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Extra #3

Taipéi Taiwán

7:00 a.m










—Estúpido —eso fue lo primero que escuchó TaeHyun al abrir los ojos, miró con el ceño fruncido a su pareja sonriente.

—¿Por qué me insultas? —preguntó restregándose los ojos con un bostezo. BeomGyu tomó asiento en la cama de hotel, habían llegado hace dos días a Taipéi y ya habían organizado todo, sus familias estaban en sus respectivas habitaciones, seguramente arreglándose para la boda doble que se llevaría a cabo en cinco horas.

—Porque te amo —contestó subiendo los hombros para luego besar la mejilla del pelirrojo que sonrió— Debemos ir a arreglarnos, Tae...—dijo cuando el otro se dio la vuelta para seguir dormitando.

—¿Para qué? —preguntó en un balbuceo haciendo al rubio entender que seguía conectado al mundo de los sueños.

—Hoy nos casamos —contestó con su mejor poker face, misma que desapareció cuando el pelirrojo se levantó con rapidez y le miró con emoción.

—¡Hoy nos casamos! —gritó arrojándose a los brazos del rubio envolviéndolo en un fuerte abrazo.


[...]



—SooBin, mi amor... —YeonJun llevaba, sin exagerar, cinco minutos tratando de despertar a su novio, pronto esposo— Despierta, por favor —dijo moviendo al menor con fuerza recibiendo un quejido y un ceño fruncido— ¡Choi SooBin! —gritó con fuerza intentando asustar y despertar en el proceso al menor pero solo recibió un pequeño "Shh".

—Déjeme dormir... —balbuceó acostándose de espaldas al mayor.

—Son las siete y quince de la mañana, SooBin —dijo meneando al menor con más fuerza recibiendo un bufido y un leve manotazo. YeonJun tomó los tobillos del menor y los haló, dejando solo su torso en la cama de hotel, luego pasó uno de sus brazos por las piernas ajenas y el otro por su espalda, cargándolo de forma nupcial para llevarlo al baño.

—Hyung...—SooBin se quejó mirando al mayor con el ceño fruncido— Quiero dormir, tengo sueño... No dormí anoche... —dijo acomodándose para intentar dormitar un poco más. SooBin era del tipo de persona que no dormía si sabía que tendría un evento o acontecimiento importante al día siguiente, imaginando como se vería, que haría, qué pasaría y demás cosas.

—En un rato tendrás que irte con TaeHyun y las estilistas —dijo sentando al menor en un pequeño mueble que había ahí, el pelinegro de inmediato se acomodó pensando que podría dormitar un rato más.

Pero YeonJun tenía otros planes.

Con lentitud empezó a quitar los pantalones de pijama del menor, la dejó a un lado y luego fue con su camisa. SooBin abrió levemente sus ojos y miró al mayor cargarlo de nuevo y...

—¡Está fría! —gritó SooBin cuando fue dejado en la tina con agua— ¡Está fría, está fría! —chilló haciéndose bolita.

—Báñate, luego iré yo, mocoso —YeonJun se agachó y dejó un beso en la mejilla de su pareja para ir a buscar las ropas que se pondrían mientras no tenían los trajes.

—¡Lo odio, lo odio, lo odio! —el de cabello amarillo rió escuchando los gritos del menor en el baño. Caminó al mismo y asomó su cabeza a un lado de la cortina encontrando al pelinegro sentado en la tina mientras tallaba sus brazos con una expresión molesta.

—Te amo —dijo exaltando al menor.

—¡Vete! ¡Vete! —le contestó arrojándole agua.

El de cabello amarillo carcajeó y se fue de ahí esperando a que fuese su turno de usar el baño.

Supo que éste había llegado cuando un SooBin enfurruñado y un poco más despierto salió del baño envuelto en una bata esponjosa de color blanca que en la esquina tenía el logotipo del hotel.

—Mocoso...—YeonJun estiró su mano y haló al menor para dejarlo entre sus piernas, abrazando su cintura.

—¿Qué? —preguntó metiendo su nariz en los cabellos del otro, estaba un poco molesto con el mayor por no dejarle dormir un rato más y arrojarle a la tina de agua tibia.

Porque sí, el agua estaba tibia pero a SooBin le gustaba exagerar.

—Te amo mucho, mi mocoso...—dijo apretando más su agarre en la cintura ajena.

—Yo... —sonrió mientas soltaba una exhalación, no podía estar molesto con el mayor. Ese día no— Yo también lo amo, YeonJunnie hyung.

—En un momento tendrás que irte y seguramente estaré en la ducha aún —dijo subiendo la mirada para encontrarla con la de su pareja, que sonrió achicando sus ojos mientras pasaba sus suaves dedos por las mejillas del otro— Y no nos veremos en unas... Cuatro horas —hizo un gesto de horror que hizo soltar una carcajada al menor.

