- estúpida- dijo molesta, la morena estaba con cierta rabia dentro suyo. Se dió la vuelta evidentemente enejoda pero la azabache tomó su mano y la detuvo.

- ¿Alya, qué te pasa? ¡¿Por qué me abofeaste?!- preguntó algo alterada, no era normal que actuara así.

- eres una idiota. Adrien luchó para que te quedarás en la empresa, él incluso está escondiendo sus sentimientos para que no te incómodes, para no molestarte. Él haría cualquier cosa por ti y tú solamente lo desvaloras, ¡¿qué tendrá que pasar para que te des cuenta de ello?!- gritó furiosa y se retiró dando agigantados pasos. Marinette estaba perpleja, no sabía que decir; los murmullos de la gente resonaban, de murmullos pasaron a ser conversaciones en voz alta.

En aquel momento la azabache solo pudó pensar una cosa...

<<¿Esconder sus... sentimientos?>>
<<Debo seguirlo y preguntar>>

La azabache arrojó todo lo que estaba haciendo al suelo y corrió entre los escritorios, escuchando las quejas de los demás. Recorrió el largo pasillo leno de oficinas hasta llegar a la puerta, iba a tomar el ascensor pero como si una señal le hubiese llegado a la mente giró su mirada a la derecha y allí lo vió, su cabello rubio lo hacía resaltar entre los demás. Corrió hacía él y tomó su hombro.

- ¡espera...!- exclamó agotada, correr con tacones era algo difícil y agotador.

- terminemos con esto...- susurró sin girarse a verla.

- ¿ah? ¿A qué te refieres?- preguntó confusa.

- terminemos con este lazo tóxico- dijo aún sin verla, su voz se oía triste, apagada, decepcionada- no nos hagamos idiotas, esto es tóxico. Solamente nos vemos para follar; sabes muy poco de mí, tu interés es casi nulo, solo te atraigo por mi apariencia y por mi pene. A decir verdad, me cansé de estár detrás de ti, de que todos piensen que me acuesto con cualquier chica que se me cruce. Ahora solo quiero no sentir mada por ti- dijo con una sonrisa, pero se sentía el dolor en sus palabras.

- ¿por qué estás enamorado de mi? ¿No ves que nunca te correspondería?- dijo, a pesar de toda la situación Marinette no podía dejar ese comportamiento, estár a la defensiva es parte de ella.

- lo sé, por eso nunca te lo dije, pero a este punto no me importa mucho- mencionó suspirando y levantando sus hombros. La oji-azul contuvó silencio por unos segundos- te pagaré una última vez, follaremos por última vez, ¿entendido?-

- sí-

- en el hotel que está a tres calles, habitación 247- mencionó, sus rebeldes cabellos tapaban sus ojos, soltó un suspiro y se retiró.

💧💧💧

POV MARINETTE

Caminé hasta el hotel que él me dijo, no era lejos. Cada paso que daba se sentía más y más pesado. Finalmente llegué al lugar, le dije a la recepcionista el número de la habitación y mi nombre, me dejó pasar sin más. Tomé el ascensor y llegué al cuarto, giré la perilla con mi mano temblorosa, no entiendo este comportamiento mío, ¡así no soy yo!

- ¿Adrien?- murmuré, él estaba recostado en el marco de una ventana mirando el paisaje, estaba atardeciendo, la noche de apróximaba. Él se giró a verme y me sonrió como sino pasara nada, ¿cómo puedes actuar así? ¿Cómo puedes sonreír cuando por dentro debes estár llorando a mares? ¿Por qué?

El se me acercó y me dió un casto beso, tomó mi cintura y deslizó su mano hasta llegar al cierre de mi falda, lo bajó y mi falda cayó al suelo inmediatamente. Procedió con sus suaves toques y caricias y retiró mi camisa de tiras, por último mi ropa interior, lo besé y retiré sus prendas rápidamente.

El se acostó en la cama, y yo me posicioné encima de él, estamos yendo algo rápido, no podía meterlo de una vez, así que preparé un poco mi entrada ingresando los dedos, después de unos minutos acomodé su pene en mi vagina y me di una gran estocada...

- ¡AHH!- solté, respiré profundo, Adrien tomó mi cintura y comenzó un vaivén, no podía evitar soltar ciertos quejidos, parece que nunca me voy a acostumbrar al tamaño de esto. El soltaba gruñidos de vez en cuando, masajeaba mis senos y pellizcaba mis pezones con rudeza, agh, esto me excita tanto.

- destrozame- murmuré tomándolo con fuerza de sus hombros y agachando mi cabeza, no quería que viera mi rostro más, siento que en cualquier momento le gritaré: "¡¿por qué me dejas ahora?!"

Adrien me penetró tan fuerte que sentí como algo se escurría entre mis piernas, miré y era semen mezclado con sangre.

- ¡AGH!- grité, mi respiración era agitada me siguió dando duro hasta que me viné y él también. La ventana estaba abierta y la luna llena en su punto más alto. Adrien me dejó dos mil dólares en la cama junto a mí, se vistió y antes de cruzar la puerta dijo una pequeña oración.

- fué un placer estár contigo, Marinette, esto... Se acabó- sentí como en la última palabra que salió de sus labios estaba cargada de dolor, cerró la puerta y escuché el sonido de sus pasos alejándose. Tomé el fajobde billetes y miré fijamente, observé la brillante luna, su brillo pasaba a través del cristal de la ventana y un frío viento movió las cortinas con melancolía.

La luna fué testigo de como Adrien y yo tuvimos nuestro último polvo y testigo de las lágrimas que se deslizaron por mis mejillas por el dolor que sentía después de que él cerrara esa puerta.

Miré de nuevo los billetes y una lágrimas mojaron lo tres primeros billetes. ¿Por qué terminamos así? ¿Por qué me duele? ¿"Sexo=Dinero", no? ¿Es qué me equivoqué? ¿Por qué nos estamos alejando? ¿Por qué me siento culpable? ¿Por qué es mi culpa? Ya no entiendo nada, mi mente está tan nublada de tristeza que apenas puedo pensar con algo de lucidez.

Las sábanas estaban manchadas de sangre, semen, un squirting y demás fluidos. Me siento sola, me siento de alguna manera incompleta.

- necesito que me consuelen, alguien quién sea...- dije mientras tomaba mi celular y llamé a unonde los primero contactos que salieron.

- ¡LUKA!-

¡Hola! Por fin actualicé, aquí está su tan ansiada droga. Si les gustó regálenme una estrellita que saben que me ayuda mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)