compromiso
Esta mañana me había levantado con el sonido de mi alarma, pero ahora había algo diferente, un recordatorio en ella:
" Cumple nerd"
Era el cumpleaños de Tom, lo había olvidado por completo. Me vestí lo más rápido que pude, deje de lado los tacones y decidí utilizar mis tenis blancos favoritos. No use faldas cortas o blusas ajustadas, simplemente jeans y una playera básica blanca.
En clases no puse mucha atención, estaba buscando pastelerías cerca para poder comprar uno, revise mis ahorros y podía pagar una cena para él. Así que busque un bonito restaurante, no tan elegante como al que Tom me llevo a comer la última vez, pero si algo bonito. No me alcanzaba para comprarle un buen regalo, así que busque entre mis libros y me encontré con cumbres borrascosas.
" Feliz cumpleaños Tom, ha sido todo un placer coincidir" escribí en la.primer hoja de aquella novela.
Seguí buscando pastelerías, pero no lograban convencerme y las que lo hacían, bueno, eran un poco costosas, así que decidí simplemente regalarle dos cupcakes con una velita.
Lo tenía todo listo, ahora solo faltaba llevarme a Tom.
- ¡Hey!- grite al verlo. Iba a felicitarlo pero me detuvo repentinamente.
- necesito que me ayudes- soltó nervioso, sabía que su familia tenía algo que ver.
- ¡bien!- solté sorprendida y tragando mis felicitaciones que había practicado -¿Que sucede está vez?
- mis padres- sabía que ellos tenían la culpa- prepararon una fiesta por mi cumpleaños.
- bien, entonces vayamos- dije tranquilamente - ahora..
- no es sólo eso- volvió a interrumpir y tuve que volver a tragarme el feliz cumpleaños.
Comenzaba a molestarme.
- sea lo que sea, sabes que voy apoyarte, socio- trataba de darle ánimos, tranquilidad y por fin llevar acabó mi plan de cumpleaños.
- Abby, mis padres pretenden hacer una fiesta de compromiso- dijo suspirando y cerrando los ojos.
-¿Compromiso?- pregunté, aunque ya sabía lo que respondería - ¿Tú y yo, vamos a casarnos?- trate de que eso sonara tranquilo y un tanto normal, pero fue inútil.
- no, bueno, es compromiso.
- ¡tengo 18 años Tom! ¡apenas se cómo terminar mis tareas, cómo cuidar de mi y no morir en el intento! ¿Como se supone que lleve sobre mi un matrimonio?- me había puesto a caminar de un lado a otro y las manos comenzaban a sudarme.
Sentía demasiado calor, mis mejillas iban a reventar de Rojas y no podía controlarme.
- no, espera- dijo y tomo mi mano para tranquilizarme - no se trata de matrimonio- explicó.
- ¡Es compromiso! ¿Como no va ser matrimonio?
- tranquila, te lo explicaré.
-bien- suspiré y me senté.
- Darán a conocer nuestra relación a sus amigos, socios y algunos familiares. Se supone que esa es la fiesta de compromiso y solo se realiza al hijo mayor, pero supongo que en la empresa, existe la duda sobre mi sexualidad. Así que, esta idea es de mi padre.
- ¿Que rayos le pasa a tu padre?- solté histérica, pero no podía dejarlo solo. Tom necesitaba mi ayuda y aunque era como suicidio, lo ayudaría.
- oye- dijo sacándome de mis pensamientos - no iremos. No voy a obligarte hacerlo, no me importa lo que crea mi padre ahora, me importa más lo que tú sientas y pienses sobre mi- se sonrojo al decirme esto, pero era sincero, podía verlo en sus ojos.
Se que muchos dicen eso, pero es la verdad, lo vez, lo sientes, es como si algo de la otra persona te hiciera ver más allá de lo que todos ven.
Lo abrace fuertemente, me gustaba hacer eso o que el lo hiciera cada vez que me protegía. Su cuerpo estaba tenso, sabía que mi reacción lo había dejado atónito.