—¿Y eso qué quiere decir? —preguntó rozando sus narices con ternura.

—Quiero muchos besitos y mimos —dijo sacando una sonrisa del menor que, sin hacer esperar al mayor, empezó a pasar sus manos por el cabello ajeno mientras movía su cabeza de lado a lado para rozar sus narices en un suave beso esquimal, luego bajó sus labios a las mejillas de su pareja para besarlas castamente, luego fue a su frente y al final sus labios.

—Mimos~ —canturreó con voz chillona haciendo reír al mayor que se levantó de su lugar sintiendo que si seguía así atraería a su pareja a su pecho y se acurrucaría con él hasta que sus estómagos pidieran alimento.

—Me parecía muy extraño que no lo dijeras —rió pasando sus pulgares por las mejillas del menor que cerró sus ojos disfrutando de las caricias. Sin decir nada, juntó sus labios en aquel dulce y suave vaivén que les caracterizaba y que sus labios nunca se cansarían de hacer.

Con una pequeña mirada de pupilas dilatadas se despidieron, SooBin dedicándose a vestirse y YeonJun a bañarse.

Justo cuando el pelinegro terminó de colocarse los zapatos tocaron la puerta, sonriendo, tomó su teléfono y abrió para luego cerrar a sus espaldas.

La sonrisa de su mejor amigo fue lo que miró al salir, a la par que sentía su corazón latía con fuerza haciéndole creer que saldría de su pecho en cualquier momento.

Era el día de su boda.

Sus manos se volvieron frías y empezó a reír nervioso en cuanto su mejor amigo y él fueron recibidos en otra de las habitaciones de hotel por dos estilistas que ya habían terminado su trabajo con la familia del pelinegro o eso había sido lo que le dijo el pelirrojo.

—Buenos días —saludó una de las chicas con una sonrisa amable— Tomen asiento, vengan —los dos sonrieron y tomaron asiento, mirando el gran espejo con bombillas alrededor.

—¿Ustedes son los novios? —preguntó la otra chica, curiosa. Las habían contratado los padres de SooBin, no conocían a los novios.

SooBin y TaeHyun asintieron sonrientes sin esperar las reacciones de las chicas.

—¡Pero no pueden verse hasta que sea la boda! —chilló una.

—¡Eso es de mala suerte! —le siguió la otra.

—¿¡Qué!? ¡No, no! —TaeHyun carcajeó pegándole en el hombro a su amigo— Esto es una boda doble, él es mi mejor amigo, sí somos los novios... Pero no somos novios —explicó haciendo reír al pelinegro.

—Mi novio y el suyo están en otra habitación con otras estilistas —dijo haciendo gestos con las manos.

—No puede ser, esto es muy lindo —dijo una sonriendo con un brillo en sus ojos a la vez que colocaba una esponja redonda en su dedo meñique y empezaba a rebuscar en sus productos para empezar su trabajo siendo imitada por la otra— ¿Qué desea que le haga? —preguntó al pelinegro que subió sus hombros sin saber muy bien que quería.

—No lo sé, nunca me he maquillado o hecho algo de este estilo en la cara —rió jugando con sus dedos.

—Podríamos hacerle un pequeño sombreado en el borde de sus ojos y le aplicamos un brillo en los labios, algo sencillo —dijo la chica sacando su teléfono y mostrando varios modelos de maquillaje masculino que tenía— ¿De qué color es su traje?

—Negro —contestó detallando uno de los maquillajes que le mostró la muchacha, este era un suave sombreado en la esquina de los ojos con negro y marrón, algo sencillo pero que atrajo inmediatamente la atención del pelinegro.

—Supongo que el de su esposo también —dijo esperando a que el pelinegro dijera como quería su maquillaje.

—Quiero... Quiero este —dijo señalando el maquillaje que había estado viendo minutos atrás, la chica asintió y se colocó manos a la obra mientras que SooBin intentaba calmar los latidos de su acelerado corazón. Pasaron los minutos conversando con el pelirrojo a su lado y bromeando con las estilistas, su maquillaje estaba casi listo y estaban terminando con su cabello, peinándolo de lado y colocando suaves porciones de gel fijador.

—Aún no le aplicaré el labial porque tengo entendido que no ha desayunado —le informó la estilista cuando le notó lamiendo sus labios.

—No creo que desayune... —dijo con una mueca, estaba nervioso, ansioso y sabía que si probaba bocado lo terminaría expulsando en cualquier baño. Pero eso al parecer no lo sabía su madre que, luego de que las estilistas se marcharan diciendo que debían atender a otra de las dos familias Choi, entró con una gran bandeja con dos platos.

