Actualidad. 2022.

– Entonces nos vemos allá a las ocho en punto, no quiero estar esperándote, si, si, bueno adiós. – Colgó la llamada y se metió corriendo al ascensor totalmente saturado de gente.

En la actualidad Myoui Mina trabajaba en la empresa de los Park, amigos de su familia, Su hija mayor Roseame ya era muy conocida para ella, Mina literalmente le lambio los pies a la madre de esta para que la contratara algo que aborrecio, pero sus hijas necesitaban muchas cosas y por ellas haría cualquier cosa.

Ahora Roseame había heredado la empresa de su familia y si las cosas siempre iban mal desde ese día, apesar de eso hoy estaba feliz porque hoy definirían quien sería ascendido o ascendida.

Roseame entro por la puerta y todos se levantaron de sus sillas para saludarla y darle una reverencia ya en su escritorio se sentó y comenzó a hablar.

– Como les dije la semana pasada hoy alguien va a subir de puesto. – Comento haciendo que el ambiente se pusiera tenso. – Esa persona ha sido una gran empleada por mucho tiempo, y es hora de reconocer su arduo trabajo. – Mina sintió que al fin después de todo Roseame la valoraría. – Esa persona es... – Todos sus compañeros y compañeras la vieron expectantes sabiendo que su amiga se merecía el puesto, incluso una de sus compañeras la ánimo a levantarse y ella así lo hizo.

– Kang Eunbi. – Todos voltearon a ver a su jefa como si estuviera loca, pero no tuvieron más remedio que aplaudir.

En cambio la antes mencionada sólo sonreía llena de alegría. Myoui solo siguio los aplausos y se sentó en su escritorio totalmente desanimada, Pero oh no, Park la iba a escuchar. – Bueno era todo lo que tenía que decir, Eunbi tráeme los papeles de la siguiente junta para planear las estrategias. – Sin más se retiró y la alfa fue detrás de ella.

Al entrar a su oficina Park se sentó en su gran silla y vio a Myoui venir hacia ella.

– Park Roseame. – dijo ella y la otra simplemente la ignoró y empezó a marcar a su esposa.

– Un momento. – Le responde de la manera más cortante. – Hola mi amor ¿Como estas? si llegaré tan pronto como pueda.. bueno, bueno pues si quieren hablar conmigo pasamelas.. – dice riéndose. Era realmente sorprendente como Roseame cambiaba a un tono dulce al hablar con Jisoo su esposa, y sus hijas. – Esta bien mami te lo conseguirá. Déjame despedirme de tu mamá, Si yo también te amo.. Nos vemos amor. – dice al ultimo y cuelga con una sonrisa pequeña.

– ¿Dime porque acendiste a Kang? -–

La alfa cambia su expresión y de repente se pone seria.

– ¿Porque crees Mina? Ella terminó la universidad. – responde como si fuera obvió.

Allí iba otra vez eso..

– ¡Yo tengo más experiencia que ella, no es justo! Y tu lo sabes Roseame. –

– Mi madre te contratato por tus súplicas, y por la buena relación que tenía con tu padre, ¿Pero adivina que? ahora yo soy la presidenta de esta empresa, así que ahora mismo te puedo despedir si yo lo quiero. –

– Entonces porque no lo haces.
¡Hazlo ahora!. – La insita. Park se levanta de la silla y queda enfrente de ella. Su rostro se vuelve un poco más suave pero a la vez burlesco.

– No, no lo voy a hacer, pero solo por tus hijas, se que debe ser duro para ellas. Imaginate las cosas que hubieras hecho.. – Su tono se vuelve decepcionante. – Tu ahora serias la dueña del consorcio de tu padre.. – suspira con total falsedad. – Y todo por no mantener a tu amigo en tus pantalones. – Ríe al último burlándose.

Myoui agacha su cabeza totalmente humillada, Apretando sus puños.

–Ya será para la próxima. – palmea su espalda y la dirige a la salida.

Todo lo que restaba del día se puso a pensar en las palabras de Roseame
Si, ahora seria su propia Jefa, aún seguiría casada con el amor de su vida y apenas sus hijas serían unas niñas, pero no iba a dejar a Chaeyoung sola en ese proceso, no después de que sus padres le dieran la espalda incluyendo al padre de Chaeyoung, la madre de su omega era la única que había apoyado su decisión de tener a sus bebés. dispersando esos pensamientos se concentró en su trabajo y la hora de salida llegó más pronto.

Su jefa le había echado a perder el día, pero recordó que hoy le tocaba pasar tiempo con sus hijas.

Después del divorcio se distanciaron aún más de lo que ya estaban, ella casi nunca pasaba tiempo con ellas pero tenía que trabajar para poder darles todo, que más podía hacer. Ahora estaban en la escuela y faltaban una hora para que salieran. Se dirigió rápidamente hacia allá y llegó unos quince minutos antes.

