#23
Capítulo 23–––––––––––––"Ey, ¿Charlie?".
*Nuevo día,Andy R.
Había bajado a desayunar,lo que sea que hubiera o sino cereales con leche como los típicos estadounidenses. Mientras prendía la TV con el control a distancia,había un programa mañanero de noticias rápidas. Nada interesante, entonces puse Disney Channel.
Cómo cuando tenía 6 años y no tenía ninguna responsabilidad. Y estaba perfecto,solo respiraba y era una niña buena. Tomo un tazón y le hecho los cereales y después la leche.
Me siento en el taburete de la barra a desayunar mientras veo un capítulo al azar de una serie adolescente.
Así tendría que ser mi vida todos los días,pero no,pasan cosas fuera de lo común. Y tengo todo el tiempo del mundo dedicado para mí.
Hundo la cuchara en la leche para comer otro bocado cuando de repente,suena el timbre de la puerta principal.
— ¡Espero que no sean los testigos de Jehová!,¡No estoy de humor!. —mascullo para mí misma y dejo caer la cuchara.
Voy de puntillas hasta la puerta y me fijo en la mirilla.
Ah,Lewis. Lo distingo porque lo único que puedo ver es su cabello rojo despeinado.
Se mueve inquieto y se rasca la nuca. Parece que está orinandose en los pantalones.
— ¡Nada menos parecido a un testigo de Jehová!,más bien dicho:el diablo..
Y le abro la puerta.
Casi se la cierro de nuevo en la cara cuando sonríe fijándose en mi atuendo,sigo de pijama,pero no es uno cualquiera.
Es mi piyama de princesas con moñitos rosa.
— ¡Buen día!.
Grita a todo pulmón cuando mete un pie en mi casa.
— ¿Estás sola?,sabes que no le tendrías que abrir a extraños o, ¿Tu mami no te enseñó eso?.
— ¿Y sabes que tengo una escopeta en ese florero no?.
Su cara refleja alarma por unos segundos y luego se pasea a sus anchas. No tendría sentido ahora vestirse normal cuando ya me ah visto con la ropa que uso para dormir. Y además no tengo ganas de subir las escaleras y dejarlo solo aquí abajo.
— ¿Enserio estás viendo un episodio de Charlie?.— pregunta divertido.
— Es lo único que pasan en la tele. — miento— Estos canales son de lo peor.
Se sienta en el sillón muy cómodo,y estira las piernas enfundadas en unos vaqueros anchos y geniales. De esos que usarían los vaqueros del Oeste.
— Sientate.— dice,y se golpea el muslo derecho con un par de palmadas.
Le hecho el dedo corazón y me siento en la barra de la cocina.
— ¿Has desayunado no?.
— ¿Te crees que vengo a tu casa a comer Andy?.
— Mmmh,mejor mira el episodio y cállate. ¿Sigues teniendo las entradas para el cine?.
Su cabeza pelirroja asiente desde aquí,le veo la nuca y sé que está sonriendo.
— Claro nena,es una cita. Tú y yo,podemos explorar los asientos traseros de la sala mientras vemos la película,podemos pasarnos Coca-Cola desde la boca del otro, sería..
Le corto el rollo y le digo que se calle o sino mi cuchara iba a terminar atascada en sus fosas nasales atravesando el cerebro.
Sé que está bromeando pero no sé cuando no lo está haciendo y eso es un problema.
Es el tipo bromas 24/7. O es demasiado directo o es un tonto.
— ¿Viniste hasta aquí a pasarme a buscar?,que caballero.— le suelto.
Llevo el tazón sucio a la pileta y lo lavo mientras juego con la espuma del jabón.
— ¡Estás en otra galaxia,vengo y estás de pijama Andy!. Tengo que asegurar que te pongas linda para esta noche,así que pasaré el día aquí contigo,si es posible.
Lo miro con la boca abierta y haciendo un gesto teatral para la cámara escondida de mi vida.
— ¿Qué quieres que me ponga?,¿Medias de red y una falda super corta?.
— Ni estaría nada mal.
Dice.
La pinta de rockero se la dejo a Ryan,ese si que sabe cómo vestirse bien. Cuando salíamos a algún lado,sus cazadoras de cuero hacían juego con cualquier cosa que se pusiera. Y ahora lo extraño.
<<Porque quieres idiota>>.
— ¿Entradas a las 8?.
Pregunto.
Y asiente con un sonoro "ajaaaa".
Ahí te vamos cine,y los asientos traseros se los dejo a los niños hormonales.
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