—Buenos días, mis amores —la mujer sonrió dejando la bandeja— YeonJun y BeomGyu le mandan éste desayuno, ¡deben tener muchas energías hoy! —TaeHyun chilló emocionado y fue directo a la bandeja para tomar su plato.

—Muchas gracias —dijo el pelirrojo empezando a comer.

—Umm..  Mamá, yo no voy a comer —dijo el pelinegro disculpándose con la mirada, sintiendo su corazón doler por tan lindo gesto de su hyung.

Un plato hondo con frutas picadas junto a un sándwich de pavo le esperaban encima de la bandeja.

—¿Qué? ¿Cómo que no vas a comer? —la mujer caminó resonando sus tacones con su caminar— Tienes que tener energías, Binnie. Además, te lo mando tu futuro esposo, con mucho amor —el pelinegro miró su desayuno y luego de una sonrisa tímida y de mejillas sonrojadas, empezó a comer.



[...]






Efectivamente, SooBin estaba vomitando su desayuno.

Ya estaban listos, YeonJun hace rato le había escrito diciéndole que estaba ansioso de verlo, ya tenía el fino traje puesto, solo faltaba que la estilista le pusiera el dichoso labial y que fueran trasladados al lugar en donde se llevaría a cabo la boda.

Ah, y que dejara de vomitar. Eso era lo único que faltaba.

—Te... Te dije que iba a vomitar —le dijo al pelirrojo a su lado extendiéndole un cepillo de dientes con crema— Ugh —miró con asco el fluido y se levantó limpiando sus rodillas antes de bajar la palanca

—¡Estás pálido! —los dos giraron para ver a la progenitora del pelinegro junto a la estilista.

—Acaba de vomitar —informó TaeHyun saliendo de ahí para calmar sus nervios también. Si bien sabía que no iba a vomitar, era muy propenso a empezar a comerse las uñas o a reírse como un histérico.

Por otro lado, SooBin estaba lavando sus dientes procurando no mojar su maquillaje o su traje. Al terminar la muchacha se le fue encima para aplicarle un poco más de sombra y por fin, aplicarle el dichoso labial que resultó no tener color.

De por sí los labios del pelinegro eran rosas, la estilista no veía por qué aplicarle color, por eso solamente les dio brillo.

—Vamos, tu tío y tu padre nos esperan en el auto —su madre agradeció a la estilista en una reverencia y lo tomó del brazo para empezar su camino al estacionamiento del hotel.

Algo que SooBin no había pensado en todo el día por estar intentando calmar sus nervios y ganas de vomitar, fue en su tío.

¿Qué haría si hacia una escena en medio de todo? ¿Y si empezaba a gritar y arruinaba todo?

Tenía miles de preguntas y miles de imágenes con sucesos para nada agradables.

Pero al llegar al auto que les esperaba su tío bajó con una expresión seria, el pelinegro ayudó a su madre a subir al auto y luego se quedó mirando al hombre mayor.

—No porque éste aquí significa que he cambiado opinión sobre los homosexuales —habló el hombre ajustando su traje— Aún no me entra en la cabeza que te gusten los hombres y que te vayas a casar con... Ese —dijo con disgusto— Pero eres mi sobrino, supongo que... Quiero estar en este día tan especial para tí —el hombre solo subió los hombros y miró a otro lado.

—Gracias —fue lo único que dijo antes de abrazarlo con una sonrisa, el hombre esbozó una pequeña sonrisa y devolvió el abrazo con una palmada en su espalda.

SooBin se sentía mucho más tranquilo ahora, sabía que su tío no haría nada que afectase el día y ahora solo tenía preocuparse de no vomitar de nuevo o desmayarse de los nervios.

Por otro lado, YeonJun caminaba de lado a lado mordiendo sus uñas. Ya estaban en el recinto, solamente esperaba a su mocoso y a TaeHyun para que todo empezara.

—Dos bodas en un día, ¡esto es genial! —un castaño trajeado y sonriente apareció frente al peliamarillo.

—Hyuka... ¿Qué hora es? —preguntó sin dejar de moverse. El castaño miró su reloj y habló:

—Diez en punto, hyung —el castaño sonrió y pasó su brazo por el hombro del mayor— No esté nervioso, hyung. De todas formas sabe que SooBin hyung dirá que si —YeonJun bufó y siguió con su caminar nervioso.

—Solo estoy nervioso. Además, no tendrá que decir que sí,no estamos en una iglesia —murmuró mirando sus zapatos brillantes. Cinco minutos después, su suegra apareció sonriente con su brazo entrelazado con el de su esposo.

—Estás muy hermoso, Yeon —aduló la mujer abrazando al peliamarillo que sonrió— Somos los últimos en llegar, ¡que vergüenza! —dijo pegando un suave golpe en el hombro de su marido.

—Teníamos que llegar de últimos, después de todo traemos a los novios —fue lo que contestó provocando que los nervios que tenía el peliamarillo aumentaran.