- gracias- dijo de pronto y correspondió el abrazo
No respondí y en su lugar comencé a disfrutar aquel abrazo tan cálido, tan calmado, tan tierno. Era lo que necesitaba para poder despejar cualquier nerviosismo y en ese momento supe que la respuesta era sí.
-¡ iré contigo a esa fiesta y nos comprometemos!- susurré y me hice hacia atrás para poder verlo a los ojos.
- no tienes porqué hacerlo, te eh dicho que..
- se lo que has dicho, pero vamos, es tu cumpleaños y no tenía un regalo para ti, así que, toma esto como un regalo enorme- sonreímos ante mi comentario.
- gracias. Pasaré por ti dentro de tres horas- explicó y luego corrió a su habitación para poder cambiarse y ser tan puntual como siempre.
Me quedé unos segundos viéndolo partir y luego comencé a caminar hacia mi habitación. Debía ducharme y elegir algo lindo para llevar, iba a ser presentada ante una sociedad desconocida.
Agh, que difícil es tener 18 y fingir tener un novio.
Me vestí lo mejor que encontré en mi clóset, no use demasiado maquillaje, quise un poco de naturalidad, guarde el libro que tenía en mente regalarle y todos los palabras que había hecho, se quedaron en eso, planes.
Como siempre, Tom llegó demasiado puntual. Esta vez el se veía muy bien, creo que los trajes le quedan muy bien, sin importar esos anteojos, que ya no parecen tan horribles.
Subimos al auto, en todo el camino me explico sobre las fiestas de compromiso, no era exactamente para un matrimonio, pero si para dar a conocer en sociedad a la chica con la que uno de sus herederos salía y en el caso del papá de Tom, para dejar en claro que a su hijo, si le gustan las mujeres.
Estacionamos el auto y al entrar por aquella puerta, todo fue reverencias y sonrisas. La casa, aunque enorme, se veía pequeña para tantas personas. Sirvientes muy elegantes llevaban copas o servían bocadillos. Collares brillantes colgaban del cuellos de mujeres muy elegantes.
- ¡Abby!- grito la mamá de Tom - ¡pero mirate, estás hermosa!- alabo
- buenas noches señora- ella me abrazo - muchas gracias.
- y tu hijo, eres todo un galán ¿Verdad?- me pregunto
- si, creo que Tom se ve muy bien en trajes- respondí y él se sonrojo inmediatamente.
- pero basta de palabras. Ven conmigo hija, tengo algo que quiero darte antes de que salgas, ya sabes, ¡el compromiso!- chillo con emoción.
Subimos hasta la habitación que anteriormente había sido mía, ahora estaba decorada de una manera muy linda y con mi nombre colocado en la entrada de la puerta. Sobre la cama había un vestido hermoso, largo, tipo corset, con piedras por las mangas y todo el frente. Su color era entre celeste y azul, un color muy hermoso.
- ¡Pero que belleza!- exclamé al verlo.
- es tuyo, lo compre porque esta es una ocasión especial. Eres la novia de mi hijo y el te ama, puedo verlo en sus ojos- no supe que responder, me sentía la peor de las personas.
Cómo podría explicarle a su madre que todo esto era un montaje, que en realidad yo amo a otro hombre y que su hijo y yo, solo somos socios. ¡Dios! siento mucho siempre meterte en esto, pero, me siento fatal.
- toma el tiempo que necesites para bajar, Tom estará esperando- guiño un ojo y luego salió.
Solté un enorme suspiro y comencé a cambiarme. Me acordé de las palabras de mamá:
" La mentira hiere más a quien las recibe, que a quién las dice"
Ella tenía razón, el día que la mamá de Tom se entere de la verdad, le va doler más que a mí o su propio hijo. ¿Que rayos hice? Y todo por conquistar el amor de Ed, cosa que hasta hoy día, aún no logro y aunque guardo esperanzas, el 90% de mi yo interior, me dice que no hay posibilidad.
¿Y si le doy una oportunidad a Tom?
No, no, no. Hay voy otra vez, a enredar todo como siempre. Tom está enamorado de otra chica, intentarlo con él, sería la misma situación que con Ed. Asi que, descartado.
