— sigue maturbándote— dijo con una voz ronca.

— ¿eh?— musité confusa. Comenzaba a sudar frío.

— continúa con lo que estabas haciendo— aclaró con la misma voz y penetrándome con su mirada.

Proseguí a mover mis dedos, el placer estaba volviendo. Adrien se acercó y pellizcó mis pezones. Eso solo provocó que mi cuerpo temblara. Ese rubio deslizó sus manos por mi abdomén y llegó a mi parte baja.

— hoy tú serás la que me dé placer— mencionó. Se pusó de pie y bajo su pantalón junto con su boxér, liberándo así su gran pene.

— lámelo— ordenó. Abrí mi boca y lo introducí en mi cavidad bucal, comencé un vaivén, no lograba llevarme todo el miembro de él a la boca, era muy grande, incluso para mí. Opté por masturbarlo con mis manos, acariciando la glande con algo de rudeza y sus testículos.

— ah...— gimió con una expresión placentera.

Lamí todo el falo, de arriba a abajo, mordí con suavidad la punta, lo qué causó un gruñido proveniente de la boca del oji-verde.

— suficiente— dijo y se sentó en el piso, recóstandose en la pared. — cábalgame—.

Me acerqué a él, me senté a horcadas y acomodé su pene en mi entrada con cuidado. De solo sentir la punta me daba satisfacción al 100%

Lo metí todo de repente, arqueé mi espalda; sentía como mi vagina se abría con algo de dolor. Adrien tomó mi cintura y me hacía cabalgarlo con fuerza, mi fleco cubría mis ojos así que eso evitaba que me viera.

— miráme a los ojos— dijo con voz demandante. Me negaba a cumplir lo que había pedido. Él acercó su mano y corrió mi fleco, mostrando mis ojos.

— tus ojos están vidriosos de... Placer— murmuró sorprendido y con una sonrisa ladina.

— no me mires— dije bajando la mirada.

El dió una estocada potente, llegando a tocar hasta lo más profundo de mí. Mi espalda se arqueó al máximo y llegué al climáx.

— ¡AHH!— grité y comencé a jadear con fuerza.

Adrien sacó su miembro y lo masturbó un poco más, un líquido blanco se escurrió de la punta. Me siento agradecida de que no se haya corrido dentro de mí. No quiero estar embarazada, al menos no aún, ¡y muchos menos de él!

Ahora que lo pienso, esta es la segunda vez que tengo sexo con él, y mi ideología es: "Sexo=Dinero"

— oye, Adrien. ¿Cuándo planeas pagarme?— pregunté de manera directa, sin titubear.

— ¿ah? ¿Qué eres? ¿Una prostituta?— preguntó con tono sárcastico y algo molesto.

— claro que no. Pero a todos mis clientes les cobro por tener relaciones conmigo— expliqué rodando los ojos.

— ¿y?— reclamó en tono íronico.

— tú no serás la ecepción— dije seriamente y mirándolo fijamente.

<< ¿Solo me ves como un cliente, Marinette? De alguna manera, me siento enojado >>

Pensó Adrien.

— ¿el dinero es el problema?... Entonces, toma— dijo. No podía ver sus ojos por su cabello rubio. Observé como sacaba su billetera del pantalón y me extendió un billete de $5.000 dólares. Es... Mucho. Wow.

— ¿satisfecha?— preguntó. En el fondo se sentía un poco de molestía en su voz.

— bastante— contesté con una sonrisa. Él suspiró, se terminó de vestir y se fue. Ni siquiera se despidió, qué maleducado.

Por último. Me bañé y preparé algo de tomar, un té de menta. Con cansancio me dejé caer en la cama, me dolían las caderas; tomé unas pastillas para el dolor y me quedé profundamente dormida con el té enfríandose poco a poco.

🍵🍵🍵

POV ADRIEN

Llegué a mi mansión lo antes posible. Entré sin saludar mis empleados y me acosté en uno de los sillones de mi cuarto. Me serví una copa de vino y la bebí sin remordimientos. El sabor del alcohol en mi lengua y garganta es delicioso y extravagante. Tomaba una y otra copa, hasta acabarme toda la botella.

Noté como un bulto comenzaba a formarse en mi pantalón. Sonreí agraciado y acaricié por encima de la tela. Me quité el pantalón y el boxér. Estaba tan excitado que sentía que mi pene iba a explotar.

Lo acaricié rozándolo, lo tomé con mi mano derecha y jalé hacía arriba y hacía abajo con fuerza. Hicé presión sobre la glande; el líquido pre-seminal comenzaba a salir. Sentía el éxtasis en todo mi cuerpo, me recorría hasta el rincón más oculto. El alcohol ayuda mucho.

Ya llevó como treinta minutos masturbándome y nada que me vengo. De repente, a la mente me vinieron recuerdos de Marinette y yo teniendo sexo, la mordida que le hice, cuando le metí los dedos, y mucho más... Seguí haciendo el mismo movimiento sin detenerme, cada vez más rápido.

— Adrien— susurró mi nombre la imagen de esa azabache que se generaba en mi cabeza. Mi mente me estaba jugando una mala pasada.

La ilisión de la oji-azul se acercaba a mí y me mordía el cuello. Sentí un pequeño espasmo y finalmente... Me corrí. Arrojé mucho semen esta vez. La ilusión de Marinette desapareció.

¡¿Qué me está pasando?! ¡Soy Adrien Agreste, no voy a permitir enamorarme de alguien más!

Me niego, prefiero seguir en la soledad de mi mansión, seguir bebiendo con mis compañeros de trabajo, seguir teniendo sexo cn cualquier chica fácil (claro, con protección), seguir trabajando por mi línea de modelos y ropa. Seguir con lo que siempre he hecho.

Nada de eso me hace daño, no me lastima. Está bien mientras sea así. Además, esa chica, Marinette, es solo una más con la que he tenido sexo. Ella no le importa quien sea, solo le inporta que le dé una buena paga por sus "servicios".

Si esto es así, entonces juguemos, Marinette Dupain-Cheng. A sus ojos solo soy un cliente más.

Tengo el deseo de tenerla para siempre y solo para mí; no quiero que nadie más escuche su voz al gemir, ni que la penetren, ni la besen, ni le hagan chpetones. Quiero ser solo yo quien la deje marcada, solo yo el que esté con ella, solo yo el que la lastime. Nada, absolutamente nada. La quiero solo para mí. Es egoísta de mí parte, ¿pero a quién le importa?

Maldición, tanto sexo con esa chica ya me está provocando efectos secundarios. Solo lo hemos hecho dos veces, que molestia.

Veamos quién llega más lejos.

¡Hola! Nuevo cap. Con lemon incluido, espero lo hayan disfrutado. Si les gustó el capítulo regálenme una estrellita que saben que me ayuda mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)