—¿Y-ya están aquí? —era una pregunta estúpida, era obvio que su mocoso había llegado pero los nervios lo ponían cada vez más... Idiota.

—Ya están en su puesto, vayan al tuyo —indicó la mujer desapareciendo para, seguramente, ir a tomar asiento en donde le correspondía.

YeonJun sintió sus piernas temblar y su estómago cerrarse, volteó encontrándose a un emocionado BeomGyu, sonriendo y saltando impaciente por salir.

—BeomGyu...—llamó. El menor volteó a verlo y avanzó para abrazar al peliamarillo en un intento de calmar sus nervios.

—No has dejado de ser mi hyung pollito —dijo haciendo reír al peliamarillo— No entiendo por qué estás nervioso, hyung... No hay duda de que SooBin hyung y usted se aman, este matrimonio será solamente... Una manera más de unirse al otro, usted mismo me lo dijo.

—Igualmente no puedo no estar nervioso, es mi mocoso...—esta vez, la madre del peliamarillo fue la que entró para avisarles que ya debían dar inicio a la boda. Los dos amigos se miraron y se dedicaron una sonrisa.

—Es nuestro día, hay que disfrutarlo —fue lo último que escuchó YeonJun antes de salir de la pequeña habitación en donde estaba. Sus ojos enfocaron las hileras de sillas en donde escasos familiares suyos estaban, junto a los que suponía era la familia de su pareja, reconoció a la gran familia de BeomGyu y por último, en una esquina al hermano mayor de TaeHyun, el lugar era una terraza al aire libre, todo muy bien decorado con tonos blancos y naranja pastel algo parecido al melocotón no reconocía bien los colores en ese momento, YeonJun no pudo detallar más los adornos o seguir observando a los invitados.

Su mocoso le dedicaba una gran sonrisa mientras le esperaba al final del pasillo que hacían las sillas, estaba...

Deslumbrante.

Siguió caminando sintiéndose hipnotizado por la belleza etérea de su novio...

Novio, mocoso, esposo...

Sus ojos se cristalizaron y su piel se erizó en cuanto el menor tomó su mano con delicadeza para caminar junto a él a la mesa que habían preparado para casarse.

De todas maneras, debía ser de manera legal, no habían encontrado a ningún cura en Taiwán.

Sus ojos estaban tan fijos en el otro que no se dieron cuenta en cuanto BeomGyu salió para hacer el mismo recorrido y llegar hacia el pelirrojo del cual YeonJun no se había dado cuenta.

Solo tenía ojos para su mocoso.

En el lugar solo se escuchaban los múltiples disparos de las cámaras que captaban todo el momento o eso fue hasta que una mujer de vestido negro y mirada cálida empezó a hablar por un micrófono, iniciando el casamiento.

Ni SooBin ni YeonJun estaban prestando atención y suponían que TaeHyun y BeomGyu tampoco, ya que en cuanto la mujer golpeó suavemente el bolígrafo en la mesa los cuatro dieron un respingo, prestando al fin atención a las palabras de la mujer.

—Por favor, joven Choi —el bolígrafo y una carpeta que destilaba elegancia por sus colores oscuros fue puesta en el frente de YeonJun, que confundido le hizo señas a la mujer para que repitiera la petición— Si está de acuerdo con contraer matrimonio con Choi SooBin, por favor, firme aquí —le indicó de nuevo. YeonJun, sin dudarlo, dejó su firma en aquella hoja sonriendo— Si está de acuerdo con contraer matrimonio con Choi Yeon-...

—Si si —los invitados rieron por el apuro del menor que tomó el bolígrafo y dejó su firma a un lado de la del peliamarillo. Los dos se miraron con una gran sonrisa y entrelazaron sus manos encima de la mesa.

—Joven Kang, si está de acuerdo con contraer matrimonio con Choi BeomGyu, por favor, firme aquí —pidió la mujer extendiendo otra carpeta a la pareja que había a su lado. TaeHyun asintió emocionado y dejó su firma en el lugar que le correspondía, grande y clara— Joven Choi, si está de acuerdo con contraer matrimonio con Kang TaeHyun, por favor-...

—Sí que sí —murmuró un sonriente BeomGyu dejando su firma al lado de la del pelirrojo. La mujer rió suave acostumbrada a que no le dejasen terminar sus frases correspondientes.

—Felicidades, con el permiso que se me otorga están felizmente casados, señores Choi y señores Kang —dijo la mujer sonriendo. Todos se levantaron a aplaudir y YeonJun no hizo más que abrazar con fuerza al menor para levantarlo de la silla y juntar sus labios al fin, por otro lado TaeHyun se levantó con fuerza tumbando su silla en el proceso, acunó las mejillas del rubio y lo besó con parsimonia.

—Nos dijeron señores —rió YeonJun al separarse del beso.

—Eso no importa ahora, hyung —susurró volviendo a unir sus labios— Te amo —dijo pasando sus brazos por los hombros del mayor que sonrió volviendo a besarlo una y otra vez.

Los dos sintieron sus nervios pasar y la ansiedad calmarse porque ya estaban con el otro.

—¡Que vivan lo novios! —una voz se escuchó cercana a ellos, los recién casados voltearon encontrando solamente al menor de grupo con los brazos arriba— ¡Que vivan! —gritó de nuevo haciendo reír a los otros.

—¡Que vivan los novios! —gritaron los invitados sin saber muy bien la razón de aquel grito.



[...]



—Todos, alcen sus copas para brindar por los recién casados —pidió el animador de bodas alzando una copa con champán, todos los presentes recibieron una de las copas y se alzaron en sus puestos con la bebida en alto— Brindemos por la felicidad de estas parejas, brindemos por su reciente unión y brindemos por su amor, ¡salud!

—¡Salud! —gritaron todos alzando sus copas, los esposos chocaron sus copas entre ellos y luego con sus progenitores o hermano, en el caso de TaeHyun.

—Salud —una voz resonó a las espaldas de YeonJun y SooBin haciendo que voltearan. El tío del menor estaba con su expresión seria extendiendo la copa a los casados, el pelinegro sonrió y chocó su copa con la de su familiar que luego de esbozar una pequeña sonrisa miró con seriedad al de cabello amarillo— Si no te mueves en tres segundos, me voy.

—Salud, tío Choi —dijo YeonJun con un risa, golpeando su copa con la del hombre que luego de lanzarle una mirada por el apodo desapareció del lugar.

—¿Por qué no tomas? —preguntó el peliamarillo luego de que dijeron la palabra "salud" más de mil veces, el pelinegro miraba a todos lados con rapidez— ¿Qué sucede, mocoso?

—No he comido nada —contestó volteando a él luego de minutos mirando a quien sabe donde— Tomar sin comer es malo, hyung. Puedo emborracharme.

—¿No comiste? Te envié el desayuno, mocoso —dijo frunciendo su ceño.

—¡Y sí lo comí! —asintió frenéticamente por la mueca que hizo el mayor— Solo que... Lo vomité antes de venir aquí. Lo siento —puchereó, cambiando su expresión cuando miró que uno de los numerosos camareros pasó frente a ellos, llamándolo y moviendo su mano con rapidez.

—Vomitas mucho —dijo asqueado.

—Los nervios —contestó distraído por lo que le estaba diciendo el camarero, ofreciendo los distintos platos que podían preparar allí— Un "Green onion pancake" no suena mal, traiga dos, por favor—el camarero se retiró con una reverencia dando paso a que YeonJun agarrase las mejillas del menor con una mano y lo acercase para darle numerosos besos en los labios, SooBin se quejó en medio de una risa.

—Muy lindo... —dijo antes de volver a besarlo— Eres muy lindo, mocoso  —admiró con una sonrisa como las mejillas del menor tomaban un sonrojo.

—Green onion pancake para los esposos —el camarero de antes apareció con dos humeantes platos y una sonrisa— Que lo disfruten —y se marchó.

—Hyung... Da comida...—habló el pelinegro aún con la mano ajena aplastando sus mejillas. YeonJun rió observando como los ojos del pelinegro se iluminaron cuando el olor llegó a su nariz— ¡Yonjun! —chilló desesperado. El peliamarillo carcajeó y soltó a su esposo para dejarlo comer en paz.

—¿Luego podemos ir a bailar? —preguntó el mayor comiendo con lentitud, disfrutando de la comida a lo contrario de SooBin que a pesar de estar disfrutando la comida lo estaba haciendo con rapidez, eso sí, sin dejar la educación en la mesa.

—Ajá...—asintió sin prestar mucha atención. Tenía mucha hambre, hasta temió que su estómago rugiera en plena ceremonia.

Todos los invitados estaba hablando y compartiendo entre ellos, mientras que en una esquina estaban los segundos recién casados, uno nervioso y otro mirando el suelo.

—¿Cómo estás tan seguro, hyung? —el pelirrojo mordió sus labios aferrándose a la mano de su esposo.

—Me acaban de llamar, vienen en camino —contestó el otro hombre con un traje azul.

—¿Cómo... Umm... ¿Cómo saben que la boda iba a ser exactamente aquí? —preguntó un cabizbajo BeomGyu— ¿Usted les dijo algo?

—No les dije nada, solo que...—TaeHyun achicó sus ojos a su hermano mayor— Puede que haya dejado la invitación en la mesa del recibidor y ellos le hayan tomado foto, n-no lo sé. De verdad lo siento.