¿Y Liam? El está enamorado de mí o al menos eso ha dicho.
- ¿Que hago?- dije viéndome frente al espejo - por ahora, ayudar a Tom- me respondí y salí de aquella habitación.
Baje por aquellas escaleras y justo en la puerta que da al jardín, estaba Tom, sonriéndome. Cuando llegue hasta él, me hizo una reverencia, luego beso mi mano y la entrelazó con su brazo.
- ¿Estas lista?- pregunto, sabiendo que él estaba más nervioso que yo.
- ¡claro!- le sonreí, tratando de darle calma aunque por dentro mi corazón estaba por paralizarse.
Abrieron las puertas y comenzamos a caminar por aquel jardín lleno de luces colgantes, mesas decoradas muy elegantes e invitados vestidos de smoking y vestidos despampanantes. Todos me sonreían sin conocerme. Otros susurraban sobre Tom, supongo que les estaba quedando claro lo que pasaba.
Nuestros nombre fueron dichos y todos los presentes comenzaron aplaudir, hacer reverencias y sonreír felices. Yo sonreía nerviosa, no alcanzaba a ver a nadie conocido, no, hasta que antes de llegar al centro de la pista, el rostro de Ed estaba ahí.
Mi garganta grito hacia mis adentros, apreté el brazo de Tom y mi sonrisa se desvaneció por unos segundos.
¿Que hacía Edgar en esa fiesta? ¿Por qué tenía que estar él?
Quiero llorar.
- buenas noches queridos amigos, socios- saludo el padre de Tom y comenzó a dar una breve introducción sobre la fiesta y el motivo de tener a dos chicos ahí.
Mi corazón palpitaba más rápido, Edgar tenía la mirada puesta en mi, era como si también se preguntara el motivo de mi presencia - aunque era más que obvia- y bebía más rápido de lo habitual.
- ¡pido un aplauso para mi hijo Thomas y su compromiso, con la bella señorita Abbygail!- los presentes volvieron aplaudir y alzaron sus copas en señal de felicidad.
Una chica se acercó con una pequeña cajita.
- Papá, te dije que no..
- seguiremos las tradiciones Tom- interrumpió en un susurro su padre y siguió sonriendo.
Presentía que algo más estaba por suceder, algo en lo que Tom no estaba de acuerdo y no me dijo.
- Ahora mi hijo- ahora si era su hijo, pensé - entregara el tradicional anillo, ese que le perteneció a mi madre.
Me quedé helada, Tom dijo que no era compromiso para matrimonio, ¿Un anillo? ¿ De una señora que no conozco? Esto no está bien. Me sentía como Sandra Bullock en la propuesta. Todo era fatal.
Gire la mirada y la madre de Tom estaba con lágrimas en los ojos, Harry sonreía a su lado, como si se alegrará por su hermano, todos sonreían y yo comenzaba a sentir calor, mezclado con náuseas.
Tom se paró frente a mi, tapándome la mirada de Ed. Se veía nervioso y molesto. Podía entenderlo, su padre lo obligaba y creo que en el fondo, yo misma provoque todo esto.
- te entrego este anillo, haciendo formal el amor que siento por ti- su voz estaba quebrada, pero no de emoción, era molestia - lo acepto agradecida- dijo entre dientes.
- lo..lo acepto agradecida- respondí.
Abrió aquella cajita y un hermoso anillo salto a la vista. Era de oro, con una piedra color jade en medio y pequeños diamantes alrdedor que la hacían parecer una flor.
Tom coloco el anillo en mi dedo y luego beso mi mejilla.
- ahora un pequeño baile...
- ¡por ahora nos retiraremos, mi novia se siente un poco indispuesta!- comento Tom, haciendo que su padre no tuviera otra opción que dejarnos salir de ahí.
Caminamos despacio por aquel camino de personas desconocidas. Todos seguían sonriendo, sabía que era hipocresía y que solo habían llegado a saciar su sed de curiosidad.
- gracias- le dije en cuanto llegamos a la sala de su casa - ¿Cómo supiste que estaba mal?
- pude verlo en tu rostro- dijo y fingió una media sonrisa.
