Capítulo 1–––––––––––––"R".

Presentación.
(Espero que no te moleste cuan larga sea, ya que me inspiro a darle vida a mis personajes)📔.

Mi nombre es Ryan Dove Ghoofflin, mejor conocido como RG, Chico Baterista y Emo del Closet. Un apodo puesto según la primera impresión que les doy a mis compañeros de instituto o gente que me conoce desde siempre o casi siempre.

Uno me lo pusieron los gemelos Thruman. Cuestión, me dijeron que me parecía a un emo y a un scene (ustedes saben lo que es eso, ¿verdad?) por mí pelo oscuro y mi camiseta grande a rayas que llevaba ese día, en primer año de instituto.

N.del T: subcultura que surgió entre los jóvenes en la época de los 2000.

Entonces vinieron como un par anormal de memos y me dijeron:

—¿Cuándo piensas salir del clóset, Chico emo?.

Fue al mismo tiempo, y me les reí en sus caras.

Y yo estaba confundido, porque:

1. No soy gay, me gustan las mujeres.

2. Quizás querían molestarme, lo cual es raro porque nadie lo había hecho nunca en mi vida.

Entonces los miré fijamente y evalúe sus contexturas físicas, no había caso: dos escuálidos de altura promedio con pelo rojo.

Pero luego entendí que se referían a otra cosa, que era emo y lo estaba ocultando, y que por eso estaba en el "clóset". Menuda gilipollez.
Y mira que iba a toparme con raros así durante toda la prepa.

Y próximamente el apodo: Emo del closet. No me molesta, de hecho me da bastante igual.

Los hermanos Thruman así como todos los conocemos, son mis amigos hoy en el presente. Desde el momento en que se fijaron en mí.

Pueden ser muy idiotas la mayoría del tiempo, pero me caen muy bien. Su forma de llamar "Bro" a todo el mundo es como un grano en el trasero, por lo demás creo que esta todo bien.

Formo parte del equipo de baloncesto y nos hacemos llamar El trasero de Donald Trump. Bah, somos...(suspenso) somos los increíbles ¡Ojos de Fénix! o ¡Fénix Eyes!. Cómo quieras llamarlo.

Soy el número 11, no es mi número favorito pero mi camiseta lo inspira a serlo. Es divertido el deporte, y hablo del baloncesto. Cada partido es como una guerra en pleno campo al aire libre y mis colegas son fuertes, musculosos, y muybmuy buena onda.

Bueno no todos tienen dicha musculatura, algunos son altos y delgados,casi como un alfiler pero con carne y huesos. Estos juegan como dioses romanos.

Metafóricamente hablando.

Los musculosos son dioses griegos, después están los egipcios y por último los romanos. Nos clasificamos así está temporada porque J (Jey) lo quiso y a nosotros nos moló la idea.

Avatar de juego favorito:
(Cuphead)

(Es un juego muy conocido).

Los egipcios son los que consideramos delgados y que poseen músculo al mismo tiempo, yo sería uno de esos.

Soy el egipcio número 11 y los griegos son los puro músculo, añadiendo a mi amigo J a esa categoría. Quizás no te interese tanto como se hacen llamar cada grupo del equipo pero me pareció un dato racional. Y mi cumpleaños es el 12 de diciembre (como para agregar algo más personal).

Andy siempre se lo acuerda, no sé cómo le hace pero cada año lo tiene pegado a la frente. Me encantan sus regalos, por más pequeños que sean, me llenan de una felicidad que es casi imposible.

Ya tengo una cajita llena de ellos: pulseras con mensajes, cartitas,cosas hechas a mano como origamis,y por supuesto dibujos de cuando éramos unos mocosos.

Tengo fotos que la mamá de Andy nos tomaba en situaciones incómodas pero graciosas guardadas. Debería decir que tendría que comprar un álbum y pegar todo eso allí.

También una hermana: Gisel. Se fue de casa a los 20 años cuando yo tenía 10 para independizarse y mamá dijo que sería un privilegio para ella porque ya era mayor de edad y el típico cuento de la adultez, que ya es conocido mundialmente.

Al mes empecé a extrañar a Gisel como un ñoño,echaba de menos los viajes en tren para ir a las máquinas de videojuegos y las heladerías. Adoraba a mi hermana como a nadie por ser la mejor mujer que existía en mi vida en aquel momento y ella lo sabía. Incluso la llegué a querer más que a mí propia madre.

La consideraba ruda e indiferente, y esa melena azabache como el carbón que le caía como Las Niágara sobre la espalda le quedaba muy mono y le daba una apariencia a la princesa Mulan. En cambio con los míos, sus ojos eran claros, como agua ámbar.

Eran completamente hermosos. Mi madre me dijo que los heredó de mi padre y que yo heredé los de ella. Mis ojos no me agradaban tanto, más bien deseaba que se parecieran a los de Gisel.

Actualmente me da igual que sean oscuros porque el flequillo los tapa, por eso a veces es difícil establecer contacto visual. Así que analizando desde un punto simple: no la veo hace 7 largos años. Ella ya debe de tener 27, es muy joven todavía. Y en conclusión, desearía algún día volver a verla.

Me gusta jugar baloncesto como dije anteriormente pero además escuchar hip-hop y música rock o indie pop con mis amigos Jacob e Irvin cuando hacemos juntada en mi casa.

También escucho música cuando estoy solo, lo cierto es que con ellos es algo distinto y con diferencia. Nos ponemos a hacer duelos de baile con mucho drama y chistes de por medio.

Esos días siempre terminan con alguna broma pesada o con alguno de los 4 vomitando nachos en el retrete.
Porque es pijamada masculina, y eso nunca es buena idea.

Y nunca termina bien.