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#35

Capítulo 35–––––"Fin de la fiesta".

*P.o.V Andy R.
Los vándalos del bate de béisbol eran Lewis y su hermano gemelo: Picket. Eso es lo único que sé,lo demás no tengo absolutamente idea.
¿Porque lo hicieron?,no lo sé.

Era una de esas travesuras pesadas que hacían,y parece que querían formar parte del protagonismo de la fiesta,y no de la manera buena o correcta. Me habían dado un susto de puta madre,y quería hablar con ellos. Sé que las ventanas no formaban parte de mi preocupación,porque la responsable era Lizzy, pero..

¿Qué demonios?.

Primero fueron las mariposas,y ahora esto. Por lo que tenía entendido ellos fueron invitados a la fiesta,igual que el resto de estudiantes de nuestro curso. ¿Simplemente querían llamar la atención?,y que sería lo que harían a continuación. Si es que hacían algo o si,lo dejaban correr porque al parecer,Elliot y yo únicamente sabíamos quienes eran los "Chiflados del Bate". Se corrió la voz,pero nadie sabían quienes eran,excepto yo y Elliot.

Porque volvieron a la escena del crimen al cabo de 15 minutos. Yo estaba besando a Elliot y pasándola bien. Y eso fue a la mar de estúpido. Porque,¿que idiota regresaría a romper una tercera ventana al mismo lugar?. Digo,y ahí fue cuando los pillamos en el acto,como se pilla a tu mamá enrollandose con el vecino y los alumbramos con ambas linternas de nuestros celulares.

Dijeron:

"No se lo digan a nadie. Andy. Porfavor".

Eso último me lo dijo Lewis,poniendo énfasis en mi nombre. Podría ser una amenaza disfrazada de súplica. Yo asentí con la cabeza,pero no sin antes advertirle con una mirada cargada de ira.

Y hecharon a correr,uno de ellos llevaba un único bate,el arma en cuestión,y me sorprendió ver qué era Picket. Porque era tranquilo,de vez en cuando, después venían los ataques de hiperactividad. ¿Quienes lo entendían?. Eran singulares,nadie sabía lo que iban a hacer,eran como cartas ilegibles.

Al cabo de pocos minutos,se colaron en la fiesta como si fueran angelitos caídos del cielo y fumaron hierba hasta colocarse. Porque los estábamos observando con Elliot,y fue súper raro. Ambos nos lanzamos miradas complices. Luego,al otro día cuando Lizzy preguntará en el grupo del instituto quien había sido el gilipollas que había roto las ventanas de la habitación de sus padres,nadie lo sabría.

Y en la habitación de sus padres,dónde me había acostado con Elliot en su cama matrimonial. Osea,era la guinda del pastel,la cereza. Pero nada normal ocurría en fiestas así,ni siquiera habíamos tenido sexo.

Solo nos besamos y eso era lo más inocente que podrían hacer una pareja de adolescentes con las hormonas a full.

Besarse,y acariciarse. Cómo caricias normales,y besos normales,algún que otro francés. Nada más allá de la superficie. Ahora estábamos con un vaso lleno de ponche de fruta mezclado con un chorro de cerveza.

Emilia se había perdido de vista,al igual que Ryan. Mañana hablaría con ellos por Skype,llamada grupal y así lograría sonsacarles sus aventuras de esta noche. Y tendríamos una semana entera antes de internarnos nuevamente en la rutina estudiantil.

Una semana entera para organizar mi cabeza,que estaba hecha un auténtico lío. Por el momento estaba lo que se dice sinónimo de tranquila. Porque el alcohol se me había subido ligeramente,y Elliot me sujetaba la cintura con delicadeza. Además me besaba en la mejilla de vez en cuando y me sacaba sonrisas que,al darme cuenta que las tenía en el rostro,me ponía sería inmediatamente.

Así que la estaba pasando fenomenal. Y mis amigos ya eran lo bastante grandecitos para estar por su cuenta.

—¿Quieres que te lleve a casa?,ya deben ser alrededor de las 3 de la mañana. Salvo por el ritmo más moderado de la música.—me pregunta alzando ambas cejas.

—Claro,¿tienes auto?. Porque si me llevo el de mi amiga,va a alterarse. Y cuando quiera irse no se con quién podría hacerlo.

Hago comillas resaltando la última parte. Se enojaría porque el auto ni siquiera era de ella. Era de sus padres.

—Claro,se lo tomo prestado a mi colega Math. No le va a importar si regreso y se lo dejo nuevo como está, en el mismo sitio.

Asiento asiendome los hombros cuando salimos y nos abrimos paso de un grupito de 5 que bailan en la mitad de la sala. Se pasan un porro e intercambian sonrisas tontas.

Afuera nos golpea una brisa fría,y oyemos risas detrás.  No veo a nadie que me caiga particularmente bien,además de Lisbeth,que ahora está metida en bikini en la piscina dando saltos y besandose con uno y otro chico,tarde o temprano harían un trío. Eso seguro.

Veo un auto negro estacionado,el mismo que nos hizo saltar al inicio,el que tocó la bocina. Así que Math,eh. Elliot me abre la puerta del acompañante y me apremia con un "adelante" tímido.

Una vez adentro,me envuelve la calidez del coche y suspiro. Él se sienta al volante y arranca con total ceremonia. En el camino me habla de su familia y su mascota, después se disculpa por hablar tanto,y me pide que le indique el camino.

Al estacionar fuera de casa,me toma suavemente de la nuca y me besa los labios con soltura,como si ya los conociera de siempre o se los hubiera aprendido de memoria.

Se separa,y suspira contento. O eso me parece a mi.

—Lo del bate fue jodido —digo para romper el silencio,y sin pensar tanto —¿Quieres quedarte conmigo a dormir?.

Y me sorprendo a mi misma preguntando aquello. Y más cuando él dibuja esa sonrisa encantadora,de forma lenta y se me derrite el estómago con mariposas. O como un helado.

Entramos a mi casa a hurtadillas, mamá debería estar dormida plácidamente en su habitación, salvo si no habría salido con su nuevo amor:Eithan. Subimos las escaleras, él delante de mi para no perderlo de vista,y eso lo decido yo. Una vez arriba,me quito los tacones de plataforma edición Bratz.

Los dejo en una esquina y prosigo con el vestido y el desmaquillante. Frente al espejo me paso el algodón con el líquido. Prendo la luz para ver mejor. Tengo la vista algo nublada por el ponche aquel,y mi pelo está un poco despeinado hacia ambos lados.

Estoy en ropa interior y al darme cuenta,porque no había parado a pensar en eso me sorprendo ligeramente.
Veo a Elliot sentado a los pies de la cama,y se quita las deportivas. Unas Nike. Y siento como me observa con atención. O la máxima atención que puedes emplear cuando estás un poco grogui.

Entonces me acuesto y le quito la camiseta y lo beso hasta el amanecer. Y hasta que ambos caemos rendidos.

Al final,su amigo Math iba a cabrearse por el auto.

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