Nos quedamos en silencio un momento, hasta que por fin hice la pregunta.
- ¿Sabías que Edgar iba a venir?
- ¿Lo viste?- asentí - papá es socio en la empresa de su padre y son amigos, así que toda su familia fue invitada.
- ¿Que? ¿Por qué me dices eso ahora? ¿Como se supone que voy a explicar esto, cuando me comprometa con Ed?- levante la voz, lo que dije lo hice en un grito y Tom solo me observó.
- lo siento Abby, te dije que no era necesario que vinieras.
- lo se, pero no sabía que...
- Abbygail- dijo la voz de Ed, haciendo que me detuviera y me quedara fría - ¿Podemos hablar un momento? Claro, si tú prometido lo permite.
- voy un segundo a mi habitación- respondió Tom y luego salió rápidamente.
Gire y me quedé frente a frente con Ed. Esto no me lo había imaginado ni en mis peores pesadillas y ahora, estaba pasando.
Ya no quiero tener 18.
- ¿De que quieres hablar?- pregunté, trataba de sonar segura.
- ¿Te comprometiste ? ¿Como rayos haces eso? ¿Tus padres lo saben?
¡Mis padres! los había olvidado. Me van a matar.
- ¿Cuál es el punto?- pregunté para no responder.
- no entiendo, llevan saliendo muy poco y tú ya te comprometes con él. ¿Lo amas?- cuando pregunto eso, mi mente viajo hacia aquellos días, cuando yo le hacía la misma pregunta sobre la rubia.
- me comprometí con él. ¿Por qué crees que lo hice?- evadía las preguntas, no tenía una respuesta.
En ese momento un chico entró con dos copas de champagne, bebí una rápido y me quedé con la otra.
Ed me veía fijamente, se acercó a mí y me tomo de los brazos. Yo quería gritar, no sabía si emocionarme o simplemente dejar que pasaran las cosa, si es que algo pasaba.
- Quiero- dijo y mi cuerpo temblaba - que te alejes de él.
- ¿Que? ¿Por qué?
- Porqué yo..yo- solo dilo Ed, di que me amas - yo no quiero verte más con él. Desde que es tu novio, solamente has hecho cosas horribles, sobre todo a Nataly.
- o sea que todo esto es por ella, por tu chica rubia. Creí que por un momento estabas pensando en mi, creí que tú...- me detuve.
- ¿Que creíste?
- creí que otra vez éramos mejores amigos- mentí, mi vida era una mentira.
Lo que en verdad quería decir, era que, creí que el me amaba, igual que yo.
- ¡hasta que te alejes de ese chico, tú y yo volveremos a ser mejores amigos!
-¡ entonces, hasta que tú dejes a esa rubia, yo me alejare de ese chico!- respondí molesta.
- ¡no es lo mismo, Nataly no me obliga hacer cosas malas!
- ¡ No, porque ella es la maldad! Ella ha hecho que me digas cosas feas, que me trates como una desconocida. Pero ahora tú, vienes aquí y me das órdenes. ¿Quién te crees Edgar? - reproche.
- ¡Es imposible hablarte, solo quería lo mejor para ti!- dijo y luego se fue.
Quería llorar. Edgar solo aparecía para hacerme daño, justo cuando creía que él sentía algo por mi, otra vez me doy cuenta que solo tiene ojos para su rubia.
- Hey- dijo Tom y se acercó a donde estaba.
- ¿Por que sigo lastimandome? ¿Por qué no entiendo que Edgar no me ama?¡ No me ama Tom! ¡Ed, no me ama!- dije y él me abrazo.
- oye, puedes llorar si quieres. Dicen que las lágrimas alivian un poco al corazón.
- No, ya no quiero permitir que Ed arruine mi vida de esa manera. Siempre que nos encontramos, mi corazón termina destrozado. Pero hoy no, hoy es nuestro compromiso.
- Abby..
- ¡vamos Tom! Levántate, una fiesta nos espera- dije y me acomode el vestido.
Esta vez, ni Nataly, ni Ed, arruinaría mi noche.
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