Donde Jimin esta vez es el hijo de Jungkook.

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🐰 CAPÍTULO UNICO🐰
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«Me gustas como para asumir la consecuencias»

Park Jimin

Recién me despertaba, la noche había estado demasiado agitada; ya que luego de haber tenido sexo con mi padre habíamos cenado y todo estaba demasiado descoordinado en mi cerebro.

¿Por qué había llegado al extremo de querer acostarme con él?

De repente me tocan la puerta, dos toques exactamente y esta se abre dejando ver a Jungkook sin camiseta y con un jean bastante apretado. Se veía increíblemente sexy con ese atuendo de muerte.

-He estado por el centro comercial, te he traído esto. —dijo dándome una jaba que en su interior traía bastantes chocolates, con manzanas y un refrescante jugo de cereza.

—No debiste haberte molestado. —le dije mientras me sentaba en la cama y tomaba una manzana.

—Eres mi hijo Jimin, por ti tomo todas las molestias que hagan falta.

Y viene con esa respuesta... ¿Por qué papá? ¿Por qué me tienes que gustar tanto?

Solo le di una mirada de agradecimiento y este asintió para seguir hablando.

—Anoche estaba pasado de copas, recuerdo que te dije unas cosas. Si dije demasiado perdóname.

¿Acaso mi padre se arrepentía de haber tenido sexo con su hijo?

—Papá. —dije serio. —Sé que no estabas borracho pero descuida, que nadie se enterará de lo que pasó. —le dije con una mirada cómplice pero al mismo tiempo enfadada, ya que no podía creer lo que me estaba dando a entender con su anterior comentario.

Me levanté de cama, me encontraba en boxer y mi padre sin descaro alguno volteó a verme. Solo me rei internamente al ver como se babeaba por mí.

¿Quién lo entendía?

Un día tiene sexo conmigo sin medir las consecuencias y al otro quiere que lo olvide todo, pues no papá no será así. De ya sabría que su hijo era solo de él, y nadie más la tocaría a no ser sus manos.

En realidad me importa una mierda su relación con "alguien", sabrá para qué y con quien este. Pero una cosa era segura, en su mirada no le veo deseo de estar con alguien más; sin embargo cuando papá y yo estamos solos en casa se siente de lejos la llama que nos une.

Ella, no es ni de la ciudad y me quiere quitar a lo que es mío, a mi padre. Soy y seré más cercana a él que ella, y por eso tengo las ventajas de ganarme todo su amor. Si era necesario lo seduciría, me convertiría en su amante con tal de follármelo de nuevo una vez más.

Me dirigí a la cocina, puse mi restantes manzanas en el frutero y mi chocolate en el frisé para que no se me derritiera. Me puse a freírme unos churros para picar algo en lo que era la hora del almuerzo; cuando de repente escucho los pasos de papáa y unos ¿tacones?; no me importo el hecho de haber escuchado mal y cuando sentí que se estaba acercando deje caer el tenedor para poder ensenar un poco de mi trasero.

—Jimin... —se escuchó la voz de Jungkook y los tacones habían dejado de sonar.

—¿Si? —dije mientras me levantaba del suelo muy sensual, mire la cara de mi padre y estaba embobado. Solté una pequeña risa y su rostro cambio completamente.

—Sharlot está en la sala, vine a buscarle algo refrescante. Podrías ir a saludarla. —dijo y mi cara cambio completamente.

Me acerqué a él, un poco enojado pero no iba a permitir que esa puta me quitara lo que por derecho me pertenecía.

—Sigo soñando y maquinando cosas oscuras. —le dije en tono pervertido mientras me acercaba a él.

—¿Lo haces? —dijo como si no entendiera ni una palabra de lo que le había dicho.

—Eres mi veneno papá. —pegando nuestros cuerpos. —No te escaparás de mi te lo aseguro.

—Jimin, por favor deja los juegos y respétame que tenemos visita.

—Si sigues gritando si será un poco sospechoso y ella vendrá hacia acá, pero mientras tanto déjame probarte nuevamente.

Junte nuestros labios y aunque al principio se resistió a nuestro beso, luego me agarro de las caderas y me pego completamente a él. Podía notar como su verga iba creciendo mientras el beso seguía durando cada vez más.

—Siento que me estoy ahogando. —le susurre al oído.

Y seguimos besándonos, el mordió mi labio inferior porque sabía que eso me encantaba.

—Jimin como me pones. —dijo y me agarro del trasero cargándome hasta su pecho mientras seguíamos besándonos.

¿Me estaba matando lentamente por dentro los celos de verlo con otra que no fuese yo?

—Follame. —pedí en una súplica.

—Ella está abajo.

—Eso me importa muy poco.