- O llevarlo al reino del sur...

- No vamos a abandonar a un ser humano en Göttin...- aun con permanecer impasible, las palabras del ente cuyo cuerpo andrógino no podías identificar se levantó del trono y se acercó solemne hacia ti, tenía una estatura ridículamente baja, pero era intimidante.- Apenas durará segundos en las afueras de ese peligroso reino.

Göttin era el reino del sur, un reino tan y más peligroso como Atxa, según te mencionaron en la tienda de pociones y objetos aparentemente "mágicos". Volvió a extender su abanico, con un movimiento de muñeca, las astas de madera del abanico se volvieron de hierro, se volvieron cuchillas, tragaste saliva a intentaste retroceder, pero los guardias a tu espalda te lo impidieron y te levantaron del suelo ejerciendo fuerza sobre ti. Cerró su abanico, las cuchillas se agruparon en una sola daga que se alargó hasta tu cuello.

- ¿Eres consciente de que no puedes regresar a tu casa porque la magia del tiempo no es posible de ser manejada por entes terrenales?- asentiste meticulosamente para que la daga que tenías rozando tu nuez en el cuello no te hiciera daño.- Eres alguien perjudicial para nuestro reino porque no sabemos tu origen, tus intenciones y leer tu mente es vulnerar tu derecho a la privacidad como ente físico de este mundo.- separó la daga de tu cuello, solo así pudiste respirar con tranquilidad.- Aún así no significa que te has librado de tus problemas como forastero e intruso en nuestra ciudad.- sentiste como un pavor inimaginable recorría tu espina dorsal, tu cuerpo se volvió pesado de repente, tu cabeza empezó a dar vueltas. Sentías que perdías el equilibrio, acabaste sucumbiendo por la fuerza que ejercía aquella mirada, tampoco intentaste pelear, solo querías que se te acabaran los problemas y nadie te causara un daño físico o psicológico.- Permanecerás en esta ciudad bajo la tutela de mi hijo menor.

La expresión del caballero se deformó con injusticia y fastidio, después bufó pesado apartando los ojos haciendo un ligero berrinche apoyando su mano en su mentón provocando una risa de la princesa.

Te sentiste ligero cuando apartó sus ojos de ti y los dirigió hacia el caballero. Este conectó su vista con el ser andrógino, los dos asintieron con la cabeza.

- Keenan se encargará de enseñarte magia básica para que puedas defenderte si algo trata de atacarte.- miraste al chico que se levantaba del trono, apoyaba una mano en su vaina y la otra la posaba firme con solemnidad en su frente, un saludo militar, después bajó el brazo a su lado, manteniendo una postura firme aún así en la que no parecía estar respirando, pero veías la armadura moverse con su respiración a un compás lento pero potente.- Cuando aprendas magia básica pasarás a estar a cargo de mi hija mayor.- ella sonrió con malicia, sentiste tu cuerpo estremecerse y sentir una mala espina recorrer tu columna vertebral.- Ella seguirá tu entrenamiento para aumentar tus habilidades en la lucha y los hechizos básicos.

- ¿Dotar a un intruso de poder mágico no podría ser riesgoso para nuestro reino en vez de mostrarle una lección por haber aparecido en este mundo de forma espontánea?- el aparente rey tenía una expresión dubitativa, las manos entrelazadas en su mentón mientras apoyaba los codos en el trono.- ¿Qué parte de todo esto es su supuesto castigo por ser un intruso en nuestro reino?

- No, porque yo seré el supervisor de la última parte de su entrenamiento.

- ¿Pretendes darle un castigo o matarle lentamente?- alzó una ceja con un sarcasmo extraño, pero hablaba con seriedad.

Los dos adolescentes tenían su cara llena de pánico al escuchar la última parte, tal vez si tendrías que comenzar a tener miedo si ambos infantes tenían esas expresiones e incluso el rey estaba haciendo esos comentarios.

- Si tiene voluntad, no morirá.

Eso te aterrorizó por completo, sumándole la fugaz mirada que te lanzó de reojo antes de darte la espalda y caminar hacia el trono una vez más.

