Los peores amores prohibidos
♡•≫────≪•◦𝓛 ◦•≫────≪•♡
***
—¡No!
Tiré el libro al suelo, éste quedó abierto con el lomo hacia arriba. Agarré otro de la pila que tenía a mi derecha.
—¡No!
Repetí la misma acción que con el anterior, solo que esta vez permaneció cerrado en casi la otra esquina de la estancia.
El estudio empezaba a parecer un manicomio, o más bien el despacho de un licenciado muy descuidado con sus pertenencias. Es decir, el mío.
Suspiré, amargado, llevaba varios días así y la situación empezaba a superarme sobremanera. ¿Qué demonios ocurría? ¿Por qué no daba con la clave?
Tras unas semanas de descanso, mi cerebro parecía haber olvidado lo que implicaba trabajar. No conseguía inspiración, sabía que estaba llamándome y que estaba cerca, pero no daba con ella. Estaba oculta, jugaba al escondite conmigo, y me iba ganando por demasiado. ¿Dónde diablos la puse la última vez? ¿Se me habría caído en alguna parte de mi desorden?
Alguien llamó a la puerta, suspiré y me propiné un puñetazo para nada merecido a mi escritorio.
—¿Quién es? —dije casi gritando, exasperado, el pobre que ahora fuera a entrar pagaría las consecuencias de mi tensión de manera injustificada. No debía comportarme así.
La puerta se abrió, dando paso a una cabellera negra, supe de quién se trataba al instante.
—Perdone que le moleste, señor —dijo, sus ojos carmesí inexpresivos, esa tez blanca como el invierno; cualquiera lo reconocería desde esta distancia.
—¿Qué quieres, Beyond? Estoy muy ocupado —dije en un tono más calmado, revolviendo los papeles de mi escritorio, tratando de juntarlos para apartarlos a un lado.
—Verá, señor, hay un alumno de cuarto año que ha presentado un manuscrito para que usted...
—¿De verdad quieres tener esta conversación de nuevo? —coloqué los documentos a mi izquierda, reposando mis manos sobre la mesa de madera—. Ya lo dije al inicio del curso: no recibiría manuscritos de nadie a menos que...
—A menos que un profesor diera su aprobación, señor, lo recuerdo a la perfección.
—¿Qué haces aquí entonces, Beyond?
—Que este en concreto tiene el visto bueno de todo el profesorado. Sólo falta usted.
Bueno, se podría decir que eso cambiaba un poco las cosas.
Arqueé una ceja, sorprendido, nunca antes habíamos pasado por un caso similar.
—¿Todo? ¿Incluyéndole a usted? —le pregunté, haciendo un gesto para que se acercara a mi mesa.
—Sí, señor. Es profunda, inteligente a nivel emocional, una trama base extremadamente sencilla y llevada hasta lo más... desgarrador que puede ser una obra de teatro.
Rara vez había oído a Beyond hablar así sobre un manuscrito de un mero estudiante... Debe de ser realmente un prodigio. ¿Sería de Nate?
Beyond caminó hacia mí con un borrador en la mano, lo dejó encima de la mesa. Lo cogí entre mis manos, los folios eran finos pero abundantes. El título hizo que lo soltara casi de inmediato, alarmado.
—¿"Los peores amores prohibidos"? —pregunté, sacando una cajita de madera del primer cajón de mi izquierda—. ¿Qué puede tener de original una obra con semejante título? —agarré uno de los bombones de chocolate y le ofrecí uno a Beyond, pero él negó con la cabeza.
—Verá, señor, como ya le he dicho, la trama es algo bastante sencillo: dos familias que siempre han congeniado tienen una disputa por sus hijos, alegando que el de cada uno era más listo, más fuerte, más atractivo; más todo que el otro.
—Bien, líos de familia, ¿qué más?
—Los protagonistas eran niños cuando sus familias se pelearon, y a raíz de eso, ellos siempre se han odiado. Hasta que sus sentimientos cambian.
Había cogido entre mis dedos otro bombón, pero ante las palabras de Beyond, mi fuerza se evaporó en el aire y el dulce volví a caer en la caja.
—¿Qué sugieres, Beyond? —le pregunté, ya no me importaba que me estuviera desvelando toda la intriga de la obra, me tenía tan desconcertado que estaba deseando que me contara por qué les había gustado tanto a mis empleados.
—Es una relación amor-odio entre dos jóvenes varones.
¿Entre dos qué?
—¿Varones?
—Sí, señor. Entre dos hombres.
Suspiré, echándome hacia atrás sobre mi silla.
—¿Y de verdad le habéis dado el visto bueno a una historia tan...?
—Sé por dónde vas a ir, Elle, y no creo que debas hacerlo. No te me pongas antiguo y retrógrado.
—Beyond, que no se te olvide que en este ambiente, soy tu jefe. No te tomes tantas confianzas, la gente desconoce que...
—No seas paranoico, hermanito, sabes de sobra que no nos está oyendo nadie.
En ese mismo momento, un instinto asesino se apoderó de mí, pero lo contuve. Soy una persona racional ante todo, para mí eso no es más que un sentimiento a analizar.
Aun así, como todo ser humano, no se pueden reprimir completamente las emociones. Fue por eso que me levanté, me acerqué a Beyond y me crucé de brazos.
—¿Realmente merecerá la pena leerlo, Beyond? Confío plenamente en tu criterio.
Él bufó, mirando al suelo, no parecía muy seguro de cómo contestar.
—Tú eres más crítico y exigente, Elle, pero no veo por qué no. Inténtalo, y si ves que no, pues déjalo.
Para ser justos, no tenía nada que perder.
Beyond se marchó y yo empecé a leer el manuscrito, poniendo mis expectativas a cero.
***
Arrojé el manojo de papeles sobre mi escritorio tras leer la última página, y me senté como solía hacerlo sobre mi silla. Esto era, de cuclillas. Me ayudaba a pensar y a analizar en profundidad, pero para escribir podía resultar incómodo, por lo que primero juntaba todas mis ideas y luego las expresaba.
La obra había resultado ser sorprendentemente bonita, a pesar de que trataba esencialmente sobre una historia de amor entre dos personas del mismo sexo. Sí que era cierto que el mundo se había ido modernizando, pero quizá esto era... demasié, al menos, para mí.
Admiro la valentía y la creatividad del autor, eso por supuesto, nadie se atrevería a negar que es una historia desgarradora que, a pesar de no ser nueva, funciona a la perfección, y por eso se seguía usando el esquema del amor prohibido, porque hacía precisamente eso: funcionar.
Sin embargo, había un problema: si lo publicaran, provocaría más de un escándalo, aunque podría resultar revolucionario al mismo tiempo. ¿Qué debería hacer?
No me quedaba más remedio. Me vi obligado a recurrir a él.
*********************************************************************************************
¡Holi! ^^
Un capítulo más, o uno menos, depende de cómo queramos verlo. Esto ya va cogiendo forma. ;3
¡Nos vemos a la próxima!
} K-chan {
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro