Entrenar el corazón
♡•≫────≪•◦𝓛 ◦•≫────≪•♡
***
Dos días después, Light vino a verme a la academia una vez las clases terminaron. Se presentó puntual, como siempre solía hacer, con varios libros bajo su brazo derecho. En lo que la academia terminaba de vaciarse, le ofrecí asiento y una taza de té, así como un tema de conversación para pasar el rato.
Me estuvo poniendo al día, no había vuelto a escribir ni mucho menos a interpretar a nadie desde que empezó a trabajar en la taberna, pues ésta absorbía la mayor parte de su tiempo. El poco que le quedaba lo aprovechaba para seguir leyendo, era algo que le apasionaba y cualquier persona podría percatarse desde lejos si se lo topara con un libro entre sus manos. Daba igual el género, el grosor; si era una buena historia, Light la disfrutaba como nadie. ¿Y quién podría culparle por ello?
Surgieron anécdotas de nuestra juventud, era casi inevitable sonreír al acordarnos de aquella época. Hubo una en la que yo quise aprender a interpretar a mis personajes para ver si yo mismo podía darles vida en alguna representación, y lo cierto es que no fue del todo mal, pero amaba escribir las historias, jugar con las vidas ficticias que mi loca imaginación creaba.
Además de todo eso, era lo que mejor se me daba, pues a mí me seguía costando darles verosimilitud a los personajes a la hora de leer sus frases. En palabras de Light, no sentía lo que sentían ellos.
Al contrario que yo, Light sí que siguió actuando, él no se rindió y siguió mejorando, quien no lo conociera no diría que realmente era dramaturgo. Intercalaba ambos artes a la perfección, aunque siempre mostró una clara preferencia por la creación de las obras antes que por su llevada al escenario.
Sin darnos cuenta, ya había pasado perfectamente media hora cuando las risas y comentarios de los alumnos fueron disminuyendo, hasta el punto de que sus voces se apagaron. Ahora sí que nos podíamos concentrar y ponernos a trabajar.
—Bien, Elle, echemos un vistazo —dijo él para luego darle un último sorbo a lo que quedaba de té dentro de su taza—. He buscado algunas referencias de los grandes autores de esta época, y encima de tu mesa he depositado algunos de los que he encontrado más interesantes.
—De acuerdo, me parece magnífico.
—Lo primero que deberíamos tratar es si lo que quieres escribir es comedia o tragedia. Yo no puedo expresar nada en ese aspecto, tienes que ser tú quien me diga qué temas quieres abarcar, qué vidas quieres crear y cómo piensas jugar con ellas.
El primer género que llegó a mi cabeza fue "tragedia". Me apetecía, de hecho. Tenía ganas de crear situaciones dramáticas que hicieran reflexionar, que el público sintiera compasión por los personajes, incluso por los que pudieran resultar más despreciables. Quería que los personajes fueran memorables, que tuvieran algo que contar que fuera conmovedor, a veces incluso miserable.
Una vez más, quería jugar con la lógica que yo mismo inventé para los sentimientos.
—Elle, ¿me estás escuchando?
Miré a Light, preocupado. Me había quedado sumergido en mis pensamientos y las palabras de Light habían entrado en mis oídos sin que yo las procesase.
—Disculpa, estaba pensando en...
—En emplear una vez más tu plantilla de sentimientos, ¿me equivoco? —me interrumpió él, el tono de su voz me hizo sentir culpable—. Tienes que deshacerte de ella, Elle, dejar de buscarle un razonamiento a las emociones y dejar que fluyan de forma natural, simplemente. Seguro que si lo intentas, verás que no es tan difícil.
Tenía razón. Jamás le había dado una oportunidad a dejar de lado lo que yo consideraba lógico y probar a sentirme como mis personajes. Igual no era una mala ocasión para intentarlo.
—Está bien, Light, lo intentaré —dije, él esbozó una sonrisa, pero antes de que pudiera decir nada, yo me adelanté—. Lo estaba pensando hace apenas unos instantes, y ahora que he tomado la decisión de probar una forma distinta a la que siempre he usado, voy a optar por...
—¿Y ese manuscrito? —me interrumpió, señalando la pequeña pila de folios que componían "Los peores amores prohibidos", que descansaba a mi derecha—. ¿Es tuyo?
—Ah, no, no es mío —lo tomé y, al ver en su rostro las ganas que tenía de ojearlo, se lo tendí, él empezó a leer algunas páginas, pasándolas con una velocidad que me dio a entender que simplemente leía algunas frases sueltas—. Me lo trajo Beyond hace unos días, por lo visto es de uno de nuestros alumnos y...
—¿Un pipiolo ha escrito esto? —volvió a interrumpirme—. Igual nos viene bien...
Arqueé una ceja, confuso, no entendía cuáles eran sus intenciones.
—Antes de coger una pluma y empezar a escribir, vamos a empezar por tratar de recrear escenas de este drama para entrenar tu corazón —dijo, levantándose con el manuscrito entre las manos—. A ver si empatizas con los personajes.
En un principio no me pareció mala idea, es más, me hacía ilusión retomar la interpretación después de tanto tiempo. Podría servir como experimento, no me haría ningún daño intentarlo, aunque fuera.
Por otro lado, sin embargo, me aterraba hacerlo mal, habían pasado tantos años desde la última vez que hice de otra persona que no me sentía con la confianza suficiente como para hacerlo mal delante de Light. Me avergonzaba que Light viera en lo que me he convertido, en comparación con la gloria en la que nos vimos sumergidos en nuestra mejor época.
Pero no podía rechazar la idea. Light se había propuesto ayudarme, y yo no iba a negarme a todo lo que sugiriera.
—De acuerdo, pues, ¿a quiénes interpretaremos? —pregunté, levantándome para acercarme a él y mirar el guion.
—Yo encarnaré a Jack y tú serás Ryan, que tiene pinta de tener tintes de drama mayores —me contestó, señalándome los nombres impresos en el papel.
—Entendido. Entonces...
En ese momento, me di cuenta de lo que implicaba. Jack y Ryan eran los protagonistas de la obra, y, por lo tanto, esto incluía... Escenas amorosas entre ellos.
Es decir, entre Light y yo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro