Capítulo 1——No quiero impresionar a nadie.

En la cancha hacía un sol de verano muy hermoso. Los rayos me daban en el centro de la cabeza y provocaba que dejara de pensar en nada más.

Miraba a mis compañeros de equipo alternando mis ojos en cada uno de ellos. Me sentía con ganas de llevarme el mundo, y guardarmelo en el bolsillo.

Estaba emocionada trotando a la vez que me movia de aquí para allá.

La pelota pasa silbando y me levanta un mechón de pelo del costado, el pitido del entrenador suena de forma que casi me quedo sorda.

– Eh, ¡Así no!—exclama el entrenador– Deben hacer formaciones, ¡este es un juego de rápidez y estrategia!.

Resoplo de forma sonora y el entrenador me lanza una mirada. Alguien grita ¡Cuidado!. Y ya es tarde, porque vuela por los aires y se estampa de espaldas al piso.

– ¿Qué demonios?,¡Número 11 sal de la cancha!.

Este frunce el ceño y acto seguido trota hasta la pelota que se ah ido a atrapar mariposas 8 metros más allá.
Número 11 pasa por mi lado y me choca el hombro suavemente.

– Estorbas, Andy.

Y me quedo ahí, sin saber que decir. Me pongo seria en mi posición y atacó con todo lo que tengo. Pase, corro, otro pase por allá y ¡Encesto!.
No sé pueden dar más de 3 pasos con la pelota en la mano, tan claro como el agua, si toca el pie es una falta.

Nos toca a nosotros de nuevo. El equipo contrario le pasa la pelota al líder desde el centro de la cancha, este la pica, ¡y empieza el juego!.

Ryan no es expulsado por el golpe a la chica de mi equipo, y trata de concentrarse en el juego, lo veo muy bien. Aunque se está comportando como un verdadero capullo.

– ¡Despierta Reynolds, el juego es aquí y ahora!—, exclama el entrenador.

Me vuelvo a centrar secandome el sudor de la frente y el partido acaba con el sonido del silbato rajando el aire del cálido día soleado. Es un empate muy desigual, pero igualmente un empate.

Nosotros hemos puesto esfuerzo y dedicación en esto, los del otro equipo es como si hubieran esnifado coca y hubieran decidido entrar drogados a la cancha.

Sunny se acerca, una morena preciosa y esbelta con mechones de pelo rubio haciendo contraste con su
castaño claro. Parece sacada de una serie adolescente divertida, de esas en qué hay un público que se ríe cada vez que se cuenta un chiste. Viste unos pantalones de tiro bajo y unas zapatillas rojas.

– ¡Estuviste genial!—, trota hacía mi y me agarra de los hombros sacudiéndome–, ¿vamos a por unas batidos?.

– Si, me encantaría.

Compramos unos batidos en una pequeña cantina que da hacia fuera, puesta de forma que se acerca a la puerta, así tienen una oportunidad mayor a liquidar toda su comida.

No hay algo que no haya allí, una vez me compré una caja de lápices para una clase en especial. Me olvidé de pagar y los pedí fiados. ¡Todo por una dama en apuros!.

– ¿Qué te ah dicho?.

– ¿Quién?.

– El alto de cabellos negros.

Y me vuelvo a centrar en qué estamos sentadas en un banco fuera del instituto y se me congelan los dedos.

– Olvídalo, no fue nada—,digo encojiendome de hombros queriendo no hablar del tema.

Ella sorbe de su bebida y yo, trato de terminar la mía la cual me congela gradualmente el cerebro.

Avatars:

Sunny

Andy

…

Cuando nos acabamos el batido, ambas tiramos los vasos descartables de plástico en una papelera cercana o bote de basura. Era un milkshake de fresa e inmediatamente me siento mucho mejor que hace un instante, cuando sudaba a mares.

– Es guapo—, añade Sunny a mi lado.

– ¡Te paso su número—,y me encojo de hombros–, a mi me da realmente igual!.

Ella sonríe agrandando los ojos con un brillo sutil que va aumentando a medida que nos acercamos al final del camino ahora. Se le ve claramente emocionada y para mí es un placer ser la causa de ello.

Saca su celular y le dicto el número de teléfono de mi querido amigo retirado (porque para mí ya no significa nada) de memoria.

¡Taran, taran!. ¡Ya esta hecho!.

– Y por cierto, se llama Rodolfo—, miento.

...

– ¡Mamá, ya llegué!,— exclamo apenas pongo un pie en casa.

– ¡Tienes Nuggets en el horno y papas con caritas felices!—,se oye desde el cuarto de baño– ¿Qué tal te ah ido en el entrenamiento?.

Me quito los zapatos porque me están matando en los tobillos los cuales tengo casi en la ruina y al rojo vivo mientras me resuena el estómago de forma que todo el cuerpo me grita "¡Queremos comer!".

– ¡De maravilla!.

Acto seguido me siento en el sillón con un plato enorme de redonditos de pollo y un vaso de agua igualmente enorme. Porque, como dicen los expertos, hay que hidratarse.
Me pongo a leer unos apuntes de clase y siento que me eh retrasado con múltiples tareas o algunas están a la mitad.

Desde aquí oigo el sonido de la ducha, y previamente la canilla al cerrarse.

Apuntes de:
Sociales, Geogebra, Aritmética y
Astronomía.

Números y letras inundan mi cabeza. Repaso de forma ordenada cada ejercicio del que soy capaz. Puedo con esto, realmente puedo.

¡Mejor con música de fondo!.

Asi que pongo YouTube desde mi celular y reproduzco una playlist titulada:

"ATR 24/7".

*ATR: A Todo Ritmo.
24/7: las 24 horas, los 7 días de la semana.

Pasa media hora dónde mamá charla animadamente con su pareja Eitan por teléfono. Ríe y alza la voz emocionada. Parece una adolescente enamorada y es imposible no alegrarme efusivamente por ella. Es una mujer increíble que merece ser querida de la mejor manera, de forma que olvidé a Bonny Reynolds (mi papá), que es un cretino y debido a la maría, lo será por siempre.

<<Todos cometemos errores>>.

"Y a mí que me importa".

<<¡Es la realidad!>>.

Aparto mis pensamientos a un lado y me concentro en la ecuación:

X+X+1+x+2= 453

Suspiro, muy bien.

Pienso y analizo recordando el procedimiento del profesor al resolver tal incordio matemático.
Me sale a la perfección resultando no ser tan complicado.

¡+1 punto para Andy!.

🐻❤️

Nota de autor:
¡Buenas muy buenas!.
Un saludito a todos los que me leen, Realmente estoy muy contenta.