—Mientras no vengan a arruinar todo está bien. No creo que vengan a Taiwán solo para arruinar una boda —dijo TaeHyun en un intento vano de calmarse, calmar a su esposo y de paso, a su hermano mayor que a los minutos, recibió una llamada.

—¿Hola?... Si... Estamos en la terraza —y colgó mirando a la pareja— Vienen subiendo —esperaron minutos que para los tres parecieron horas.

Los tres estaban nerviosos y asustados por diferentes razones. BeomGyu porque sería la primera vez que vería a sus suegros, TaeHyun por como reaccionarían sus progenitores y su hermano mayor estaba nervioso, asustado, se sentiría muy culpable si la boda de su hermano se veía arruinada por un descuido de él.

Después de todo si no hubiese dejado la invitación al evento tirada por ahí no estaría pasando esto.

—Kang TaeHyun, Kang BeomGyu, Choi SooBin y Choi YeonJun —se escuchó una voz femenina a sus espaldas, los tres se tensaron— Una boda doble, muy tierno.

—M-mamá... —el pelirrojo volteó encontrándose con sus progenitores vestidos de manera elegante y con caras neutrales— Papá... Bienvenidos.

—Tú eres BeomGyu —señaló el hombre al rubio recibiendo un asentimiento.

—Un gusto, señor Kang —dijo estirando su mano al hombre que, luego de dudar un poco, la estrechó— Igualmente es un gusto conocerla, señora Kang —volvió a hablar estirando su mano a la mujer que arqueó una ceja antes de estrechar su mano.

—Solo venimos a darles su regalo de bodas —habló la mujer entrelazando su brazo con el de su marido— Podíamos enviártelo por correo o simplemente lo enviábamos con tu hermano, pero queríamos conocer a tu... Esposo —dijo pasando sus ojos por toda la anatomía del rubio que se tensó notablemente. TaeHyun solo acarició el dorso de su mano— Si bien no es lo que esperábamos... Del sexo que esperábamos no está mal.

—¿Entonces por qué nos regalan algo? —pensó BeomGyu en voz alta, dándose cuenta que lo hizo cuando su esposo lo miró con los ojos bien abiertos— Y-yo... L-lo..

—El regalo ya estaba planeado desde hace tiempo, el dinero ya estaba reunido y si bien, no esperamos que... Pasara esto, se los vamos a dar. No nos vamos a echar para atrás —contestó el hombre sacando un sobre de su saco— Tengan, disfruten.

—Que lo pasen bien —y sin decir nada más se fueron de ahí teniendo planeado recorrer todo el lugar.

—Lo siento, Beom —dijo el pelirrojo volteando para ver al rubio.

—Está bien, ya se fueron. No importa —le sonrió pasando sus manos por los hombros ajenos— Fue... Algo lindo de su parte, supongo.

—Iré a beber algo, tanto estrés en tan poco tiempo debe ser recompensado —el hermano de TaeHyun desapareció caminando directo a la mesa en donde servían los licores.

—Veamos que nos regalaron —el rubio sonrió abriendo el sobre.

—Eres el único emocionado en saber —TaeHyun rodó los ojos abrazando al rubio por la espalda, apoyando su mentón en uno de sus hombros.

—¿Por qué no estarlo? Se molestaron en venir hacia acá a darnos esto, ve el lado positivo —BeomGyu sonrió sacando el contenido del sobre.

Dos boletos de avión programado para dos semanas.

El rubio sacó el otro papel que había y leyó en voz alta:

"Deux cœurs synchronisés qui méritent de visiter la ville de l'amou ("Dos corazones sincronizados que merecen visitar la ciudad del amor")citó la frase que era el título de la hoja imitando un francés muy malo.

—¡Sacreblú! —gritó el pelirrojo estallando en carcajadas segundos después.

Al calmarse, prestaron atención al papel.

Un viaje de dos semanas, con todo pagado a la ciudad del amor.

París.

—Tae... ¡Es París! —gritó el rubio emocionado— ¡Nos dieron un viaje a París, Tae!

—¡Nos vamos a París! ¡Woh! —gritó de vuelta, besando castamente a su esposo.

Después de todo, sus padres no le habían pasado por alto ese día.

—¿Pensaste que iban a terminar juntos? —preguntó SooBin mirando con una sonrisa a su mejor amigo arrastrar a BeomGyu a una mesa de dulces cercana, ya había terminado de comer el Green onion pancake y había tomado un poco de el champán del brindis.

YeonJun tenía su codo en la mesa mientras su palma descansaba en su mejilla, su cabeza volteada hacia su mocoso.

—No. No sabía que algo pasaba entre ellos hasta que Beom llegó un día gritando "meidei, meidei" —SooBin carcajeó haciendo esbozar una sonrisa al peliamarillo.

Amaba esa risa, no se cansaría de ella.

