Al verte llegar de forma tan alterada, Keenan y Álex te miraron preocupados.

- Hay un intruso en el bosque del este, aparentemente es del suroeste, muy seguramente intentando espiarnos para atacarnos de nuevo...

- No soy un espía...

Los tres soltasteis un chillido, definitivamente no os esperabais eso, tú sacaste tu espada, Keenan la suya y Álex literalmente hizo que apareciera fuego en sus manos, como si fueran un par de bolas de fuego.

- ¿Quién eres y qué estás haciendo en mi castillo?- tsk, capitalista.

De acuerdo, era en modo intimidatorio, pero ya nos entendemos, ahora la gente se ofende con cualquier cosa... en fin...

- Uh... Un híbrido entre una vampiresa y un incubo...- sonrió con ternura e inocencia.

- Eso significa que eres de Göttin...

- No, del suroeste.- lo que menos entendíais es que tuviera esa sonrisa tan inocente.

- ¿Y qué estás haciendo aquí?

Todavía teníais las armas en alto. Él se mantenía sumamente tranquilo, relajado, coqueto incluso; como si no pudierais hacerle nada, pero al mismo tiempo risueño e inocente como si no quisiera haceros daño, hasta que llegase al punto de enfadarse y que sacase su verdadero poder.

Solo entonces tendríais que asustaros.

Después de todo se había colado en el palacio sin que nadie lo viera, eso ya era una prueba de que era poderoso, o que sabía teletransportarse. Por lo tanto, que era alguien de nivel alto de magia...

- Exploración.- sonrió como si fuese un niño pequeño.- Es divertido.

- ¿Te ha mandado alguien?

- No-oh- sonrió de nuevo.- Nadie me pudo mandar.- se encogió de hombros.

- ¿Por qué?

- No tengo a nadie que me dé órdenes...- sonrió con ternura.- No me gusta que me digan lo que tengo que hacer...- en sus lumbares aparecieron un par de alas de murciélago con una membrana semitransparente en las que tenía un par de manos pequeñas de cuatro dedos.

- ¿Por qué estás en este reino específicamente?

- Exploraciooooon- sonrió con ternura.

El carácter tierno, inocente y despreocupado del chico os estaba sacando de quicio.

Lo peor de todo es que no entendíais si verdaderamente tenía malas intenciones o no... apretaste los labios. Miraste a Alexandra esperando saber cuál era su decisión, ella cerró sus manos en puños, el fuego que hasta ese momento se encontraba en sus palmas se disipó.

- En este palacio no te damos la bienvenida, menos después de haber intentado atrapar a uno de los nuestros y colarte en nuestro castillo...

- No intenté atrapar a nadie, solo quería divertirme, pero me quería atacar...- hizo un puchero con lágrimas de cocodrilo.

- Estás en nuestro territorio, y acabamos de salir recientemente de una guerra contra tu territorio, obviamente no te vamos a dejar pasar de rositas.

- Si no ataco a nadie sí.

- Me hiciste chocar contra un árbol.

- Eso fue por tu culpa, por bajar la guardia...- sonrió.

Francamente odiabas aquella risita que no dejaba de soltar, y las ganas de darle un puñetazo crecían constantemente cada vez que sonreía.

Era tan desesperante que actuase tan infantil y como si no entendiera las cosas... era tan desesperante que fingiera que no os estaba entendiendo... incluso a lo mejor verdaderamente no entendía que no queríais que estuviera allí porque era un intruso...

Suspiraste con pesadez.

- Márchate a tu hogar, seguramente los tuyos te están buscando y no tengo ningún mero interés en que nos ataquen porque tú estés en nuestro territorio y se piensen que te hemos secuestrado.

- No tengo hogar y nadie se preocupa si me voy o no de la aldea...- se encogió de hombros.

Os mirasteis entre vosotros.

- ¿A qué te refieres con eso?

