- Gracias.- dicho esto, ella tomó tu muñeca y te llevó arrastrando hacia el balcón que se conectaba con el jardín trasero.

Pudiste ver por el rabillo del ojo como un chico de cabellos rizados de color naranja, piel pálida y ojos brillantes como el sol se acercaba al rubio oscuro. Desviaste los ojos hacia el frente, llegasteis al balcón y mirasteis disimuladamente por todo el lugar, incluido el jardín al bajar las escaleras.

- No están...

- ¿A ver si se van a estar liando en alguna habitación?

- Álex, por Dios, ¿Qué dices?

- ¿Qué? ¿No puede darse el caso?

- Lo dudo mucho.

Ella soltó una risilla traviesa entre sus labios.

- Mira que es difícil perder de vista a un albino de metro ochenta...- musitó Alexandra con un tono fastidiado.

Sentiste un toque en tu hombro, giraste los ojos para encontrarte con el hermano pequeño de Tyrkelige Solberg, este tenía una expresión preocupada en su rostro, susurró en bajo, casi como si fuese un secreto, si sabíais dónde estaba su hermano mayor, que lo había perdido de vista cuando se fue a por un ponche, y le había parecido verlo teletransportarse, pues quedaba un resto de nieve que se había convertido en agua al desaparecer. Alexandra se llevó una mano al mentón, tú negaste con la cabeza diciendo que no sabías donde estaba. Él te agradeció igualmente y siguió buscándolo por allí, si es que lo encontraba, pues si se había ido a base de desaparecer y aparecer en cualquier punto del palacio, podría tardar horas largas en encontrarlo entre todas las habitaciones del palacio. Miraste a Álex.

- Teletransportación... Podrían estar en cualquier lado...

- ¿Crees que se hayan dado cuenta de que estaba escuchando?

- No estoy del todo segura.- musitó ella, suspiró.- Sigamos buscando por nuestro lado.- asentiste y entrasteis para poneros a buscarlos por todo el palacio.

Espera... Paremos un momento la trama, necesito decir algo que sí parece tener lógica en todo este plan... "¿Por qué diablos querían encontrarlos?"

¿Alguien podría responderme a esa pregunta por favor? Porque, francamente, ni yo entiendo porque los están buscando en vez de dejarlos solos, estar juntos o lo que sea que estén haciendo. No voy a decir que no, sí, quiero saberlo hasta yo, pero tampoco es como si fuese lo más importante de la trama ahora mismo... Bueno, creo que no es lo más importante ahora mismo, ya me dirán ustedes su opinión.

Continuando con la trama antes de que la cuarta pared se rompa del todo, aunque ya se rompió, pero ya qué, empezaste a buscarlos por los jardines y acabaste llegando al establo, pudiste ver que el caballo de William seguía allí, por lo que ambos seguirían en el castillo. Al menos tenías eso confirmado. Caminaste hacia la entrada principal con la esperanza de encontrarlos por el jardín delantero, donde estaban los carruajes, pudiste ver al castaño, al primo de William, tumbado en el asiento del interior de la carroza con con la puerta abierta, seguramente para que el frescor del ambiente fuese entrando y no quedarse allí totalmente cubierto, sin ventilación, sin aire y poco a poco sin poder respirar bien, te acercaste preguntando porqué estaba allí, porque, no me fastidies, normalmente un sirviente siempre va detrás de su señor.

- Tyrkelige me mandó que custodiara el carruaje, vamos, que dejara de tocarle las pelotas a mi primo y que me quedara fuera como un perro.- dijo de forma descarada y desinteresada.

- ¿Cómo te va en el reino Solberg?- no era un intento de burlarte, más bien lo contrario, era curiosidad, y ya de paso intentar darle una oportunidad al castaño, porque lo habías tachado a la primera de cambio y tal, solo tal vez, no se lo mereciera.

Solo tal vez, dije.

- No quiero responder eso.- dijo con un tono amargo.- ¿Para qué? ¿Para que vayas corriendo a por mi primo a decírselo? ¿Qué eres? ¿Su chupapollas oficial?

Nah, y una mierda, no se merecía tu preocupación.

