Villa White (28)
Lo acompañabas para que la monotonía no se sintiera tan pesada como una piedra en tus hombros.
Aquel día, llegaste al claro donde se encontraba la villa White, una aldea donde todos eran elfos, diferentes familias de elfos que convivían en una misma comunidad y que entre todos se llamaban aldea o villa White porque fue la familia de los tres hermanos de elfos quienes empezaron la idea de vivir juntos en una misma aldea. No eran los líderes ni mucho menos, en aquella aldea no había líderes, todo se decidía por votación de un representante de cada especie de elfos. Todos allí vivían en armonía.
La familia de los elfos White eran una subespecie de elfos hermafroditas, por lo tanto, que varones y mujeres podían engendrar criaturas, pero es que en realidad, aquella subespecie de elfos no distinguía entre hombres y mujeres, más bien, todos eran relativamente andróginos y no solo se dirigían entre ellos por los pronombres que ellos mismos utilizaban para si mismos. No podrías distinguir los géneros ni aunque te dedicaras a ello arduamente, y estar en aquella aldea te encantaba porque estar allí era una zona totalmente abierta de mente en la que el amor y la libertad eran el punto de partida...
Tal si tuvieran nombres que los hicieran asociarse hacia un género u otro, pero eso no significaba nada... Podían tener un nombre que los dirigiera hacia un género y que los propios elfos lo identificaran con los pronombres contrarios al género... Keera, Ryan, Michael, los tres eran los hermanos y eran los más cercanos al reino del este, especialmente los dos hermanos pequeños, pues ambos fueron salvados por Keenan en el último segundo.
Michael era un elfo con las orejas gachas que solían vibrar o moverse con un suave tintineo cuando estaba feliz, tenía unos ojos color lima, cabello anaranjado corto hasta el cuello con un peinado redondeado y sus ropajes solían ser bastante andróginos y cambiantes, no tenía un estilo definido de ropa, simplemente que era natural y asalvajada. Keera era la hermana mayor, sus orejas afiladas también eran gachas, aunque no lo eran tanto como las de Michael, tampoco se movían tanto, a no ser que fuesen situaciones "especiales"; ella tenía el cabello naranja, largo y liso hasta media espalda, unos ojos verdes intensos y hermosos. Sus prendas solían cubrir mucho su cuerpo, normalmente solo se veía su cara, sus manos o sus pies, el resto de su cuerpo se ocultaba siempre entre telas, trapos, harapos y prendas típicas de aldea. Finalmente Ryan, era el hermano mediano, él tenía el cabello más claro que sus hermanos, pero igualmente era anaranjado, rizado, tenía la piel más clara que sus hermanos y los ojos que brillaban como el sol, llevaba una prenda más humana porque Keenan se la regaló para cubrirse del frío de la humedad de la noche, pero debajo de ella llevaba las prendas típicas de un elfo normal.
La recepción fue entre abrazos y saludos por parte de la hermana mayor y el mediano, el menor era más alocado y se lanzaba a tus brazos dado a que Keenan estaba ocupado. Michael era muy empalagoso y aleatorio algunas veces, por lo que era imprevisible saber si se lanzaría a tus brazos o simplemente te saludaría efusivamente con un apretón de manos o una caricia en tu cabeza. Aquella vez fue un achuchón asfixiante.
Dabas gracias a que Michael no tenía mucha fuerza y tampoco era muy alto, era de estatura media, más bien tirando a baja, pues media un metro sesenta largo, tal vez la mitad del metro sesenta (metro sesenta y cinco).
Lo que era raro era cuando no estaba o no era hiperactivo, siempre estaba de buen humor, siempre tenía una carcajada entre sus labios, y bueno, no vamos a decir que no, le tenías más cariño a él que al resto de los hermanos o los habitantes de la aldea.
- ¿Qué tal el viaje? ¿Dejasteis los caballos en la entrada del bosque? ¿Tienes hambre? Los frutos del bosque están súper dulces esta época del año, ¿Te dije que tengo una planta carnívora como mascota? Se llama Bite, porque muerde a todo aquel que se acerca; ¿Sabías que le gusta comer pollo? La muy maldita parece que nunca se le acabe el apetito, siempre tiene espacio para más. ¿Sabías que las plantas carnívoras no solo se alimentan de insectos? Ah, bueno, te dije que le gusta el pollo... Uh... olvida lo último. . .- y sí, Michael hablaba por los codos; si abría la boca ya no se callaba.
Pero te gustaba escucharle, algunas veces no sólo decía tonterías sin sentido, muchas veces decía cosas que verdaderamente si eran interesantes.
- ¿Volví a ponerme a hablar sin parar, verdad?- dejaste escapar una risilla, asentiste.
