Capítulo 4–––––¡Sin título!.

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La verdad es que a uno de ellos le gusta Andy, y el otro es Picket. Simplemente Picket, y dirán ¿Solo eso?. En realidad hay más, porque uno de ellos está enamorado de la protagonista de esta historia. Una historia genial y apasionada, que no te hará más que reír y quizás llorar. (Probablemente, no es imposible). Pero mayormente es una historia para reírse, con humor.

¡Un beso a todos mis queridos lectores!.

Lewis T. es un chico común, un poco loco si pero tiene lo suyo. Por ejemplo la cara salpicada de pecas, el pelo rojo fuego, la estatura alta de como quien no quiere la cosa y la personalidad que posee para apropiarse del ambiente haciéndolo suyo. A nuestra Andy le saca risas y sonrisas, y con eso ya tiene su corazón. Dirán, que cursi. Pero no lo es.

Es un océano infinito de cosas que están justificadas. La risa viene de un chiste previamente contado, el enamoramiento viene de la atractiva personalidad de Lewis. Atrayente como un imán. Y la sensualidad de sus toques. Digo, la sensualidad de sus cálidos abrazos fuertes. Tiene un par de brazos bonitos con bellos rubios. Brazos que te llevan a soñar. Esperen, está historia se está tornando un poco cursi. ¡Cómo si a la escritora la hubieran flechado!.

¿Es eso cierto?, no sé los diré.

Pero si es cierto, solo espero que me dé inspiración suficiente para sacar varios libros.

¡Ahí lo tienen!.

Por otro lado, Picket es un tanto misterio sin descubrir, es terreno prohibido. El chico además de ser el doble idéntico del anterior pelirrojo, es el gemelo malo. ¿Pero Lewis no es el malo?. No, no. ¿Se acuerdan quién rompió la ventana con el bate de béisbol?. Fue nuestro queridísimo Picket, de 18 años. Ahora tiene 19.

Es el gemelo malo por lo tanto, se mete en problemas a menudo, molesta el doble a las personas que lo rodean, es un tonto sin remedio. Pero lo queremos. Porque no hay un Yin sin un Yan. Una balanza, dónde se equilibran ambos. No sé visten igual, tienen estilos diferentes pero la misma cara. ¿Saben que Lewis se cortó el pelo?, así Andy lo diferencia de su hermano, que sería un tanto incómodo que sin querer lo besará a él antes que a su verdadero novio. ¡Felicidades, pareja oficial!. ¡Además de la de Thomas y Emilia!. ¡Viva el amor!. Voilá.

Tan lindo que es enamorarse, aprovechen cada oportunidad y sean felices porque luego se arrepentirán. Porque ya no serán jóvenes y vivirán solos por su cuenta, necesitaran a un compañero. El primer libro era como un antagonista del amor, con nuestros personajes enrollandose con muchas personas a la vez y eso les cansó un poquito a ellos.

Ryan que por su parte no es correspondido, Cadence un poco dolida porque de verdad le gustaba él, entonces tuvo que ampliar sus horizontes y ver más allá de aquella cabellera negra despeinada y aquellos partidos de basquetbol.

Que por cierto, ahora compiten en equipos adversarios: los Faraones contra Alfiler Forever (así los llaman para burlarse de ellos, porque no tienen pizca de habilidad ninguna) y están por los suelos. Lo siento Andy, tendrás que levantar pesas con los amigos de Ryan o al menos incluirte en ellos, o en las clases de entrenamiento con Jey. U el señor entrenador que llevaba puesto un traje impecable en vez de pantalones deportivos y Nikes.

Lo sé, es absurdo. Pero el señor aquel ese día estaba ahí en el instituto para una junta de profesores directiva por ende recibir un título y firmar un papel. Que no tengo idea de que exactamente, porque soy joven y no sé de trámites. Escriban y dejen comentarios, porque este capítulo está escrito desde 3ra persona y realmente me gusta narrar así. Supongo que todo ah tomado un giro inesperado.

Cuestión, nuestro grupo de 3, cada uno de sus integrantes, afrontan el amorío adolescente (ultimo año porque algunos cumplieron 18) y tienen éxito, luego pondré bien sus cumpleaños.

R, A y E, sus iniciales. Son genios incomprendidos. Aunque el verdadero genio aquí es Emilia, que está en una bonita relación con un buen chico, el mejor en su mundo de chica girly.

Thomas es un ser de luz.

Y además es la más inteligente en su salón de clases donde saca puros 10 y A más.

A veces necesitamos superarnos cada día para asegurar un futuro muy bonito. Ya sea en el área del amor o incluso en lo académico. ¿Les va bien el alguna de las dos?. Muchos colores si te falta un poco y no te desanimes, un paso a la vez.

Volviendo al punto de vista de la protagonista:
Tengo 18 años, supongo que ya estoy grande. Estoy cocinando unos crepes para luego salir afuera a jugar a la pelota con mi perro Elton (¡Maldita sea Elton!). Jugamos con mi pelota de basket y de paso entreno para el siguiente juego contra los famosos "Faroles", o era ¿"Faraones"?.

De cualquier modo su trasero va a ser roto por mi, Andy Reynolds y sus poderosos biceps. Detesto a mi ex-mejor amigo, cree que puede acercarse a mi y empujarme el hombro o incluso golpear a un compañero de mi equipo (Gemma), ¡Pobre chica!. Por otro lado, está muy bien que Sunny quiera ligar con él. ¡Ligalo!, es todo tuyo cariño y no voy a interporme ni aunque mi vida dependiera de ello.

Termino de cocinar los crepes y los pongo al plato, 3 para mamá y 3 para mí. Iban a ser 4 pero lo pensé mejor, acabaría siendo una exageración. Estar en forma depende del ejercicio y no de lo que coma. Entonces me dirijo afuera y le silbo a Elton (adivinen quién me lo regaló).
Al pisar el porche el sol me da en toda la cara y mi pelo se revuelve hacía atrás. El patio está impecable con el pasto verde a no dar más. Brilla hermoso como un día más de verano.

Elton me lame las manos y se apoya en mi pantalón deportivo especial para la ocasión. Sonrió de forma automática.

—¡ Eh, colega!.

Mi pelota descansa entre la hierba.

Y mi labrador corre a buscarla.