—Así no se pronuncia, hyung —le dijo el pelinegro levantándose de su silla, YeonJun le imitó.

—No importa. Ahora... Vamos a bailar —se tomaron de las manos y fueron directo a la pista de baile.

—¡No sé bailar esto! —SooBin carcajeó siguiendo al mayor que solo rió de cada una de las expresiones que hacía su esposo que, luego de miles de quejas de no saber bailar aquello se abrazó al peliamarillo y empezó a moverse de lado a lado.

—Mocoso, así no se baila esto —dijo el peliamarillo siguiendo el paso del menor que le contestó subiendo los hombros y alegando que podía bailar con él quería porque era su boda.

¡BinBin! —una voz chillona les hizo detener su "baile profesional" como lo había apodado SooBin en algún momento. El pelinegro volteó y chilló tomando en brazos a una pequeña niña de cabellos negros y lacios, tenía un lindo vestido de color menta y una diadema de colores dorados.

YooYoo —le dijo besando su mejilla. Esa pequeña niña era su "sobrina", entre comillas ya que no compartían ningún lazo sanguíneo pero sí sentimental ya que la madre de la pequeña tenía una estrecha relación con SooBin, si bien no se veían o hablaban todos los días la chica y SooBin tenían una muy buena relación— ¿Y tu mamá? No vino a saludarme —preguntó cargando a la niña con un brazo mientras el otro lo extendía al peliamarillo para que tomase su mano, en cuanto lo hizo empezó a caminar a una mesa de dulces en donde la mayoría de los niños que habían asistido estaban aglomerados.

Después de todo, gran parte de las familias habían asistido.

—Está allá, con papá —la niña señaló a las espaldas del pelinegro— Hola —la niña saludó con una risita al peliamarillo que sonrió moviendo su mano de lado a lado— ¿Cómo te llamas? —preguntó curiosa, SooBin rió comiendo de la mesa, tomando la mayoría de gomitas que había.

—YeonJun, ¿y tú? —el peliamarillo no podía despegar la mirada de su mocoso cargando a la niña con tanta familiaridad, si bien en ninguno de los planes de los dos estaba el adoptar en ese momento no harían mal agregar eso a la lista de deseos a futuro.

—Me llamo YooYoo. ¡Me gusta su cabello, señor! —chilló la niña extendiendo sus manitas al cabello del mayor que, con una poker face miró a su pareja.

—Me dijo señor —se quejó acercándose más para que la pequeña pudiese tocar su cabello con curiosidad.

—Eres mucho más grande que ella, obvio te dirá señor —rió SooBin acercándose de igual manera para que la pequeña no se esforzara tanto para poder jugar con el cabello de su hyung. La niña rió moviendo algunos mechones, los dos adultos la miraron y se miraron con ojos brillantes— ¿Te gusta? —le preguntó al mayor en un susurro.

—Me encanta —contestó subiendo su mano libre para acariciar la mejilla ajena— Pero a futuro, quiero disfrutar mi paz de recién casado antes de otro mocoso —los dos rieron volteando de nuevo a la niña.

—Señor, ¿su cabello es así? —preguntó la niña con el ceño levemente fruncido— ¿Usted nació con el cabello así?

—Si, es mi cabello natural —YeonJun asintió viéndose lo más sincero posible. Antes de viajar a Taipéi había retocado su tinte amarillo y no se veía rastros de su cabello negro solamente se veía una fina línea blanca y luego empieza a degradarse a amarillo.

—¿Su mami comió mucha banana y por eso salió así? —YeonJun carcajeó asintiendo a las palabras de la niña— ¿¡Si!? ¡Mami, mami! —la niña empezó a gritar y a menear sus manos a una mujer con un vestido parecido al de la pequeña— Quiero el cabello así —señaló con un puchero el cabello de YeonJun que aún se estaba riendo.

—Cuando seas mayor de edad, cariño —la mujer sonrió abrazando a SooBin sin importarle aplastar a la niña, después de todo le gustaban los abrazos— BinBin, hace tiempo no te veía.

—Noona, aún no puedo creer que esté aquí, usted estaba en el exterior —dijo el pelinegro al separarse para dejar a la pequeña en el suelo que corrió alegando que los chocolates se acabarían en la mesa de dulce. YeonJun, más recuperado de la risa abrazó a su esposo por la espalda mirando a la mujer de rasgos finos— ¿Quién le dijo que me iba a casar? Y no me mal entienda, no le dije nada porque usted siempre está ocupada.

—Tu mamá me llamó informando que mi lindo BinBin se iba a casar —la mujer rió haciendo gestos con sus manos— ¡No me iba a perder esto! Ya me perdí tu graduación, no me perderé tu boda.

—Gracias por venir —sonrió señalando al peliamarillo tras él— Mi esposo, Choi YeonJun —el nombrado estiró su mano sonriente.

