía.
Me acomodaba más en su pecho, era tanta la seguridad que sentía, que no quería llegar a mi habitación, quería quedarme acurrucada ahí. Y no era por soledad, tampoco era por darle celos a Ed, simplemente yo quería estar con él. Tom me había brindado tantas cosas en el poco tiempo que llevaba a su lado y lo más extraño es que, ni siquiera eramos novios y nos hicimos amigos por una tontería mía.
Creo que ha sido una tonteria muy buena.
- ¿segura que estas bien? - preguntó Tom otra vez
-si, pero tu también estas mojado. Deberías ir a cambiarte-no, no quería que se fuera.
¿Que rayos me pasa?
- si, solamente quería acompañarte para saber que estabas mejor-respondió y se puso de pie - aunque no creo quedarme cien por ciento tranquilo, estaré pendiente del celular.
- iré contigo-dije sin pensar - yo tampoco estaré tranquila, puede ser que esta mojada te enferme y tengas temperatura - me sentía como una tonta al hablar casi tartamudeando.
- ¿que? Es decir, no lo sé. No sé si sea correcto que te vean entrar a mi habitación.
No me importa lo que piensen, al diablo eso, pensé.
- tienes razón - decline, era una tontería lo que había dicho.
Soy tan bipolar. Mi mente decía algo, pero mi boca lo negaba.
-pero...
-no, esta bien-interrumpí las palabras de tom - estaré pendiente de mi celular. Te veo mañana y muchas gracias.
Tom salió de la habitación y yo sentía algo que no podía explicar. Yo no quería que se fuera, habían sido tantos días evitandolo que lo extrañaba, extrañaba a Tom y ahora se iba nuevamente. Dios ¿que pasa conmigo?
Me cambié la ropa y la coloque sobre una silla para poder secarla. Coloque una toalla sobre mi cabeza para secarme el cabello y en ese momento mi celular vibro.
"¿Como estas? Yo estoy bien, acostado y pensando en ti"
Era un mensaje de Tom. Me tiré a la cama y me sentía como una colegiala de 13.
" ¿Por qué piensas en mí? ¿Tienes fantasías conmigo?
Fue mi respuesta, sabía que si estuviera frente a mi, Tom tartamudearía y se pondría rojo de la pena. Me gustaba hacer eso.
" Yo decía por lo que paso, el lago, tú ya sabes"
Sabía que estaba nervioso y sin darme cuenta, eso me hizo sonreír fuerte. Me descubrí muy feliz y me asusté, así que decidí cortar esos mensajes. Esto no estába bien.
" Descansa"
" Igualmente, feliz noche. ¿Te veré mañana?"
No respondí. Mañana iba a verlo, pero ahora era un plan diferente, iba ayudarlo con la chica de sus sueños.
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Espero les guste este nuevo capítulo, yo lo ame.
Por cierto me hicieron una entrevista, si gustan pueden ir a verla, voy aparecer etiquetada☺️☺️☺️☺️☺️.
En los comentario le dejó donde fue mi entrevista, estoy super feliz. Por favor 🙏
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