¿Quién será ella? ¿Una amiga? ¿Ó competencia...?

No, eso no importa. Es cierto que me causa una gran curiosidad quién es ella, pero debo mantener cierta distancia con la vida privada de mis clientes.

Aún sigo pensando en la propuesta de Adrien, ¿comprarme por completo? ¿Pertenecerle a él? ¡No soy un objeto! Últimamente está algo orritado conmigo, de hecho comenzó a tratarme como una prostituta, es lo que básicamente lo soy, pero solo doy mi cuerpo a quien paga bien. Adriem es uno de mis mejores clientes, 1000 dólares solo por un polvo, un polvo con esos ancianos millonarios y solo me pagan 500 dólares, tacaños de mierda.

Tomé un taxi hacía mi casa, cuando llegué me dejé caer en la cama. Giré mi cabeza hacía mi mesita de noche, mi calendario tenía una fecha marcada en rojo, tenía mi cita con el ginecólogo y es... ¡Hoy! ¡Maldición, es a las cinco de la tarde y son las cuatro y media!

Me vestí recatada, obviamente. Salí casi a la velocidad de la luz de mi casa y tomé otro taxi.

— muchas gracias— dije dándole el respectivo dinero, salí del auto amarillo y entré al centro médico. Llegué a tiempo, me senté en la sala de espera, mientras tanto, para evitar el aburrimiento usaba mi celular. Sentía clavada la mirada de alguien, una mirada llena de odio. Giré mi cabeza hacía atrás, estaba una chica castaña mirándome fijamente, al percatarse de que la había pillado solo sonrió forzadamente.

— ¿quién demonios eres?— pregunté directa, mi voz fue tan inexpresiva que dudo que ella sienta algo distinto a la confusión.

— eso no importa, nos volveremos a ver, Marinette— dijo. En ese momento escuché mi nombre por parte del doctor, ya era mi turno.

¿Quién es ella? ¿Cómo sabe mi nombre? ¿Por qué dice que nos volveremos a ver?

— quítese la ropa y cóloquese esta bata— dijo educadamente, me pasó una bata azul. Miré a la cara a aquel doctor, ¿ah? Este no es mi doctor de siempre.

— espera, tu no eres el doctor Michael, ¿quién eres?— pregunté, mi doctor habitual no está, ¿qué habrá pasado con él?

— oh, Mr.Michael hizó un traslado a otro centro médico— contestó con un tono amable, ahora que lo pienso fuí algo grosera con él— me presento, soy Luka Couffaine— mencionó con una sonrisa tranquila.

— ¿cuántos años tienes?— pregunté curiosa.

— tengo 24 años— respondió colocándose unos guantes, caminé hasta la parte trasera a cambiarme. Salí de allí y me acosté en la camilla, abrí mis piernas instatáneamente, ya estoy acostumbrada. Por si se lo preguntan, vengo al ginecólogo al menos dos veces en el mes, es para asegurarme de no contraer alguna enfermedad.

Ese tal Luka se sentó en su silla con rueditas. Se acercó, sentí el latéx tocándome.

— parece que haz tenido sexo recientemente— mencionó con un tono agradable, me sonrojé de la vergüenza.

— s-sí, ¿cómo lo supo?— pregunté algo nerviosa e incómoda.

— aún tiene semen, incluso se está escurriendo un poco— dijo, es tan directo que me hace sentir nervios— ¿usas pastillas anticonceptivas?— preguntó.

— sí—

— menos mal—.— listo, no veo signos de ninguna emfermedad, sin embargo, te recomendaría unos éxamenes de sangre y que tuvieras sexo más suave— dijo.

— ¿"sexo más suave"?—

— sí, se ve qué lo haces brusco con tu pareja, hazlo más suave. Supongo que te deben doler las caderas, toma, pastillas para el dolor— explicó dándome una caja con aquellas pastillas. Me vestí y agradecí. Era un hombre guapo, se ve que se tiñe el pelo pero se le ve bien. Además, tiene un rostro joven.

Salí de aquel centro y regresé a mi casa. Me acosté es mi cama, ¿quién era esa chica? No lo sé, no tengo ni la más mínima idea, sólo sé que tengo mucho sueño. Poco a poco cerré mis ojos y me quedé profundamente dormida.

🌸🌸🌸

El tombre de llamada de mi celular sonó, constesté con pereza.

— ¿quién es?— pregunté algo molesta y somnolienta, ¿es qué no respetan? ¡Estoy durmiendo! ¡Una persona durmiendo es sagrada, no se interrumpe!