—Mucho gusto, Kim YoonHa —la mujer le sonrió y miró a sus espaldas— YooYoo se va a comer todos los chocolates, ¡nos vemos en un momento! —gritó haciendo reír a la pareja.

YeonJun besó la mejilla de su mocoso y le propuso seguir bailando a lo que el menor aceptó, esta vez, sabiendo bailar la canción que sonaba.

Las horas pasaban y la noche iba cayendo, las personas aún seguían igual de animadas, algunos se habían ido alegando tener otros compromisos o por el hecho de que sus hijos ya se habían quedado dormidos y debían llevarlos a una cama cómoda como la era la del hotel en donde estaban. Todos estaban más... Libres, por así decirlo, YeonJun no tenía su saco y SooBin tenía su corbata suela y tampoco llevaba saco, BeomGyu y TaeHyun también habían cambiado su saco mientras la corbata del rubio reposaba en su cabeza haciendo función de "bandana".

Algunas mujeres ya habían dejado sus tacones de lado y las habían cambiado por zapatillas o sandalias que combinaban igualmente con su atuendo.

Todos bailaban en el centro de la pista animados, gritando y saltando, las luces estaban bajas y la noche ayudaba mucho a que las luces de colores hicieran su trabajo y resaltaran a lo largo de la gran terraza.

—¡Soy un aguacate! —SooBin apareció sonriente con un sombrero, efectivamente, con un gran sombrero de aguacate junto a unos lentes negros. YeonJun rió quitando los lentes del menor.

—¿De dónde lo sacaste? —preguntó mirando como el menor se deshacía del sombrero de aguacate dejando ver al peliamarillo lo sudado que estaba.

—Tu mamá me lo dió —contestó peinando su cabello. YeonJun estaba sentado en una mesa, casi derretido en la silla, estaba cansado, había bailado y saltado por todos lado.

—¡YeonJun pollito! ¡YeonJun pollito! —Hyuka apareció con un gorro de león puesto mientras tenía uno de pollito en su mano, SooBin empezó a reír cuando le colocaron el gorro a su esposo que bufó levantándose con un poco de chocolate en su mano para embarrarlo en la cara del castaño que se alejó riendo.

—¡Ven acá! —gritó riendo. SooBin haló por el brazo al mayor y lo arrastró a la parte menos concurrida de la fiesta— ¿Qué pasa? ¡Quiero ir a llenarle la cara de chocolate!

—Ya, hyung —el pelinegro rió quitando el gorro del mayor y limpiando los dedos ajenos con una servilleta cercana. SooBin tomó asiento en una de las sillas y palmeó la otra, el mayor tomó asiento y recibió al menor en sus brazos— Quería estar así desde hace rato... —dijo mirando el cielo estrellado que se expandía frente a ellos.

Mocoso... Dame una razón, para no ir a embarrar a Hyuka en chocolate y quedarme aquí —pidió pasando sus dedos por el cabello ajeno. SooBin subió la mirada con una sonrisa.

Razón número uno, te daré muchos besos, razón número dos, te doy mimos y razón número tres, porque soy tu esposo y yo lo digo —los dos rieron juntando la punta de sus narices.

—Me gustan esas razones —susurró antes de besarlo una vez más.

Se darían razones para odiarse, para amarse, para reír y para llorar. Las razones fueron lo que dió inicio a su amor, y no dejarían de dárselas.

Día a día nacían más razones, ya sea para lo más amoroso que imagines o para lo más divertido que se te ocurra, pero al fin y al cabo eran razones.

Dieciséis razones no fueron más que una semilla que sembró su amor que con el pasar de los años creció más y más, dieciséis razones no fueron simples notas de un amor juvenil.

Dieciséis razones fueron el inicio de un amor juvenil que se agrandó a un amor de por vida.

Sincero y puro.

























~Fin~






























¿No les huele a quemado? Bueno, son mis neuronas luego de escribir esto XD

No les miento, la escena de la boda fue re-escrita unas seis veces, al inicio sería una boda en iglesia, ¡a lo grande! Pero decidí que sería mejor hacer una boda "legal" y quiero aclarar que con esto no estoy insinuando que las bodas en la iglesia no sean legales, si no que así se les llama o, por lo menos, así las conozco yo. Si hay algún otro nombre o error sobre esto, no duden en decírmelo, eso sí, con respeto u.u

Tortitas Taiwanesas o Green onion pancakes

Apenas tuve esta parte lista la subí sin pensarlo, así que si hay algún error será corregido luego u.u

¿Les gustó la boda? ¿Se esperaban lo de los padres de TaeHyun? ¿O lo de el tío de SooBin? ¡Los leo!

En los agradecimientos no olerá tan a quemado como aquí JAKAJJA

The_Dark_Diamond

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