Seguramente sería tarde en ese momento.

William solo lo había hecho ver lo que estaba haciendo, lo que estaba siendo y en lo que se estaba convirtiendo, solo lo estaba previniendo, pero él era un cabezota arrogante que solo creía en las palabras de su absolutista padre, así que jamás mejoraría, jamás sería una mejor persona y jamás sería aceptado por el pueblo. Porque no sabía cómo ganarse la confianza del pueblo, no sabía cómo hacer sentir bien al pueblo, la sociedad de Atxa Ahora sí estaba viviendo en condiciones, los huérfanos tenían un futuro por delante, las familias que no pudieran tener criaturas podía cuidar alguno pequeño o pequeña del orfanato, los ancianos ahora sí tenían una calidad de vida que les garantizaba no estar enfermos en la cama sin poder moverse.

William lo había hecho todo por el reino mientras su tío y su primo no habían hecho nada en todos los los que llevaban sabiendo que su pueblo estaba muriendo de hambre día a día. La realeza de Atxa, hasta que William no tomó el mando, era una realeza corrupta y egoísta...

Por ello el pueblo consideraba que William sería muchísimo mejor heredero que Gilbert, a quien prácticamente nadie había visto más que en discursos que leía descaradamente con una mueca asqueada, sus paseos a caballo con invitados de la élite, a los cuales no sabía montar muy bien porque muchas veces estaba a punto de caerse o incluso habían tenido la suerte de verlo desde las ventanas de palacio hablando con gente importante.

Gilbert Atxa apenas había sido visto en el reino.

William Atxa pasaba todo su tiempo posible con el pueblo.

En conclusión, la sociedad prefería a William por encima de Gilbert, y todo el mundo en la realeza lo sabía, pero nadie se lo decía al castaño porque su ego y su arrogancia no le permitirían asumir que las palabras que William le había dicho "tú solo fuiste un capricho de tu padre o el medio que usó para quitarme el trono" fueran realidad.

- ¿Entonces qué estás haciendo aquí?- alzó una ceja con extrañeza, la reciente visita imprevista cuando tenía asuntos que atender la verdad que extrañaba mucho a dicho interlocutor y oyente.

- El hijo de Ryan y Keenan ha nacido y vine a avisarte tanto a ti como a los Solberg, de allí vengo, a que vengáis al palacio dentro de una semana aproximadamente, mandaremos una carta con la lechuza para.el día exacto, pero sí, en definitiva es que dentro de unos cinco o siete días vengáis a palacio...- explicaste todavía a lomos del corcel que usaste para llegar desde Solberg hasta Atxa.

- De acuerdo...- asintió con la cabeza.- Buscaré espacio en la agenda, si no puedo ir avisaré de inmediato.- asentiste con la cabeza.- Suerte en el viaje de vuelta.

- Gracias.- asentiste con la cabeza.

Nadie tomaba como algo raro que Ryan hubiera tenido una criatura, es decir, para todo el país que un elfo hermafrodita tuviera una criatura fuera visto como macho o hembra era normal, ambas especies eran fértiles porque ni siquiera había una distinción entre machos y hembras, solo en los nombres y los pronombres, y solo fue para que los humanos o el resto de personas o especies que hablase con ellos pudieran entenderse por completo.

Llegaste al palacio cuando empezaba a atardecer, cuando los tonos del cielo empezaban a ponerse naranjas y las nubes se tenían de tonos amarillos o se oscurecías con tonos ocres. Cuando estabas en completa soledad solías ponerte a pensar en tu familia, muchas veces pensabas en si habías desaparecido de tu época como si nunca hubieras existido, en sí habías desaparecido y tus padres te estarían buscando, en sí tus padres habrían desistido en la búsqueda porque nadie podría encontrarte al no estar en tu época sino quinientos años atrás...

Y ni siquiera sabías si estabas en el mismo continente, país o ciudad.

