#31
Capítulo 31–––––––"Fiesta" parte 2.
*Continuación Andy R.
Aparcamos el coche descapotable de los papás de Emilia,los señores Reynolds. Y bajamos de un tirón,abriendo la puerta a cada lado y entonando un desfile hasta la puerta de la casa adosada con un portón.
Dónde colgaban globos rojos y negros y había un enorme cartel de cartón que decía:
"¡Fiesta perras!. No olviden traer una bebida y su carnet de ID".
Carnet de ID. (identidad, identificación). A lo justo,podría ser eso. Suspiramos al unisono.
— ¡¿Bebida!?. ¡Nadie nos dijo eso!.
Exclamamos a la misma vez.
Y menos traer el carnet de identificación. Debía ser una clase de broma,y que lástima que me había salido del grupo porque sino nos enteraríamos de lo que pasaba. Porque ahí estaba toda la información,todos los acontecimientos. Seguro posteaban fotos y comentarios acerca de la fiesta,quienes iban a venir y por supuesto,algo sobre el cartel apostado en el portón.
Entonces Emilia me miró y dijo:
— Yo estoy en el grupo,podría escribir y preguntar acerca de esto.
Fue como si me leyera el pensamiento, entonces una sonrisa ladina se me dibujó en la cara.
Sacó su teléfono prácticamente de dentro de su sostén metiendo la mano dentro de su vestido y lo encendió.
Tecleo arrugando el ceño.
— ¡Muy bien!,dicen que es una broma para los que no se enteraron de nada,como por ejemplo tú, Andy,que no estás en el grupo ya más. Y ah sido tú decisión. Así que si no venía contigo, probablemente habrías dado media vuelta y habrías vuelto a tu casa como una memo.
La miro,como si fuera una especie de rara exótica.
— Eso es estúpido, una idea de primaria.
Y tengo razón,¿Al menos podrían tener más imaginación?. Oyemos la música desde aquí,y los altavoces rugen desde adentro. Seguimos afuera del portón hasta que un auto aparca en el bordillo y hace sonar la bocina de forma estridente haciéndonos saltar.
— ¿Qué hacen ahí paradas,no van a entrar?— pregunta Elliot,un miembro del equipo de baloncesto.
— Ehh, sí. Estamos en eso— digo empujando el gran portón con el hombro y haciendo trastabillar a mi amiga sobre sus zapatos de tacón.
El chico nos sigue pisandonos los talones,y de repente me fijo en qué está acompañado de 6 o 7 tíos más,todos se rien y lanzan silbidos como emocionados. Uno de ellos trae un paquete de cervezas Brahma,para pillarse un pedo de los mil colores. Aunque con todos los que son,eso ni siquiera bastaría.
De camino a la puerta,uno de ellos silba elocuentemente y de forma sexy,con ese silbido que usan los tíos en la calle cuando una chica pasa por enfrente de ellos. En este caso,fue el mismo silbido.
— ¡Que preciosas están,y esas piernas!— gritaron.
Emilia se sonrojó ligeramente,yo estaba en camino al picaporte ahora. Raro que la puerta estuviera cerrada,pero quién sabe. Al accionar sentí un roce en la espalda. Uno de ellos,alto como el demonio estaba parado detrás. Y cuando me giré,me sonrió amablemente.
— No le hagas caso,es un idiota— me susurra y yo sonrio también.
Es el chico que carga con el pack de cervezas, irónico.
Una vez adentro nos golpean un montón de cuerpos y somos empujadas hacia adelante,alguien me ofrece un vaso descartable con refresco.
— ¡Hurraaaaa,Bienvenidos! —exclama una morena increíble de pelo color chocolate con los labios curvados hacía arriba en una radiante sonrisa,lleva unos shorts cortos y un top que deja ver su sensual abdomen de chica universitaria.
— ¡Hola,Lizzy!— exclamo nerviosa,ella se encarga de ponerle un vaso descartable en las manos a Emilia también. Nos mira de arriba y abajo con soltura.
— ¡Están preciosas tías,hoy tendrán con suerte a todo el Club de fútbol americano bajo sus pies!.
Exclama y nos lanza besos al aire.
Ella también está radiante,parece modelo de revista Victoria Secret,con un tono picante a gran medida y ese bronceado veraniego.
— ¡A bailaaaaaaaaaaar!— exclama a continuación con una voz chillona de mujer emocionada,a todos.
Los chicos que vinieron con Elliot,los del equipo de Baloncesto se van cuchicheando y lanzando miradas a todos lados,hacía la cocina. Quizá a preparar un brebaje que te hará flipar,con vodka y gomitas.
Esas cosas de fraternidad.
Luego quizá,hagan un concurso de chupitos,y los que queden jugarán al juego de la botella y habrá un montón de declaraciones de amor y polvos en el cuarto de los padres divorciados de Lisbeth.
No veo a Ryan por ningún lado,¿siquiera ah venido?. Entonces me acuerdo que tengo teléfono y le texteo:
"Estoy en la fiesta,casa de Lizzy. Ven".
No vivía tan lejos,solo a 5 kilómetros de aquí. Podría tomar un autobús,o tomar el coche prestado de su mamá. Me tomo el refresco que es Fanta mezclado con vino barato. Emilia sonríe y nos movemos a un sitio más apartado. Cómo el sillón de la sala de estar,nos sentamos en un extremo y en el opuesto hay un chico rizado moreno con una rubia sentada en el regazo.
Le pasa la lengua por las tetas,y después juntan sus bocas en un beso erótico. Algunos apilados allí bailan y se empujan suavemente. Me cruzo de piernas por miedo a que un idiota me pisará los zapatos.
Emilia mira su teléfono y después se lo guarda en el bolsillo imaginario de su vestido,justo en el sujetador. Que es rosa brillante. Cómo ella. Me sonríe.
— ¿Vamos a la cocina a buscar algo para comer?.
Y ahí vamos. Obviamente nos encontramos al grupito de antes. Doy con el chico alto de las cervezas,y me acerco a hablarle.
— ¿Qué tal?.
— Todo en orden,¿Y tú?. Disculpa por lo de antes,McMyllan es un capullo,siempre aprovecha la mínima oportunidad para fastidiar todo.
Alzo las cejas,impresionada por su segunda disculpa.
— No pasa nada,me gusta tu sonrisa. Es como fuera de serie,me imagino que debes tener novia.
Niega con la cabeza mientras exprime una naranja en un bol de acero. ¿Eso es?...
— No,no tengo novia. Y estoy soltero desde siempre,todo ah sido un verdadero desastre a decir verdad. ¿Tú?.
— Salí con alguien por dos semanas. Acabó mal.
— Eso es a lo que me refiero,siempre acaba mal. Tengo experiencia,claro. Porque mis compañeros me presionan todo el tiempo y me presentan una chica nueva cada mes.
Hago una mueca y lo ayudo exprimiendo la mitad de la fruta,o lo que sea que esté haciendo.
— Suena una putada.
Se ríe.
— Me gusta tu vocabulario. Estrafalario.
Mis dedos escurren el jugo de naranja en el bol,y él me sonríe.
— ¡Le has agarrado la mano!.
Asiento.
— ¡Andy!.
Oigo llamar a mis espaldas.
Me giro y..
— ¡Ryan!.
Mi mejor amigo.
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