- Solo espero que tanto Keenan como Álex den lo mejor de ellos mismos para que un recipiente vacío se potencie y se llene hasta tal grado que pueda soportar mi poder sin quebrarse en mil pedazos.

La idea de implosionar no te gustaba nada, la verdad. Y si tenías que esforzarte todo lo que podías para mantenerte con vida lo harías... Aunque estuviera totalmente en contra de tu voluntad, porque tú solo querías irte a casa, no quedarte allí en aquel mundo aparentemente siendo el juguete de los hijos de la realeza del Reino Ceniza. Ah, y para colmo tener que soportar el poder infernal de aquella persona andrógina que tanto poder tenía en su interior al asustar a los propios infantes y hacer reaccionar al rey así como lo hizo. La única motivación que tenías, a decir verdad, era mantener tu vida intacta y cuando pudieras, intentar buscar a las otras tribus y descubrir si alguna de ellas podría llevarte a tu casa.

La magia de viajar al futuro no existe, solo la magia de la retrospección, una magia que les permitía ver el pasado pero no modificarlo.

En tal caso de que tal magia de retrospección hubiera sido usada en ti, el usuario debería poder regresar al presente, a su presente. Pero su no tenías restos de magia en tu cuerpo es que simplemente habías aparecido en ese prado sin una razón aparente, pero algún tipo de explicación tenía que haber. Retrocediendo a tus recuerdos, lo último que había en tu mente era estar jugando a un videojuego de rol de dragones y princesas con tus amigos, que estos se desconectaran porque tenían sueño y tu seguir jugando para ser más fuerte que ellos y derrotarlos la próxima partida. De un momento a otro pareciste haberte dormido, y cuando despertaste apareciste en aquel prado.

Nada de eso tenía sentido.

A no ser que el creepypasta de Ben Drowned sea real y tu te hayas introducido en el juego de rol al cual estabas jugando... No había nada que pudiera darte pie a creer que apareciste de la nada en aquel mundo.

Espera un segundo... ¿Abducido por un videojuego? ¿En serio eras capaz de usar ese argumento para tranquilizarte?

Además, no tenía sentido, principalmente por dos razones: primer punto, el juego era de dragones y mazmorras, tenías que rescatar a una princesa y era similar a los juegos de the legend of zelda, y ese lugar era de magia y la edad media; segundo punto, en el juego podías usar magia y en caso de ser abducido por el juego te hubieras fusionado con tu personaje y serías un caballero inmortal arquero capaz de usar magia de fuego; y obviamente no eras capaz de aquello, tal como dijeron, no tenían ningún tipo de rastro de magia en tu cuerpo.

Aún así aquel argumento de que te habías introducido en el videojuego y que este se había modificado, de alguna manera, seguía siendo lo más fiable aunque fuera lo más surrealista e irreal que tu mente pudiera imaginar.

Cuando el ser andrógino se sentó en el trono de nuevo y extendió su abanico que volvía a tener las astas de madera, el caballero se acercó bajando los escalones.

- Iniciemos tu entrenamiento a no ser que quieras morir.

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Silver ya te quiere matar y estamos en el cuarto capítulo...

JASJA...

ste men... xd

Nah, Silver es buena onda <3

Ya lo veréis...

En fin... Si, voy a decir algo, esto me recordó a un anime con un argumento malo, lo admito...

Es decir, acabas de llegar, nadie sabe de donde eres, eres el típico prota manco, pero, hey, te vamos a dar poder para que puedas matarnos.

>:D

Seh, puede que el argumento en las palabras de Silver si sea una locura, es decir, quieren matarte, pero primero quieren divertirse contigo, es decir, en algún punto tienes que pelear contra Silver y Silver podría matarte... ¿Por qué darte poder primero si es más fácil y rápido matarte?

Lo descubriréis a lo largo de la historia...

Más bien, el prota reflexionará mucho sobre eso y sobre...

"El aburrimiento"

O...

El aburrimiento en la corte real.

Ya veréis el tipo de entretenimiento os buscáis Álex y tú solo para no aburriros en el castillo...

Aquí las opiniones ----------------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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