Estabas en el reino del este, el Reino Ceniza, y aquel lugar te había acogido y te había bautizado como de su propia familia, aún así sin llamarte retoño o hijo, o, simplemente eso, pero si te trataban como de la realeza... Aquello te hacía sentirse, en cierta parte, mal, porque tú eras una persona normal en tu época, alguien de clase media o incluso media-baja, y no eras alguien sobresaliente en los estudios, y cuando llegaste a allí, de repente, te encontraste con que te "adoptaron" y te volviste parte de la realeza...

Te bajaste del caballo y lo dejaste en el establo, después caminaste hacia el palacio.

Habías pasado de no ser nadie, a ser parte de la realeza y tal vez algunos dirían que era por suerte o que tú historia no era más que un mero capricho del mundo o que incluso tu historia era falsa y una mera fantasía de Wattpad, pero no, aquello te estaba pasando, te había pasado, habías pasado de la nada, de ser alguien que estudiaba para trabajar en un futuro próximo, a ser parte de la realeza de un reino excelente y que te había integrado de forma automática... que te había cuidado, alimentado, mimado y tratado como si fueras verdaderamente parte de su descendencia.

Suspiraste.

- ______- levantaste la mirada despertando de tus pensamientos, viste a Álex allí, delante de ti, con una sonrisa tranquila en su rostro.- Keenan estará los primeros días en la aldea White... Después vendrán al palacio justo para cuando los invitados vengan...

- ¿El hijo de Ryan y Keenan será el heredero?- preguntaste con confusión en tu voz.

Álex no podía tener hijos, por lo que lo lógico sería que aquella pequeña criatura que habían engendrado un elfo y un humano, fuese el heredero al ser el hijo mayor.

- Aparentemente sí.- ni siquiera ella sabía que respuesta dar.- Todo irá acorde a lo que la pareja decida, no voy a forzarlos a tener que tomar el trono después de mí solo para mantener la herencia.- te miró.- En caso de que ellos no quieran que su hijo sea el heredero, también podría ser tú descendiente quién sea el próximo rey o reina.

Te sonrojaste violentamente.

Ella sonrió de oreja a oreja.

- Es broma, es broma...- negó con la cabeza lentamente- No voy a exigirte nada, tampoco voy a obligarte a emparejarte si tú no quieres...

Suspiraste.

Es cierto que llevabas un año y tres meses en el reino y todavía no habías conocido la gran parte del territorio, es decir, te conocías los mapas, habías estado en los tres reinos pero, igualmente, todavía no habías conocido a nadie que te haya llamado la atención hasta el punto de querer emparejarte con él o ella... Es decir, si, te llevabas muy bien con William, Tyrkelige también era alguien increíble y su hermano pequeño era la personas más adorable del mundo, pero simplemente no habías tenido ese... "click" que te decía: "Me gusta".

- Francamente prefiero que sigas siendo así, la pureza en su máximo esplendor.

- ¿Pretendes que sea virgen toda la vida?- alzaste con una ceja con sarcasmo, ella se rió.

- Tal vez...

Dejaste ir un sonido sarcástico, después seguiréis vuestro camino hacia el comedor, donde la comida ya estaba servida.

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Ya sabéis chicos, a mantenerse vírgenes hasta que aparezca el vampiro y os foll. . .

Espera QUEEEEEEEEEE!? ._.

Keenan: ¡Silvia ese no es el guión, acabas de meterles un spoiler!

yo: FUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUCK :0

Olviden eso último <:

Toma 2

Ya sabéis chicos, a mantenerse vírgenes por órdenes de la reina Alexandra :3

Álex: igualmente se tragaron el spoiler <:

Keenan: seh ._.

Kenai: mal, Silvia, mal

Yo: fukfukfukfukfukfukfukfukfukfuk

Aquí las opiniones ------------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1298 Palabras]

P.D.: Nah, es broma, no vais a tener relaciones sexuales con nadie, jeje