Ella simplemente pulsó dos veces con el ratón sobre el nombre 2P de la imagen, y de aquí, se abrió un nuevo documento y se cargó como si fuese un vídeo de Youtube en directo, dicho esto ella se relajó en la silla, cruzándose de brazos y empezó a ver aquella "película".

- Veamos si Eiver realmente quiere proteger a Axel...- sonrió de lado.

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Hmph... arrugó los ojos con pereza y abrió los ojos, le daba una pereza increíble ir a clase. Bostezó acariciando sus rizos negros, pasando la mano por la parte rapada de su cabeza, crujió el cuello satisfactoriamente, sonrió de lado y se sentó sobre la cama, después se crujió la espalda al dar la vuelta hasta el límite que su cuerpo le propusiera.

Suspiró profundamente con una expresión pensativa mientras miraba a la nada, las sábanas negras de su cama...

<<Pero llegó el momento del adiós cuando aquel final de curso en el que todos se separaban y se iban a diferentes colegios a estudiar. Yo me fui a una secundaria pública, él se fue a una secundaria concertada. Nuestros caminos se separaron. Con ello... un gran sentimiento de soledad y depresión aumentó en mi pecho y causó que volviera a mi mal hábito de quemar cosas después de no haber quemado nada desde los siete años... El psicólogo notó que mis emociones y mi forma de ser volvía a cerrarse en una cáscara dura.

Que me volví grosero.

Me volví un sádico.

Me volví alguien desagradable.

Me volví alguien a quien casi toda la clase temía.

Acabé con el peor grupo, con la influencia de un grupo de mayores que estaban en tercero de secundaria.

Con ellos me fumé mi primer cigarro.

Con ellos aprendí a fumar.

Ellos me volvieron adicto a la nicotina.

La nicotina me hacía evadirme del odio, del rencor, de la injusticia, de la desesperanza, del "te echo de menos" que me hubiera gustado enviar a Axel, de la impotencia de no poder ir a donde él estaba porque estaba en la otra punta de la ciudad.>>

Hmph... Cierto... Separarse de Axel provocó que un gran dolor en su pecho le obligara a buscar cualquier método por tal de olvidarle. Esta vez no será así, porque seis años después volvería a encontrarse con él. Se levantó de la cama y se miró al espejo, todavía no tenía la cicatriz en el ojo, ¿Eh? Bien... se miró el brazo... tenía doce años... obviamente tampoco tendría el tatuaje hasta el codo. Asintió con la cabeza, ahora tenía que comprobar hasta dónde había llegado el Eiver de aquella línea temporal... y sabía perfectamente que hacer para comprobar si su aliento rancio tenía olor a tabaco... odiaba tener que hacer eso... sobre todo porque en su época el hedor era detestable, pero bueno...

Se lamió el dorso de la mano y acercó a su nariz la humedad de su mano... olfateó un poco... mal aliento mañanero, pero no había ni rastro de olor a tabaco, asintió con la cabeza y se secó la mano en el pijama.

Aún no había empezado a fumar.

- Eiver, cariño, levanta, es tu primer día, ¿No querrás llegar tarde?

Abrió los ojos en shock por aquellas palabras por parte de su madre. Primer día de clase, definitivamente no había empezado a fumar, ni todavía se había vuelto alguien temido por toda la clase. Perfecto.

- Voy...- dijo tomando algunas prendas al azar de color negro que hubiera por el armario, sudadera gris oscuro con el gorro índigo, morado, berenjena, ugh... Era horrible para los colores, William era el artista muerto de hambre del grupo... Era un tono morado oscuro en definitiva... hmph, no estaba nada mal, pantalón negro, cinturón de cuero negro, converse negras, perfecto, al menos el Eiver de ese universo tenía estilo. Se fue al baño.

A medio camino se quedó clavado en el sitio. ¿Si él estaba allí? ¿Dónde estaba el Eiver que había antes?