— ¡BUENOS DÍAS NIÑA! ¡LEVÁNTATE Y A BUSCAR EL MEJOR VESTIDO ELEGANTE QUE TENGAS!— gritó Alya desde el ptro lado de la línea, alejé el teléfono de mi oreja, casi me rompe el tímpano.

— ¿ah? ¿Buscar el mejor vestido?— pregunté bostezando.

— sí. Hoy la empresa va a celebrar su ascenso en el mundo de la moda. Vamos a tener una gran fiesta elegante, hay que ir con lo mejor de lo mejor. Vendrá gente importante y de gran rango— mencionó con un tono soñador, suspiré sonriéndo, por lo menos no tendré que cruzarme con Adrien, él no es de la empresa. No habrá preocupaciones. Solp iré, me divertiré, tomaré el mejor vino, langosta y bailaré. Suena genial.

— ¡me parece asombroso! ¿A qué horas es la fiesta?— pregunté con emoción, ya se me pasó el sueño.

— a las nueve. Ponte hermosa, puede que algún empresario se enamore de ti, chica— dijo con una risa escándalosa.

— cállate. No quiero parejas, solo sexo ¿recuerdas?, sexo=dinero— mencioné sonriéndo con lascivia, sé que ella no me puede ver pero estoy segura que pudó presentir la emoción de mis palabras.

— sí, sí. Asegúrate de encender la pista de baile—

🍷🍷🍷

Encontré un vestido rojo largo con un corte en la parte derecha de la pierna, era un rojo fuerte, espléndido, era un vestido que contorneaba mi figura, el escote era en forma de corazón, sin tirantes, tenía un cinturón dorado que marcaba mi cintura. Me coloqué un labial rojo encendido, aretes dorados y unos anillos dorados con delicados detalles en rubí, recuerdo que tuvé que acostarme al menos con diez millonarios y ahorrar lo que me daban para comprarme este anillo, y lo último me pusé unos tacones rojos altos. Peiné mi largo cabello y lo recogí en una coleta ladeada, dejándo algunos mechones fuera, mi fleco caía por mi frente y los mechones de los lados se deslizaban por mis clavículas. Un peinado perfecto.

Salí de mi apartamento y tomé un taxo, una vez que llegué a mi destino entré por las gigantescas puertas del salón alquilado por nuestros jefes. Alya me saludó ánimadamente, ella se veía tan bien.

— Marinette, trajé a Nino, voy a ir con él— mencionó, me dió unas palmaditas en el hombro y se fué.

— ¿se le ofrece a la dama una copa de vino?— preguntó una voz a mi espalda, podría reconocer esa voz en cualquier lado. Y ahí estaba, con su cabello peinado elegantemente, no era ese típico peinado que tiene más gel que cabello, era lindo, un smoking negro, con un moño rojo, un anillo de oro en su dedo corazón, unos zapatos de cuero negro relucientes y sus ojos verdes aluconantes.

— Adrien...— murmuré— ¿qué haces aquí? Esta es una fiesta para el personal de la empresa—

— ¿qué Alya no te lo dijo? Hoy vendrá gente importante y de alto rango en la industria de la moda— mencionó. Es cierto, ella lo dijo— soy Adrien Agreste, el modelo más deseado por todas las marcas de Francia e hijo del famoso diseñador Gabriel Agreste— dijo con un tono orgulloso y dándole una probada a su copa, me dió la mía y tomé un poco.

— oh, qué gran sorpresa— comenté sárcasticamente y rodándo los ojos.

El sonido de un cubierto contra una copa captó la atención de todos los presentes en el lugar, incluida la mía. El jefe de la empresa nos dió un largo discurso de seguir adeñante y esforzandonos, miré con disimulo a Adrien quiene estaba con su ceño fruncido texteando algo en su celular.

— a continuación, les presentaré a todos la nueva sub-directora de esta industria— dijo, y ahí estaba, la castaña que vi en la sala de espera de ese centro médico, ¿qué hace aquí? ¡¿Sub-directora?! ¡¿Me están jodiendo?!

Ella saludó con cortesía...

— mucho gusto trabajar en esta importante empresa, soy Lila Rossi— bajó del escenario y se acercó a mí.

— te dije que nos volveríamos a ver, Marinette—

¡Hola! Nuevo cap, parece que comenzaran los celos. Si les gustó el cap regálenme una estrellita que saben que me ayuda mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)