- Quién sabe... La pregunta aquí es... ¿Y tú que eres de Solberg ahora mismo?- sonreíste con sorna.

Te miró fulminante y gruñó audiblemente, se enderezó y cerró la puerta de la carroza de un portazo, después volvió a recostarse, esta vez hacia un lado, en un intento de descansar o dormir un poco. Suspiraste pesadamente, después caminaste hacia la entrada principal y registraste cada uno de los pasillos, cada una de las salas, regresaste al salón en el que todo el mundo estaba. Suspiraste de nuevo al no verlos por ningún lado. ¿Y si no estuvieran en el castillo? Es decir... Tyrkelige te llevó desde su palacio hasta el palacio del este a base de teletransportación, por lo que ahora mismo podría estar en su propio palacio con William... Por lo tanto jamás podrías encontrarlo porque no estaba en el palacio...

Bueno, hipotéticamente.

Te rendiste después de media hora más de búsqueda y decidiste quedarte en el salón principal hablando con los invitados de otros reinos, aldeas o villas. Pudiste ver a Álex por el rabillo del ojo, parecía que ella también se había rendido en la búsqueda de ambos, pues volvía a estar hablando con el mismo chico de antes, el mismo chico de cabellos castaños y ojos chocolate.

La celebración se alargó hasta el anochecer, que fue cuando los reinos y los invitados empezaron a marcharse hasta solo quedar los Solberg y los dos primos de Atxa. Estos fueron los últimos en irse principalmente porque hasta el último momento, los dos desaparecidos no regresaron a la fiesta, y lo más gracioso de todo es que lo hicieron fingiendo haber estado allí todo el rato, cuando seguramente se hubieran ido a dar paseos por el reino, o hubieran estado a saber dónde dándose besos. El corcel del pelinegro se movió impaciente y resopló. El pelinegro se subió de un brinco y miró a los organizadores de la fiesta, les agradeció por la celebración y después emprendió el camino lentamente. La carroza del albino tardó pocos minutos en ponerse en marcha y regresar hacia Solberg. Una vez todos se fueron del reino, suspirasteis aliviados. Keenan os riñó maternalmente por haber pasado así todo el día buscando desesperadamente a William y Tyrkelige solo para confirmar aquella estupidez de si estaban juntos o no.

En cierta parte tenía razón, y os merecíais la bronca por metiches, no vamos a decirle que no.

Parecía que la paz iba a prosperar por largo tiempo, pues, los días, las semanas, los meses empezaron a pasar casi como si fueran segundos, minutos y horas; la verdad es que apenas variaba el itinerario, por lo que siempre estabas haciendo lo mismo y se volvía una monotonía constante. Entrenar por las mañanas, regresar al palacio para desayunar, seguir entrenando en el jardín lateral al tiro con arma, la esgrima, la lanza y las peleas de magia; comer, y pasar la tarde entera paseando por el pueblo y cuidándote de que no hubieran ladrones o malhechores que robasen en el mercadillo o hicieran daño a las personas, después regresabas al anochecer al palacio, cenabais y te ibas a dormir. Eso es lo que hacías todos los días.

Todos los días se repetía lo mismo, por esa razón los días se te pasaban como si fuesen minutos. Por suerte de vez en cuando Keenan o Álex te ofrecían viajar hacia las aldeas cercanas o incluso ir hasta el bosque donde vivían los White, aldea que solía visitar muy a menudo el hermano menor.

Lo acompañabas para que la monotonía no se sintiera tan pesada como una piedra en tus hombros.

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Algo que no me gusta de las historias largas es que llega un punto que entre evento y evento no sé que escribir y me pongo a hacer filosofía y hacer preguntas, y responderlas, y... pos... cuando me doy cuenta es como...

Dude...

What the actual fuck? ._.

Y solo en ese momento en el que me doy cuenta es cuando digo... nmms... ya lo volví a hacer... Y entonces es cuando enlazo con el siguiente evento o temática de la cual se tratará en la historia...

Precisamente por estas cosas no escribo historias largas y me dedico más a los one-short o a contar las historias de mis personajes... porque así me aseguro de que sea lo que sea que esté contando tiene que ser canónico y no paranoias mías xd

En fin...

Aquí las opiniones del capítulo -------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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