Negó con la cabeza para quitarse eso de la cabeza y entró en el baño, por suerte la distribución de la casa en aquel universo alterno era completamente igual. Suspiró profundamente al salir de la ducha, acarició sus rizos, ahora pegados a su frente y con una toalla los secó rápidamente, esa misma después se la puso en la cintura durante unos minutos en los que estuvo peinando su cabello con las manos, si no recordaba mal... la espuma debía estar por el cajón de abajo. No la necesitaba, sus rizos eran naturales, pero era para que se vieran algo más brillantes, no es porque le importase su imagen, sino que era una manía desde los diecisiete o dieciocho que era verse sexy para que las chicas se acercaran, le coquetearan y él les plantase un: "¿Tan zorra eres que te dejas llevar por un tío medio desnudo con más productos en el pelo que tú?" Porque llevaba la camisa y la chaqueta abiertas descaradamente por la universidad y muchas chicas se lo quedaban mirando, la gran mayoría lujuriosamente, y adoraba plantarles rechazos en la cara descaradamente.

Seh, era así de prepotente y arrogante, pero era su medio de diversión, aunque fuese cruel para el noventa y nueve por ciento de la sociedad.

Salió del baño vestido y llegó al comedor donde su madre lo miró con extrañeza y acarició sus rizos ligeramente.

- ¿Te pusiste espuma?- habló ella con extrañeza.

- Ah, sí...- respondió girando sus ojos hacia ella.

- ¿Por qué? Si tú ya tienes el pelo rizado, cariño...

- Para que brille un poco más, quería probar como quedaba, perdón.

- No, no, no pasa nada, solo me sorprendió...- se rió ella un poco.

Su padre no dijo nada, estaba comiendo en silencio y solo levantó los ojos para mirarlo durante unos segundos.

Bien, primer día de clase... Obviamente no iba a hacerse amigo de todo el mundo, simplemente evitaría los conflictos que lo llevaron a tener que follar para mostrar su hombría y evitaría fumar tal y como le recomendó esa tipa enana rara que aparentemente los había creado... prefería ignorar eso y se centró en llegar a clase, pasando por un kiosco, ahí es donde compraba el tabaco cuando vivió su primera vida, hmph... chicle de menta, eso le serviría para no tener aliento rancio mañanero.

El primer día no estuvo tan mal, salió justo como tenía pensado, nadie problemático se le acercó, tampoco ninguna chica con pintas de prostituta, ¿Por qué cojones tenían las uñas de gel? ¿Estaba permitido? "Eiver, céntrate... okay", nadie rarito se le quedó mirando. Bien, es normal pasar el primer día sin nadie de confianza, y él prefería no hablar con nadie, así que simplemente se marchó a casa.

Bien, concentración, tenía que pensar una cosa y darla por asumido: nada de parejas en estos seis años o acabaría en el hospital internado al perder muchísimo peso en tan poco tiempo por las náuseas y los vómitos que le quitaban el hambre. Hmph... Que malos recuerdos tenía de su vida anterior, quería cambiarlos, borrarlos, ugh...

No le interesaba ni la secundaria ni el bachillerato, pero tenía claro que seguiría su camino, pero esta vez para ser policía, estudiaría para poder defender a Axel incluso antes de que algo malo le pasara. Asintió con la cabeza firmemente y revisó en tu teléfono rápidamente cuáles eran los pasos para volverse policía, aunque ya se los sabía, pero si había una forma de poder saltarse algunos pasos como el de tener que entrar en la universidad y tener que soportar que te digan que un compañero de clase y además tu mejor amigo de la infancia, se ha intentado suicidar porque fue violado por el primo de su crush.

...

Qué irónico y digno de telenovela sonaba eso ahora que lo pensaba...

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Cuando Eiver pregunta por el Eiver de ese universo...

No se responde la pregunta en toda la historia, pero tampoco es algo importante... En realidad, Eiver del universo alterno no desaparece, Eiver de Paradise se transforma en el Eiver de ese universo, no hay substitución ni cosas paranoicas, es solo transformación, nada más.

Aquí las preguntas sobre cualquier cosa del capítulo que no se haya entendido ----------->

Aquí las opiniones ------------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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