- No importa... No me molesta...- él sonrió y siguió hablando de su mascota la planta carnívora que parecía tener vida propia como robaba comida cuando nadie la miraba, lo cual te parecía tierno y al mismo tiempo imposible..
També te habló del agua del río que corría a pocos kilómetros de allí, de las carpas que estaban en época de apareamiento, de la comida que os estaban preparando, que sería un gran banquete, de como le darían los restos de huesos a los lobos, también te estuvo explicando las trampas que colocaron para evitar a los depredadores durante la noche, te dijo también que su hermano mayor estaba esperando una criatura, también te habló de cómo se encargaban de la agricultura y la crianza de animales pequeños como los conejos, cabras de montaña en miniatura o. . .
Espera un segundo... Retrocede un poco...
"Te dijo también que su hermano mayor estaba esperando una criatura"
Miraste a Keenan fijamente.
¿¡Se puede saber en qué momento Keenan realizó el coito con Ryan!?
No, no, no. Esa no era la pregunta. La pregunta verdaderamente importante en ese tema era:
¿¡Se puede saber de dónde sacó Keenan la valentía de realizar el coito con Ryan y no avergonzarse cada vez que lo miraba!?
No le diste importancia y seguiste mirando a Michael a lo que tuviera que decir, retomando por donde se había quedado su discurso y sus palabras interminables. . .
Ahora estaba hablando de cómo eran los conejos, las cabras y los cerdos que cuidaban allí; por las descripciones que llegaste a percibir y a juzgar por todos los cerditos correteando y chiquitito que había por toda la aldea, podías apostar lo que sea a que eran cerdos mascota, lo cual te enterneció de sobremanera al ver que parecían cerdos vietnamitas, literalmente era como ese tipos de cerdos; chiquititos, regordetes y tiernos.
Empezó a darte una lista de nombres, Michael tenía la costumbre de dar nombre a todo, desde plantas, animales incluso a las rocas; recordabas perfectamente que una vez te habló de una roca que parecía que tenía cara y que tenía en su hogar, una roca que llamó, por alguna razón, "Candy". El caso, que seguiste escuchando sus palabras hasta que Keera llegó y le dijo que cerrara el frito que se iba a quedar mudo, después sirvió la comida, te miró y sonrió.
- Si el pesado de mi hermano pequeño no para de hablar, no te cortes y dile que se calle.
- No me molesta escucharle.- respondiste tú cuando él hizo un puchero y lloró dramáticamente con lágrimas de cocodrilo.- De hecho, no se me da bien tener una conversación, prefiero que los demás hablen, me gusta escucharles...- sonreíste, Michael sonrió de oreja a oreja y después miró a su hermana sonriendo con malicia.
- Cómo quieras, pero te acabarás amargando si te pasas las veinticuatro horas que dura el día escuchándolo hablar de sus tonterías.
- No son tonterías, en algunos casos son cosas súper interesantes...- defendiste al menor.
Ella no siguió insistiendo, simplemente se sentó en la mesa y poco después la comida empezó.
El ambiente en villa White era agradable y familiar, todos comían al aire libre y juntos como una gran comunidad aunque se sentaran en diferentes mesas. Eran muy serviciales y no querían que sus invitados pasaran hambre. La comida era ruidosa y llena de carcajadas en las que se contaban anécdotas, historias reales o inventadas, historias de sus antiguos amores y desde luego que era agradable de escuchar y estar en ese ambiente tan increíblemente familiar y abierto de mente. Obviamente tu no contabas muchas cosas porque todo lo que podías contar era de tus recuerdos con tu familia, tus amigos y tus juegos en tu época, lo cual impedía que ellos entendieran la mayoría de las cosas a no ser que lo cambiaras de forma que ellos si entendieran.
Es decir, ellos no sabían que eran los coches, ni el plástico, ni las videoconsolas ni los móviles, ni los juegos de rol, y seguramente tampoco podrían interpretar como era vivir en un mundo sin magia en el que tenían que estudiar, aprender y trabajar toda la vida en un sitio en el que seguramente no te gusta porque no hay trabajo de lo que tu quieres.
Tus historias eran aburridas para ellos, no tenía sentido contarlas.
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Keenan, cochino ewe
xdddd
Ste Keenan ewe
Seguro que se cogió a Ryan en la fiesta mientras Alex y tu buscabais a William y Robert ewe
XDDDDDDD
okay, ya paro, ya paro, lo juro xd
jahdjahdjakdak
Ay...
XDDD
Oe, fuera bromas ... Quiero un cerdito de mascota :')
Lo llamaré Fat nuggets :3
Por favor que alguien entienda la referencia :')
XD
Vale, ahora sí, dejemonos de tonterías xdd
Aquí las opiniones ------------------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1606 Palabras]
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