- Soy una criatura imposible...- sonrió con ilusión con los dos dedos índices en sus mejillas.- Mi madre murió al tenerme y mi padre tiene mucho trabajo pendiente pero se convirtió en súcubo durante mis dos primeros años de vida, después regresó a ser un íncubo, y como yo ya me podía cuidar solo me dejó.- se encogió de hombros como si fuese los más normal del mundo, sus alas se cerraron juntando las manos cerca de su tripa, dando una postura francamente inofensiva y vulnerable.- En el reino del suroeste las cosas estaban relativamente mal, pero es divertido poder hacer lo que quieras, lo que no es divertido es que traten de usarte para el ejército y pelear contra los demás. Cuando el reino atacó Göttin participé en los hechizos de larga distancia, por lo que no vi nada del destrozo...- ¿En serio estaba explicándolo todo como si fuese una historia para niños pequeños mientras daba paseos tontos, jugaba con sus pies y gesticulaba con las manos?- Cuando llegamos a Göttin todo estaba destrozado y roto y el jefe se sentó en el trono de la reina sombría de Göttin y mataron al resto de las princesas mientras mandaban el ataque hacia Ceniza...

Bajasteis las armas viendo que si lo estaba contando literalmente todo era porque no era un peligro potencial, sino que simplemente estaba ahí, se veía poderoso porque tenía magia de alto nivel pero no parecía una amenaza.

- Cuando invocaron la serpiente gigante y nos pidieron que nos retiramos pensé que dijeron que regresaramos a Göttin, pero viendo que todos se quedaban cerca viendo los movimientos de la serpiente y que incluso algunas criaturas peleaban al lado de la serpiente para potenciarla desde atrás, me acerqué. Aunque... la quemaron... Así que no sirvió de nada... Viendo que todos habían muerto en el incendio simplemente me aburrí porque todos empezaron a pelear de nuevo y me fui al bosque persiguiendo un par de zorros rojos...- sonrió con ternura nuevamente.

- ¿Peleaste contra nosotros sin entender absolutamente nada de lo que estaba pasando?- Keenan alzó una ceja.

- ¡Si!- sonrió con ternura.- Si sabía que el reino estaba peleando contra vosotros para mataros, pero me daba igual si perdíamos o si ganábamos... Yo solo quería divertirme.

Keenan se frotó el puente de la nariz con frustración.

- ¿¡Te estabas tomando una guerra como un maldito juego!?- exclamó con el ceño fruncido.- ¡La guerra no es un juego! Muchas personas murieron injustamente aquel día.

- Keenan... Cálmate...- musitó Álex.

- No era un juego, simplemente yo no quería participar y me obligaron.

- No te tomas las cosas con honor.- dijo Keenan muy molesto, definitivamente había tocado el tema sensible del rubio oscuro.- Tendrías que sentir el orgullo de tu pueblo cuando peleas, y simplemente te lo tomas a la ligera, te da igual si la gente muere. Eso está mal.

- Morir forma parte de las vidas de los mortales, ¿Qué importa si prefieren morir peleando como tontos?

Los tres os quedásteis pasmados, en ese momento recordásteis que se trataba de un vampiro, que se tomaba las vidas humanas a la ligera y como él era inmortal no le daba importancia a la vida, tenía asumido que todos iban a morir, que las vidas humanas algún día cambiarían de generación y él seguiría allí tan normal, incluso cuando el mundo se acabase, él seguiría allí.

Visto así, si, tenía razón, pero eso no tenía la suficiente fuerza para ser un argumento lógico que le permitiera poder usarlo sin importarle nada más.

- No estoy hablando del límite de los mortales, estoy hablando de ti, te lo tomas a la ligera, te tomas tu reino, tu aldea o tu cultura como si no tuviera importancia; ¿No te has parado a pensar en lo que sienten las demás personas?

- ¿Qué importa lo que piensen? Ellos viven sus vidas, yo vivo la mía.

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Ahora que miro el dibujo tendría que haberle puesto una tela semitransparente a las piernas :0

Tarde c:

Aquí las opiniones del vampiro... again ----------------->

No, en serio, me gustaría saber vuestras opiniones ahora que tenéis el físico que yo estaba imaginando a la hora de escribir con él...

Aquí las opiniones --------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1334 Palabras]

P.D.: owo... hemos llegado a los 40 capítulos :0

P.D.2.: No estaba muy inspirada para la postura del vampiro xD