La verdad era que no le gustaba estar allí de nuevo, su padre había inscrito a sus hijas a la misma preparatoria a la que su esposa y ella fueron, según el este era un regalo por no apoyarla en nada después de tenerlas, así que ella lo aceptó porque después de todo era una de las mejores preparatorias en Seúl y una de las más costosas.

Entra, sintiendo escalofríos como si fuera la primera vez que estuvo allí, los pasillos están totalmente vacíos pero aun asi se escucha a varios profesores hablar, recuerda cuando corrió por este mismo piso en varias ocasiones y se ríe de eso..

Los recuerdos hacen que empiece a sentir la nostalgia, sin duda sus últimos días aquí no fueron agradables, no después de que Nayeon le hiciera la vida imposible por embarazar a su amiga, no después de que su padre y madre la corrieran de la casa, no después de que empezara a buscar empleo sin nunca antes haber trabajado en sus vida, y porsupuesto no después de que empezara a preocuparse por la comida, leche, pañales, ropa y todo lo demás..

Sin pensarlo empieza a llorar.. son lágrimas de tristeza, enojo, culpa.
Culpa consigo misma.. caen caen y no dejan de caer, no es hasta que alguien toca su hombro que respinga y se voltea tratando desesperadamente de quitar sus lágrimas con sus manos.

– ¿Esta bien Señora? – Pregunta un hombre anciano. Su traje amarillo y la escoba a su lado le hacen saber de quién se trata, el conserje.

Trata de verse bien para contestarle.

– Si.. supongo que sí. –

El anciano entrecierra los ojos y quita su mano de su hombro, sin saber que decir la alfa mira hacia un lado encontrándose con algo que la puso aún más triste. La vitrina de los trofeos y fotos, y ¡Oh! allí estaba ella en medio del equipo de vóleibol antes de que su novia le diera la noticia, se veía tan sonriente, joven, y con un "futuro asegurado". Generación 2004. venia debajo de la foto.

– Fueron buenos tiempos.. – dice aquel hombre.

– Así es.. – responde viendole con tristeza.

– ¿Desearias volver a esa época? – Pregunta el anciano aún viendo las fotos.

¿Que? Esa era una pregunta algo extraña, ¿Acaso el sabía que la de la foto era ella? había cambiado demasiado. pero bueno una pregunta es una pregunta.

– Claro que si, probablemente es lo que más deseo en la vida. – Responde segura ahora viendo de nuevo la vitrina.

– Pues tu deseo será concedido, Myoui Mina.. –

Cuando voltea totalmente desconsertada el anciano ya había desaparecido, el miedo la invadió, ¿¡Quien era ese!? y lo más importante ¿¡Como sabia su nombre!? Antes de que se volviera loca una de sus hijas apareció en el pasillo.

Myoui Heejin la menor de sus hijas,               Ella es una beta, tiene personalidad de una diva desde que nació y es la viva imagen de su esposa, de ella solo obtuvo el carácter y la forma de la cara.

– ¡Hola Heejin! – Sonrie acercándose a ella. Olvidando rápidamente la extraña y aterradora situación que acaba de vivir, así es como sus hijas llegaban a alegrarle el día.

Su hija la ve a los ojos totalmente desinteresada y le pasa su mochila.

– No sabia que ibas a salir temprano. – se cruza de brazos.

Mina se queda unos segundos admirandola, Heejin se ve hermosa en ese uniforme de animadora, y no puede evitar pensar lo mucho que se parece a Chaeyoung cuando tenian la misma edad.

– ¿Mama? –

– Ah si hija, hoy terminé el trabajo antes. – Sale de su trance y vuelve a sonreirle. – ¿Donde esta tu hermana? – Pregunta. Heejin rueda los ojos pensando y saca su celular.

– No lo sé.. es una mujeriega debe estar con una omega, Yo que se.. – dice girandose sobre sus talones y caminando

– ¿P-puedes llamarle? – Se cuelga la mochila en el hombro mientras su pequeña teclea en su celular.

Cuando salen Heejin empieza a marcarle a su hermana, no contesta en la primera ni en la segunda llamada, solo hasta la tercera.

– ¡¿Porque no contestas?! ¡Si, si ya se que no soy tu mamá! ¡Y eso a mi que! Bueno, mueve tu trasero aquí rápido Mama ha venido por nosotras. – Cuelga la llamada fastidiada y se mete al carro de su madre, en el asiento de copiloto.

Mina mete la mochila y se queda esperando unos minutos cuando llega su otra hija. Myoui Olivia es la mayor, ella es una alfa y en cambio de su hermana es fiestera, rebelde y complicada, justo como lo era antes ella, y no solo se parecen en eso si no también en lo físico, desde que nació nadie paró de decirle que era su copia.

– ¡Hola mamá! –  Olivia la atrae hacia ella con una sola mano, y con una fuerza impresionante le pega unos golpes en la espalda.

Si la acababa de sofocar y lo había hecho a propósito. Ella se mete rápidamente antes de que le pueda decir algo y Mina coopea su acción.

En el camino van oyendo música y la alfa las lleva a un lugar muy especial y importante para ellas, aunque..

¿Lo será todavía?