Sábado, 15 de noviembre

08:38 a.m.

Cuando me despierto, todavía no ha pasado nada y me siento tan frustrada que termino diciéndoselo a Gabriel. Seguro que lo verá cuando se despierte, ya que no ha estado activo desde las once de la noche de ayer.

Se lo cuento a Susana y ella se une a mi impotencia, invitándome a tomar unos helados.

Yo: Si sigo comiendo tantos helados, aunque no esté embarazada, igual voy a parecer una.

Susana: La vida es ahora! El helado es bueno para el bebé!

Yo: Qué diablos

Susana: Podrías hacerlo feliz en sus pocas semanas de vida, dile sí al helado!

Yo: Nos vamos a ir al infierno si sigues diciendo estas cosas!!

Susana: Nos vemos allá entonces...¿crees que haya helados?

Yo: Si no hay, podríamos abrir una tienda y seguro nos hacemos millonarias

Susana: Esa es la actitud! Te veo a las cuatro en el mall :)

Resignada, decido que no hay situación que un helado no pueda mejorar, así que le aviso a Gabriel que saldré en la tarde. Por si acaso agrego que podríamos vernos en la noche, si la resaca no ha terminado con él.

Sin embargo, cuando termino de almorzar y estoy eligiendo qué ropa usaré esa tarde, me doy cuenta que Gabriel no ha contestado. ¿Sigue durmiendo a estas horas?

Como si pudiera leer mi mente, tengo una llamada entrante de su madre.

—¿Aló?

—Hola Lucía, buenas tardes, disculpa que te moleste pero...¿sabrás algo de Gabriel? No ha regresado a dormir. Usualmente me avisa cuando se queda con Leonardo, quizás solo se quedó dormido...

—He estado toda la mañana con una emergencia del trabajo —me invento a la desesperada—, pero llamaré a Leonardo para ver si sabe algo.

Y eso es exactamente lo que hago a continuación.

—¿Leo?

Una voz parcialmente humana me contesta.

—Ajá.

—Soy Lu, ¿estará Gabo por ahí? Es que su mamá lo está buscando.

No es más que la verdad, pero me siento como si acabara de mentirle.

—Lu...no, no está aquí...se fue...de la fiesta...

—No ha llegado a su casa, ¿se te ocurre dónde puede estar?

—Pues....

De repente, Leonardo hace un ruido como si acabara de acordarse de algo importante y su voz cambia a completamente despierta.

—Ni idea, Lu. Avísame si lo encuentras.

—¿Leonardo, seguro que no sabes algo?

Pero solo le estoy preguntando al sonido cuando te cuelgan la llamada.

Ok, eso no fue raro ni nada.

Enciendo mi laptop a la velocidad de la luz y empiezo a buscar fotos de la dichosa fiesta en instagram mientras se enciende.

No me gusta ser paranoica, seguramente hay una excusa perfectamente válida. Además, si algo malo hubiera pasado, a estas alturas ya hubieran avisado a su mamá. Las malas noticias viajan rápido, ¿cierto?

Miro foto tras fotos de amigos, conocidos y conocidos de mis conocidos, tratando de captar el más mínimo detalle de Gabo.

Es un maestro de las fotos. Puede que en persona parezca un chico normal, pero hay algo en el lente de las cámaras que lo adora. Es ridículo cómo casi nunca sale mal en una foto. Una vez Susana, Leonardo y yo incluso hicimos una competencia intentando sacar una mala foto de él, inspirados en un capítulo de How i met your mother.

Cuando estoy a punto de solicitar la ayuda de Susana, le doy play a un video en instagram colgado por la anfitriona de la fiesta. Allí, justo en el telón de fondo, hay una chica que reconozco casi al instante (¡cómo olvidarme de ella!) hablando con Gabriel. Mientras la anfitriona grita que es la mejor fiesta de cumpleaños del mundo, la conversación de fondo termina y la chica toma a Gabriel del brazo y lo arrastra lejos de la cámara.

Miro el video otras cinco veces hasta que me sé la secuencia de memoria. No es nada malo, me repito, no hay nada horrible o comprometedor. Si fuera cualquier otra chica, sería solo una conversación y quizás una invitación para bailar. ¿Pero ella? ¡¿Precisamente ella?!

Sigo intentando hablarle por Whatsapp. Llamo a su celular como treinta veces sin respuesta. Apagado.

Y quiero llorar pero no puedo. Él no se puede haber ido con ella. Lo conozco. Y me lo repito una y otra vez.

Este retraso está acabando con mis nervios más de lo que suponía si soy capaz de dudar solo por ella.

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1 año y diez meses atrás

—¿Quinto mesversario YA? —Pregunta Susana mientras entierra su cabeza en el libro de semiótica.

—Lo sé, es de locos, ¿verdad?

—Me estoy haciendo vieja sin darme cuenta. Es una pesadilla.

Kristal le pone mala cara.

—Oh vamos, Susana, no seas aburrida. Deja que Lucía disfrute un poco la vida, que aproveche tener novio.

—Sí, quizás deberías conseguirte uno también —añade Alicia.

Afortunadamente Susana no reacciona ante esto y sigue intentando descifrar los misterios semióticos de la tarea.

Intento hacer lo mismo pero Kristal y Alicia se niegan a dejar la única distracción en esta tarde de estudio.

—¿Y ya lo hicieron?

Incluso Susana tiene que desviar la mirada hacia Kristal cuando lo pregunta.

—Este...no.

Mi cerebro entra en modo de emergencia, ya que nunca antes me habían hecho esa pregunta.

—¿Y qué esperas?

—Pues...no sé. No lo había pensado.

—¿No lo habías pensado? ¿Pero es que nunca has tenido novio antes?

—Sabes que sí —refunfuño—, pero aunque estuvimos once meses, tampoco se me pasó por la cabeza.

—Tienes que hacerlo pronto, Lu —insiste Alicia—. No puedes dejar que alguien te lo quite por eso.

—Nadie te "quita" un novio —replica Susana—. Si Gabriel se va con otra, pues es problema suyo. Se pierde a una gran chica.

—Bueno, pero hasta los mejores chicos se aburren si no les das nada —asegura Kristal.

En cierta forma empiezo a pensar por qué estuve casi un año con Lucas y no se me pasó por la cabeza llegar tan lejos. Quizás porque solo tenía dieciséis.

Internamente, estoy de acuerdo con Susana. Si Gabriel me engañara, todo se terminaría. No creo que nuestra relación pudiera sobrevivir a algo como eso.

Soy mayor de edad, y estoy en todo el derecho de querer tener nuevas experiencias. No me interesa la idea de conservar la virginidad como un tesoro sagrado hasta el matrimonio, pero quisiera que no resultara un total desastre.

¿Es Gabriel el chico en el que puedo confiar para que no lo arruine, incluso si no estamos destinados a seguir juntos por siempre?

Mientras Susana sigue debatiendo con Kristal la importancia del sexo en las parejas, reviso mi celular.

Gabriel <3: Buenos días, Lu

Gabriel <3: Qué puedo hacer hoy para lograr que sonrías?

Definitivamente, pase lo que pase, este es el chico.

Sé que quiero esto. Es el momento de llevarlo un poco más lejos.

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Hola a todos!

Disculpen la demora en actualizar, es que estoy con una faringitis que me hace sonar como El Padrino. Pero no se preocupen, ya tengo las pastillas correctas y pronto la fiebre seguro que bajará. 

¡Besos y calma!

Vale